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Queridos amigos:

Traigo, aquí, una carta de mi ilustre paisano, respuesta al general francés Horace Sebastiani, a su invitación de tomar partido por el bando afrancesado.

<<Señor General:


<<Yo no sigo a un partido; sigo la santa y justa causa que sostiene mi Patria, que unánimemente adoptamos los que recibimos de su mano el augusto encargo de defenderla y regirla y que todos hemos jurado seguir y sostener a costa de nuestras vidas.

<<No lidiamos como pretendéis por la Inquisición, ni por soñadas preocupaciones, ni por el interés de los grandes de España; lidiamos por los preciosos derechos de nuestro Rey, de nuestra religión, nuestra Constitución y nuestra Independencia.

<<No creáis que el deseo de conservarlos esté distante del de destruir cuantos obstáculos puedan oponerse a este fin; antes, por el contrario, y para usar de vuestra frase, el deseo y el propósito de regenerar la España y levantarla al grado de esplendor que ha tenido algún día y que en adelante tendrá, es mirado por nosotros como una de nuestras principales obligaciones.

<<Acaso no pasará mucho tiempo sin que la Francia y la Europa entera reconozcan que la misma nación que sabe sostener con tanto valor y constancia la causa de su Rey y de su libertad contra una agresión tanto más injusta cuanto menos debía esperarla de los que se decían sus primeros amigos, tiene también bastante celo, firmeza y sabiduría para corregir los abusos que la condujeron insensiblemente a la horrorosa suerte que le preparaban.

<<No hay un alma sensible que no llore los atroces males que esta agresión ha derramado sobre unos pueblos inocentes, a quienes, después de denigrarlos con el infame título de rebeldes, se niega aún aquella humanidad que el derecho de la guerra exige y encuentra en los más bárbaros enemigos.

<<Pero, ¿a quienes serán imputados estos males? ¿A los que los causan, violando todos los principios de la naturaleza y la justicia, o a los que lidian generosamente para defenderse de ellos y alejarlos de una vez para siempre de esta grande y noble nación?

<<Porque, señor General, no os dejéis alucinar; estos sentimientos que tengo el honor de expresaros son de la Nación entera, sin que haya en ella un solo hombre bueno, aún entre los que vuestras armas oprimen, que no sienta en su pecho la noble llama que arde en sus defensores.

<<Hablar de nuestros aliados fuera impertinente, si vuestra carta no me obligase a decir, en honor suyo, que los propósitos que les atribuís son tan injuriosos como ajenos de la generosidad con que la Nación inglesa ofreció su amistad y sus auxilios a nuestras provincias, cuando desarmadas y empobrecidas, los imploraron desde los primeros pasos con que la amenazaban sus amigos.

<<En fin, señor General, yo estaré muy dispuesto a respetar los humanos y filosóficos principios que, según nos decís, profesa vuestro rey José, cuando vea que, ausentándose de nuestro territorio, reconozca que una nación cuya desolación se hace actualmente a su nombre por vuestros soldados, no es el teatro más propio para desplegarlos.

<<Este sería ciertamente un triunfo glorioso de su filosofía; y vos, señor General, si estáis penetrado de los sentimientos que ella inspira, debéis gloriaros también de concurrir a este triunfo, para que os toque alguna parte de nuestra admiración y nuestro reconocimiento.

<<Solamente en este caso, me permitirán mi honor y mis sentimientos entrar con vos en la comunicación que me proponéis, si la Suprema Junta Central lo aprobare.

<<Entretanto, recibid, señor General, la expresión de mi sincera gratitud por el honor con que personalmente me tratáis, seguro de la consideración que os profeso.

<<En Sevilla, a 24 de Abril de 1809.

<<Firmado y rubricado, Gaspar Melchor De Jovellanos.>>

Un saludo cordial, amigos.

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Sírvanse comparar estos dos documentos que les traigo, a continuación.


BANDO DEL ALCALDE DE MOSTOLES

Señores Justicias de los pueblos a quienes se presente este oficio de mí, el Alcalde de Móstoles.

Es notorio que los franceses, apostados en las cercanías de Madrid y dentro de la Corte han tomado la defensa sobre este pueblo capital y las tropas españolas; de manera que en Madrid está corriendo a estas horas mucha sangre; como españoles es necesario que muramos por el Rey y la Patria; armándonos contra unos pérfidos que so color de amistad y alianza nos quieren imponer un pesado yugo, después de haberse apoderado de la augusta persona del Rey, procedamos, pues, a tomar las activas providencias para escarmentar tanta perfidia, acudiendo al socorro de Madrid y demás pueblos y alentándonos, pues no hay fuerzas que prevalezcan contra quien es leal y valiente, como los españoles lo son.

Dios guarde a V. muchos años.

Móstoles, 2 de Mayo de 1808

Firmado, Andrés Torrejón, Simón Hernández


PROCLAMA DE NAPOLEON A LOS ESPAÑOLES

Napoleón, Emperador delos franceses, rey de Italia, etc, etc, a todos los que las presentes vieran, salud.

Españoles:

Después de una larga agonía, vuestra nación iba a perecer. He visto vuestros males y voy a remediarlos. Vuestra grandeza y vuestro poder hacen parte del mío.

