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 Operación Rheinubung 
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1ª. Parte

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Introducción.

Después del éxito logrado por los buques de superficie en aguas del Atlántico durante el invierno de 1940-41, el Alto Mando naval alemán decidió montar una operación mucho más ambiciosa. La idea era mandar al Atlántico un poderoso grupo de combate formado por los acorazados Bismarck, Tirpitz, Scharnhorst y Gneisenau para atacar el tráfico marítimo aliado. Estos dos últimos acorazados se encontraban en Brest, en la Francia ocupada, desde el 22 de marzo, después de realizar una exitosa campaña de dos meses en el Atlántico Norte al mando del comandante general de la Escuadra, almirante Günther Lütjens, en la que hundieron o capturaron a 22 barcos mercantes totalizando 116.000 toneladas. El Bismarck a punto de terminar su periodo de adiestramiento en el Báltico pronto estaría listo para hacerse a la mar en lo que sería su primer crucero de guerra. Sin embargo, al Tirpitz que acababa de ser entregado a la Kriegsmarine el 25 febrero todavía le quedaban varios meses de adiestramiento, y era improbable que estuviese listo para esa primavera. Además resultó que el Scharnhorst debía entrar en dique seco y someterse a reparaciones en sus máquinas lo que inmovilizaría al buque por lo menos hasta junio.

El 2 de abril, el mismo día que el Bismarck embarcaba los dos últimos hidroaviones Arado 196, el Alto Mando dejó clara la estrategia a seguir en su orden de operaciones (B.Nr. 1. Skl. I Op. 410/41 Gkdos Chefs.). Descartados el Tirpitz y el Scharnhorst, el Bismarck y el nuevo crucero pesado Prinz Eugen serían enviados al Atlántico Norte a finales de abril, bajo el mando del comandante general de la Escuadra. A estos dos buques se les uniría más tarde en alta mar el Gneisenau saliendo desde Brest. La misión de los buques alemanes era la de atacar a los convoyes aliados que operaban en el Atlántico Norte por encima de la línea del Ecuador. No obstante, tras la experiencia sufrida por el Scharnhorst y el Gneisenau en su anterior salida, ahora los convoyes enemigos iban fuertemente protegidos por cruceros o acorazados británicos. Así que llegado el caso, el poderoso Bismarck sería el encargado de hacer frente al buque de escolta, mientras que los otros buques procederían sin problemas al ataque del convoy.

El Almirantazgo británico estaba inquieto y tenía serias sospechas de que los alemanes estaban montando una gran operación con buques de superficie. Los británicos, conscientes de la presencia del Scharnhorst y el Gneisenau en Brest y del peligro que supondría su salida a la mar, se dispusieron a inmovilizarlos mediante bombardeos aéreos. El 6 de abril, un avión Beaufort del 22.º Escuadrón del Coastal Command de la RAF al mando del teniente Kenneth Campbell alcanzó al Gneisenau con un torpedo a popa. El avión británico fue derribado por las baterías antiaéreas, pero el Gneisenau tuvo que entrar en dique seco para reparar. Apenas unos días después, en la noche del 10 al 11 de abril, el acorazado fue alcanzado por cuatro bombas durante un bombardeo de la RAF, y como consecuencia las reparaciones debieron de alargarse durante meses. Por tanto, sólo el Bismarck y el Prinz Eugen estarían en condiciones de hacerse a la mar para hacer la guerra al tráfico marítimo.

Así pues, parece que había más que suficientes argumentos para cancelar la salida del Bismarck y esperar hasta el otoño a que el Tirpitz o los acorazados estacionados en Brest estuviesen listos. Además las cortas noches primaverales aumentaban las posibilidades de que los buques alemanes fuesen detectados antes de alcanzar el Atlántico. Pero a pesar de estos inconvenientes, la idea de sacar al Bismarck y al Prinz Eugen al Atlántico en la primavera de 1941 no era mala. La posición de Inglaterra era crítica, y darle cinco meses de "relativa tranquilidad" en el mar no haría mas que reforzar su posición. También existía el creciente temor de que los Estados Unidos pudiesen entrar en guerra, lo reduciría de forma considerable los movimientos de la flota alemana. Resultaba también irónico mantener a un buque con el potencial del Bismarck amarrado en su base sin poder actuar. El gran almirante Erich Reader no quiso aflojar el acoso y decidió seguir adelante con la operación. Lo más importante era que los dos buques alemanes alcanzasen el Atlántico sin ser detectados. Después podrían perderse en la inmensidad del océano y lanzarse a por los convoyes.

Mientras tanto, el almirante Lütjens estuvo en París el 8 de abril con el comandante en jefe de la flota submarina, vicealmirante Karl Dönitz, para perfilar el apoyo que el arma submarina tendría que proporcionar a su agrupación. Se acordó que los submarinos permanecerían como de costumbre en sus posiciónes asignadas, pero si surgiese cualquier oportunidad de una acción coordinada con el Bismarck se explotaría al máximo. Además, el comandante general de la Escuadra estaría constantemente informado de la disposición de los U-boote y de las intenciones del mando submarino. Por tanto, un oficial de submarinos fue destinado al Bismarck.

El 22 de abril, Lütjens estableció los detalles de la operación que recibió el nombre en clave de Rheinübung (Ejercicio Rin). La salida de los buques alemanes era inminente, pero el 23 de abril, el Prinz Eugen fue averiado mientras se dirigía a Kiel por la explosión de una mina magnética. Así que las necesarias reparaciones obligaron a retrasar el inicio de la operación. Tres días después, el 26 de abril, Lütjens y Raeder mantuvieron una entrevista en Berlín donde pudieron analizar la situación a fondo. El comandante general de la Escuadra sugirió a Raeder la posibilidad de postponer la operación hasta que el Scharnhorst o el Tirpitz estuvieran listos. El gran almirante sin embargo rechazó la idea argumentando que la batalla del Atlantico debía reanudarse lo antes posible. El 5 de mayo, Hitler hizo una visita a Gontenhafen para inspeccionar el Bismarck y el Tirpitz. Reader no estaba presente, y Lütjens recibió al Führer, no obstante no le informó de la próxima salida a la mar de la agrupación. La salida del Bismarck se vio de nuevo retrasada el 14 de mayo, cuando su grúa de babor resultó averiada, y debido a las reparaciones se perdieron un par de días más. Finalmente, el 16 de mayo Lütjens informó que los buques estaban listos para hacerse a la mar, y la fecha de comienzo de la Operación Rheinübung quedó fijada para el 18 de mayo.

