Un pequeño reportaje fotográfico del submarino U1, tal como puede observarse en el museo de la tecnología de Munich. Botado en agosto de 1906, puede decirse que hace 105 años ya se hacían cacharros bastante interesantes.

Vista de la popa con la sala de máquinas que alberga los motores térmicos y eléctricos
https://imageshack.us/photo/my-images/823/34342879.jpg/


Vista de los motores eléctricos, de 400 CV de potencia cada uno
https://imageshack.us/photo/my-images/822/73973068.jpg/


Vista de los motores térmicos de keroseno
https://imageshack.us/photo/my-images/849/25348720.jpg/

Otra vista de los motores y la sección de popa
https://imageshack.us/photo/my-images/577/38422511.jpg/

Sala de estar adyacente a la sala de máquinas por la proa
https://imageshack.us/photo/my-images/651/68399674.jpg/

Sala de mando, encima de ella se encuentra la torreta
https://imageshack.us/photo/my-images/98/31979105.jpg/

Sala del comandante, adyacente a la de mando por la proa
https://imageshack.us/photo/my-images/706/21525782.jpg/

Sala de torpedos y acumuladores
https://imageshack.us/photo/my-images/98/31979105.jpg/

Tapa del tubo lanzatorpedos
https://imageshack.us/photo/my-images/683/96121976.jpg/

Tubo lanzatorpedos
https://imageshack.us/photo/my-images/854/71272311.jpg/

Vista de los tubos y del resto de proa
https://imageshack.us/photo/my-images/853/45852630.jpg/

Vista de la proa con la compuerta lanzatorpedos.
https://imageshack.us/photo/my-images/580/14942216.jpg/

Magníficas imágenes.

Por cierto la última y penúltima son la misma.

Muy bellas e interesantes imágenes Espaldar, realmente ya tenían tecnología en esa época.

Saludos

Ya está subsanada la repetición.

Un saludo

Buenas.


El diseño estaba basado sobre el de Raimundo Lorenzo d'Equevilley Montjustin, de Spanien, Spain, l Espagne, España, sobre los vendidos por Krupp a los rusos.

Su construcion se inicia en 1904, a finales, y en el verano de 1906, o sea un año despues de lo previsto se empieza a probarlo.
Los motores no podian ajustar su velocidad ni poseian marcha atras. Para controlar la velocidad se servian de un sistema poco eficaz sobre el giro de la helice.

En 1919 sufrira un accidente por choque y sera retirado.

En 1902 el ingeniero naval español, Raimundo Lorenzo de Equevilley, que buscaba trabajo en Alemania, oyo del Almirante A. von Tirpiz, las siguientes
palabras: “El submarino no tiene, en la actualidad, valor para la guerra en el mar. No tenemos dinero para gastarlo en buques experimentales”.
De Equevilley lleva sus planos al astillero Germania-Krupp y construye el Forelle/Trucha que fue recibido con reservas.

Luego se construye el Karp, un submarino que podía recargar las baterías en el mar, por medio de motores de queroseno, que sirvió de base para los subsiguientes submarinos.
Equevilley escribió: “Quién sabe si la aparición del submarino en los mares podrá terminar con las batallas navales

Una de sus patentes seria la 18,188 para mejora en la direccion de submarinos.

Pero no solo se intereso en submarinos tambien se intereso en la aviacion.
Dicen que la patente del snorkel es suya.

Esta es una sección del casco de resistencia a través de la salida del prensaestopas de la hélice de estribor.



Se nota parte del proyecto español, sin duda:

¡Corcho! corcho de Extremadura.
https://imageshack.us/photo/my-images/225/img5586w.jpg/

Eran los salvavidas de la tripulación

Por edad, he conocido los de corcho cuando se usaban para aprender a nadar.

Según la wikipedia en lengua alemana:

Puesta en grada: abril 1905
Entrada en servicio: diciembre 1906
Eslora: 42,39 m
Manga: 3,8 m
Desplazaimentos: 238 t (s) 283 t (i).
Tripulación: 12
Motores: dos motores de aceite pesado de 200 cv cada uno. 2 eléctricos de la misma potencia.
Profundidad máxima: 30 m
Velocidades: 10,8 n (s) 8,7 n (i)
Armamento: un tubo de 45 cm con tres torpedos

La principal novedad consistía en los motores. Antes que los británicos introdujeran los submarinos diesel había dos tipos mayoritarios de propulsión en superficie. Los submarinos de gasolina (Holland y derivados) tenían graves riesgos de intoxicación y explosión por los vapores que se generaban. Los submarinos a vapor (Laubeuf y derivados) tardaban más de 10 minutos en prepararse para la inmersión. Los motores de aceite pesado tenían aún los defectos de consumir mucho combustible y generar mucho humo (los submarinos alemanes de la primera generación tenían una chimenea abatible) pero eran superiores a estos dos sistemas.

