Tal día como hoy, hace poco más de tres siglos, la ría de Vigo ardía en llamas. El 23 de octubre de 1702 se registraba en el estrecho de Rande una de las mayores batallas navales de la historia. Más de 150 navíos de guerra ingleses y holandeses atacaban a los 14 galeones españoles de la Flota de la Plata, protegidos por una escuadra francesa de 17 buques de línea, comandados por el conde de Chateau-Renault, a bordo de su buque insignia, Le Fort .
Los atacantes disponían de 13.587 hombres. Los defensores, de 350 marineros en los castillos de Rande y Corbeiro. A ellos, se sumaban 1.000 acantonados en Vigo, entre el Castro y el castillo de San Sebastián. Otro millar de tropas se sitúa en la ensenada de Teis. El resto intentó combatir a bordo de los barcos. Pero la resistencia fue inútil: La superioridad de la escuadra anglo-holandesa era aplastante.
A las 11 de la mañana de tal día como éste, el vicealmirante Hopson lanzó su buque, el Torbay , a toda vela contra la barrera tendida por los defensores en el estrecho de Rande. El Bourbon , el Esperance y el Le Fort dispararon sus cañones y el navío inglés fue barrido por la metralla e incendiado. Pero no se hundió. Tras él, entró el resto de barcos de guerra y comenzó una carnicería, sin apenas espacio para maniobrar en la pequeña ensenada de San Simón.
José Chacón, testigo del combate, describe el horror: «Peleábase con fuegos de inhumano artificio, ollas, camisas y bolas de betún ardiente». La devastación dura horas. Finalmente, el almirante español, Manuel de Velasco, ordena prender fuego a los galeones, para que no los capture el enemigo. Pero, en realidad, ya están casi todos en llamas. Los cañonazos entre naves se dan a escasos metros de distancia y el combate es infernal. Morirán en la batalla 800 hombres por el bando anglo-holandés y más de 2.000, por los defensores.
El tesoro de Indias
El tesoro de Indias, el mayor que nunca haya cruzado el océano Atlántico, fruto de tres años de producción de metales preciosos en América, se salva en buena parte. Al menos, llega a Madrid, sobre mil carros de bueyes, el «quinto real», el 20% que correspondía a la Corona. Otra parte es saqueada por los ingleses y no pocas riquezas se van al fondo de la ría. Las rescatará el capitán Nemo, según la novela de Verne, sumergiéndose con el Nautilus casi dos siglos después.

A los aliados anglo holandeses les preocupaba, en esta Guerra de Sucesión Española, más que la pura defensa de los derechos del pretendiente austriaco, sacar tajada, aunque la disfrazaran de estrategia. La última tajada aún perdura en aguas algecireñas. Y es que: "de molinero cambiarás pero de ladrón no te escaparás".

Lástima que en el fondo de la ría ya no se encuentre ni una brizna de ese tesoro. Yo creo que hasta los últimos restos se los comieron los mejillones de las bateas.

Gracias por recordar este evento. Es una pena que esta batalla no sea más divulgada. Siempre que he cruzado el puente de Rande he sentido una emoción especial.

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Bueno, es que de las medio derrotas y derrotas, no nos hace falta hablar a nosotros, ya tenemos "amigos" que lo hacen muy bien y nos siguen recordando como los de la Santa Inquisición.


En cuanto a la recuperación del "tesoro" fue casi inmediata a la salida de los enemigos, aunque si no recuerdo mal se tardaron siete meses. Hay o quedan muy pocos "tesoros" españoles hundidos, la mayor parte se recuperaban si era posible, ya que las flotas iban -Somormujadores- que eran los buzos, expertos en inmersiones a pulmón, y dependiendo del lugar y la cantidad, se tardaba más o menos.


Aun hay algún "listo" en Florida, buscando un "tesoro" de siete buques que se hundieron casi en la playa, de todo lo que llevaban se recuperó el 95% por los españoles en tres meses y efectivamente, de vez en cuando sale algún Escudo de oro, pero solo de vez en cuando, pero en cuanto aparece uno vuelven cientos a buscar, que yo ya he llegado a pensar, si es una recaudación de los hoteles de la zona, que tiran uno y lo encuentra "alguien" que por unos dólares lo devuelve a sus propietarios, pero ellos mientras ya han llenado los hoteles de buscadores de tesoros.


El negocio es el negocio.


Un abrazo.
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Los españoles de esa época, quieran o no quieran, eran la primera potencia del mundo occidental.

Pero no dejen de ver vuesas mercedes que la mayor tajada que podían sacar esas potencias rivales era la no unión de España Francia, y esas tajadas las venían a sacar gracias a la proverbial y celtibérica costumbre de la división interna hispana. La guerra de sucesión fue responsabilidad y delito de Lessa patria de algunos españoles. Eso no tiene paliativos.

Habiendo españoles nunca ha hecho falta buscar enemigos.

Saludos

Sobre lo dicho por Espaldar, conviene recordar que los primeros españoles que se pusieron en 1704 al lado del archiduque, habían jurado lealtad a Felipe V, precisamente porque Felipe V, previamente, había jurado respetar sus fueros y costumbres (incluyo la lengua vernácula).

Pero le traicionaron, porque vieron más posibilidades de negocio (¿o deberíamos decir "negoci"?) pasándose al Archiduque.

Luego se quejaron de que Felipe V aboliera sus fueros a partir de 1714.

Y es que hay gente (especialmente en ciertas regiones) que esto de cumplir sus juramentos y lealtades lo lleva muy mal.

Lángara pasar por Rande ya de por si esa emocion que dices , si puedes pasa por debajo navegando a vela y veras