Vuestros príncipes me han cedido sus derechos a la corona de las Españas; yo no quiero reinar en vuestras provincias, pero quiero adquirir derechos eternos al amor y al reconocimiento de vuestra posteridad.

Vuestra monarquía es vieja; mi misión se dirige a renovarla; mejoraré vuestras instituciones y os haré gozar de los beneficios de la reforma sin que experimentéis quebrantos, desórdenes o convulsiones.

Españoles: He hecho convocar una asamblea general de las diputaciones de las provincias y de las ciudades. Yo mismo quiero conocer vuestros deseos y vuestras necesidades.

Entonces, depondré todos mis derechos y colocaré vuestra gloriosa corona en las sienes de otro. Yo mismo, asegurándoos, al mismo tiempo,una Constitución que concilie la santa y saludable autoridad del Soberano con las libertades y privilegios del pueblo.

Españoles: Acordáos de lo que han sido vuestros padres y mirad a lo que habéis llegado. No es culpa vuestra, sino del mal gobierno que os regía. Tened suma esperanza y confianza en las actuales circunstancias, pues yo quiero que mi memoria llegue hasta vuestros nietos y que exclamen: Es el regenerador de nuestra patria.

Dado en nuestro palacio imperial y real de Bayona, a 25 de Mayo de 1808.

Firmado: Napoleón - Por el Emperador, el ministro secretario de Estado, Hugo B. Maret.

(Publicado en la Gaceta de Madrid el 3 de Junio)

¿Qué les parece?

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Es más de lo mismo. Quitar un mal gobierno ¡sin habérselo pedido y por la fuerza! para poner otro peor. Pero que voy a decir, don Gaspar lo expresa de una manera soberbia. Hay que leerlo muchas veces y tenerlo en la cabecera de la cama para que no se olviden sus palabras.

Saludos.


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Yendo un poco para atrás, vemos a España en almoneda, a juzgar por las cartas cruzadas entre Napoleón y su familia.

De Napoleón a su hermano Luis (Hacia Marzo de 1808)

<<...Hermano, el clima de Holanda no le conviene y, en esa situación, he pensado en usted para el trono de España, para que sea soberano de una generosa nación...>>

Dónde iba a parar: Más sano para los bronquios el sol de España que las nieblas de Frisia.

Sin embargo (qué desagradecido) el Bonaparte rey de Holanda rechaza el balneario que le ofrece su poderoso hermano.

<<...No soy un gobernador de provincias. Para los reyes no hay más ascenso que el cielo. Todos los reyes son iguales...>>

Napoleón, indignado al recibir la noticia por medio de Talleyrand (espejo de políticos - corcho, siempre en estado de flotación, ocurra lo que ocurra) arroja la carta al suelo.

<<...¿Acaso pretende ser igual a mí?
¿En quién puedo confiar?
Luis rechaza el reino de España.
Jerónimo está demasiado pegado a su trono de Westfalia ¿Qué iba a hacer entre los papistas con una esposa luterana?
Luciano es un rebelde incorregible.
Queda José, al que le puedo proponer trocar el reino de Nápoles por el de España y ceder Nápoles a Carolina y Murat (al que denominaba "héroe bestia").
Estoy solo, sin nadie igual a mí y, por lo tanto, sin aliados ¡sin nadie que comprenda mi política!>>

Juzguen ustedes.

'

Amigo Jovellanos


Para juzgar, hacen falta puñetas, de las cuales carezco, pero lo que queda bien clarito, es que no se quién de todos estaba más inspirado.


Pues la contestación de que todos los reyes son iguales; en fin, deja bastante que desear. Y en cuanto al reparto de toda Europa por el Emperador de Francia, como dueño y señor, más su queja de que nadie comprende su política; ¿es que él sabía lo que quería?


Me da la impresion de que no, porque sin haber resuelto el problema en España, se lanza a su campaña de Rusia, y claro como habían aviones y telecomunicaciones, y las carreteras y los vehículos eran tan rápidos, pues podía estar como Dios en todas partes y en ninguna, ¡así le fue!


Pero prosiga su merced con estas aleccionadoras cartas (documenteción), que a buen seguro algo más aprenderemos, que buena falta nos hace, para terminar de entender muchas cosas en esta vida, pues no hay nada como saber, que mueve a las personas a hacer o intentar hacer, cambios tan radicales sin ni siquiera conocerlas.


Un abrazo.
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En los días previos al 2 de Mayo de 1808 (según cuentan los cronistas de entonces) el pueblo de Madrid estaba un sí es no es perplejo y pasmado, deslumbrado por los desfiles, uniformes de fantasía y la piafante caballería de los franceses, llevándose la palma en todo ese despliegue Joaquin Murat, Gran Duque de Berg y cuñadísimo de Napoleón, merced a su matrimonio con la hermana de éste, Carolina.

Oro, bordados, acero, plumajes varios, justificaban el comentario que le había dedicado Talleyrand:

<<Este Joaquin, más que un príncipe, parece "El Carnaval de la Gloria">>

Optimista y exultante, evacuaba informes a su cuñado el emperador, revestidos de sobreestima de las propias fuerzas y recursos militares, que, ciertamente, eran apabullantes, tanto más cuanto que los imparables éxitos de los soldados franceses por toda Europa daban pie a Napoleón a demandar de todos los estados, tanto aliados como enemigos vencidos, el cumplimiento inmediato de cualquier exigencia.