Se encuentran poquísimas, por no decir casi ninguna, referencias bibliográficas de Raymondo d´ Equivilley-Montjustin.

Con su nombre muy francés, graduado al parecer en Francia, trabajando en Francia con los constructores navales de submarinos, donde adquirió su experiencia propia, se me pierde la españolidad del constructor y lo que pudiera sacar de España.

Me ha costado mucho encontrar referencias a d´Equevilley (que he reeditado, tras el último descubrimiento en Internet, de una noticia de "The Colonist" -periódico neozelandés-, de 1918).

Después de cruzarlas entre sí, y depurarlas, podemos resumir lo siguiente:

1) El padre de Lorenzo Raimundo:

Su padre se llamaba Victor Toussaint Vincent, marqués d'Equevilley, nacido el 1 de noviembre 1815 en Marnay, en el Franco-Condado (Alsacia, Francia), y fallecido el 19 de mayo 1897 en Paris. Según parece, en el acta de fallecimiento se le cita como coronel del Ejército español.

En realidad, su apellido era Vincent -españolizado, Vicente (1)-. Víctor era marqués de Equevilley -título existente desde, al menos, el s.XVII- y, residiendo en Viena, fue autorizado a utilizar ese título en España en 4-5-1879. Equevilley es una población alsaciana, del antiguo franco-Condado español. Por tanto, es de cultura alemana, pero en los dos últimos siglos ha pertenecido varias veces a Francia, de una parte, o al Imperio Austro-húngaro o a Alemania (cuando se unificó), de la otra. Quizás esto justifica, entre otros hechos, la autorización en Viena (en donde estaría viviendo) para utilizar su título en España, y el que Lorenzo Raimundo (el hijo de Victor) trabajara en Francia y en Alemania.

Víctor debió prestar grandes servicios a España (tanto como militar, como político o, mejor, diplomático), puesto que estaba en posesión de la Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando, y Cónsul de España en los Principados Danubianos.

Debieron cambiar su apellido por el de d´Equevilley al venir a España (si es que realmente vivieron en nuestra tierra, porque lo único que sabemos es que se le concedieron a Víctor condecoraciones y recompensas por servicios a España). la utilización del apellido compuesto d'Equevilley-Montjustin se debía que en el siglo XVI, antes de de desplazarse a Equevilley (de donde fueron señores) lo eran del cercano pueblo de Montjustin (con anterioridad, siendo señores de Oricourt, se habían trasladado a Montjustin). Era una familia de la baja nobleza y de tradición militar.

Entre algunas referencias dispersas a Víctor, figura una en la que actuó como testigo (no sé si también como padrino) en 1846 en un duelo (el de Dujarrier-Beauvallon) que se hizo famoso porque no se ajustó a la reglamentación de la época, por lo que se abrió un proceso judicial en Francia. Aunque es difícil concluir lo siguiente, podría ser que tuviera algo que ver con su estancia en Viena (se iría de Francia), o sus servicios a España.

Sobre la madre de Lorenzo Raimundo no he encontrado datos, excepto que era de nacionalidad inglesa (según la noticia de "Colonist", de 1918)

2) El abuelo de Lorenzo Raimundo era Denis Victor Vincent d'Equevilley, perceptor de Jussey, en el Alto Saona (Francia).

3) Lorenzo Raimundo (o Laurent Raymond) d'Equevilley Montjustin nació hacia 1874, en Viena (pero parece que con nacionalidad española). Fue marqués d´Equevilley a la muerte de su padre.

En 1890 vivió en Paris, en 171, avenue Wagram. Parece ser que estudió allí, en la École des Mines.
Al morir su padre en 1897 en Paris, cabe deducir que se trasladaron a vivir a Francia antes de 1890.

Vuelve a aparecer trabajando en Junio de 1901, junto al ingeniero francés Maxime Laubeuf en el diseño y construcción del submarino a vapor y eléctrico Narval. Este submarino, como novedad, introdujo el diseño de doble casco (que se hizo clásico después), con un casco de presión dentro del casco exterior ligero. Este buque de 200 T tenía una autonomía de unas 100 millas en superficie y unas 10 millas bajo el agua.

