La muerte no es el finalHay mucha gente que no sabe que “La muerte no es el final” no es una pieza militar en su origen. Es una canción cristiana compuesta por el sacerdote vasco Cesáreo Gabaráin Azurmendi, (Hernani, 30 de abril de 1936-Anzuola, 30 de abril de 1991) que se la dedicó a Juan Pedro, un joven organista de su parroquia que murió con 17 años.
El padre Gabarain estudió en el seminario menor de Zaragoza y en el mayor de San Sebastián y fue ordenado sacerdote en San Sebastián en 1959. Ejerció como capellán en San Sebastián, Madrid y Anzuola, donde murió de cáncer en 1991.
El Padre Gabaráin ha compuesto centenares de canciones litúrgicas postconciliares, muchas de ellas, conocidas en todo el mundo católico, y algunas, incluso, fuera de él.
Se deben a su inspiración, entre otras: “Cantando la alegría”, “Creo, Señor”, “Cristo, nuestro salvador”, “Cristo te necesita”, “Danos, Señor”, “El Señor es bueno”, “Enséñame, Señor”, “Hoy, Señor, te damos gracias”, “Id y enseñad”, “Iglesia peregrina de Dios”, “La Misa es una fiesta”, “La Misa no termina ”, “Ojalá escuchemos hoy su voz”, “Pescador de Hombres” (Tú has venido a la orilla...) “Tan cerca de mí”, “Tú nos invitas, Jesús”, “Un niño se te acercó”, “Viene con alegría”, “Ya llega”.
En 1981, el General D. José María Sáenz de Tejada, estando al mando de la División de Navarra, escuchó esta canción durante un funeral celebrado en la parroquia de San Lorenzo de Pamplona. El general, persona de extraordinaria sensibilidad, imaginó inmediatamente cómo realzaría esta bellísima música, una vez adaptado su ritmo al paso lento y solemne, el traslado de la tradicional corona de laurel hasta la cruz en los ceremoniales militares de homenaje a los Caídos.
En consecuencia, encomendó al jefe de la sección de música de la gran unidad, comandante Tomás Asiaín, la adaptación del canto de Gabaraín al paso lento de nuestro Ejército.
El resultado, como era de prever, fue espectacular. Su presentación, con carácter privado, a comienzos de 1982, en el cuartel del Regimiento de Infantería de América 66, fue todo un acontecimiento. El recorrido de la corona hasta la Cruz se había ceñido a la duración de la música, seleccionándose una sola estrofa –intermedia- del texto de Gabaraín para facilitar su memorización a los soldados. Como había pensado Sáenz de Tejada, el hermoso texto cobraba una dimensión solemne y conmovedora bajo el seco contrapunto de los tambores militares
El canto se extendió pronto al resto de la División y a otras unidades, y ya se interpretaba en toda España en junio de 1983.
S. M. el Rey lo conoció en 1985, en el homenaje tributado a los caídos el día de la entrega de despachos a una promoción de
la Academia General Básica de Suboficiales, en Talarn (Lérida), e hizo grandes elogios de él, interesándose por su origen. Posteriormente, el ministro de Defensa Narciso Serra decidió incorporarlo a las ceremonias oficiales de homenaje a los caídos.
La primera vez que se interpretó con rango oficial fue el día 3 de octubre de 1986 sin letra, sólo música, con ocasión de la visita a España del Presidente de la República de Guatemala, en la iniciación de las ceremonias de homenaje a los que murieron por la Patria, ante el viejo monumento de la Plaza de la Lealtad en madrid.
“La muerte no es el final”, a partir de entonces, se convirtió en la oración a los caídos, hoy interpretado por todas las fuerzas y cuerpos de seguridad de España en las ceremonias de homenaje a caídos en acciones a lo largo de nuestra Historia, como parte del Ceremonial en Homenaje a los Caídos por España.
(datos extraídos del libro “Historia de la música militar de España”, de Ricardo Fernández de la Torre)
La versión más emocionante de este canto que he escuchado -sigue el autor del libro-
me llegó por un vídeo casero obtenido en un escenario inimaginable, y en una ceremonia del más elevado poder emocional: era el 15 de septiembre de 1997, en el llano de Pankowka, cerca de Novgorod, en Rusia. Con el acompañamiento de una banda civil de viento, e interpretado por un grupo de españoles, antiguos miembros de la División Azul, el hermoso canto envolvía en el más elevado clima emocional el acto de inauguración del monumento a los caídos de la unidad, levantado en aquellas tierras por su Hermandad.Letra original del himno religiosoTú nos dijiste que la muerte
no es el final del camino,
que aunque morimos no somos,
carne de un ciego destino.
Tú nos hiciste, tuyos somos,
nuestro destino es vivir,
siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.
Cuando, Señor, resucitaste,
todos vencimos contigo,
nos devolviste la vida,
como en Betania al amigo.
Cuando la pena nos alcanza
por un hermano perdido,
cuando el adiós dolorido
busca en la fe su esperanza.En tu palabra confiamos
con la certeza que Tú
ya lo has devuelto a la vida,
ya lo has llevado a la luz.
Ya lo has devuelto a la vida,
ya lo has llevado a la luz.Si caminamos a tu lado,
no va a faltarnos tu amor,
porque muriendo vivimos
vida más clara y mejor.
Letra del himno militarCuando la pena nos alcanza
del compañero perdido,
cuando el adiós dolorido
busca en la fe su esperanza.
En tu palabra confiamos
con la certeza que Tú
ya lo has devuelto a la vida,
ya lo has llevado a la luz.
Ya lo has devuelto a la vida,
ya lo has llevado a la luz
Enlaces:
Para oir y bajar legalmente (entre otros muchos): https://www.uoe5estol.es/espanol/14-musi ... _final.mp3 https://www.ejercitodelaire.mde.es/stweb ... 23F769.mp3https://www.boinasverdes.org/cancionero/ ... 0final.mp3 Para ver y oir (diferentes versiones y ambientes):https://es.youtube.com/watch?v=kgOwHgFN1WU https://es.youtube.com/watch?v=Ntt5sck27 ... re=related https://es.youtube.com/watch?v=wOfir9UWyp8