Se habían acabado las contemplaciones con Carlos IV, el príncipe de Asturias, la reina, Godoy, ministros y demás canaille española en general (lindeza con la que se refería a nosotros): Era llegado el momento de ocupar totalmente el país y poner en él a su hermano José, que para aquellas horas, ya había aceptado lo que su hermano, el rey holandés había rechazado.

No faltaron, incluso en aquellos momentos de triunfalismo arrollador, voces que llamaban a la prudencia al emperador, como el conde de Tournon que, leal y juiciosamente, había advertido a Napoleón, en estos términos:

<<...La nación española no se parece a ninguna otra... Vuestra Majestad no debe tomar ningúna decisión antes de venir a conocer las cosas por sí mismo.
Los españoles tienen un carácter noble y generoso, pero tienden a la ferocidad y no soportarían ser tratados como una nación conquistada.
Reducidos por la desesperación, serán capaces de las más grandes y valientes revoluciones y de los más violentos excesos...>>

No se curó su imperial majestad de estas razones y (parafraseando a Cervantes) debiera haberse curado, porque hubiera sido curarse en salud, antes bien, hizo caso al vanidoso Murat quien le animaba en estos términos:

<<Sire, con estas tropas, respondo de todo>>.

La inmensa mayoría de los historiadores están de acuerdo en que la invasión francesa de España fue

<<...Brutal, sin contemplaciones. Con un doble motivo: La expansión de las ideas de la Revolución y las necesidades estratégicas de lograr la hegemonía continental contra Inglaterra, motivos a los que cabría añadir un tercero más, que era la obsesión que tenía Napoleón de acabar con los Borbones, debido al odio -y al temor- que le inspiraban, ya que podían, renaciendo de sus cenizas, levantarse y vengar la usurpación de sus tronos...>>

Un saludo cordial, amigos.

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Antes de que mis buenos amigos y compañeros me amonesten, traduciré el título de este volcado (literalmente, Una Vida de Castillo, cosa que en español coloquial, traduciríamos como La Vida Padre).

Tiene todo que ver con la estancia del futuro Fernando VII en (feliz) cautividad, en el castillo de Valençay, donde acreditó su cobardía, en compañía de su hermano don Carlos y su tío don Antonio.

Su anfitrión -y guardián- fue, durante muchos meses, Maurice de Talleyrand Périgord, duque de Benevento, paradigma del político - camaleón donde los haya y superviviente incombustible a todos los terremotos sociales habidos y por haber.

Éste último describe así la vida en el castillo (la douceur de vivre, (o dulzura de vivir) que diría nuestro contralmirante Eusebio):

<<...La jornada de los príncipes se dispone, cada día, de la manera más conveniente, para que les sea agradable.
Por la mañana, los dos jóvenes príncipes toman lecciones de baile y, el príncipe don Fernando, además, toma lecciones de música.
Por la tarde, montan a caballo y se pasean en calesa.
En ocasiones, tienen partidas de pesca y, por la noche, baile, mostrando, en todo, su satisfacción.
Madame Talleyrand les proporciona sesiones de música y los boleros y fandangos se escuchan frecuentemente...>>

Aunque no todo era vida y dulzura en aquella pequeña corte, alejada del ruido de los cañones y los sables, testigos de la resistencia armada del ejército y pueblo españoles, que, allá, en la Patria, luchaban, sin sospechar el servilismo de su futuro rey.

Esto era porque el emperador estaba indignado, sospechando que dos de sus más íntimos y eficaces ministros, Talleyrand y Fouché, conspiraban contra él.

A Talleyrand le llama cobrade, ladrón, traidor y le dice, además...

<<...Habéis traicionado a todo el mundo y seríais capaz de vender a vuestro padre.
Desde hace diez meses, porque creéis que mis asuntos en España van mal, tenéis la desvergüenza de decir a todo el mundo que siempre habéis condenado esta empresa, cuando sois el que me dio la primera idea.
¿Quién me ha empujado en este asunto incesantemente?
Mereceríais que os rompiese como se rompe un vaso.. Os desprecio demasiado.
Sólo sois una M...encerrada en una media de seda...>>

Al retirarse Napoleón, parece ser que Talleyrand comentó:

<<...Qué lástima que tan gran hombre esté tan mal educado...>>

Un saludo cordial, queridos amigos.

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Queridos amigos:

Creo recordar que fue Thomas Jefferson (tercer presidente de Estados unidos) quien dejó dicho:

<<Nunca seas altivo con los humildes ni humilde con los altivos>>.

Traigo esta frase a cuento del comportamiento del futuro Fernando VII, quien aplicaba la máxima anterior en el sentido de "al revés te lo digo para que me entiendas".

Existen numerosos datos documentales que acreditan sobradamente su perruna fidelidad al (por entonces) todopoderoso Napoleón, de las cuales valgan las siguientes muestras.