Después va a trabajar a Alemania, en donde ocurren las anécdotas que ya se han referido en este tema.
Entra a trabajar en la casa Krupp, aplicando su experiencia de trabajar con Laubeuf, más sus propias ideas,en el diseño y fabricación del submarino Forelle, para Rusia, en Junio de 1903.

Este submarino tenía, entre otras, estas características:
- Iba dotado sólo de un motor eléctrico, por lo que su autonomía se limitaba a la que permitieran los acumuladores eléctricos.
- Tenía casco sencillo.
- Tanques internos de lastre y de compensación.
La armada imperial rusa compró el submarino en Abril 1904, operando contra Japón en Vladivostok durante la guerra ruso-japonesa. Se hundió en 1910 en un accidente.

Después interviene en el diseño y fabricación de los de la clase Karp (1905). Se fabrican tres unidades para Rusia: Karp, 30 Agosto 1905), Karas (12 Junio 1906), y Kambala (16 marzo 1907). Y uno para noruega: Kobben (5 mayo 1909). No está claro que interviniera en el último.
Estos tenía ya doble casco (con una Tenían tanques internos de lastre, y tanques de compensación en cada extremo.

En 1906 diseñó las unidades de la clase U-1: U-1 (4 Agosto 1906); U-3 (20 Agosto 1908), y U-4 (20 Noviembre 1908).
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(1) De aquí la confusión de que en algunos textos españoles se le cite como Víctor "Vicente" d'Equevilley, cuando lo correcto sería Víctor Vincent, marqués d'Equevilley
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Otras actividades de Lorenzo Raimundo d´Equevilley

No he encontrado nada sobre sus posibles aportaciones al "Snorkel".

Sí aparece en 1908 con un prototipo de avión, conocido como "multiplano D’Equevilley". Pueden verse menciones y fotos del artilugio en:

https://members.shaw.ca/flyingaces/br.pre1914/
https://www.theaerodrome.com/forum/pione ... 356-a.html

Con posterioridad a 1908 no he encontrado nada de él, hasta el momento. Si sobrevivió a la 1ªGM, es posible que se trasladara a USA (Florida) o a Méjico (ciudad Méjico). En ambos países vivían miembros de la familia d´Equevilley desde mediados del s.XIX (probablemente, el primero fue un hermano de su padre). En el cementerio de Lake County (Florida) existe una lápida con la leyenda: Vincent d'Equevilley, 1856-1956. Como se ve, sólo figura el apellido Vincent, añadiendo el de nobleza, por lo que hay que pensar que se trata de una placa conmemorativa de la familia, y no de un sólo miembro.

Lo que es seguro es que el título de marqués d'Equevilley figura desierto en España. Podemos concluir que su paso por nuestro país fue accidental (aunque durara 30 o 40 años), y que no dejaron huella.

a) Si fue alumno de la Plytechnique, que es la fuente de alros funcionarios de la administración francesa, tanto civil como militar, o era francés o fue alumno a titre etranger, lo que creo que no era normla en esa época. Quizas nuestro almirant eretirado nos lo pueda aclarar.

b) Vaya pista que habeis dado a la caza títulos e inveterada cazamaridos , para ampliar su catalogo.

Buenas.

Numeroso son los paises que presumen de tal o cual hombre, y que realmente no es de ese pais.
Asi que, este, citado en otros sitios como español, con lo cual no se deberia ponerlo en evidencia.

En su libro sobre Isaac Peral, el ex del foro ARG hace mencion a Raimundo como español.

Por fin he encontrado una información en internet, en la dirección siguiente, que aclara mucho todo lo anterior.

https://paperspast.natlib.govt.nz/cgi-bi ... 80821.2.10

Se trata de un periódico neozelandés, "The Colonist" (editado en Nelson, Nueva Zelanda), de 21 de Agosto 1918. En su página 2, está el artículo, que traduzco -traducción libre- a continuación (original en inglés):

"Venta de planos a Krupp

Ingeniero procesado. Secretos de submarinos"

El arresto de un ingeniero de nacionalidad incierta, el marqués Laurent d’Ecquevilley Monjustin, saca a la luz otra historia notable de traición y espionaje.

Se acusa al marqués de vender planos de submarinos franceses a Krupp y otras firmas alemanas, para las que él trabajó después, y en cuya nómina permaneció cuando volvió a Francia.