La salida del Bismarck.

A las 1000 de la mañana del 18 de mayo de 1941 en Gotenhafen, el almirante Lütjens pasó revista a la dotación del Prinz Eugen. Más tarde se celebró una conferencia a bordo del Bismarck, en la que el almirante expuso los planes de la operación a los dos comandantes de buque, capitanes de navío Ernst Lindemann y Helmuth Brinkmann. Se decidió que si el tiempo era favorable, la agrupación no se detendría en el Korsfjord (Krossfjord en la actualidad) y navegaría directamente hacia el norte, para tomar combustible del Weissenburg antes de entrar en el estrecho de Dinamarca entre Islandia y Groenlandia.

Al mediodía, el Bismarck abrió del muelle bajo los acordes de Muß i' denn tocada por la banda de la escuadra, y fondeó en la rada de Gotenhafen para tomar provisiones y combustible. La Operación Rheinübung se había puesto en marcha. Sobre la 2130 zarpó el Prinz Eugen, y en la madrugada del 19 de mayo, a las 0200, el Bismarck dejó Gotenhafen. Ambos buques navegaron por separado hasta la isla de Rügen, donde se encontraron al mediodía del 19 de mayo. Entonces Lindemann informó a la dotación por los altavoces que iban al Atlántico Norte a hacer la guerra al tráfico británico por un periodo de varios meses. Después, el Bismarck y el Prinz Eugen siguieron juntos hacia el oeste escoltados por los destructores Z23 (capitán de fragata Friedrich Böhme) y Z16 Friedrich Eckoldt (capitán de fragata Alfred Schemmel). Al anochecer se unió a la agrupación el destructor Z10 Hans Lody (capitán de fragata Werner Pfeiffer) con el jefe de la 6ª Flotilla de destructores capitán de fragata Alfred Schulze-Hinrichs a bordo. Durante la noche del 19 al 20 de mayo, los buques alemanes pasaron por el Gran Belt que se había cerrado al tráfico marítimo, y al mediodía del día siguiente ya estaban en el Kattegat.

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2ª. Parte

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El 20 de mayo, una vez en el Kattegat, la agrupación alemana fue avistada por múltiples pesqueros y mercantes suecos, lo que hacía peligrar el secreto de la operación. Sobre las 1300 los buques alemanes fueron avistados en el Kattegat por el crucero sueco Gotland (capitán de navío Agren) que avisó a Estocolmo. Lütjens asumió que este crucero informaría de su posición, y a las 1737 transmitió un mensaje sobre este incidente al Grupo Norte en Wilhelmshaven. Por la tarde, desde la Embajada británica en Estocolmo, el agregado naval, capitán de navío Henry W. Denham transmitió un mensaje al Almirantazgo en Londres. La escuadra alemana había sido descubierta.

Mientras tanto, a las 1615, se unió temporalmente a la agrupación la 5ª Flotilla de dragaminas (capitán de corbeta Rudolf Lell) para ayudar al Bismarck y al Prinz Eugen a pasar por los campos minados alemanes que cerraban la entrada al Kattegat. Al anochecer del día 20, los buques alemanes ya estaban a la altura de Kristiansand saliendo del Skagerrak. Fue entonces cuando Viggo Axelseen, de la Resistencia noruega, avistó desde la costa a la agrupación alemana informando por radio casi inmediatamente a Londres. Durante la noche del 20 al 21 de mayo, los alemanes arrumbaron hacia el norte.

A primeras horas del 21 de mayo, el Almirantazgo británico recibió el informe de Denham, y seguidamente aviones de reconocimiento fueron puestos en alerta. Sobre las 0900, los buques alemanes entraron en el Korsfjord al sur de Bergen bajo un sol radiante. La intención de Lütjens era la de seguir hacia el norte sin parada alguna, pero debido al buen tiempo que en nada favorecía a los alemanes, decidió recalar en el Korsfjord a la espera de continuar la marcha por la noche protegidos por la oscuridad. Al mediodía, el Bismarck fondeó en el Grimstadfjord a unos 250-500 metros de la orilla más próxima. El Prinz Eugen siguió hacia el norte con los tres destructores y fondeó en la bahía de Kalvanes.

Mientras tanto, a las 1100 del 21 de mayo, un Spitfire de reconocimiento del Coastal Command había despegado desde Escocia en busca de los buques alemanes. A las 1315, el Spitfire avistó y fotografió a los buques alemanes fondeados en el fiordo noruego. Durante su breve estancia en el Korsfjord, el Bismarck y el Prinz Eugen cubrieron de color gris sus franjas blancas y negras de camuflaje. El Prinz Eugen tomó además combustible del Wollin ya que tenía menos de 2.500 toneladas en sus tanques. El Bismarck no tomó combustible y esto demostraría más tarde ser un error. A las 1700, el Prinz Eugen finalizó su y a las 1930 los buques alemanes levaron anclas. Poco antes del anochecer, sobre las 2000, los cinco buques alemanes abandonaron el fiordo noruego, y después de separarse de la línea de costa arrumbaron hacia el norte durante toda la noche.

Por su parte los británicos seguían muy de cerca los movimientos de los alemanes. Ya en la mañana del 21 de mayo, el comandante en jefe de la Home Fleet, almirante sir John Cronyn Tovey había recibido el informe de Denham relativo al avistamiento de los buques alemanes en el Kattegat. Por la tarde, llegaron las fotos del reconocimiento aéreo del Spitfire que permitieron a los británicos identificar al Bismarck, y a un crucero de la clase Hipper. Tovey ordenó a los cruceros pesados Suffolk y Norfolk, ambos bajo el mando del contralmirante Willian Frederick Wake-Walker que vigilasen el estrecho de Dinamarca. A media noche, partieron desde Scapa Flow hacia Hvalfjord en Islandia, al mando del vicealmirante Lancelot Ernest Holland, el crucero de batalla Hood y el acorazado Prince of Wales, acompañados por los destructores Achates, Antelope, Anthony, Echo, Electra, y Icarus. Tovey permaneció en Scapa a bordo de su buque insignia, el acorazado King George V a la espera de confirmar que el Bismarck había abandonado Noruega.

