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Biografía de don Lope Díaz de Armendáriz


Capitán general de la Real Armada de la Guarda de Indias.


Virrey de Nueva España.


Marqués de Cadereyta.


Se desconoce el lugar y la fecha de nacimiento. Por el apellido es fácil deducir que era proveniente del Señorío de Vizcaya y por la fecha en que manda la Armada, debió nacer entorno a la sexta década del siglo XVI.


Se comienza a saber de él ya en el año de 1606, cuando estaba al mando de la Flota de Indias, siendo un gran marino y muy conocedor de las prácticas náuticas.


El día cuatro de septiembre del año de 1622, zarpó de la Habana con su escuadra compuesta de ocho galeones y tres pataches para misión de aviso, dando escolta a una flota de Tierra Firme al mando de don Juan de Lara con diecisiete naves con rumbo a la bahía de Cádiz, como segundo de la escuadra iba de almirante don Juan de Larraspuru.
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Con rumbo a buscar el tornaviaje, por lo que tuvieron que navegar por el canal de Bahamas, estando en él se desató una de las típicas tormentas que fue en este caso tan dura, que a pesar de los grandes conocimientos no se pudo evitar la pérdida de tres galeones y un patache de la escuadra más cuatro de los buques de la flota, pero a pesar de todo consiguieron llegar el resto al punto de arribada.


La escolta más famosa fue la que realizó en el año de 1625, ya siendo conocedor de los ataques de los ingleses a las flotas e incluso a puertos de mar de la Península, navegó por rutas tan fuera de uso en la época, que no sólo no lo pudieron localizar los enemigos, sino que en su búsqueda fueron enviados cuarenta buques españoles para avisarle de que los ingleses habían tomado la bahía y ciudad de Cádiz, pero él se presentó día veintinueve de noviembre, pocas horas después de haber sido desalojados los enemigos, por lo que no tuvo ningún contratiempo, pero en la mar nadie consiguió encontrarlo, lo que dejó muy claro sus grandes conocimientos de la náutica.


Por esta demostración que había evitado un desastre, al ser puesto en conocimiento del Rey Planeta don Felipe IV, promulgó un Real Decreto para que este día fuera fiesta en todos sus territorios, para dar gracias al Todopoderoso por la bienaventuranza.
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En el mes de marzo del año de 1633, se le dio el mando de las fuerzas de Mar y Tierra, para desalojar a los holandeses de todas las Antillas, lo que consiguió no sin esfuerzo pero con gran talento. Entre ellas y por la importancia de la isla de San Martín, se le unieron bajo su mando las escuadras al mando de don Lope de Hoces y de don Nicolás de Masibradi, ante tal fuerza los holandeses a pesar de estar protegidos por un fuerte que habían levantado fueron vencidos totalmente.


Pero todo fue consecuencia del gran talento de don Lope, pues viendo las formidables defensas de la fortaleza, evitó atacar frontalmente pues poco conseguiría de esa forma, ordenó a don Lope de Hoces y el Maestre de Campo don Luis de Rojas, con mil hombres, trescientos marineros y cuatro piezas de artillería, que buscaran una zona a la espalda de la fortaleza ya que por allí no tenía defensa, estos rodearon la fortaleza a cubierto para no ser detectados desde la fortaleza, logrando encontrar un único acceso ya que ante ellos había una colina y debían a mano subir las piezas de artillería, les costó mucho tiempo y esfuerzo, ya que para evitar ser detectados don Lope estaba abriendo fuego con lo que se enmudecían todos los posible ruidos de los emboscados, al llegar a la cumbre se instalaron las piezas, los infantes y marineros descendieron hasta estar el enemigo bajo el alcance de sus armas. Por una señal de Hoces, don Lope supo que ya estaban en posición, dando entonces la orden de abrir fuego de firme por ambos lados, desorientados y desorganizados por la sorpresa los holandeses se rindieron casi sin pelear, lo que se tradujo en un triunfo sin paliativos, conquistando en muy poco tiempo la fortaleza y el mejor resultado de la maniobra fue el escaso número de bajas por parte española.


Pero tampoco perdió el viaje, ya que a las escuadras reunidas se había agregado una flota con destino al virreinato de Nueva España, la cual se quedó a la espera de la conquista de la isla de San Martín y después fue protegida por la escuadra de Díaz hasta su destino final.
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Esta Flota tuvo la desgracia, que estando aún en la bahía de Cádiz se levantara un temporal propio del Estrecho, que se llevó al fondo a once de los buques que la componían y antes de unirse a la de Díaz volvió en las mismas Antillas a pasar otro, que se llevó al fondo a otros dos de sus buques, más al galeón Almiranta de la escuadra que le daba protección.