Cubano, español, austriaco o francés –es difícil decir exactamente qué-, el marqués d’Ecquevilley fue admitido en la École des Mines en 1891 mediante recomendación del embajador español, y dos años más tarde, habiendo pasado su examen, obtuvo un puesto en astilleros y forjas del Mediterráneo. En 1896, entró como empleado de la Vulcan Company en Stettin, y en 1899 regresó a Francia a trabajar con Goubet, el inventor del submarino.(1)

Aquí debe colocarse el primer hecho significativo referente a su carrera. Dos años después del inicio de la colaboración del marqués con Goubet, Krupp lanzó un submarino idéntico al modelo Goubet.

En 1901, d’Ecqueviller estuvo empleado en París y en Toulon y, según la versión ahora publicada, recibió pagos de la firma Krupp cuando, dos años más tarde, se encontró en posesión de los planos del submarino francés Aigrette. Krupp botó una copia del mismo en Kiel en 1905.

A continuación, el marqués hizo frecuentes viajes a Alemania, trabajando a veces en Kiel, a veces en Fiume. Por tanto, se le considera el constructor de las flotas de submarinos alemanes y austro-húngaros.

Regresó a Francia a punto de estallar la guerra y, alegando ser hijo de un francés, aunque nacido en Viena (2), obtuvo un certificado de nacionalidad francesa, y fue movilizado como conductor de un vehículo motorizado en un regimiento de Artillería.

Enviado a una misión especial a Inglaterra en 1915, d’Ecquevilley fue encontrado sospechoso, a pesar de su afirmación de que su madre era inglesa, y las autoridades británicas le expulsaron del país. Sin embargo, no ha sido sino hace poco cuando las sospechas le han alcanzado a él en Francia.

Su detención se ha producido mientras estaba supervisando la construcción de barcos de hormigón en Burdeos. No están claras las circunstancias de la misma, pero se ha sabido ahora que, en 1903, los planos del Aigrette fueron robados de las oficinas del famoso ingeniero Laubeuf. Entonces se ha sospechado de D’Ecquevilley, y poco después se ha sabido que Krupp poseía los planos robados, y que estaba pagando a quien se los proporcionó, 500 libras esterlinas al año, y un 10% de todos los pedidos.

Se dice que el traidor ha hecho una fortuna de varios millones.

(1) Desde luego, osadía no falta al columnista. Todo el mundo ha inventado el submarino.

(2) Aquí tenemos la pista de su lugar de nacimiento, al margen de su nacionalidad.
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Al final, se ve que las dificultades para encontrar información se deben a las diferentes formas en que se escibe su apellido.
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El asunto se nos ha transformado en una trama policiaca.

No es ajeno a ese juicio el año de la publicación, 1918, justo el periodo que siempre se abre tras las guerras para dirimir responsabilidades y ampliar venganzas. La acción de los submarinos alemanes no fue probablemente ajena a esta persecución.



Lo cierto es que entre los diseños franceses y los posteriores alemanes no hay mera copia sino auténtico progreso y que Ecquevilley fue apartado de la construcción alemana pronto, parece que por reticencias alemanas sobre alguien “tan francés” aunque parece, va tomando forma según los escritos que aparecen, que Ecquevilley usó de distintas nacionalidades a conveniencia según soplaban los aires de oportunidad.

Nos queda la duda. ¿Fue Ecquevilley sólo un técnico o realmente un aventurero inteligente y culto?

Como yo trabajé a las órdenes de un hombre de gran imaginación e ideas geniales (Juan José de la Cierva y Hoces), no he podido si no establecer comparaciones entre uno y otro:

- Los dos son geniales
- Los dos son buenos técnicos
- Los dos son aventureros
- Los dos llevan una vida ajetreada. En el caso de d'Equevilley, ya lo hemos visto. En el caso de de la Cierva, España - Cuba (de Batista) - USA - España - USA - España ... no sé si me dejo algo por medio.

Hay más semejanzas, pero entiendo que con las anteriores es suficiente.

Por tanto, mi conclusión es que era aventurero, y muy buen técnico (y lo de aventurero, le venía de casta, visto lo visto de su padre).

Respecto a si fue o no espía, no me defino (por la misma razón que cita Espaldar: la fecha de la acusación). Desde luego, para los alemanes debía ser muy francés, y para los franceses, muy alemán; cuando lo único real es que era alsaciano. Pero se llevarían el gato al agua los franceses, imponiendo su versión, por ser los vencedores en la guerra.

