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Biografía de don Fernán Sánchez Tovar


Almirante de Castilla.


Se desconoce su fecha de nacimiento, nada anormal en los marinos de esta primera época.


Solo comienza a ser conocido, al ser nombrado en el año de 1366 por el rey Enrique II, Almirante Mayor de Castilla.


En el año de 1374, al frente de una escuadra, formada por quince galeras de Castilla, cinco de Portugal, más alguna francesa, puso rumbo a la isla de Wight, ésta fue castigada llevando a cabo varios desembarcos y saqueando a todos las poblaciones que encontró a su paso.


En el año de 1375, los ingleses, estando con Paz firmada, atacaron en Saint-Malo a siete naves, cuyas tripulaciones fueron pasadas a cuchillo. En represalia por esta acción, que excedía a toda regla de la guerra, puso rumbo a la Rochelle y halló en este puerto a ochenta y cinco naos inglesas, que habían ido a cargar sal, a las que apresó en totalidad y con ellas transportó la preciada carga a Castilla.


En el año de 1377, en unión al almirante francés Vienne, formaron una escuadra de 50 galeras, pusieron rumbo a la isla de Albión y efectuando diferentes desembarcos, saquearon las ciudades inglesas de Walsingham, Rottingdean y Dover.


Una vez allí pensaron en proseguir el castigo a tan obstinados enemigos, por lo que atacaron Calais, pero sufrieron mucho por estar perfectamente defendida y no pudieron arrasarla, esto no les desanimó, pues volvieron a embarcar y desembarcar frente a Rye, que cayó arrasada y con este sistema de ataque, siguieron su periplo costero, siendo arrasadas Flokestone, Portsmounth, Darmounth y Plymouth.


En el año de 1378, consiguió el apresamiento de ocho galeras inglesas; persiguiendo a otras cuatro que huyendo fueron a refugiarse, bajo el amparo de los cañones de la Roche Guyon, situado en la desembocadura del río Loira, a pesar del fuego del castillo, consiguió el apresar al resto de la escuadra inglesa.


En el año de 1379, falleció el rey de Castilla don Enrique II y le sucedió en el trono Juan I, quién confirmó a Tovar, como almirante mayor de Castilla.
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En el año de 1380, por orden del Rey, se formó una escuadra de veinte galeras, con las que el Almirante puso rumbo al Támesis, llegando a Gravesend, que está a la vista de Londres y como se negaron a pagar un tributo, decidió incendiar la población.


Pero no se conformó con esto, sino que viendo que la oposición era mínima, aprovecho el momento, realizando el mismo destrozo en Winchelsea más otras poblaciones costeras.


En el año de 1381, el Rey de Portugal, se unió al duque de Lancaster, por la pretensión del primero de conseguir coronarse Rey de Castilla, esto fue una declaración de guerra en firme, por lo que el Almirante de Castilla, con una escuadra compuesta por dieciséis galeras, se puso rumbo a Lisboa para ir a buscar a la portuguesa, se encontraron las dos escuadras, siendo la lusitana de veintitrés galeras, a pesar de la inferioridad numérica de las castellanas, Tovar no se lo pensó y atacó al centro enemigo, el cual no resistió el empuje de los infantes castellanos, por lo que fueron apresadas o hundidas todas las portuguesas, que estaban al mando del hermano de la reina de ese país, el conde de Barcellos, realizando un total de seis mil prisioneros incluido el su jefe.


Al comenzar la primavera del año de 1382, Tovar reunió una escuadra, a las galeras de la corona, más otras veintiséis naos de Cantabria; se hizo a la mar con rumbo a la desembocadura del río Tajo, penetrando por él sin demasiada resistencia, lo que le convenció de que estaban desprevenidos, por ello ordenó desembarcar en las proximidades de Lisboa, con lo que se dedicaron a destruir todo lo que encontraban a su paso.


Regresó y le fue notificado, que en Gijón se había producido una rebelión, por lo que bloqueo el puerto y vigilo sus costas, manteniendo esta posición hasta el año de 1384, en fue sofocada por las tropas del Rey.