En el año de 1634, se le ordenó mandar la expedición para tomar la bahía de Todos los Santos en el Brasil, pero esta orden le llegaba de rebote, ya que por la falta de medios para llevarla a buen término previamente se habían negado varios otros capitanes generales, entre ellos don Fadrique de Toledo, pero el conde-duque de Olivares no admitió su desobediencia y ordenó llevarle a juicio, del cual salió condenado a pagar una multa de treinta mil ducados.


Pero al poco tiempo se le nombró virrey de Nueva España, solo que él por enfado fue retrasando la salida, ya que pensaba que el nombramiento era para evitar su cercanía al Rey, así fue dilatándola hasta que no tuvo más remedio que abandonar la Corte, cruzar una vez más el océano, arribar al virreinato y tomar posesión de su cargo, lo que ya se produjo a finales del año de 1635.


Al hacerlo, se dio cuenta del retraso en algunos asuntos y el principal era la abundancia de capitanes, pilotos y aventureros que demandaban las pertinentes órdenes del Rey para continuar con los descubrimientos, pero sabedor de que la mayoría no era para descubrir ó colonizar sino para medrar ó enriquecerse, decidió tomar medidas.
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Esto le llevó a tomar una decisión, escribió para que tomaran o dictaran medidas en el Congreso de Indias y mientras estas llegaban, para que le dejaran trabajar, dio por nulas todas las peticiones anteriores y si alguno a escondidas zarpaba sin su consentimiento, seria con pena de la pérdida de los bienes y de la vida, hasta que no se recibieran las nuevas órdenes.


Al fin estas llegaron el día veintitrés de septiembre del año de 1636 y entre otras cosas para que se pudieran dar las oportunas licencias: « las exploraciones se deberían de realizar a más altura de lo reconocido y como condición de no proseguir al descubrimiento del estrecho por donde se entendía se comunicaba la mar del Sur con la del Norte, porque esto lo tenía S. M. reservado así »


Luego no estaba muy equivocado en su apreciación inicial, y es que nadie le puede negar que llevaba muchos años navegando entre los dos continente, conociendo a todo tipo de personas y ya había demostrado que era un técnico náutico, por lo que no le debió costar darse cuenta de los intereses de algunos de los que viajaban al nuevo mundo.


Bajo su mandato en el virreinato consta, que el día trece de agosto del año de 1637 acudió a la fundación de la Villa de Cadereyta, a la que se le puso este nombre en honor al título que ostentaba, ya que fue un gran defensor de la colonización de este territorio.


Se desconoce su lugar y fecha de fallecimiento.




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Algunos datos más
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Lope Díez de Aux de Armendáriz y Saavedra (ese es su nombre completo), fue el I Marqués de Cadereyta (título creado por Felipe III en 1617).

Nació en la ciudad de Quito (actual Ecuador) hacia 1575 (aunque es más plausible que fuera hacia 1580). Murió con posterioridad al 27 de Agosto de 1640 (bien en ese año, o en años posteriores). Se ignora la fecha exacta y el lugar, aunque algunas fuentes hablan de que fue en un naufragio.
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Su árbol genealógico

Lope Díez de Aux de Armendáriz y Saavedra provenía de una familia noble navarra, cuyo palacio de Armendáriz estaba en San Juan de Pie de Puerto, en la Sexta Merindad del Reino de Navarra. Ya en el siglo XII el señorío de Armendáriz era de las baronías más importantes del Reino de Navarra.

Hacia el siglo XIV aparece en Daroca (Zaragoza) un Juan Díez de Aux, que casó con doña Martina. Estaban domiciliados en Daroca y fueron padres de Fernando Díez de Aux y Martín Díez de Aux (este último fue Justicia Mayor de Aragón, y abuelo o bisabuelo del descubridor Miguel Díez de Aux, a quien se tiene como el primer aragonés que se estableció en el Nuevo Mundo).

En el siglo XV nos encontramos con el primer señor de Cadreita, Jaime Díez de Aux (co-protagonista de la leyenda de la “morica encantada”, de Daroca), caballerizo mayor del Príncipe don Carlos de Viana y Gobernador del Estado de Gandía y Monteblanc, Capitán de Corella y su frontera, y alcaide de su castillo. Era hijo de don Hernando Díez de Aux, y de doña Catalina Porquet, señora de Permissan y Luzenic ). En 1446 el rey Juan II de Aragón y Navarra le vende la villa de Cadreita, con su jurisdicción baja y media, quitándosela al príncipe de Viana, a quien se la había dado su abuelo Carlos 1423. Jaime Díez de Aux casó con doña Graciana de Armendáriz, siendo padres de don Jaime Díez de Aux y Armendáriz, segundo señor de Cadreita, valeroso soldado y General de la caballería de Perpiñán.