Por eso, creo que, si salió bien librado, no le debieron quedar ganas de trabajar ni en Francia, ni en Alemania.

He encontrado más datos sobre este individuo en la prensa de la época, que me hace retirar su comparación con de la Cierva como buen técnico, y genial inventor. No fue ninguna de ambas cosas.

A continuación traduzco lo siguiente (de https://chroniclingamerica.loc.gov/lccn/ ... villey+spy):

New York tribune, Suday, may 19, 1918
Francia detiene a un marqués español como espía alemán, 27 años después
Ahora vecino de Caillaux en la prisión de París, y acusado de robar planos de submarino. Fue protegido durante largo tiempo por personas poderosas.

The New York Tribune
Foreign Press Bureau

El más reciente vecino del Sr Caillaux en el “Pasillo de los espías” de la prisión de La Santé, en París, es el reconocido como inventor del sistema submarino alemán, el marqués d’Ecquevilley, español, ingeniero de la Krupps y naturalizado francés. Según parece, habría estado activamente dedicado al negocio del espionaje durante 27 años, pero su carrera se vio truncada el pasado 22 de Abril, cuando fue arrestado y enviado a prisión.

Hace 15 años fue acusado de robar planos de submarinos en Francia, y venderlos a Alemania, aunque tuvo la osadía de volver a Francia en 1914, inmediatamente después de estallar la guerra, lograr su naturalización como francés, y entrar en el Ejército francés en un puesto que le dio poco trabajo, pero muchas oportunidades de conocer todo lo que estaba ocurriendo.

Este hombre de soberbia impudicia vino a Francia desde España en 1891, y era, aparentemente, un buen español. Por influencias desde la embajada española en parís, entró en la escuela gubernamentla de Ingeniería marina. En su graduación, tenía una nota 300 puntos inferior a las del siguiente graduado; y 10 años después, aún reclamaba haber inventado el submarino. Todo entra dentro de lo posible, pero ninguno de los que fue con él a la escuela podría acreditar que fuera inventor de nada, excepto de cuentos.

Expulsado (de Francia), se va a Alemania

Después de graduarse en la Escuela de Ingeniería, d’Ecquevilley consiguió empleo en “Forges et Chantiers de la Mediterranée”, pero en 1895 fue despedido bajo la sospecha de haber desviado contratos a los talleres Vulcan, de Stettin- La sospecha se confirmó para sus jefes, cuando el joven marchó enseguida a Alemania y empezó a trabajar en Vulcan. Esta situación, viajando entre Francia y Alemania, duró dos años, y finalizó cunado consiguió trabajo en Toulon, en 1899.

Durante esta etapa, d’Ecquevilley pasó en París, bajo el nombre de Lusignan, y consiguió la aprobación del Sr. Laubeuf, que estaba entonces trabajando en el diseño y desarrollo de un barco sumergible. D’Ecquevilley llegó a interesarse seriamente por el problema del barco submarino, con la aprobación del Sr Goubet, que estaba trabajando entonces sobre los submarinos. El trabajo que desarrollaba en Toulon se dirigió a mentenerle cerca de todos los desarrollos sobre submarinos.

Mientras tanto, él estaba muy ocupado haciendo amistades en el ministerio de Marina, y en 1901, de repente, apareció en Francia un libro del Marqués d’Ecquevilley que citaba documentos secretos del Ministerio de Marina francés sobre los desarrollos del submarino. Por entonces, el español encontró conveniente hacer otro viaje a Alemania, pero él regresó de nuevo al año siguiente, y en 1903, desaparecieron de dicho Ministerio los planos del Aigrette, el “primer submarino”, inventado por Lauboeuf. También desaparecieron, por entonces, los planos de Goubet.

Planos de submarino robados

Dos años más tarde, en 1905, se botaba el primer submarino alemán desde los astilleros Germania, en Kiel. Se proclamaba a d’Ecquevilley como su inventor.

El almirante Hautefeuille, que investigó el caso en 1903 y 1905, cree que el español, en el robo de los planos, tuvo la ayuda de algún oficial naval francés disoluto. Él dijo:

“Hacia 1903, d’Ecquevilley tenía gran amistad con oficial naval francés, que fue expulsado del servicio por su afición a la bebida. Pero este hombre estaba muy bien relacionado con altos miembros del Ministerio, adonde tenía entrada libre día y noche. Por su afición a la bebida, este oficial necesitaba constantemente dinero, por lo que se aprovecharía su facilidad para entrar al ministerio, para tomar los planos del Aigrette, y los de Goubet, de un cajón de las oficinas generales de la Armada, y dárselos a d’Ecquevilley, quein los vendería a Krupps.