Hacia el estrecho de Dinamarca.

Durante la noche del 21 al 22 de mayo el tiempo empeoró, y los alemanes que habían interceptado un mensaje británico supieron que habían sido descubiertos y que el enemigo les estaba buscando. La agrupación alemana marchaba rumbo al norte, con los tres destructores en vanguardia y el Prinz Eugen cerrando la formación. Después de las 0400 de la madrugada, los destructores abandonaron el grupo y se dirigieron al este, hacia Trondheim, mientras que el Bismarck y el Prinz Eugen continuaron hacia el norte a 24 nudos. A las 1237 hubo una alarma antisubmarina y los buques alemanes comenzaron a navegar en zig zag durante media hora. Después pusieron rumbo al noroeste, hacia el estrecho de Dinamarca. Durante todo el día el cielo estuvo cubierto de nubes, y la niebla era tan espesa que el Bismarck, que iba delante, se veía obligado a encender sus proyectores luminosos para que el Prinz Eugen no lo perdiera de vista y evitar una posible colisión ya que la visibilidad era muy mala. Las condiciones atmosféricas eran ahora idóneas para que los buques alemanes pudiesen cruzar el estrecho de Dinamarca y alcanzar el Atlántico sin ser descubiertos.

Mientras tanto, el almirante Tovey después de recibir noticias de que los buques alemanes habían abandonado Noruega, salió a la mar a las 2245, con el acorazado King George V, el portaaviones Victorius, los cruceros ligeros Kenya, Galatea, Aurora, Neptune, Hermione, y los destructores Active, Inglefield, Intrepid, Lance, Punjabi, y Windsor. El crucero de batalla Repulse navegando desde el Clyde se uniría a esta agrupación a la mañana siguiente.

El 23 de mayo continuó el mal tiempo. Por la tarde, a las 1821 la agrupación alemana alcanzó el límite de los hielos, y a las 1922 el crucero pesado británico Suffolk (capitán de navío Robert Meyrick Ellis) detectó a los buques alemanes a siete millas escasas de distancia. El Suffolk informó: "Un acorazado, un crucero a la vista a 20º. Distancia siete millas, rumbo 240º." Los alemanes también habían advertido la presencia del crucero británico, pero no pudieron actuar ya que el Suffolk se limitaba a mantener contacto escondido entre la niebla. Apenas una hora después, a las 2030, los alemanes detectaron al crucero pesado británico Norfolk (capitán de navío Alfred Jerome Lucian Philipps) a babor, y esta vez el Bismarck abrió fuego inmediatamente. En total disparó cinco salvas de las que tres ahorquillaron al buque de la Royal Navy. El Norfolk no fue alcanzado por ningún impacto directo aunque algunos cascotes de metralla le alcanzaron, así que tuvo que lanzar una cortina de humo y ocultarse rápidamente entre la niebla. Después ambos cruceros británicos se situaron a popa de los buques alemanes, el Suffolk a estribor y el Norfolk a babor, y simplemente se limitaron a mantener contacto por radar a la espera de que unidades más potentes pudieran entablar combate con los alemanes.

A bordo del Bismarck, el radiotelémetro de proa había quedado fuera de servicio debido a la onda expansiva de las torres proeles, así que Lütjens ordenó entonces un cambio de posiciones. Situó al Prinz Eugen con sus radiotelémetros intactos en vanguardia, y al Bismarck con su artillería más poderosa detrás para mantener a raya a los cruceros británicos en caso de que se aproximasen demasiado. Este cambio de posiciones provocaría gran confusión en los británicos a la mañana siguiente.

Después de ser avistado por los cruceros británicos, Lütjens podría haber dado la vuelta y dirigirse al mar de Noruega para tomar combustible del Weissenburg. De hecho, ya había actuado de esta forma a principios de año, cuando entando al mando del Scharnhorst y el Gneisenau había sido detectado por el crucero británico Naiad en el paso entre las Islas Feroe e Islandia. Una retirada ahora hubiera obligado a los cuatro buques de línea británicos que ya habían salido a la mar, a regresar a Scapa Flow con un considerable gasto de combustible. Sin embargo en esta ocasión Lüjens continuó su marcha con la esperanza de poder romper el contacto por la noche. Las condiciones atmosféricas en el estrecho de Dinamarca eran favorables y Lütjens probablemente creía que las unidades pesadas de la Home Fleet se encontraban todavía muy lejos para poder interceptarle. Los informes de reconocimiento alemanes parecían confirmarlo, aunque la verdad es que la fuerza del vicealmirante Holland se aproximaba a la zona a gran velocidad. Otra cosa que Lütjens no tuvo en cuenta fue el acertado uso que los británicos hicieron del radar. Sobre las 2200, el Bismarck viró en redondo para sorprender al Suffolk, pero el buque británico atento, dio media vuelta y mantuvo las distancias, así que el Bismarck volvió a la formación. Durante toda la noche los alemanes arrumbaron hacia el sudoeste a 29 nudos, intentando romper contacto con los cruceros británicos pero sin resultado.

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3ª. Parte

La batalla del estrecho de Dinamarca (un duelo de titanes).

La batalla del estrecho de Dinamarca, también conocida como La batalla de Islandia, fue un combate naval de poco más de un cuarto de hora. Un duelo de titanes en el que los buques de guerra más grandes de la tierra (el Bismarck y el Hood) se vieron obligados a medir sus fuerzas dando como resultado el hundimiento de uno de ellos.