Al terminar la guerra intestina en Portugal, éstos llamaron y se reunieron a su escuadra, naves genovesas y venecianas, que juntas bloquearon las aguas de Galicia por espació de tres meses, que fueron los que necesitó el Almirante de Castilla, para reunir a sus fuerzas, al hacer su aparición en esas aguas la escuadra de Castilla, los valientes enemigos abandonaron el bloqueo y a toda vela, buscaron refugio en el puerto de Oporto.
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Viendo que no tenía enemigos, los dejó tranquilos, aparentemente, pues la escuadra a su mando estaba compuesta por setenta y una naos y carracas, dieciséis galeras, una galeaza, más otras naves menores.


Lo que aprovechó la escuadra aliada, para cargada de víveres transportarlos a Cascales donde fueron desembarcados, pero a la salida de este puerto la atacó, consiguiendo apresar a tres de las naos enemigas, entre ellas la capitana en la que murió su jefe el, portugués Ruiz Pereira muy heroicamente, logrando el resto regresar a la desembocadura del Tajo, pero perseguidos por los castellanos.


Que penetraron detrás de ellos, realizando un desembarco, con el que se consiguió la rendición de la población de Almeda, situada frente a la capital, Lisboa.


Pero por su larga permanencia en la mar, se declaró la peste en la escuadra Castellana, por lo que Tovar reaccionando rápidamente, ordenó el regreso a las aguas de Castilla, pero la fortuna en este caso le falló, pues él fue victima de esa enfermedad, por lo que falleció a bordo de su nao Capitana, que por orden de su segundo en el mando y siguiendo el rumbo marcado por su almirante, entraron por el río Guadalquivir hasta la ciudad de Sevilla, con todos los buques guardando el más riguroso luto, ya que la única bandera que se podía distinguir por ser de otro color era el pendón de Castilla, enarbolado en el palo mayor de su propio buque.


Así murió un Almirante de Castilla, que había sido en vida el terror de los mares y uno de los pocos, que logró penetrar por el Támesis, doblegando el orgullo de los ingleses; ninguno pudo con él por las armas, pero lo logró una peste.





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Buenas
La Roche Guyon, en la desembocadura del rio Loire no me suena, sin embargo si que hallo uno en el rio Sena.

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Amigo eusebio


He confirmado la fuente y dice lo que escribo, eso no quita para que se confundieran, bien al escribirlo, bien al imprimirlo.


Si confirmas el dato, fehacientemente no hay inconveniente en cambiarlo en la biografía. Todos somos conocedores de la cantidad de errores que hay en los libros, así que como el rectificar es de sabios, pues ya sabes.


Un abrazo y gracias.
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Voy a aportar la información que tengo.

Fernando Sánchez de Tovar, vigésimo almirante de Castilla (también llamado en varias fuentes Fernán Ruiz de Tovar).

Se ignora la fecha y lugar de su nacimiento. Sobre la fecha, sólo podemos afirmar que por los tiempos en que ya estaba activo, y por cuándo murió su padre (1340) es anterior a 1340. Algunos autores la estiman entre 1310 y 1320 (sin explicar en qué se basan).

Sobre su lugar, sólo hay una conjetura: desde tiempos de su abuelo estaban radicados en Sevilla, y en Sevilla fue enterrado, trasladando su cuerpo desde la flota que asediaba Lisboa (que es en donde murió de peste) a la Capilla de San Clemente de la Catedral. Allí hubo lápida que mandó poner su bisnieto Juan de Tovar, y que decía: "Aquí yace el bueno e honrado cavallero D. Ferrant Sanchez de Tobar, Almirante de Castilla que Dios perdone, e finó sobre Lisboa en el año de MCCCLXXXIIII, e mandole fazer esta sepultura Juan de Tobar su viznieto, en el año de MCCCCXXXVI".

Era hijo de D. Ruy Fernández de Tovar y de Dª Elvira Ruiz Cabeza de Vaca.

Fue partidario, en un principio, del rey Pedro I, que le nombró Alcalde de la Mesta el 5 de enero de 1355 (seguramente, su primer servicio a la Corona), Adelantado Mayor de Castilla en 1360 (sustituyendo a Diego Pérez Sarmiento), y Frontera Mayor de Murcia en 1364.