No hace falta decir que el dinero recibido por los planes se repartiría entre ambos. Los robos en el Ministerio de Marina ocurrieron desde 1900 hasta 1903. Generalmente, los papeles reaparecían en Alemania 3 o 4 semenas después de haber sido copiados.

El oficial francés tuvo un trágico final, que bien pudo ser un suicidio. Como prueba, él sabía que estaba siendo investigado. Por el contrario, d’Ecquevilley continuó su carrera de aventurero”.

Se cree que el español recibió 2.000 USD en metálico por los planos del submarino, y un 5% del precio contratado para todos los submarinos construidos por Krupps o bajo sus planos. Durante más de 10 años, él trabajó como ingeniero de submarinos para la Krupps, y en Kiel y Fiume, y se le ha acreditado una fortuna de 800.000 USD en ese tiempo.

Inmediatamente de estallar la guerra, d’Ecquevilley, con magnificente insolencia, volvió a Francia y pidió su naturalización como ciudadano francés. Él compareció ante el magistrado del Distrito (“arrondissement”) XVII de París, que no sabía nada de su historia, y allí presentó sus papeles. Ellos demostraban que su padre, Toussiant Vincent Victor d’Ecquevilley, había nacido en Francia, pero perdió su ciudadanía francesa al hacer el servicio militar en España en 1835. Para ello, presentó el certificado de nacimiento de su padre, el de su abuelo, y documentos demostrando el servicio militar de su padre en España.

D’Ecquevilley no tenía su propio certificado de nacimiento, pero presentó un certificado del Consulado español en París, fechado en 7 de agosto 1914. Aunque había tachaduras evidentes en el certificado de nacimiento del padre, y aunque un certificado del Consulado español no tenía valor bajo la Ley francesa, el crédulo magistrado no lo cuestionó, y 24 (¿horas?) más tarde, d’Ecquevilley era ciudadano francés.

El siguiente dato es que estaba en el servicio de automóviles militares en parís, y que empezó de nuevo a hacer amigos en las altas instancias, confiando en que sus 11 años de ausencia bastaran para olvidar sus asuntos. Y parece que tuvo éxito, pues en febrero 1915, el ex-ingeniero de Krupps era elegido por el Ministerio de la Guerra para una misión secreta en Inglaterra. Pero los ingleses no le habían olvidado, y fue devuelto a Francia sin demora.

Pero aún le sirvieron sus amigos en las alturas, pues su devolución desde Inglaterra, aparentemente, no tuvo consecuencias y continuó en su servicio militar. Fue enviado como inspector a varias factorías del Gobierno por todo el país. Fatigado de ese trabajo, se procuró el returo del Ejército en 1917, y empezó a trabajar en un astillero en Burdeos, muy próximo a los que tenía el gobierno en dicha ciudad.

El ministerio de Justicia no ha divulgado nada sobre qué beneficios pudo dar a Alemania durante la guerra. Su arresto tuvo grandes dificultades. Y sean quienes sean sus protectores, se movieron hasta lo más alto en su nombre. El almirante Lacaza, mientras fue Ministro de Marina, se puso tras la pista de d’Ecquevilley, y trató de arrestarle, sin conseguirlo. Debe hacerse notar que Lacaze fue minsitro de Marina en el gobierno Briand, cuando Caillaux estaba en la cima de su poder, y Bolo Pachá era su colaborador.

Fue entonces cuando el Sr. Ignace, miembro de la Cámara de Diputados, supo del retorno del español, y preparó un informe especial para la Cámara. Pero nada ocurrió. Caillaux seguía campando aún a sus anchas. Finalmente, el Sr Ignace llegó a Subsecretario del Mº de justicia, Clemenceau llegó a Primer Ministro, Cillaux fue arrestado y, el 22 de Abril, d’Ecquevillay fue enviado a la Santé a hacer compañía a Caillaux.
+++

Después de todo lo anterior, dudo todo lo referente a su personalidad. Incluso, que fuera hijo del marqués d´'Equevilley.

Más que aventurero, fue un estafador, un ambicioso y, seguramente, mentiroso compulsivo (como muchos políticos españoles actuales).

Y sigue el culebrón, ahora con su padre, Victor Vincent.