<<Valençay, 18 de Mayo de 1808>> (De Fernando a Napoleón)

<<Señor mi Hermano:

Hemos llegado felizmente a esta residencia de Monseñor el príncipe de Benevento y la Princesa...

Yo me apresuro a comunicárselo a Vuestra Majestad Imperial y Real como homenaje muy debido y conforme a los sentimientos de mi corazón para con la persona de Vuestra Majestad Imperial y Real...

Su buen hermano, Fernando.>>


Este tratamiento de "hermano" solía ser habitual entre soberanos, pero a Napoleón no le gusta:

<<Es ridículo. Debe llamarme, simplemente, Sire.>>

Adaptándose por enésima vez a los deseos imperiales, el sinuoso Fernando le escribe:

<<Valençay, 22 de Junio de 1808>> (De Fernando a Napoleón)

<<Sire... Repito mi agradecimiento a V.M.I. y R. por su bondad.

<<Doy muy sinceramente y en mi nombre y en el de mi hermano y tío a V.M.I. y R. la enhorabuena por ver instalado a su querido hermano el rey José en el trono de España...

<<...No podemos ver, a la cabeza de ella, un monarca más digno ni más propio por sus virtudes y, al mismo tiempo, el grande consuelo que nos da esta circunstancia.

<<Deseamos el honor de profesar amistad con S.M.>> (José Bonaparte)

<<y permitid que yo renueve los más sinceros e invariables sentimientos con los cuales tengo el honor de ser, Sire, de V.M.I. y R. su más humilde y muy obediente servidor.>>

Sin comentarios.

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El 2 de Agosto de 1808, en Burdeos, Napoleón recibe un despacho, donde se le informa de la derrota del ejército imperial.

Dupont, el vencedor de Ulm ha capitulado en Bailén, junto con 20.000 hombres, rendidas sus insignias y hechos prisioneros sus soldados por miles.

Napoleón arroja el despacho al suelo y grita:

<<¡Animal! ¡Imbécil! ¡Cobarde!
¡Dupont ha perdido España por salvar sus fardos!
¡Es una mancha en su uniforme!>>

La alusión a "los fardos" tenía que ver con el saqueo desenfrenado de Córdoba por parte del ejército de Dupont, que duró diez días.

Murat, antes de la batalla, había dicho a Dupont:

<<El primer cañonazo que dispare usted sobre esos miserables debe devolver la tranquilidad a toda Andalucía y casi diría a toda España>>.

Napoleón estaba fuera de sí (según el historiador Hilaire Belloc). Nunca, hasta entonces, se habían rendido las águilas imperiales. Bailén era una certeza preñada de presagios funestos y amenazas inquietantes.

El 7 de Septiembre, Napoleón decreta la reorganización del ejército para restablecer la situación militar y que él mismo iba a dirigir sobre el terreno.

<<Saint Cloud, 11 de Septiembre de 1808

<<Proclamación a la vanguardia del ejército de España.

<<¡Soldados!

<<Después de haber triunfado en las orillas del Danubio y del Vístula, habéis atravesado Alemania a marchas forzadas.

<<Hoy, os hago atravesar Francia sin daros un momento de reposo. ¡Soldados! Necesito de vosotros.

<<La presencia odiosa del leopardo mancha los continentes de España y Portugal. Que huya espantado ante vosotros.

<<Llevemos nuestras águilas triunfantes hasta las columnas de Hércules: Allí también tenemos ultrajes que vengar.

<<¡Soldados!

<<Habéis sobrepujado la fama de los ejércitos modernos, habéis igualado la gloria de las tropas de Roma, que, en una misma campaña, vencieron sobre el Rin y sobre el Éufrates, en Iliria y sobre el Tajo.

<<Una larga paz, una prosperidad duradera serán el precio de vuestros trabajos. Un verdadero francés no puede, no debe descansar mientras los mares no estén abiertos y libres.

<<¡Soldados!

<<Todo cuanto habéis hecho, todo cuanto aún haréis para la felicidad del pueblo francés, por mi gloria y la vuestra, quedará eternamente en mi corazón.>>

Napoleón va a tomar, personalmente, las riendas de la guerra en España... Según un historiador:

<<...Las victorias de los mariscales franceses no han logrado los objetivos buscados por Napoleón, al elaborar la estrategia de la campaña. Los ejércitos españoles, vencidos y dispersos, no han sido destruidos en unas batallas de aniquilamiento y el país conserva prácticamente intacta su capacidad de resistencia...>>

Un saludo cordial, amigos.

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Queridos amigos:

Napoleón estaba convencido que, ocupada militarmente la capital de España, todo lo demás se vendría abajo de forma inmediata, principio geopolítico que quizá sea aplicable a naciones con un poder fuertemente centralizado, pero (tal vez) no así a países en armas donde los centros de poder están atomizados y la orografía del terreno es proclive a que dichos centros se hagan fuertes en sus zonas de influencia.

Napoleón fue un genio militar, de ello no cabe duda, pero nunca llegó a comprender del todo bien a España y los españoles, sino al final de su vida y tras su fracaso en la guerra de la Independencia.

El 7 de Diciembre de 1808 dirigiría esta proclama a los españoles.