También fue capitán de galera en la contienda que Pedro I de Castilla mantuvo contra Aragón.

Por tanto, durante la Primera Guerra Civil Castellana actuaba ya como Adelantado Mayor. Pero en 1366, cuando se encontraba en Calahorra cambió de bando, entregando la plaza al aspirante al trono Enrique de Trastámara y poniéndose a su servicio. Pedro I se vengó de la afrenta haciendo asesinar a su hermano Juan Fernández de Tovar, también desafecto a él.

Enrique II le confirmó como Adelantado Mayor, y le hizo Almirante de Castilla el 22-9-1374, reemplazando así al fallecido genovés Ambrosio Bocanegra.

Además, como premio a su traición a Pedro I, y lealtad a Enrique II, recibió también de este último otras "mercedes": hacia 1366 la villa de Astudillo y, tras el triunfo sobre Pedro (con resultado de muerte), el nuevo monarca le nombró su Guarda Mayor y le concedió en 1370 la villa de Gelves en el Valle del Guadalquivir. Por último, y en prueba de la gran confianza que el nuevo rey depositaba en el de Tovar, le nombró su testamentario.

Participó en la guerra de los Cien Años, con hazañas en el Canal de la Mancha, en la 3ª guerra Fernandina, y en la crisis portuguesa de 1383-85 (durante la cual murió).

Cercando Lisboa (primero, al mando de 40 naves; después, con más de 60) con el Rey D. Juan I, murió a causa de la peste, al igual que los grandes militares Cabeza de Vaca, Juan Martínez de Rojas, y los mariscales Pedro Ruiz Sarmiento y Fernán Álvarez de Toledo.

Tuvo, al menos, dos hermanos:

- Sancho Ferrández de Tovar (nacido hacia 1330) que fue Señor de Çevico de la Torre (desde 8-6-1368). Casó con Teresa (o Elvira) de Toledo, fue preso en la batalla de Nájera. Tuvo, entre otros hijos, a Juan de Tovar (nacido hacia 1370), señor de Cevico.
Este Juan de Tovar casó dos veces: con Dª Sancha de Manoel (h. 1365) y Dª Catalina Manuel (h. 1395). Se ignora si tuvo hijos del 1º matrimonio. Del segundo tuvo: Juan de Tovar, señor de Cevico (casó en 1410 con Dª María Álvarez de Toledo), y Dª Leonor de Tovar (casó hacia 1415 con D. Pedro Lopes do Quental, alcaide-mór de Mourao)

- Juan Ferrández de Tovar, al que mandó matar el rey don Pero. Tuvo, al menos, dos hijos: D. Ruy Ferrández de Tovar (que también murió en la batalla de Aljubarrota, junto a su sobrino el Almirante Mayor de Castilla Juan Fernández de Tovar), y Dª Mayor González de Tovar.

Volviendo al hilo principal, Fernando Sánchez de Tovar casó con Dª Isabel de Padilla y Sarmiento, y fueron padres, al menos, de D. Juan Fernández de Tovar, Almirante mayor de Castilla, muerto en Aljubarrota el 14 de agosto de 1385 (y protagonista de otro tema de este foro).

Fue uno de los grandes marinos españoles de su época, como confirman las diversas acciones navales de las que fue protagonista.

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Acciones en la Guerra de los Cien Años

Fernán Sánchez de Tovar se convirtió en uno de los hombres de máxima confianza de Enrique II.

Como Almirante Mayor de Castilla Fernán Sánchez de Tovar fue el artífice de los grandes éxitos de la marina castellana en Flandes y en las costas británicas, infringiendo duros reveses al reino de Inglaterra en sus puertos y en el Canal de la Mancha.

En 1380, muerto ya Enrique II, llegó incluso a remontar el Támesis poniendo fuego a Gravesend, que es hoy uno de los barrios de Londres.

