La batalla de Ulsan - 14 de agosto de 1904
PrologoLas noticias que el escuadron de Port Arthur había zarpado llegaron al atardecer del 11 de agosto pero los cruceros aquí estacionados no estaban preparados para la acción. Habia la plena convicción de que se recibiría el aviso con un amplio margen hasta la salida del escuadron de Port Arthur.
Ninguna noticia se había recibido y la creencia en Vladivostok era que el almirante Vitgeft no se movería de Port Arthur. La última noticia de la flota del Pacifico consistía en un telegrama del 5 de agosto en que el almirante reincidía en la idea de "perecer con la fortaleza". En consecuencia, el escuadron de cruceros independientes de Vladivostok se encontraba carboneando plácidamente cuando llego la noticia.
La falta de aviso suponía que había pocas esperanzas de poder asistir a la flota del almirante Vitgeft en su cruce por los estrechos. Se calculaba que si la flota de Port Arthur hubiese sido capaz de romper el bloqueo estaría ya llegando al Mar del Japón. El almirante Iessen formo sus buques (CAs Rossiya, Gromoboi, Rurik) en línea de frente con intervalos de cuatro millas náuticas y a una velocidad de 14 nudos, esperando avistar al escuadron de Port Arthur.
Esa noche, el escuadron de Vladivostok se aproximo pasando a formar en columna y continuo hacia el sur a velocidad reducida durante el próximo dia. Era un serio contratiempo que no se hubiese avistado ningún buque del escuadron de Port Arthur pero la esperanza de encontrarlo en los estrechos aún se mantenía. El Almirante Iessen informo a sus capitanes que al alba se estarían acercando al estrecho de Tsushima y que su intención no era cruzarlo sino navegar todo el dia paralelamente a Fusan. Antes del anochecer se avisto la costa de Corea y se acerco a Fusan.
En ese mismo momento, el almirante Kamikura se dirigía al este (CAs Idzumo, Adzuma, Tokiwa, Iwate) hacia una posición a 30 millas náuticas al norte de Ulsan con la esperanza de patrullar e interceptar al escuadron ruso. Los dos escuadrones se cruzaron en la oscuridad, en rumbos opuestos, pero ninguno advirtió la presencia del otro. Al amanecer, el almirante Iessen había conseguido llegar a Fusan sin ser observado y se encontró los estrechos libres de buques. Si hubiese querido podría haber navegado a través del Canal del Oeste sin nada mas que torpederas en su ruta. Pero este no era su plan, asi que a las 5 am, de acuerdo con su decisión de esperar al escuadron de Port Arthur en la entrada norte de los estrechos, empezó a virar hacia el oeste en dirección de la costa coreana.
Desde las 1:30 am, el almirante Kamikura había invertido el rumbo de su área de patrulla nocturna en un curso que le llevaba directamente hacia el escuadron ruso. Apenas había cambiado el curso el almirante Iessen cuando se avistaron los cuatro cruceros acorazados japoneses. La batalla de Ulsan estaba pronta a comenzar.
La batallaLos largos meses de caza habían terminado para Kamikura. El tiempo era perfecto y tenia todo un largo dia de verano por delante. El enemigo se encontraba tan lejos de Vladivostok como era posible y Kamikura se encontraba entre estos y su lejana base.
La luz del dia vio a las dos columnas convergiendo gradualmente y a las 5:20 am ambos almirantes ordenaron las primeras salvas para calcular distancias. Pronto las baterías de 8 pulgadas hacían un fuego continuado y cuando el alcance se redujo aún mas se les unieron las baterías de 6 pulgadas.
Por alguna razón, Kamikura, al asignar blancos, emplazo su buque extra contra el Rurik, el último y mas débil en la formación rusa asi que este recibió el doble de bombardeo que sus mas fuertes camaradas. El Rurik perdió la mayoría de sus oficiales y muchos de sus tripulantes al poco tiempo de recibir el martilleo japonés. Parecio que seria destruido en pocos minutos pero se mantuvo a flote durante horas, el decreciente numero de tripulantes siguió disparando los cañones restantes en una valiente demostración de heroísmo clásico que se gano la admiración de sus adversarios japoneses.
El Rurik enlenteció su marcha. Los otros dos cruceros rusos, aunque fuertemente atacados, se separaron del enemigo y revirtieron su rumbo para permitir al Rurik volver a su posición en la formación. En su carrera, Kamikura también había recibido cierto castigo pero nada comparable al que había inflingido. Se podría presumir que si los rusos se apartaban de los cañones japoneses, Kamikura debería haber presionado para acercarse. Pero esto no ocurrio. Extrañamente Kamikura mantuvo su curso durante el viraje de dieciséis puntos de Ielsen y cuando viro a un nuevo rumbo lo hizo a uno que aumentaba en lugar de disminuir su distancia.
El Rurik, bajo el bombardeo, estaba incapacitado para seguir en la columna y un impacto en el timon lo hizo dar vueltas en circulo sin control. Era obvio que el buque estaba perdido y los valientes esfuerzos de Iessen para salvarlo maniobrando en su proximidad podían haber causado la perdición de todo el escuadron. Kamikura siguió a Iessen acortando y alejándose sucesivamente mientras se intercambiaban numerosos impactos que gastaban la mayoría de su fuerza en los costados blindados de los buques.
Iessen se dio cuenta al fin que el Rurik estaba condenado asi que a las 8:30am viro hacia Vladivostok. Los cruceros rusos y japoneses navegaban ahora hacia el norte disparándose vigorosamente. Los aciertos continuaron, particularmente por parte japonesa y los buques de Iessen sacaban fuertes nubarrones de humo y ocasionales llamaradas, indicaciones de graves daños. Pero continuaron a plena maquina hacia el norte y ocasionalmente impactaban causando importantes daños en los buques japoneses.
No todo iba bien en el escuadron de Kamikura. Iwate en la retaguardia había navegado a marchas forzadas antes de la acción y la nave del almirante Misu empezaba a mostrar las consecuencias. El Adzuma, de construcción francesa, empezó a rezagarse cuando sus motores no dieron mas de si. Las terroríficas demandas en la tripulación de los buques empezaban a causar cansancio mental y físico. Los intervalos entre salvas se iban incrementando. Los rusos, pese a todo, estaban en muchísima peor condición que los japoneses. Las cubiertas del Rossiya y el Gromoboi estaban llenas de muertos y heridos, y las estructuras de los buques mostraban la devastación producida por los impactos que habían estallado allí. La batalla había llegado después de meses de continuo trabajo.
Tal vez Kamikura también estaba exhausto. Es imposible imaginar una razón persuasiva para que abandonase la perseción apenas tras tres horas, cuando aún estaba en alta mar y con un largo dia por delante y con muchas horas de viaje entre Iessen y Vladivostok.
Pero Kamikura hizo justamente eso, virando entorno a las 11:15 y regresando a la posición de la tumba del Rurik, poniendo fin a la batalla.
http://www.navalwargamessociety.org/scenarios/The%20Battle%20of%20Ulsan.pdfNota del traductor:
Pues yo entiendo plenamente a Kamikura. El Rurik hundido, y los dos buques restantes con gravísimos daños y condenados a permanecer en puerto pues Vladivostok no tenia la capacidad para repararlos. Continuar la acción solo significaba que los rusos podían obtener un disparo afortunado que hundiera o dañara muy gravemente a alguno de sus buques.
Un hecho que, con la flota del Baltico en camino, no se podían permitir los japoneses.