He encontrado los siguientes textos, que encajan perfectamente con todo lo anterior, y que permiten suponer que tan estafador fue el padre (Victor) como el hijo (Lorenzo):

www.zpub.com/sf/history/lola/lm-Persons.doc
PERSONS ASSOCIATED WITH LOLA MONTEZ
Copyright Bruce Seymour

….ECQUEVILLEY, Vicomte d'
False vicomte; really Victor Vincent, militia captain in Spanish service; De Beauvallon's second at duel; convicted of perjury, but escaped from prison in 48 and disappeared; but see Temoin d'un Duel, a defense he wrote from Frankfurt in 1848 claiming he was indeed a vicomte and that his conviction was unjust. The Bibliothèque Nationale has the only copy I know of this.

(traducción):
Ecquevilley, Vizconde de
Falso vizconde; en realidad, Victor Vincent, un capitán de milicias en España. Segundo (condenado) en el duelo de De Beauvallon. Convicto de perjurio, pero evadido de la prisión en 1848 y desaparecido. Ver en "Temoin d'un duel" (=Testigo de un duelo), la defensa que él escribió en Frankfurt en 1848, reclamando ser de verdad un vizconde, y declarando injusta su convicción. La Bibliothèque Nationale tiene la única copia que yo conozco de esto.
+++
(sigue)

Delirios de grandeza de un personaje que, es preciso reconocerlo, los franceses tachan de español en 1918 porque lo juzgan traidor, y para los franceses, es más conveniente que el traidor sea español, aunque sea de padre francés, nacido fuera de España, amigo de sobornables franceses y alemanes, embaucador de franceses y traidor a Francia.

Cuando los franceses nos dan algo, mejor no aceptarlo....

Este otro texto aclara algo lo que ocurrió en aquél duelo:

https://www.archive.org/stream/englishma ... t_djvu.txt

Lo siguiente es una traducción del inglés:

An Englishman in Paris

El secreto que uno está obligado a conservar en lo referente a los preparativos para un “encuentro” (duelo), y los propios preparativos, son simplemente horribles. El cuidado, las precauciones a tomar, el mantener el secreto, todo ello es muy similar a los preparativos de un delito ", dice. "Sin embargo", continúa, "el horror de todo esto desaparece cuando el hombre se ve impulsado por el odio o el resentimiento, o la sed de venganza. Pero cuando el corazón carece absolutamente de hiel, y la imaginación es objeto de las más suaves emociones, entonces un hombre debe estar lleno de toda la fuerza de un prejuicio que se resiste a las mismas leyes que lo condenan, y no retrocede con miedo ante la idea cada vez horrible de un duelo."
Fue esta la última instancia con que el señor de Girardin se enfrentó a su adversario. Los dos hombres probablemente nunca había intercambiado una palabra con otros, que no sentía ninguna animosidad personal, más aún, el duelo v / como nouna fatalidad, y sin embargo le costó a un hombre su vida, y la carga y el otro conremordimientos por vida.

Hubiera sido distinto el tema. La Prensa, probablemente habría desaparecido, y cesarían todas las recriminaciones. Así las cosas, no puede provocar un cambio en la decisión de M. de Girardin de "no volver a salir", y que a pesar de nueve años de insultos directos de todo tipo -de cuasi vejación legal-, de un partido político, el señor de Beauvallon se constituyó en un segundo Armand Carrel, y la elección de Dujarrier como su víctima, ya que el jefe no estaba disponible. Pero aquí cesaba todo parecido con el de Armand Carrel, y la ley en sí estaba ansiosa de marcar la diferencia. En el primer caso, se había fijado en nada por dos hombres de valor indudable y el honor indiscutible, reunidos en igualdad de condiciones; en el otro, se comprobó que, no contento con conocer la inferioridad de Dujarrier con las pistolas, se había intentado antes el acuerdo con Beauvallon.

El tribunal no podía tomar conocimiento de esto, pero marcó su desaprobación a la sentencia Beauvallon a ocho años, y de uno de sus segundos, M. d'Ecquevilley, a diez años de prisión por perjurio. Ambos habían declarado bajo juramento que no se trucaron las pistolas. El duelo Dujarrier causó una sensación profunda y dolorosa. He profundizado en el tema con mayor detalle de lo que era absolutamente necesario, ya que me ha inspirado con una resolución de la quenunca he salido desde entonces.