Al amanecer del 24 de mayo, el tiempo mejoró y la visibilidad aumentó. La agrupación alemana mantenía un rumbo de 220º y se desplazaba a 28 nudos, cuando a las 0515, los hidrófonos del Prinz Eugen detectaron el ruido de buques por babor. A las 0537, los alemanes avistaron lo que creyeron que era un crucero ligero a unas 19 millas (38.480 yardas - 35.190 metros) por babor. A las 0543, otra unidad sin identificar fue avistada por babor, y seguidamente en el Bismarck y el Prinz Eugen se tocó zafarrancho de combate. A bordo del Bismarck, la identificación de los buques enemigos era dudosa, y eran ahora tomados por cruceros pesados. No obstante, al irse reduciendo las distancias pronto surgió el temor de que fuesen acorazados. Sus sospechas se verían confirmadas en apenas unos minutos. Los buques británicos (el crucero de batalla Hood y el acorazado Prince of Wales como veremos a continuación) marchaban aproados contra la agrupación alemana a 28 nudos con un rumbo de 280º. Probablemente, el vicealmirante Holland, en el Hood, consciente de la vulnerabilidad de su crucero de batalla en un combate a larga distancia, trataba de aproximarse rápidamente antes de abrir fuego. A Lütjens no le quedó otro remedio que aceptar el combate.

Debido a la gran similitud de las siluetas de los buques alemanes, a las 0549, Holland ordenó concentrar el fuego sobre el buque alemán que marchaba en cabeza (el Prinz Eugen) creyendo que era el Bismarck. En ese momento los buques británicos cayeron 20º a estribor en un nuevo rumbo de 300º para acelerar todavía más la aproximación. A las 0552, justo antes de abrir fuego, Holland identificó por fin al Bismarck y ordenó cambiar de blanco sobre el buque de la derecha, pero por alguna razón el Hood continuó apuntando al buque alemán en cabeza. A bordo del Prince of Wales sin embargo, concentraron su tiro correctamente sobre el Bismarck que marchaba detrás del Prinz Eugen. De repente, a las 0552, y con la distancia ya reducida a unas 12,5 millas (25.328 yardas - 23.150 metros), el Hood abrió fuego, seguido del Prince of Wales apenas 30 segundos después a las 0553. Ambos buques abrieron fuego con las torres proeles, ya que debido a su desfavorable ángulo de aproximación, las torres de popa todavía no podían orientarse hacia el blanco. La primera salva del Prince of Wales cayó a la derecha a popa del Bismarck, después el cañón número 1 de la torre "A" cuádruple de proa quedó temporalmente fuera de servicio debido a fallos mecánicos y no pudo tirar más. La segunda, tercera y cuarta salvas del Prince of Wales cayeron largas. Las primeras salvas del Hood cayeron cortas respecto al Prinz Eugen.

Jod Dora! El Bismarck abre fuego.

Las salvas británicas caían ya peligrosamente cerca, pero los cañones alemanes permanecían todavía en silencio. A bordo del Bismarck, el director de tiro, capitán de corbeta Adalbert Schneider, en el puesto director de cofa, solicitaba una y otra vez permiso para abrir fuego sin recibir respuesta alguna del puente. Por fin, a las 0555, mientras Holland caía con sus buques 20º a babor (lo que permitió a los alemanes identificar ahora claramente al crucero de batalla Hood y a un acorazado de la clase King George V), el Bismarck y el Prinz Eugen respondieron concentrando su tiro sobre el Hood.1 La primera salva del Bismarck cayó corta. A las 0556, la quinta salva del Prince of Wales volvió a caer larga, pero la sexta ahorquilló al Bismarck aunque a bordo del acorazado británico no se observó impacto alguno. El tiro inicial de los alemanes había sido excelente, y a las 0557 el Prinz Eugen ya había alcanzado al Hood a la altura del palo mayor provocándole un gran incendio que se extendió hasta la segunda chimenea. Uno o más proyectiles de 203 mm habían alcanzado municiones de artillería antiaérea situadas en la cubierta alta. No obstante, el Bismarck también había sido alcanzado, y Lütjens ordenó al Prinz Eugen cambiar de blanco y abrir fuego sobre este acorazado, junto con las tres torres de babor de la artillería secundaria del Bismarck que acababa de entrar en acción.

La destrucción del Hood

A las 0600, el Hood y el Prince of Wales volvieron a caer otros 20º a babor para poder por fin utilizar sus torres de popa. Pero a las 0601, y a una distancia inferior ya a 9 millas (18.236 yardas - 16.668 metros), la quinta salva del Bismarck alcanzó al Hood, atravesó su coraza vertical, y penetró en uno de los pañoles de municiones de las torres de popa haciéndolo saltar por los aires. Los observadores alemanes quedaron impresionados por la enorme explosión. El Hood, el mítico Hood, orgullo de la Royal Navy y durante veinte años el buque de guerra más grande del mundo, se partió por la mitad y se hundió en apenas dos minutos en posición 63º 22´ norte y 32º 17´ oeste. Primero la popa y luego la proa. Ni siquiera hubo tiempo para ordenar el abandono del buque. El vicealmirante Holland con todo su estado mayor, el comandante del Hood capitán de navío Ralph Kerr, todos perecieron, y es que de una dotación de 1.421 hombres sólo se salvaron tres que fueron recogidos horas después por el destructor Electra (capitán de fragata Cecil Wakeford May) y desembarcados más tarde en Reykjavik.

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Una vez hundido el Hood, el Bismarck cayó a estribor y concentró su fuego sobre el Prince of Wales que ahora se encontraba en clara desventaja. El acorazado británico había tenido que maniobrar para evitar colisionar con los restos del Hood, lo que le acercó más a los alemanes. A las 0602, el Bismarck alcanzó al Prince of Wales en el puente, matando a todos los presentes menos al comandante, capitán de navío John Catterall Leach y otro hombre. El alcance había caído hasta los 14.000 metros, cuando a las 0603, el Prince of Wales lanzó una cortina de humo y se retiró del combate después de encajar tres impactos más del Bismarck y otros tres del Prinz Eugen. El Prince of Wales disparó tres salvas más con la torre "Y" cuádruple de popa mientras se retiraba. Pero tirando bajo fuego local, ya que el director de tiro no tenía visibilidad debido a la cortina de humo, no logró impacto alguno. A las 0609, cuando la distancia alcanzó los 22.000 metros, los alemanes cesaron de disparar y terminó la batalla. Para los británicos debió de resultar increíble, los alemanes mantenían el rumbo en lugar de perseguir al averiado Prince of Wales.