El Tratado de Toledo de 20 de noviembre de 1368 que Enrique de Trastámara había firmado con Carlos V de Francia, decía que Enrique estaba comprometido con Carlos a prestarle ayuda militar naval en su pugna con Inglaterra (Guerra de los Cien Años), debido a la ayuda que Francia había dado a Enrique en su pugan con su hermano el rey Pedro I. Además, el duque de Lancaster tenía pretensiones al trono castellano desde 1371.

Al reanudar Carlos V de Francia las hostilidades con los anglosajones en 1369, solicitó la colaboración de Castilla. Cn ella, se consiguieron victorias como la de La Rochela (1372).

A partir de 1374 Enrique II nombró a Sánchez de Tovar Almirante Mayor, reemplazando al fallecido Ambrosio Bocanegra. Y es entonces, al frente de la flota, cuando Tovar demostrará su mayor destreza militar.

En 1374 se dirigió hacia Inglaterra al frente de 15 galeras, a las que se sumarían cinco más que debía aportar Portugal (Tratado de Santarem, 1373) a las confrontaciones anglo-castellanas de la Guerra de los Cien Años. A esta escuadra se incorporaron unas pocas naves francesas mandadas por el almirante Jean de Vienne, y la flota combinada realizó varias acciones de castigo sistemáticas contra la costa inglesa. Una de ellas consistió en un arriesgado asalto -y posterior saqueo- de la Isla de Wight (1374).

Todo esto, junto con la destrucción de navíos enemigos en el Canal de La Mancha, ayudaba también a proteger la ruta comercial Castilla y Flandes.

En junio de 1375 se acordó la Tregua de Brujas. Pero fue efímera, debido a la actividad de corsarios ingleses, primero, y castellanos y franceses después.

Reanudadas las hostilidades en 1377, Enrique II se anticipó a los británicos, enviando de nuevo a Sánchez de Tovar a sus costas. Junto al almirante Vienne, formó una flota de caasi 50 galeras con 5.000 hombres a bordo preparados para desembarcar. Desembarcaron, atacando e incendiando las poblaciones costeras de Rye, Rotingdean, Lewes, Folkestone, Portsmouth, Dartmouth y Plymouth, y poco después, Southampton, Hastings, Poole y Wight, que esta vez quedó completamente arrasada.

En 1379 murió Enrique II, sucediéndole en el trono de Castilla su hijo Juan I. En agosto de ese año, Sánchez de Tovar conquista con ocho galeras el castillo de La Roche-Guyon, capturando al mismo tiempo cuatro naos inglesas que portaban un buen número de tropas para la campaña del continente.

En Junio-Julio de 1380, Tovar zarpó de nuevo desde Sevilla al mando de veinte galeras (diez de ellas pagadas por el rey de Francia), con orden de reunirse con el Almirante Vienne en La Rochelle. En Winchelsea derrotaron espectacularmente a las tropas del abad de Battle, que hubieron de huir.

La flota aliada se retiró al puerto de Harfleur desde donde en agosto, después de reaprovisionarse, ejecutaron una operación ambiciosa: remontaron el río Támesis desde su desembocadura hasta Gravesend, muy próxima a Londres, que incendiaron al igual que todas las poblaciones ribereñas. Este hecho -que no ha vuelto a repetirse en la historia- queda recogido por la Crónica de D. Juan I : "Ficieron gran guerra este año por la mar, e entraron por el río Artemisa [Támesis] fasta cerca de la cibdad de Londres, a do galeas de enemigos nunca entraron".
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La "Tercera Guerra Fernandina"

A lo largo de su reinado, y después de la muerte de Pedro I de Castilla, Fernando I de Portugal sostuvo tres conflictos con Castilla, reclamando los derechos que decía tener sobre su trono. A las tres se las conoce como "Guerras Fernandinas".

En 1381 rompió el Tratado de Santarem de 1373 (con el que se había puesto fin a la segunda guerra). Contó con la ayuda de tropas inglesas, consecuencia de una reciente alianza firmada con Ricardo II de Inglaterra.