Yo tenía veintisiete años en aquél momento y, debido a circunstancias que no procede relatar aquí, preví que pasaría en Francia la mayor parte de mi vida. Yo no soy ni más valiente ni más cobarde que la mayoría de las personas, pero me opuse a que se me tratara como a un perro rabioso, con el pretexto más fútil porque alguno me tenía rencor. El haber declinado decir mi nacionalidad no habría venido al caso en las condiciones en que vivía, así que desde ese momento me convertí en un cliente asiduo de Gosset en el tiro al blanco, y tomé lecciones de esgrima de Grisier. No sé si me puse muy en forma en alguna de estas armas, sólo lo suficiente para que no se me considerara totalmente indefenso. Me hice cargo, al mismo tiempo, de que salir de un duelo sólo significaba que una o ambas partes estuvieran tan gravemente heridas como para no ser capaces de continuar la lucha, y que debía reanudarse el combate cuando se estuviera recuperado, hasta que uno cayera muerto. Por supuesto, esto implicaba que sólo dejaría la lucha por una razón de suficiente peso, pero que, de verme obligado a hacerlo, aun así, seguiría fiel a mi resolución original. Sólo una vez, más de doce años después, tuve una pelea qen la que surgió el intento de Orsini, como consecuncia al crecimiento de mi excitación. Yo era la parte ofendida, y, como tal, pude dictar las condiciones del encuentro. Me negué a modificar en lo más mínimo las reglas que había establecido para mi propia guía, y así lo señalé a los que me representaban -General Fleury y Alejandro Dumas. Los amigos de mi adversario se negaron a aceptar los términos. Nunca se me molestó después, aunque para un inglés la vida agradable no es siempre agradable, incluso bajo el Segundo Imperio. ...
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Después de todo lo anterior, sabemos que su hijo dice que Víctor hace el servicio militar en España, y que es oficial español.
También que ya en 1846 utiliza el nombre (no sabemos si también el título) de d'Equevilley, que con este nombre se le condena a 10 años de cárcel por perjurio y que, al poco tiempo de empezar a cumplir su sentencia, se fuga y desaparece.

Y aparece años después ligado de nuevo a España, y nada menos que con la Cruz Laureada de San Fernando (que es lógico pensar que estaba falsificada; no pudo obtenerla merced a falsificación de testimonios para su adjudicación, porque los juicios contradictorios para su concesión han sido siempre muy exigentes y rigurosos). En cambio, sí es posible que fuera embajador o cónsul de España en algún estado (de los "laender") del Danubio. Hay que pensar que, si aún hoy día, en la era de la informática, se producen errores y negligencias a la hora de comunicar situaciones entre Estados, hace más de 150 años, el intercambio de información era muchísimo más limitado.

Y lo de utilización indebida de un título (o suplantación de personalidad) es más que probable.

En resumen, tanto el padre como el hijo, un par de estafadores muy listos, porque costó años identificar sus delitos o faltas.
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Surge pues hasta la duda lícita de si trazó siquiera algún plano naval de su cosecha, o solo "figuró" como proyectista para tapar la trama de su pase de planos.

A diferencia de otros constructores de la época, que con mayor o menor acierto dejaron constancia de sus diseños, los suyos, de momento, no aparecen.

Dado el interés francés en 1918 de achacar a un "español" el trasiego de plans robados, de solo esa parte, interesadamente a su vez, se ha sacado en algunos artículos de historia en la red que el diseñador de la marina submarina alemana era realmente un genial español.


Parece pues que hay discrepanciia entre lo que se cuenta y lo que fue.

Precisamente, lo curioso es que estos individuos llegaran tan lejos. En otras épocas era difícil descubrirlos por falta de información, pero en este caso, para evitar darles alas, bastaba con fijarse en que había algo raro y sospechoso en que un "gran" ingeniero, diseñador -incluso, inventor- del submarino hubiese desaparecido tan de repente sin dejar huella.

Esto es lo que me hizo buscar datos en la fuente de información más grande y cómoda, que es Internet. Y lo reconfortante es comprobar que, al final, siempre se aclara algo (a veces, mucho; y a veces, todo) sobre cada caso.

Al final, a ambos individuos se les ha visto el plumero, por lo que pierden la categoría de Rinconete y Cortadillo (si es que la tuvieron alguna vez).

Y en cuanto a figurar el hijo como autor de algún plano, vistas sus dotes de falsificador, no me extrañaría que apareciera algún plano con su firma. Porque "genial", lo fue, pero para el timo y la mentira (en nuestra época, y en la política, este individuo habría llegado muy lejos).