'

Esteban de las Alas.

Es una de las figuras más destacadas que el Principado dio al Nuevo Mundo. Este insigne marino, explorador y conquistador desciende de uno de los más ilustres y nobles linajes de Asturias: los Alas de Avilés. Nace en la villa de este nombre en el seno del matrimonio formado por Rodrigo de las Alas (el Viejo) y María de León.

Su vida profesional en el Nuevo Mundo comienza a conocerse a partir de 1561. En 1563 se le nombra general de la Flota de la Nueva España trayendo en ella gran suma de oro y plata para la Corona y particulares. Pero será dos años después en la que su vida quedará sujeta a La Florida.

El nombramiento de Pedro Menéndez de Avilés como Adelantado y Gobernador de La Florida propicia que gran número de asturianos de todas las condiciones sociales le acompañen en esta empresa. A Esteban de la alas le designa general de los navíos y tropas del Cantábrico.

La adquisición y equipamiento de los navíos no resultó nada fácil, ya que la Corona no corría con el grueso de los gastos. Vendiendo gran parte de su hacienda y con préstamos, reúne más de 6.000 ducados, pudiendo adquirir tres navíos y equiparlos de provisiones, armas y municiones.

Al mando de estos buques y 275 hombres entre marineros soldados y algunos frailes, parte del puerto de Avilés al de Gijón para recoger la flotilla de Pedro Menéndez Marqués. El 25 de mayo sale para las Indias. Durante la travesía de Canarias al Caribe un huracán separa la flota. A finales de diciembre, Esteban de las alas arriba a la Yaguana, en la isla de la Española, con dos naves en mal estado y 200 hombres. De aquí va a la isla de Cuba, capturando en el camino un barco de contrabandistas portugueses. A principios de ero de 1566 llega a La Habana, donde le esperan el Adelantado y Pedro Menéndez Marqués, quienes ya le daban por muerto.

Las misiones que desempeña en el Nuevo Mundo se sucederán a partir de ese momento. Nombrado por el adelantado contador de la provincia, parte con él en febrero a explorar el sur de la península de La Florida haciendo alianza con los indios "calusas". Vuelve a Cuba con cinco barcos para llevar a la hija del jefe indio, cedida como mujer al adelantado. Tras cargar las naves de provisiones va a San Agutín, salvando la colonia, que ya se quedaba sin alimentos.

Sin reposo emprende a principios de abril una expedición con el Adelantadopor al Norte de la provincia en busca de hugonotes franceses. Las buenas relaciones que establecen con los indígenas de la zona les permite levantar un fuerte (San Felipe) en la zona de Santa Helena, en la actual zona de Port Royal, Carolina del Sur. Aquí puso el Adelantado una guarnición de 110 soldados y seis piezas de artillería, nombrando a Esteban de las Alas gobernador de aquel distrito. Antes de partir el Adelantado despachó un buque a Cuba para aprovisionar el fuerte ya que no se podía contar con lo que diera la zona ya que había una pertinaz sequía que duraba ocho meses. Esteban de las Alas terminó de construir el fortín con estacas, tierra y fajina (entramado de cañas dispuestas en dos sentidos, horizontal y vertical o los dos en diagonales opuestas, rellenando los huecos con una pasta de tierra).

Sus relaciones con los indios eran amistosas, pero el enemigo lo tenía dentro del fuerte, ya que el descontento entre los soldados aumentaba debido a la falta de provisiones. Unos 20 soldados ya habían desertado a zonas indias, cuando llega un barco lleno de provisiones. Al día siguiente, antes de descargarse la nave, sesenta soldados se amotinaron, prendieron y ataron a Esteban de las Alas y a sus oficiales, escapando en el barco hacia La Habana. Cuando se pudieron desatar Esteban comprobó que sólo 25 hombres permanecían a su lado.

A principos de julio, un mes después de aquellos hechos, llega al fuerte el capitán Juan Pardo con dos barcos en que iban trescientos soldados y muchas provisiones, remediando la extrema necesidad en que se hallaba la guarnición de San Felipe que hasta entonces había vivido de la generosidad de los nativos.

Cuando el Adelantado parte en 1567 a españa a informar al Rey y traer refuerzos a la provincia, deja como lugarteniente y gobernador de la provincia de La Florida a esteban de las Alas. Este tendrá que enfrentarse a graves problemas en los meses venideros.

Debido a la tradicional falta de víveres de la colonia, así como a la falta de la paga para los hombres, un grupo de soldados de San agustín tratan de matar a Esteban de las Alas y huir de la región. Este pudo desscubrir a tiempo el complot y encarcelar a los implicados. a cinco de ellos, los más culpables, ordena ahorcarlos. Esto junto al hecho de que De las Alas se endeudase para adelantar las pagas calmó los ánimos.

Del exterior tendrá que enfrentare a dos ataques sucesivos de los indios y los franceses al fuerte San Mateo.

El cacique local Saturiba que controlaba la zona entre San Agustín y el fuerte San Mateo era amigo de los franceses y atacaba o molestaba continuamente a los españoles. Un día, poco antes del amanecer, en la segunda mitad del mes de abril del año 1568, cuatrocientos guerreros indios asaltaron el fuerte de San Mateo. Tras una lucha cuerpo a cuerpo, los españoles logran expulsarles del recinto. Las bajas españolas no fueron muchas, tres heridos y un muerto, pero convencieron a Esteban de las Alas de la necesidad de enviar un capitán con 50 soldados para reforzar la posición y reparar el fuerte.