Don Jaime Díez de Aux y Armendáriz casó con doña Leonor de Veraiz, teniendo los siguientes hijos: don Luis Díez Aux de Armendáriz, doña Graciana Díez de Armendáriz (mujer del segundo Meneaut de Beaumont y Navarra), y doña Isabel de Armendáriz. En otros textos también aparece doña Leonor Díez de Armendáriz y Veraiz, que casó con don Tristan Ursúa Enríquez Lakarra, siendo padres, entre otros, del gran conquistador don Pedro de Ursúa (por tanto, éste era pariente lejano del protagonista de este tema).

Dos de los tres hermanos, Don Luis Díez de Aux (tercer señor de Cadreita), y doña Isabel, casaron con dos hermanos: respectivamente, doña Inés de Castrejón y con Juan González de Castrejón.

Don Luis Díez de Aux, y su esposa doña Inés de Castrejón fueron padres, entre otros, de don Lope Díez de Aux y Armendáriz, padre de nuestro protagonista.

A su vez, este don Lope Díez Aux de Armendáriz (? - 1584) fue presidente de las Reales Audiencias de Quito, Charcas y Santa Fe de Bogotá. Casó con doña Juana de Saavedra, teniendo los siguientes hijos:
· don Sancho de Armendáriz
· doña Inés de Castrejón
· don Gonzalo
· doña Bárbara de Saavedra
· doña Ana (nació hacia 1578, y murió niña)
· don Luis. Fue el primer y quizás único criollo que llegó a Virrey de Cataluña, Obispo de Jaca, obispo de Urgel (y, por tanto, copríncipe de Andorra)
· doña Graciana (nació en Santa Fe en 1579)
· don Lope Díez de Aux Saavedra (el protagonista de esta historia, futuro virrey de Nueva España)
· don Diego de Armendáriz

Si la fuente que cita esta prole la enumera en orden cronológico de su nacimiento, deberíamos concluir que don Lope nació, como pronto, hacia 1580, y no en 1575. Y la fecha de 1580 sería más coherente con el desarrollo de su carrera, tanto en su condición de militar, como en la de político.

Volviendo a su padre, Don Lope Díez Aux de Armendáriz, siendo presidente de la Real Audiencia de Santa Fé, puso en marcha la disposición real de marcar los "tejuelos" de oro que se usaban como moneda. Y persiguió a quienes ponían en circulación "tejuelos" sin marcar. Especialmente importante fue la detención y condena a la hoguera (después conmutada por azotes y galeras) que impuso a un tal Juan Díaz, un tratante de Santafé que, según el cronista Rodríguez Freyle «no dejó candelero, bacinica ni almirez en la Calle Real que no fundiese y marcase, haciéndolo en tejuelos» (se le calcula que fabricó entre 4.000 y 5.000 pesos). Posteriormente, Lope Díez fue suspendido y encarcelado por el visitador Juan Bautista Monzón. Murió de pesar en la cárcel en 1584 (según unos) o 1585 (según otros), y está enterrado en el convento de San Francisco.
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Matrimonio y descendencia de nuestro protagonista

Casó con doña Antonia de Sandoval y Rojas, III condesa de la Torre y pariente del todopoderoso duque de Lerma.

Tuvieron una hija única: doña Juana de Armendáriz, segunda Marquesa de Cadreita y Duquesa de Alburquerque por su matrimonio con don Francisco Fernández de la Cueva, octavo Duque de Alburquerque.
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Su biografía

Se educó en Madrid.
Fue mayordomo de la esposa de Felipe IV (la reina Isabel de Borbón) y criado del propio rey.
Sus dotes militares le permitieron ser miembro del Consejo de Guerra.

Asimismo, su capacidad política le llevó a ser embajador extraordinario de la Corona española ante el Sacro Imperio Romano Germánico, y cumplir misiones diplomáticas en Italia ante el Papa Urbano Vlll.

Y el 19 de abril de 1635 fue nombrado virrey de la Nueva España, siendo el primer criollo que llegó a este virreinato, cargo que ejerció desde el 16 de septiembre de 1635 hasta el 27 de agosto de 1640.