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4ª. Parte

El Prince of Wales recibió cuatro impactos de 380 mm del Bismarck y tres de 203 mm del Prinz Eugen. Como ya sabemos un proyectil de 380 mm alcanzó el puente. Otro proyectil deshizo la dirección de tiro de la artillería secundaria, y otro la grúa del hidroavión. El último proyectil del Bismarck penetró bajo la línea de flotación sin hacer explosión. Dos proyectiles de 203 mm del Prinz Eugen penetraron por debajo de la línea de flotación a popa que embarcó unas 600 toneladas de agua. El otro de 203 mm alcanzó un cañón de 133 mm. En total murieron 13 hombres, y la velocidad del acorazado británico quedó reducida a 27 nudos.

Del lado alemán, el Prinz Eugen no fue alcanzado durante la batalla, aunque varios proyectiles del Hood cayeron cerca del crucero pesado al comienzo del combate. Sin embargo el Bismarck había recibido tres impactos probablemente del Prince of Wales. El primer impacto alcanzó al Bismarck bajo la línea de flotación en la sección XIV, justo por debajo del cinturón acorazado, atravesó el casco y explotó contra el mamparo antitorpedos. El segundo impacto se produjo en el castillo de proa, en la sección XXI, por encima pero cerca de la línea de flotación. Un proyectil penetró por la banda de babor, atravesó el buque y salió por estribor si explotar dejando un boquete de metro y medio de diámetro. El castillo embarcó 2.000 toneladas de agua, y las secciones XX y XXI quedaron inundadas. El tercer impacto no tuvo grandes consecuencias y simplemente se llevó la proa de un bote situado en la cubierta alta por la borda.

Como consecuencia de los impactos recibidos, la velocidad máxima del Bismarck quedó reducida a 28 nudos y la proa se sumergía ligeramente bajo el agua. Los daños no eran especialmente graves, el buque mantenía intacta su capacidad de combate, una velocidad aceptable, y no había habido muertos, pero la pérdida de petróleo y el rastro delator que dejaba reduciría las posibilidades de hacer la guerra al tráfico durante tiempo prolongado además de ayudar a los británicos en su persecución.

El Bismarck se escapa.

Una vez terminado el combate en el estrecho de Dinamarca, los dos buques alemanes siguieron hacia el sudoeste en línea de fila. A las 0801, el almirante Lütjens envió una serie de mensajes al "Grupo Norte" informando de su intención de dirigirse a Saint-Nazaire con el Bismarck para reparar. El Prinz Eugen, que no había sufrido daños podría permanecer en el Atlántico y hacer la guerra al tráfico. Sobre las 1000, Lütjens ordenó un nuevo cambio de posiciones, y situó al Prinz Eugen momentáneamente detrás para que observase visualmente e informara del rastro de petróleo que dejaba el Bismarck. Una hora después, el Prinz Eugen volvió a tomar su posición en vanguardia. Los buques británicos seguían manteniendo contacto por la popa de los alemanes; el Suffolk a estribor, y el Norfolk y el Prince of Wales a babor. Al mediodía, el control operativo de la Operación Rheinübung fue transferido del "Grupo Norte" al "Grupo Oeste", y a las 1240 el Bismarck y el Prinz Eugen fijaron un nuevo rumbo hacia el sur, 180º a 24 nudos.

Por la tarde, a las 1814, el Bismarck cayó a estribor a 27 nudos describiendo un círculo en una maniobra de distracción, mientras que el Prinz Eugen mantenía el rumbo y abandonaba la formación. Seguidamente, a las 1840 el Bismarck abría fuego a unos 18.000 metros contra el Suffolk que se vio obligado a retirarse tras una cortina de humo. A las 1846, el Prince of Wales abrió fuego desde 28.000 metros contra el Bismarck que respondió inmediatamente, mientras comenzaba ya a recobrar su rumbo original. En el Bismarck trataban de distraer a los buques británicos para que el Prinz Eugen pudiese escapar. Después de esta acción, en la que no se lograron impactos directos por parte de ningún bando, el Suffolk se situó a babor del Bismarck junto con el Norfolk y el Prince of Wales, posiblemente para evitar ser sorprendido por el acorazado alemán en caso de que éste se revolviese de nuevo, pero dejando inexplicablemente la banda de estribor sin vigilancia alguna. Los británicos pagarían cara esta maniobra apenas unas horas después durante la madrugada. Pero antes todavía tendrían una oportunidad de atacar al Bismarck.

El portaaviones Victorius (capitán de navío Henry Cecil Bovell) ya había llegado a la zona, y a las 2210, despegaron nueve aviones torpederos Swordfish del 825.º Escuadrón al mando del capitán de corbeta Eugene Esmonde.4 A las 2300, les siguieron tres Fulmar, y a las 0100 dos más, que simplemente estarían encargados de mantener el contacto. A las 2330, los Swordfish obtuvieron contacto visual con el Bismarck y se lanzaron al ataque. A bordo del Bismarck aumentaron la velocidad a 27 nudos, y todas las baterías antiaéreas entraron en acción. Incluso las grandes piezas de 150 y 380 mm disparaban. El Bismarck recibió un único impacto a estribor a las 2338, en el centro, a la altura del cinturón acorazado que aguantó bien y no tuvo mayores consecuencias, si bien causó la muerte a Kurt Kirchberg (que sería la primera baja del acorazado alemán) e hirió a seis hombres.

A pesar del intenso fuego antiaéreo, ninguno de los obsoletos Swordfish fue derribado por las baterías del Bismarck, y todos pudieron regresar al Victorius. Dos Fulmar sin embargo quedaron desorientados y tras quedarse sin combustible caerían al mar. Un barco mercante rescataría más tarde la tripulación de uno de ellos.

Después del ataque aéreo de los Swordfish, en el Bismarck redujeron a 16 nudos para poder hacer reparaciones en el castillo. Las distancias entre ambas fuerzas se redujeron, y a las 0131 de la madrugada del 25 de mayo (52 cumpleaños de Lütjens), el Prince of Wales disparó dos salvas desde unos 15.000 metros contra el Bismarck, que respondió con otras dos salvas. No obstante la visibilidad escaseaba y no se lograron impactos.