<<Españoles:

<<Habéis sido perdidos por hombres pérfidos que os han empeñado en una lucha insensata y os han obligado a coger las armas.

<<¿Hay alguno entre vosotros que, reflexionando un momento en lo que acaba de sucederos, no se halle convencido de que habéis sido el juguete de los enemigos perpetuos del Continente, que se gozan con verter la sangre española y la francesa?

<<¿Cuál podría ser el resultado, aún del suceso de algunas campañas?
<<Una guerra sin fin y una larga incertidumbre sobre la suerte de vuestras propiedades y de vuestra existencia.

<<En pocos meses, os habéis entregado a las agonías de las facciones populares y algunas marchas han bastado para la defección de vuestro ejército.

<<He entrado en Madrid. Los derechos de la guerra me autorizaban a dar un gran ejemplo y a lavar con sangre los ultrajes hechos a mí y a mi nación. Sólo he escuchado a la clemencia...

<<Os había dicho en mi proclamación del 4 de Junio que quería ser vuestro regenerador.

<<...Si mis esfuerzos son inútiles, si no correspondéis a mi confianza, no me restará otro arbitrio que el de trataros como provincias conquistadas y colocar a mi Hermano en otro trono.

<<Ceñirá entonces mis sienes la corona de España y sabré hacer que los malvados me respeten; pues Dios me ha dado la voluntad y la fuerza necesaria para superar todos los obstáculos.

<<En nuestro campo imperial de Madrid, a 7 de Diciembre de 1808.

<<Firmado: Napoleón.
(Publicado en la Gaceta de Madrid el 11 de Diciembre del mismo año)

Un saludo cordial, compañeros y amigos.

Si Napoleón se hubiese limitado a cambiar un rey por otro, nada hubiese pasado.

Pero para Napoleón, como para cualquier rey o noble de entonces, la chusma, el pueblo llano, no contaban. Su ejército comportándose como se comportó fue el responsable del levantamiento de los españoles. Eso tan sencillo es lo que se le escapaba “al genio”.

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El conde de Les Cases, oficial de la Marina y miembro del Consejo de Napoleón acompañó a éste en todos los años que duró el destierro hasta su muerte, en la isla de Santa Elena, bajo dominio británico. Allí, recogió todas sus impresiones .

Entre ellas, destacan poderosamente las dificultades encontradas en la guerra con España.

<<...Esa desgraciada guerra me perdió: Dividió mis fuerzas, multiplicó mis esfuerzos, atacó mi moral. Y, sin embargo, no podía abandonar la Península a las maquinaciones de los ingleses, a las intrigas, a la esperanza, al pretexto de los Borbones.

<<Por lo demás, los Borbones de España merecían poco que se les temiese...La guerra de España me perdió. Todas las circunstancias van a enlazarse en ese nudo fatal...

<<Esa guerra destruyó mi moral en Europa, complicó mis embarazos, abrió una escuela a los soldados ingleses. Yo soy el que formó el ejército inglés en la Península...

<<No podíamos dejar España a nuestras espaldas, a disposición de nuestros enemigos. Era preciso encadenarla de grado, o por fuerza a nuestro sistema...>>

Prosigue, Napoleón,

<<...La nación despreciaba a su gobierno y pedía a grandes gritos una regeneración... Desde la altura a la que me había elevado la suerte, me creí llamado a cumplir pacíficamente tal acontecimiento...

<<Libré pues, a los españoles, de sus odiosas instituciones, les dí una Constitución liberal y creí preciso, acaso demasiado ligeramente, cambiar su dinastía...>>

Describe, después, los errores en el trato dispensado a los españoles, hasta concluir la reacción de estos, ante tantas injurias:

<<...Los españoles, en masa, se condujeron como un hombre de honor. Yo no tengo nada que decir a esto...¡Merecían algo mejor!...>>

Les Cases incluye una nota diciendo que Napoleón se refería, en esta última frase, al lamentable reinado de Fernando VII, a su regreso a España.

Estas últimas líneas son, acaso, proféticas, lean, lean...

<<...Si Austria, al declararme la guerra, me hubiese dejado cuatro meses de estancia en España, todo hubiese terminado: El reinado de José se hubiera consolidado, se habrían calmado los ánimos, los partidos se habrían unido y, en tres o cuatro años, se habría visto allí, una paz profunda, una prosperidad brillante y una nación compacta...

<<Yo habría merecido sus bendiciones y les hubiera evitado la horrorosa tiranía que les esclaviza y las terribles agitaciones que se les preparan.>>

Todavía, hoy, a 25 de Mayo de 2008, a doscientos años de aquellas fechas, he oido decir a un político español:

<<...No sé si esta situación es buena para España, pero, en todo caso, es buena para mi partido...>>

Un saludo cordial, amigos.

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Oviedo. Sala Capitular de la Catedral, 25 de Mayo de 1808.

El general asturiano Joaquín de Navia Osorio, marqués de Santa Cruz, se dirige a la Junta General con estas palabras:

<<...La tierra que pisamos quisiera yo que se abriese en este instante y nos tragase a todos para que se sepultase en sus entrañas tanta pusilanimidad y cobardía...

<<...Yo marcharé solo a encontrar sus legiones en el confín de Pajares, con un fusil...