El 17 de julio de 1381 se enfrentaron frente a la isla de Saltés (cercana a Huelva) una escuadra portuguesa de 23 galeras (mandada por Juan Afonso Telho, cuñado de Fernando I) y una castellana de 17 galeras (mandada por Tovar). Terminó en una victoria absoluta de Castilla: Tovar aplicó su gran inteligencia táctica marina y consiguió dispersar a la flota enemiga, con la que desapareció su superioridad numérica. Los castellanos capturaron todos los barcos portugueses menos uno, y sus respectivas tripulaciones, y regresaron a su base de Sevilla entre aclamaciones, mientras exhibían sus presas.

Al año siguiente, en marzo de 1382, una escuadra castellana al mando de Tovar, formada por una flota de 26 naos procedente del Cantábrico y otra de Sevilla con galeras, reunidas ante la desembocadura del Tajo, penetró en su estuario. Llegó a Lisboa el 20 del mismo mes y, ante una oposición escasa, desembarcaron y saquearon las poblaciones vecinas, como Embregas, Frielas, Vila Nova, Palmela y Almada.

Al mismo tiempo, Lisboa quedó sometida a un bloqueo naval que impedía la entrada de armas, caballos e incluso la paga de las tropas inglesas allí estacionadas. Los ingleses, desesperados, arremetieron contra la población y su patrimonio. Fernando I no tuvo más salida que firmar la paz con Castilla mediante el Tratado de Elvas (agosto de 1382). En él se acordaba que la repatriación de los ingleses sería a cargo de la flota de Castilla, que realizó bajo el mando de Tovar.

Todavía a finales de este año, seis galeras de la flota de Tovar, dirigidas por Fernán Ruiz Cabeza de Vaca, se desplazaron a Flandes para apoyar a las fuerzas de Carlos VI de Francia en su lucha contra el rebelde flamenco Philip van Artevelde.
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La crisis portuguesa de 1383-1385

El rey Fernando I murió poco después de los hechos ya relatados. No tenía herederos varones, y se inició lo que se ha llamado en Portugal "Crisis de 1383-1385".

Se eligió rey de Portugal a Juan I de Castilla, por estar casado con la única heredera portuguesa: la reina Dª Beatriz, hija única de Fernando I. A ello se opuso una facción importante de la nobleza, dirigida por el Maestre D. Juan de Avis, que tomó Lisboa en 1383 proclamándose rey.

Juan de Avis reforzó la Armada, que había quedado muy maltrecha en los años anteriores. Mandada por Gonzalo Rodrígues de Sousa, hizo algunas escaramuzas en Galicia en 1384, pero se retiró a Oporto al llegar la flota castellana de Tovar, procedente de Sevilla.

Juan I de Castilla no renunció a sus derechos, y decidió reconquistar Lisboa. Para ellos, se inició en mayo de 1384 un bloqueo por tierra y mar. Para el cerco marítimo, Tovar disponía de unas 40 embarcaciones, entre galeras y naos (estas últimas, procedentes del Cantábrico y a las órdenes de Pero Afán de Rivera).

La escuadra portuguesa, refugiada en Oporto, intentó romper el cerco a Lisboa en junio, mandada por Ruy Pereira. Se aprovisionó en Cascais, y entró en el estuario del Tajo el día 17. En vanguardia iban cinco naos (cuatro gruesas y una reforzada en punta, capitaneada por Pereira), 17 galeras en el centro, y 12 barcos cargados con los abastecimientos en retaguardia.

La flota castellana salió a su encuentro. Chocaron ambas vanguardias. El combate fue muy vivo. Tovar, en la capitana "San Juan de Arenas" abordó la nao de Pereira, y así lo hicieron las demás. Los castellanos hundieron 4 naos y causaron casi 2.000 bajas. Pero los barcos portugueses de abastecimiento aprovecharon el combate para deslizarse próximos a la costa Norte, protegidos por las galeras del centro, y entraron en Lisboa. Pereira había sacrificado parte de su flota, para conseguir el objetivo principal, y lo había conseguido. Lisboa no se rindió (y había estado a punto de hacerlo).

Aunque esto era un contratiempo importante para Juan I de Castilla, no se acabó el cerco. Antes al contrario, Tovar aumentó su flota hasta 61 naos y carracas, 16 galeras, una galeaza y varios leños menores. Con ello se estrechó el cerco y, al mismo tiempo, se intentaron operaciones de desembarco. Así, el 27 de julio se intentó una operación anfibia para entrar en Lisboa, que fracasó, aunque sí pudo tomar algunas poblaciones, como Almada (margen Sur del Tajo).