Los tres buques británicos que seguían al Bismarck por la aleta de babor habían comenzado a navegar en zigzag ante un posible ataque de los U-boote. A las 0306, aprovechando la oscuridad de la noche y coincidiendo con el último contacto por radar del Suffolk, Lütjens vio su oportunidad de romper el contacto. El Bismarck aumentó la velocidad a 27 nudos y cayó a estribor, en una maniobra muy parecida a la realizada la tarde anterior cuando el Prinz Eugen se marchó, pudiendo por fin romper contacto y establecer un nuevo rumbo al sudeste 130º, hacia Saint-Nazaire. Los cruceros británicos siguieron hacia el sur primero, y luego hacia el oeste intentando encontrar al Bismarck de nuevo sin éxito alguno. A las 0401, el Suffolk informó: "Perdido contacto con el enemigo".

No obstante, a bordo del Bismarck no se dieron cuenta de que el contacto había sido roto, y a las 0700 Lütjens mandó el siguiente mensaje al "Grupo Oeste": "Un acorazado y dos cruceros pesados mantienen contacto". Sobre las 0900 Lütjens envió otro mensaje al "Grupo Oeste" bastante largo en el que informaba de toda la situación. Ambos mensajes no llegarían al "Grupo Oeste" hasta después de las 0900, y antes de recibir los mensajes de Lütjens, el "Grupo Oeste" ya le había enviado a las 0846 un mensaje advirtiéndole de que el enemigo había perdido contacto. Así que después de recibirlo, en el Bismarck se mantuvo el silencio radiofónico, aunque de poco sirvió pues los británicos ya habían interceptado las emisiones del Bismarck calculando su posición aproximada.

A las 1125, Lütjens recibió un mensaje personal del almirante Raeder: "Calurosa felicitación en su cumpleaños. Tras el último gran hecho de armas, que su nuevo año le traiga muchos más éxitos como ése. Comandante en jefe de la Kriegsmarine". Poco después Lütjens se dirigió a la dotación con las siguientes palabras:
¡Marinos del acorazado Bismarck! ¡Os habéis cubierto de gloria! El hundimiento del crucero de combate Hood no sólo tiene valor militar, sino psicológico, ya que era el orgullo de Inglaterra....... El pueblo alemán está con vosotros, y lucharemos hasta que los cañones se pongan al rojo vivo y la última granada haya abandonado sus bocas. ¡Para nosotros, marinos, la cuestión es vencer o morir!

A las 1625 llegó el mensaje de Hitler: "Mis mejores deseos en su cumpleaños. Adolf Hitler". Esa misma tarde a bordo del Bismarck, varios miembros de la dotación dirigidos por el jefe de máquinas, comandante Walter Lehmann, comenzaron a construir una chimenea postiza para en el caso de que fuesen nuevamente descubiertos intentar confundir al enemigo. Aunque al final la chimenea nunca llegaría a arbolarse. Durante la noche del 25 al 26 de mayo, el Bismarck mantuvo su rumbo y no hubo ninguna novedad a bordo.

El Bismarck es localizado.

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A las 0300 de la madrugada del 26 de mayo, dos hidroaviones Catalina del Coastal Command despegaron desde Lough Erne en Irlanda del Norte en misión de reconocimiento. A las 1030, uno de los Catalina pilotado por Dennis Briggs, avistó al Bismarck e informó de su posición: "Un acorazado en demora 240º, a cinco millas, rumbo 150º. Mi posición es 49º 33´ norte, 21º 47´ oeste. Hora de transmisión, 1030/26." Los alemanes respondieron con fuego antiaéreo y el Catalina tuvo que alejarse rápidamente tras ser alcanzado por metralla.

Después de más de 31 horas de haber roto el contacto, el Bismarck había sido descubierto de nuevo. No obstante, los buques del almirante Tovey estaban muy lejos del acorazado alemán. El King George V estaba a 135 millas al norte, y el Rodney (cuya velocidad máxima era de 21 nudos) a 125 por el nordeste. Aún forzando sus máquinas al máximo jamás alcanzarían al Bismarck. Sólo los buques de la Fuerza H al mando del vicealmirante Sir James F. Somerville, procedentes de Gibraltar podrían interceptarlo. El crucero de batalla Renown era el mejor situado, no obstante no se le permitió acercarse al Bismarck por temor a que se repitiese lo del Hood. El portaaviones Ark Royal, mediante un ataque aéreo, era el único que tenía alguna posibilidad. Nada más recibirse la noticia del avistamiento del Catalina, despegaron dos Swordfish del Ark Royal con depósitos extra de combustible para mantener contacto con el Bismarck. A las 1115, uno de los Swordfish localizó al acorazado alemán.

A las 1450, quince Swordfish despegaron desde el Ark Royal (capitán de navío Loben E. Maund) para atacar al Bismarck. A las 1550 obtuvieron contacto por radar con un buque, pero confundieron el blanco, y cayeron sobre el crucero ligero Sheffield (capitán de navío Charles A. Larcom) al que se le había ordenado aproximarse al Bismarck. Afortunadamente para los británicos, el Sheffield no fue alcanzado por ninguno de los once torpedos lanzados contra el debido a fallos en las espoletas magnéticas. Dos torpedos explotaron al entrar en el agua, tres al cruzar la estela del crucero, y los seis restantes fueron esquivados con éxito. Los Swordfish regresaron al Ark Royal sobre el que no aterrizaron hasta después de las 1700. A las 1740 el Sheffield obtuvo contacto visual con el Bismarck.

Los británicos lo apostaron todo a un último ataque. Pronto se haría de noche y era su última oportunidad de detener o al menos aminorar la marcha del Bismarck. Si no lo conseguían el Bismarck entraría en Brest al día siguiente. Así pues, a las 1915, otros quince Swordfish, en su mayoría los mismos que participaron en el ataque al Sheffield, despegaron de nuevo del Ark Royal, esta vez armados con torpedos con espoletas de contacto.