<<...La posteridad sabrá que hubo un astur leal y bizarro que murió resistiendo solo en la invasión de este noble suelo...>>

Con estas palabras, quedaba definida, ante el capítulo de la Junta General del Principado una línea divisoria entre los colaboradores del invasor y los que se lanzaron a defender el territorio.

Las noticias de los fusilamientos de Madrid, el amotinamiento de los obreros de la Fábrica de Armas, la revuelta popular y la indecisión de un ejército acéfalo, lanzó a la Junta General a asumir, de forma interina, la soberanía y a declarar la guerra al emperador de los franceses, Napoleón Bonaparte.

Buenas.
Como sabemos si la España de Napoleon no hubiera sido mejor que la del impresentable Fernando?

Que hubiera machacado a los patriotas?
Cierto, pero tambien lo realizaron los romanos con los pueblos que se les resistieron, y los que no tambien. O pasabas por el aro o ...

Y quien es el que no esta orgulloso de provenir de la civilizacion romana?
Quien reniega de ella?

Amigo Eusebio:

Con todos los respetos, no compare, que cada uno tenemos nuestro corazoncito.
¿ Tal vez a Francia le hubiera ido mejor de ser conquistada y colonizada por los alemanes ?
Claro, hubieran muerto algunos ( o muchos) patriotas franceses, pero, seguramente...en fin,la ciencia, la tecnica, la industria, yo que se...en algo se hubiera mejorado ¿ no ?

¿ A que duele que tales cosas se planteen siquiera ?

Y en cuanto a gobernantes impresentables, mire, creo que ningun pais tiene la exclusiva: se me ocurren un monton de indeseables en todas las latitudes y en todas las epocas.

Y le ruego que no se moleste: en absoluto he querido ofenderle, simplemente explicarle con una comparacion como se puede sentir un español con sus palabras.

Por buenos que sean, o parezcan, los resultados, no se puede imponer nada a la fuerza a todo un pueblo por parte de otro, salvo por motivos de defensa. ¿ Donde estariamos si aceptaramos eso ? ¿ A que epocas volveriamos ?

Tampoco los españoles de fines del XVIII es que anduvieran con taparrabos de pieles y hachas de silex: ¿ recuerda a Jorge Juan, a Ulloa, a Celestino Mutis, a Azara, a Malaspina, a Churruca, a Balmis, a Agustin de Bethencourt...? o a Jovellanos, el conde de Toreno, Arguelles...

Creo sinceramente que mucho de lo bueno que nos podia dar Francia por entonces lo habian aceptado ya los españoles de entonces y por las buenas:
Hasta la Constitucion de Cadiz recuerda poderosamente a la francesa de 1791.
Y hemos seguido haciendolo desde entonces en muchas cosas.

Pero no todo lo frances es necesariamente bueno tampoco, empezando por la propia estirpe del indeseable de Fernando VII.

Un cordial abrazo y disculpe, pero a cada uno le duele lo suyo.

Buenas.

De
que Alemania hablamos?
Si es la de adolfo, pues se entiende la resistencia.
Que esa Alemania no es comparable a la Francia de Napoleon.
Si nos referimos a la Alemania de otra epoca, pues que mas da?
Pues todo va, todo cambia, nada es eterno.

España, y no es la unica, ha visto como varios pueblos extranjeros se han apoderado del territorio y han impuesto sus leyes y modos, al final somos la suma de todos y cada uno de ellos.
La asimilicacion ha moldeado el caracter de los de la peninsula.

Si ha seguido mi perfil, sabra que no me molesta lo que ha escrito.

España no era un pais atrasado, bien lo he intentado demostrar en varios mensajes por el foro, algunos para aclarar que en todos lados cuecen habas.

No critico la voluntad de mis antepasados, no tan lejanos, de defender lo suyo.
Me limito a pensar, que si un pais como España, plural de verdad, y no como esa pluralidad de la que los perifericos gustan de presumir para justificar sus desmanes linguisticos, historicos y politicos, que si España, tuvo reyes extranjeros, bien podia haber soportado uno mas.

Tal vez, seria para copiar a los anglosajones con sus manias de los What if? , imaginar una España con un rey como el impuesto por Napoleon?
Rey imouesto, que segun me parece, y tendria que volver a buscar la informacion, tenia otros planes que los previstos por su hermano. De hecho no seria la primera vez que dos hermanso se lian a golpes por el poder.
Allez.

Eusebio, como para ser mejor que Godoy, Maria Luisa y Carlos IV y sus sucesiones por ambas bandas, (la infausta absolutista y la no menos infausta y absolutista carlista) no hacía falta mucho, en el breve plazo que José Bonaparte estuvo en España mostró medidas de reformas que no pintaban mal y que pueden ser hasta muy defendibles.

El problema pasó a ser otro, que no era un rey por otro que a mi también y con proyección histórica me hubiese dado lo mismo, pero es que además la propia historia se hubiese encargado de justificarlo, como se justifican todos los cambios de gobierno e invasiones, (como la rapiña romana a dos mil años vista nos parece de perillas ahora, pero otra cosa sería si preguntásemos a los Iberos)

El problema digo es el odio al francés que se ganó a pulso el propio francés en la península.

