'
Cuentan que lo relatado a continuación ocurrió en un examen oral de maniobra.

- Profesor: Imagínese que está al pairo esperando para entrar en puerto, y se levanta un fuerte viento de la mar hacia tierra.

¿Qué haría usted si no puede arrancar la máquina?

- Alumno: Daría fondo.

- Profesor: ¿Y si el viento arrecia?

- Alumno: Fondearía con otra ancla.

- Profesor: ¿Y si continua refrescando?

- Alumno: Mandaría fondear otra ancla.

- Profesor: ¿De donde saca usted tantas anclas?

- Alumno: Del mismo sitio que usted el viento!!!!.

.

Releyendo este gracioso chiste, lo cierto es que esa fue la situación de los barcos en la tormenta desatada tras Trafalgar.

Dicen que en su agonía Nelson no dejó de repetir que fondease su escuadra, y que Coollinwod dijo algo así como ¿fondear? Sí, en eso estaba yo pensando!!

Las anclas fueron insuficientes a algunos barcos de la combinada que maltrechos, terminaron en la costa “a por percebes” contribuyendo a aumentar mucho más la cifra de muertos, y a que muchos de los marineros quedasen en la playa literalmente desnudos. Desnudez que por cierto mantenían meses después de la batalla y que obligó a la generosidad popular de Cádiz a vestirlos.

Desde el puerto, desafiando la tormenta, algunas embarcaciones procuraban llevar anclas a los necesitados barcos.

Anque aparentemente un accesorio en el que ni pensamos, un barco de aquel entonces estaba irremediablemente perdido sin la posibilidad de agarrarse al fondo marino, esto es de anclar. En los tratados de maniobras, las operaciones de fondeo y desfondeo eran vitales, y perder un ancla, necesidad en la que podían caer si no podían recogerla, era toda una desgracia.

De esto se sigue toda una evolución en el diseño de las anclas, desde aquellos barcos fenicios, un mero plomo encepado, (plomo del que dicen sustituían por otra de plata en ciertas costas españolas, tal era su riqueza) pasando por la de clásico y característico diseño, emblema de las marinas, la de tipo almirantazgo, a las más modernas tipo Hall.

Pero ¿verdad que es curioso que el emblema de la marina sea el ancla que retiene, y no la vela que impulsa? Quizá en ello se vea más el anhelo de un marino, que es permanecer antes que mutar. Quizá el ancla represente la firmeza, y la vela lo voluble como el viento.

Parafraseando aquello de "Navegar es necesario, vivir no" podríamos decir:

"Anclar es necesario, navegar no".

(je je, también se me ocurre "beber es necesario, vivir no"; a vuestra salud, foreros )

La verdad es que en todo monumento o dibujo referido a la mar o a la marina, no puede (ni debe) faltar un buen ancla, y cuando más grande... mejor.

Creo que por ahi va la cosa, amigo "Espaldar", que navegar sera muy bonito en ocasiones, pero lo que todo el mundo desea en el fondo es llegar a algun sitio que merezca la pena y "echar el ancla".

Que no somos cetaceos ni otros mamiferos marinos, sino terrestres y muy terrestres, que estamos siempre en el mar "de visita" y jugandonos el tipo a la primera de cambio.

Y eso es algo que no olvida nunca un buen marino, pero si a veces, los "veraneantes", y con tragicos resultados.

Recuerde al "Holandes Errante", seguro que no llevaba anclas, ese era su castigo.