Mientras tanto, el teniente de navío Herbert Wohlfarth, comandante del U-556 que ya había llegado a la zona de operaciones, escribía en su diario de guerra:

1948. Alarma. Un acorazado de la clase King George y un portaaviones, probablemente el Ark Royal, salieron de la niebla a gran velocidad. Si sólo hubiera tenido algún torpedo. No hubiera tenido ni que maniobrar. Estaba perfectamente colocado para el ataque. Sin destructores, sin hacer zigzag. Podría haberme quedado donde estaba y alcanzarlos a los dos. Aviones torpederos observados operando desde el portaaviones. Podría haber sido capaz de ayudar al Bismarck.
2039. En superficie. Señal radiada: "Enemigo a la vista, un acorazado, un portaaviones, rumbo 115º, a gran velocidad. Situación 48º 20´ norte, 16º 20´ oeste".

Se trataba del Renown y del Ark Royal. Parece ser pues que si el U-556 hubiese dispuesto de torpedos probablemente hubiera hundido o al menos averiado a alguno de los buques británicos. Pero aún si ese fuese el caso, y a pesar de provocar una dura pérdida a la Royal Navy, el U-556 poco hubiera podido hacer para ayudar al Bismarck puesto que los Swordfish ya habían despegado del Ark Royal hacía media hora.

A las 2047, los quince Swordfish del Ark Royal comenzaron el ataque. En el Bismarck el fuego antiaéreo era muy intenso. El Bismarck recibió dos impactos por la banda de babor, uno en el centro y otro a popa. El primero no revistió grandes consecuencias, pero el segundo dejó inutilizados los timones que quedaron agarrotados 12º a babor. El Bismarck describió un círculo en redondo y ahora se dirigía hacia el noroeste. Al igual que en el ataque del día 24, ninguno de los Swordfish fue derribado si bien varios fueron alcanzados.

Entre las 2130 y las 2155, en el Bismarck dispararon seis salvas contra el Sheffield que estaba a nueve millas y había quedado dentro de su campo de tiro. El crucero ligero británico fue alcanzado por la metralla que dejó inutilizado su radar, mató a tres hombres e hirió a nueve. A las 2140, el almirante Lütjens envió el siguiente mensaje al "Grupo Oeste": "Buque incapaz de gobernar. Lucharemos hasta la última granada. Larga vida al Führer." A las 2238, el destructor polaco Piurun avistó al Bismarck que abrió fuego y le obligó a retirarse.

El diario de guerra del U-556 sigue así:

2330. Alarma. Un destructor apareció de repente de entre la niebla. Acababa de alcanzar los 30 metros de profundidad cuando nos pasó por encima. En el submarino pudimos oir el ruido de sus hélices. Pero la suerte estaba con nosotros. No hubo cargas de profundidad.
0000. En superficie. ¿Que podría hacer ahora para ayudar al Bismarck? Proyectiles iluminantes observados y el Bismarck responde al fuego enemigo. Es un sentimiento horrible el estar tan cerca y no poder hacer nada. La única cosa que puedo hacer es observar y dirigir a esos U-boote que aún tienen torpedos a la zona de acción. Mantengo contacto en el límite de la visibilidad y radio señales para dirigir a otros U-boote a la zona.
0352. Giré hacia el sur para mantener contacto con la batalla. Mis reservas de combustible están casi al límite y pronto tendré que romper contacto si quiero llegar a la base.
0400. La mar esta ahora más fuerte que nunca. El Bismarck sigue luchando.

Sobre las 0500 se intentó lanzar uno de los hidroaviones Arado Ar 196 con el diario de guerra que hoy tendría un valor incalculable para cualquier historiador, pero la catapulta estaba averiada y el Arado no pudo despegar. El Diario de Guerra se perdería pues con el Bismarck en apenas unas horas.

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Comandante escuadra Apostadero de Filipinas. Insignia en el crucero Reina Cristina R. O. del 20 de abril de 2011

¡Yo no di más que un brazo a la Patria, si lo volviese a necesitar no le negaría vuestras vidas!. Cabo de cañón del Crucero Acorazado Vizcaya, Damián Niebla, a sus hijos, poco antes de morir.

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12 Ene 2008 22:16
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5ª. Parte

La última batalla.

Había amanecido ya, y en el Bismarck se esperaba el ataque de los acorazados británicos. La mar estaba brava, con un viento del noroeste de fuerza 8. En el puente del Bismarck la atmósfera era tensa, y reinaba la desolación y la impotencia. El acorazado alemán iba aproado al viento a siete nudos. Poco después de las 0830 se tocó zafarrancho de combate abordo. A las 0843, los acorazados británicos avistaron al Bismarck a 23.000 metros.

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A las 0847, el Rodney abrió fuego, y un minuto después le siguió el King George V. La distancia era de unos 20.000 metros. El Bismarck respondió abriendo fuego sobre el Rodney a las 0849 con sus dos torres proeles, ya que las de popa aún no podían orientarse hacia el enemigo. A las 0854 el Norfolk se unió al fuego artillero con sus ocho piezas de 203 mm, y a las 0858 entró en acción la artillería secundaría del Rodney.

A las 0902, el Bismarck es alcanzado a proa por varios proyectiles que alcanzan el castillo, el mástil torre, e inutilizan la dirección de tiro de la cofa. A las 0904, abrió fuego el Dorsetshire. Dos acorazados y dos cruceros pesados disparaban contra el Bismarck. A las 0908, el puesto director de proa y las dos torres proeles quedan fuera de combate. En el Bismarck el control de tiro pasó entonces al puesto director de popa, donde el teniente de navío Müllenheim-Rechberg dirigió cuatro salvas contra el King George V, hasta que su estación quedó también fuera de servicio sobre las 0913, cuando un proyectil de 356 mm le arrancó la cúpula del telémetro. Las torres de popa pasaron entonces a fuego local tomando como blanco al Rodney que ya había lanzado seis torpedos contra el Bismarck desde unos 10.000 metros, ninguno de los cuales hizo impacto. A las 0921, la torre "Dora" quedaba fuera de combate después de que estallase un proyectil propio dentro del ánima del cañón derecho. A las 0927, la torre "Antón" o "Bruno" sorprendentemente disparó una última salva. Cuatro minutos después, a las 0931 la torre "César" disparaba su última salva, quedando así la batería principal del Bismarck silenciada. Sólo algunos cañones de la artillería secundaría quedaban todavía en servicio, pero pronto iban a ser silenciados por la enorme avalancha de fuego a la que el Bismarck estaba siendo sometido. El mando del buque había quedado incomunicado debido a los múltiples impactos, así que el segundo comandante, capitán de fragata Hans Oels, bajo la cubierta acorazada en la sección XIV asumió el mando, y dio la orden de hundir y abandonar el buque.