(Un ejemplo: El inglés Moore cogió prisionero a un militar francés de alta graduación. Como asunto entre caballeros, se le trató divinamente, entre iguales, y sentándole a su mesa. Cierto día los ingleses fueron a rapiñar comida entre los paisanos, como hacían normalmente, pues vivían del país. El campesino decía no tener nada y los ingleses insistían. El francés que lo veía tomó la iniciativa y dando un ejemplo de cómo se debían llevar, según su experiencia aprendida en España, esos asuntos, se acercó al campesino español y sin decir palabra le dio una paliza, tras ello le pidió comida. Acto seguido, explicó que ese era el método para tratar con esa gentuza española, método seguido a continuación por los propios ingleses.)

El odio al francés oprobioso fue a partir de entonces un asunto que iba más allá de reyes y reinas y demás gentes aparte del pueblo llano. ¿Qué más nos ha dado un rey que otro? A todos hubo que dar vida y haciendas, el problema aquí pasó a ser además de honor…

No se si vas tomando idea del problema….

Amigo Eusebio:

Muchas gracias por su comprension, no sabe cuanto celebro no haberle molestado.

Pero debo insistir: no hay invasores buenos e invasores malos.

Una cosa es la influencia cultural, politica, social, artistica de un pais sobre otro, querida y deseada, y otra las imposiciones violentas.

Y a los pobres fusilados del cuadro y de los grabados de Goya creo que les hubiera interesado muy poco saber si eran ejecutados sumariamente en nombre del Progreso o del Reich de los Mil Años o de la Revolucion Proletaria o de...

Porque, digame: ¿ quien establece si una invasion violenta de un territorio pacifico va a ser beneficiosa a la larga o no para el ? ¿ quien tiene la autoridad para decir si es legitima o no ?

Usted sabe que cuando Enrique IV de Navarra (el primer rey Borbon), tras la guerra "De los tres Enriques" y los asesinatos del Valois y del de Guisa, luchaba con Felipe II, los tercios españoles de Alejandro Farnesio entraron en Paris, entre aclamaciones de los ciudadanos, que los veian como a los defensores de la fe catolica contra un rey hugonote.

¿ Le hubiera parecido bien que la España de Felipe II, entonces la primera potencia mundial, hubiera aprovechado la ocasion para cambiar sus leyes e instituciones, imponerles un nuevo rey y una pesadisima ocupacion militar con continuas represiones ? Porque entonces Francia parecia un pais ingobernable y sometido a una profunda crisis.

Y ya ve la mala fama historica de Felipe, que no quiso hacer semejante barbaridad, y la buena conciencia de otro, tan progresista y moderno el.

Lo dijo una francesa: LIbertad: cuantos crimenes se cometen en tu nombre.

Un cordial saludo.

Y por completar mi argumentacion:

Tiene usted toda la razon cuando dice que hay que asumir el pasado tal y como fue, porque forma parte de nosotros, nos guste o no.

Indudablemente: España no seria lo que es sin las invasiones romana y musulmana, por citar dos de ellas, las mas duraderas y hondas.

Pero mire: preferiria mil veces que el inmenso legado que unos y otros nos dejaron (hasta en las costumbres, el idioma y la gastronomia) hubiera sido fruto del comercio pacifico y de la mutua influencia cultural.

Una cosa es que asumamos el pasado y otra es que digamos que fue lo mejor que pudo pasarnos.

Caeriamos entonces en el error de Pangloss, el divertidisimo personaje de Voltaire, para el que todo lo que sucedia era lo mejor en el mejor de los mundos posibles.

Y ya que las invasiones son tan enriquecedoras, podriamos prescindir de las Fuerzas Armadas, que son tan caras, y rogar a los primeros paises del mundo en uno u otro aspecto que nos invadan, por favor...que lo estamos deseando.

La verdad, no se como perdonar todavia a los EE.UU. que no invadieran España en 1898 y Francia en 1944...A los dos paises nos iria mucho mejor, indudablemente.

Porque, por lo visto, una violacion no es una violacion si el hombre que la comete es joven, guapo y rico, aunque te parta la boca y un par de costillas, solo incurren en ese delito si son feos, pobres, bajitos y les huelen los pies... aparte de politicamente incorrectos.

Un cordial saludo.

Buenas.

Esta es una batalla que no voy a librar, pues estoy de acuerdo con ustedes en el fondo de la cuestion.
Maxime cuando se que la mayoria de mis antepasados se enfrentaron a los gabachos, sea en el noreste de la peninsula, sea en el sur de Francia.

Asi que no derrameis pulsaciones para convencerme.
Que solo solte un pensamiento, una idea.
Como aquella que la historia la escriben los ganadores.

Saludos.

Amigo Eusebio:

Si todos estuvieramos de acuerdo en todo, todo, hasta en la forma de expresarlo, la vida seria muy aburrida.
Si acaso he sido un poco mas vehemente ha sido por las tonterias que se atreven a decir algunos politiquillos de por aqui, que serian incapaces de aprobar la ESO, opiniones aparte, que esas son muy respetables, pero no el desconocimiento ni la ligereza.
Un abrazo.