Días después, el viernes 23 pasaron frente a la barra de San Agustín cinco barcos de procedencia desconocida. Sospechando que pudieran ser piratas ingleses o franceses, De las Alas envía a San Mateo un aviso para que se mantuviesen alerta. El gobernador acertó. La flotilla era francesa y la componían 150 soldados y 80 marineros. su capitaán Dominic Gourgues, pretendía vengar a los hugonotes de Fort Carolina, exterminados en 1565 por Pedro Menéndez de Aviles. Apoyado por guerreros de Saturiba los franceses atacan a los españoles en las casas fuertesedificadas en Alimaconi, esla cercana a la desembocadura del río Mayo (hoy San Juan) capturando 30 españoles. Otros pudieron escapar y dos llegar a San Mateo, pero exageraron el número de atacantes y los soldados abandonaron el fuerte regresando a San Agustín. Los franceses se apoderan de San Mateo casi sin lucha, únicamente un capitan y siete soldados españoles les cañonean durante un tiempo causando algunas bajas, replegándose despues a territorio indio amigo.

Este vergonzoso comportamiento indigna a De las Alas que lo reprocha sin paliativos:" Lo que han usado la gente que se halló en el fuerte ha sido una de las mayores cobardías que nunca hiciesen hombres jamás, porque sin ver rostro de enemigo lo desamparan todo y , si a decir verdad, de más de ciento veinte que en el fuerte había no llegan a catorce los que se poían salvar de colgar y aún estos con trabajo y ansi no se de que hecho mano ni se lo hare porque... no es justo quede sin castigo ora en las bolsas ora en las personas".

De las Alas envía nuevos refuerzos, pero nada pueden hacer. Los franceses e indios habían tomado ya el fuerte y festejaban su triunfo. La incursión enemiga se saldó con el ahorcamiento de los prisioneros españoles y el arrasamiento de las dos casa-fuertes. El fuerte de San Mateo sufrió serios desperfectos, no irreparables. Esteban de las Alas se comprometió a edificar otro fuerte en la isla de Alimaconi y reparar el de San Mateo nada más le llegasen provisiones.

Gran desconsuelo mostró el Adelantado al enterarse de lo sucedido cuando pocas semanas después llegaba a La Florida con los socorros que traía de España. Pero nada se podía hacer, sólo seguir trabajando en el avance y asentamiento de la colonización de La Florida.

Por orden suya, Esteban de las Alas lleva el 25 de abril a La Florida 273 nuevos soldados y colonos que reparte por los principales fuertes de la colonia. A San Felipe, en el cabo de Santa Elena, dodnde él queda como comandante del fuerte, llevando 193 personas, la mayoría agricultores con sus mujeres.

El mantenimiento de la colonia es siempre problemático, ya que los cereales europeos no se aclimataban en estas cenagosas tierras, la ganadería no prosperaba por el hecho de que los indios mataban a los caballos y vacas. La supervivencia española dependía de la ayuda que viniese del exterior. Por lo que la ausencias del Adelantado, el fracaso en el aprovisionamiento y la falta de paga de las nóminas de las guarniciones provocaban que la población caiga en la miseria más desesperante.

Esteban que seguía siendo Lugarteniente y Gobernador de La Florida por delegación del Adelantado, toma la única salida posible: evacuar parte de la colonia para que los que se queden tengan más probabilidades de sobrevivir. Redujo las guarniciones de San Agustín, San Mateo, San Pedro (en la costa sureste de Gergia) y San Felipe a cincuenta soldados por fuerte. en este último se quedan también una veintena de agricultores con sus familias. Los fuertes de Ays y Carlos (Sur de La Florida) son abandonados.

El 13 de agosto de 1570 parte De las alas de Santa Elena con los 120 españoles sobrantes en el navío Espíritu Santo, arribando a Cadiz el 22 de octubre. Los jueces y oficiales de la Cas de Contratación de Sevilla instruyeron diligencias para averiguar las causas de tal viaje, absolviendo de toda responsabilidad al asturiano.

A este inteligente e incansable marino el Rey le nombra en 1572 general de la Armada Real con la misión de ir a Centroamérica por el oro de la Corona y recorrer toda la costa y limpiarla de piratas. A la altura de la isla Margarita, por el mes de abril, se encuentra con dos barcos piratas franceses. El buque donde venía Esteban de las Alas iba en vanguardia como dedia legua de los navíos más próximos de la flota española. Para entretener a los piratas y que no escapasen antes de que llegasen sus compañeros, De las Alas comenzó a cañonearlos evitando varias veces ser abordado. Al anochecer llegaron tres navíos de la flota, que empezaron a perseguir a los enemigos dándoles caza horas después. Entre tanto De las alas queda rezagado para recoger las demás naves de su armada y llevarlas a Cartagena de Indias y luego a Nombre de Dios (Panamá), donde tenía que recoger el oro real para transportarlo a España.

En los últimos años de su vida desempeñó el puesto de proveedor y factor de la Armada, falleciendo en Nombre de Dios el año 1577. Se había casado con Ana María de Valdés, teniendo como hijos a Esteban de las Alas el Mozo, ana Catalina de Miranda, María de Valdés y Rodrigo de las Alas.



Fuente :vivirasturias.com / "Historia de una emigración: asturianos a América, 1492-1599"