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Una vez que el Bismarck perdió su capacidad de combate, el Rodney se acercó, y a distancias que variaban entre los 2.500 y 4.000 metros siguió disparando con sus nueve piezas de 406 mm contra el acorazado alemán. Los impactos se sucedían, sobre las 0940 voló el escudo posterior de la torre "Bruno", y ésta se incendió. A las 0956, desde unos 2.700 metros, el Rodney lanzó dos torpedos más contra el Bismarck con un posible impacto a babor. A esa distancia era prácticamente imposible fallar, y salva tras salva alcanzaban al Bismarck que increíblemente y para asombro de los británicos seguía a flote. Poco después de las 1000, el Norfolk lanzaba cuatro torpedos más desde 3.600 metros, con otro posible impacto a estribor. La destrucción a bordo del Bismarck era total, una auténtica carnicería, hombres sin brazos ni piernas, muertos y heridos esparcidos por la cubierta. Los cañones apuntaban en direcciones absurdas después de haber quedado fuera de combate. La chimenea estaba llena de agujeros. El hangar proel de babor, demolido. El palo mayor todavía se mantenía en pie con la bandera de combate al viento. El Rodney disparó su última salva a las 1016, y Tovey escaso de combustible se retiró del combate.

El Hundimiento del Bismarck.

A las 1020, el Dorsetshire lanzó dos torpedos a unos 3.000 metros de distancia contra la banda de estribor del Bismarck. Ambos artefactos hicieron blanco. Después a las 1036, lanzó otro más desde 2.200 metros contra la banda de babor que también hizo impacto. El Bismarck se fue escorando a babor poco a poco mientras se hundía de popa. Finalmente se hundió a las 1039 en posición 48º 10' norte y 16º 12' oeste.

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Habían transcurrido casi dos horas desde que se inició el combate, y el Bismarck había demostrado tener una formidable capacidad de resistencia. Desde que los británicos alcanzaron por primera vez al acorazado alemán a las 0902, hasta que el Rodney disparó su última salva a las 1016, o sea durante 74 minutos, el Bismarck sufrió un martilleo continuo que ningún otro buque podría resistir. No hay que olvidar que el Hood se hundió a los seis minutos de que las primeras salvas alemanas fuesen disparadas tres días antes en el estrecho de Dinamarca. Además, según los supervivientes, ni el cinturón acorazado ni la cubierta protectora del sólido acorazado alemán fueron perforados durante el combate, y tuvo que ser su propia dotación la que lo hundiese haciendo estallar cargas de demolición.

En total fueron disparados 2.876 proyectiles británicos contra el Bismarck. Clasificados de la siguiente forma:
380 de 406 mm del Rodney
339 de 356 mm del King George V
527 de 203 mm del Norfolk
254 de 203 mm del Dorsetshire
716 de 152 mm del Rodney
660 de 133 mm del King George V

Nunca se sabrá con exactitud cuantos hicieron impacto (400, 500, 600, quizá más), aunque por el estado en que quedó el buque, y teniendo en cuenta las cortas distancias en la última fase del combate puede asegurarse que muchos de ellos hicieron blanco.

Supervivientes.

En la mar quedaron a la deriva alrededor de 800 marinos alemanes que habían logrado saltar del buque a tiempo. El resto, muchos de ellos todavía vivos se hundieron con el Bismarck. Aproximadamente una hora después, el Dorsetshire recogió a 85 hombres y el Maori a 25 más. A las 1140, el Dorsetshire avistó un periscopio y abandonó el lugar del rescate. Horas más tarde, el U-74 (teniente de navío Eitel-Friedrich Kentrat) rescató a tres marineros. Al día siguiente el buque meteorológico alemán Sachsenwald (alférez de navío Wilhelm Schütte) encontró a otros dos.5 Mientras tanto, el crucero pesado español Canarias (capitán de navío Benigno González-Aller), había salido a la mar a las 1140 del 27 de mayo desde el puerto de El Ferrol para rescatar supervivientes. El 30 de mayo, después de encontrarse con el Sachsenwald, encontró a dos cadáveres flotando que fueron izados a bordo, y más tarde devueltos a la mar con todos los honores tras una breve ceremonia.6 Al final, de una dotación de más 2.200 hombres sólo se salvaron 115 de los que 110 fueron hechos prisioneros.

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1. Es posible que Lütjens tratase todavía de evitar el combate siguiendo las órdenes del Alto Mando. Por su parte von Müllenheim-Rechberg afirma en su libro, El Acorazado "Bismarck", Relato de un Superviviente, que oyó al capitán de navío Lindemann decir: "No voy a consentir que ejecuten al buque bajo mis plantas......¡Permiso para abrir el fuego!"
2. Willian J. Dundas, Edward Briggs y Robert E. Tilburn.
3. Parece ser que hubo un desacuerdo de opiniones entre el almirante Lütjens y el capitán de navío Lindemann. Este último era partidario de perseguir al averiado Prince of Wales y destruirlo..
4. El capitán de corbeta Eugene Esmonde moriría el 12 de febrero de 1942 al ser derribado su Swordfish mientras atacaba a los buques alemanes que cruzaban el canal de la Mancha. Por esta acción fue condecorado a título postumo con la Cruz Victoria.
5. El U-74 encontró a Herbert Manthey, Otto Höntzsch y Georg Herzog, el Sachsenwald a Otto Maus y Walter Lorenzen.
6. Walter Grasczak y Heinrich Neuschwander.

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Con permiso del alférez de fragata Cervera, y como menciona, la actuación de nuestro crucero Canarias, en el intento de recoger supervivientes, añado esta foto, que corresponde al momento previo de dar sepultura en la mar a lo cadáveres encontrados por el buque español.

Ensenada
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12 Ene 2008 22:31
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Traducción al español por Huan Manwë para phpbb-es.com