El bloqueo continuó, pero hubo de terminar precipitadamente cuando se presentó la peste en sus posiciones, causando una mortandad importante en las tropas de tierra y en la Armada. La enfermedad mató a muchas personas, pero lo peor es que se llevó pro delante la vida de los militares principales, irreemplazables, como Cabeza de Vaca, Juan Martínez de Rojas, los mariscales Pedro Ruiz Sarmiento y Fernán Álvarez de Toledo, y el propio Sánchez de Tovar.

La falta de estos altos cargos militares tuvo repercusiones en la efectividad de Castilla en los años siguientes, y esta fue, sin duda, una de las causas de la derrota de Aljubarrota al siguiente año.

Las primeras en retirarse fueron las tropas de tierra. Y unos días después, el 17 de agosto, la flota castellana, en la que iba el propio Juan I, se retiró a Sevilla.

Fernando Sánchez de Tovar falleció en su nave capitana. En ella, enlutada, fue trasladado su cadáver hasta Sevilla, y sepultado en la capilla de San Clemente de la Catedral de Santa María.
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Fuentes:

“Los almirantes del siglo de oro de la Marina castellana”, de Francisco Javier Díaz González, José Manuel Calderón Ortega (ISSN 0214-3038, Nº 24, 2001)

“La trama vasallática de los Lara: una aproximación prosoprográfica”, de Antonio Sánchez de Mora (IV Jornadas Luso-Espanholas de Historia Medieval, celebradas en Oporto en 1998)

“El almirantazgo de Castilla y las primeras expediciones y asentamientos en Canarias”, de Rafael Sánchez Saus

"Tiempos Modernos. Revista electrónica de Historia Moderna, Vol 6, No 18 (2009)"

"LOS ALMIRANTES DE CASTILLA: DESCRIPCIÓN HISTÓRICA E INSTITUCIONAL SIGLOS XIII A XVI" de Rogelio Pérez-Bustamante

“El caso de Berlanga de Duero y los Tovar”, de Alfonso Franco Silva

Espasa

Enlaces:

https://www.caballerosandantes.net/index ... =44&page=7
https://www.cervantesvirtual.com/servlet ... 4_0104.pdf
Wikipedia

Gracias Ensenada y Amenofis por vuestras sendas biografias de este Gran Almirante que vaya gestas se atrevió a hacer el jodío! ni mas ni menos que atacar toda la costa inglesa que da al Canal, destruye sus puertos y navíos y por si fuera poco se adentra enel Rio Tamesis atacando las ciudades cercanas y yendo en pos de atacar Londres!! pero que par de .....bien puestos que los tenía este hombre nacido en nuestra patria! Además por lo que he leido, al parecer nunca fué vencido verdad? increible! en 27 años de servicio! creo que este excelente marino va a pasar a ser junto a Blas de Lezo y Antonio Barceló uno de mis preferidos jejeje

Pero quisiera saber si existe algún libro dedicado a este Gran Almirante y mejor soldado que nos narre su vida y hazañas ya sea en una Novela o en un trabajo de No Ficcion?

Incluso no estaria nada mal que se hiciese en este pais una pelicula sobre él y sobre todo su hazaña de entrar en pleno corazon de Inglaterra a través del Tamesis y que no llegó hasta Londres por recibir ordenes de volver! (basicamente lo mismo que me gustaria tambien para mi admirado Lezo).

Un Abrazo

No conozco ningún libro dedicado a él (lo cual no quiere decir que no lo haya).


Pero para que pasara esto, Tovar no tendría que ser español, sino anglosajón, francés, o de otro país que respete su propia historia...

Y si no, fijémonos en cuántas películas se han hecho sobre Blas de Lezo o sobre Toni Barceló.

Y peor aún, cuántos españoles han oído hablar de ellos, y cuántos creerán que hay que retirarles los nombres de las pocas calles que se les han dedicado (cuando las hay) porque les suenan a "fachas".