Como Virrey, puso especial énfasis en el desarrollo de las obras públicas, como el drenaje de la ciudad de México (para sanear e impedir futuras inundaciones) y la reconstrucción de la fortaleza de San Juan de Ulúa, a fin de contener las depredaciones de los corsarios. Y fundó la ciudad de San Juan Bautista de Caldereita en el Nuevo Reino de León, en 1637 (otras fuentes dicen que en 1639).

Un terremoto (de los que periódicamente asolan la ciudad de México) se producjo el 17 de enero de 1637, destruyendo parte de la red de desagüe. El virrey pidió opinión a dos expertos, Fernando de Zepeda y Hernán Carillo, así como al gobierno municipal, la Real Audiencia y los gremios, que le aconsejaron realizar varias obras de limpieza y drenaje de diques, y la más importante: la abertura de un canal, para sustituir un túnel existente, en la fisura de Nochistongo. El canal cumplió tan bien su cometido en el control de las inundaciones, que no necesitó más ampliaciones hasta bien entrado el siglo XIX.

El presidio de Cadereyta y la población de igual nombre se construyeron para proteger a los habitantes y colonos del Nuevo Reino de León (el actual estado de Nuevo León) de los ataques y saqueos a cargo de apaches y comanches.

Asimismo, creó la Armada de Barlovento, con sede en el puerto de Veracruz, para proteger de los piratas aquellos territorios y la navegación. Muchos consideran esta flota como la primera creada en América y, por tanto, genuinamente americana. Y por ello llegan a considerar a don Lope como el precursor de todas las fuerzas navales del continente americano.

Su virreinato no fue ajeno a las envidias y maniobras políticas, siendo acusado de muchas irregularidades y defectos (unos reales, otros no) por sus enemigos, entre ellos el Obispo de Puebla, Juan de Palafox y Mendoza.
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Fuentes:

- Enciclopedia de historia en internet: https://www.entradagratis.com/Encicloped ... -pag.2.htm

- Enlace: https://elotroecuador.wordpress.com/2009 ... a-xxxviii/

- Páginas genealógicas:
https://www.lablaa.org/blaavirtual/histo ... gun11b.htm
https://www.euskalnet.net/laviana/gen_ba ... oncama.htm

- Enciclopedia vasca en internet: https://www.euskomedia.org/aunamendi/134266
https://www.euskomedia.org/aunamendi/134243
https://www.euskomedia.org/aunamendi/28435/14603
https://www.euskomedia.org/aunamendi/16577/21362

- Crónicas de Bogotá, por Pedro M. Ibáñez
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Esta afirmación merece tantos matices que me atrevería a decir que es falsa. No se puede atribuir a un nombre concreto la fundación de esta Armada que se estuvo gestando durante casi 50 años hasta su primera intervención como tal contra piratas ingleses.

En los primeros años del siglo XVII se construyeron o compraron buques y se asignaron mandos, pero nunca llegó a actuar como tal. Las necesidades eran siempre otras en otras partes.

Los informes de Juan de Palafox y Carlos de Ibarra dieron gran impulso, al igual que el marqués de Caldereyta cuando llegó a ser nombrado virrey a partir de 1635, pero no menos hizo su sucesor el duque de Escalona. Tras varias formaciones desapareció a finales de la década de los 40, no volviéndose a formar hasta 1667 con el impulso de otros hombres y la compra de naves en Amsterdam.

Su historia es muy compleja. Se puede hablar de impulsores, defensores y detractores de la Armada de Barlovento, pero no de un fundador. Se puede hablar de su primera escolta, su primer combate, pero no hay fecha concreta de fundación de una Armada que se gestó a lo largo de muchos años y se deshizo y volvió a crear en varias ocasiones.

Saludos.

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Más que falsa (que, analizando lo que Vd dice, lo es), creo que es una afirmación simplificadora de un hecho que, como Vd dice, es complejo. La fuente de ese dato es la que ya cité de https://elotroecuador.wordpress.com/2009 ... a-xxxviii/.

Al investigarla, veo que se apoya, a su vez, una entrada de Metapedia: https://es.metapedia.org/wiki/Lope_D%C3% ... y_Saavedra

Y todos sabemos que estas fuentes, junto a grandes aciertos, también presentan grandes errores, haciéndolas poco fiables.
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Por otra parte, aprovecho para resaltar el parentesco de este Lope Díaz de Aux de Armendáriz, con Miguel Díez de Aux, uno de los primeros colonos, acompañante de Colón en uno de sus viajes, y que tiene entrada propia en el foro.
Y creo que es interesante analizar estos parentescos para ver cómo se gestó la emigración desde España al Nuevo Mundo a lo largo del siglo XVI.