En la descripción de algunos protagonistas de los hechos desde el lado francés, he podido leer como al entrar en España consideraban estas tierras como un pueblo atrasado y exótico. Su desprecio por los habitantes era claro y patente.

A tal desprecio se sumaron en lógica los agravios. No recuerdo si fue Merino, pero uno de los nuevos curas trabucaires que harían fortuna en la España del XIX montó una partida contra “el francés” a resultas de la humillación que sufrió por una partida de franceses que le hicieron ponerse a cuatro patas, tratándole de asno, y haciéndoles llevar el tambor.

El guerrillero de las partidas pasaba calamidades sin cuento movido por una sed implacable de venganza. Pura y simple venganza. La guerra continua fue por tanto de una crueldad inenarrable, por ambas partes. Algunas ilustraciones de Goya dan somera idea de los eventos. El Galicia, durante muchos años los perros se llamaban Sul, por el mariscal francés Soult que les cupo en suerte.

Es una pena que no tengamos, o al menos no los conozco, diarios de los guerrilleros encuadrados en las partidas, a la manera de esas memorias de soldados de la época. En los libros de historia la narración de los hechos condensados en batallas, pues parece que la historia de los pueblos es una mera sucesión de batallas según estos, hace perder de vista el factor humano.

Se entiende generalmente que la de la Independencia española fue la primera guerra de liberacion propiamente dicha, al menos en tiempos modernos.

Y cuando la lucha es entre un ejercito invasor y todo un pueblo (o la inmensa mayoria, maticemos), rapidamente degenera en una espiral de violencia y destruccion mutua, y ejemplos recientes sobran en la Historia: represalias y contrarrepresalias...

Pero, por desgracia para su reconstruccion historica, pocos de los guerrilleros sabian escribir o lo hacian deficientemente, o cuando daban partes oficiales de sus accciones contaban la parte estrictamente militar. Y los civiles querian simplemente olvidar todo aquel horror.

Hay bastantes memorias de la guerra escritas por franceses, pero pecan constantemente de prejuicios y de parcialidad. Y tampoco a ellos les gustaba recordar ciertas cosas: preferian hablar de carnicerias como Wagram o Borodino, mas sangrientas desde el punto de vista estadistico, pero tambien mas honorables que la "sucia guerra de España".

Como tampoco existian los medios de comunicacion que hay hoy ni la fotografia, nuestro conocimiento siempre sera muy incompleto y sesgado.

Eso si, en vez de tanto acto tontorron y tanto libro que poco nuevo aporta, se hubiera podido y debido hacer un serio Plan de Investigacion nacional sobre la Guerra, incluyendo a las Comunidades Autonomas, que todas estuvieron implicadas, y a los Ayuntamientos.

Y hubiera sido, por muy poco dinero en becas y ayudas a la investigacion, un trabajo de grandes resultados.

Pero a nuestros semianalfabetos politicos eso no les interesa: lo que da mas imagen es inaugurar una exposicion. Y a muchos ni eso, porque piensan que los patriotas de 1808-1814 eran unos "fachas" y que Napoleon era la solucion, o su hermanito...

¡ Como si Napoleon y sus hermanitos no hubieran perdido hasta la camisa apenas un año despues del fin de la Guerra de la Independencia española!

Pero tampoco de eso se han enterado. Ni de que en Francia volvio al trono Luis XVIII, y luego Carlitos...y luego el Orleans, y luego una efimera Republica, y luego Napoleon "el pequeño"...

Porque creen que la Historia de España es literalmente, la "Historia Universal de la Infamia", hasta que llegaron ellos, claro...

Y, por contra, les parece que en Europa ha sido todo vino, rosas y derechos humanos...

Ya son mayorcitos para volver al colegio, donde tan poco aprendieron u olvidaron tan pronto, pero podrian tomar alguna clasecita particular.

Mas que nada para aclararse un poco.

Caramba don Agustín....!!

No se puede decir más en menos....


Pero ¿que opina usted de la frase que cada pueblo tiene los políticos que se merece??

¿O es que puede haber políticos distintos del valor de ese pueblo del que nacen?

Las estadísticas dicen que los españoles van poco (con aprovechamiento)a la escuela, salvo su selección natural política. Esos no fueron ni poco.
En cualquier caso la escuela también puede deformar, depende de qué se enseñe.

Mientras que de la tribuna de oradores se pase al mando no podemos esperar razonablemente otra cosa.

Buenas.

Cuando estudiaba en el hexagono, una de las curiosidades de su historia que me chocaban era como fue posible que tras las revolucion, con todas sus esperanzas, declaraciones, se llegara a un emperador, luego a unas monarquias, que bien tuvieron en sacarse de en medio.

Pienso que la revolucion, la autentica, duro poco mas de 15 minutos, luego fue otra cosa pero ya no la autentica revolucion.

Sobre las celebraciones, hay de todo, buenas y menos buenas.
Aqui en el cuadrante noreste de la peninsula, antiguamente conocida como España, se hecha de menos la celebracion de la resistencia de Gerona, que sufrio lo indecible y mas, rechazando varios asaltos, infligiendo reves tras reves al frances...
Sera que no se quiere recordar que los habitantes de Gerona y los defensores, se batieron por España?
Saludos.