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Biografía de don Bernardino Fadrique Enríquez y Hurtado de Mendoza


II Almirante Mayor de Castilla.


II Señor de Medina de Rioseco.


I Conde de Melgar.


Vino al mundo en el señorío de Medina de Rioseco, posiblemente en la primera década del siglo XV.


Fue el que ya definitivamente sentó el Mayorazgo de los Almirantes Mayores de Castilla, que pervivió durante más de tres siglos en la familia de los Enríquez.


Por su gran ascendencia sobre el rey de Castilla, no en balde su hija Juana Enriquez se había casado con Juan II, consiguió por el bien de su Señorío, que el Monarca le otorgará el privilegio de celebrar una feria, con lo que se procuraba un buen negocio para todos y durante una temporada la villa tenía una gran vida.
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Renunció a los títulos en el año de 1464.


Ya que era su abuelo e igualmente de la posterior reina de Castilla doña Isabel ‹ La Católica ›


Permaneció mucho más tiempo combatiendo en tierra que en la mar, por lo que poco se sabe de él al respecto de la dignidad de la que estaba investido.


Falleció a lo largo del año de 1473. Hemos de suponer que el óbito sucedió en su casa.




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Algunas fuentes fijan su nacimiento hacia 1390 (entre ellos, el Archivo de la Casa de Medinaceli, que es bastante fiable). Alguna, incluso, en 1388.

Fechas de nacimiento posteriores a estas encajan difícilmente con los hechos conocidos de él, puesto que los habría realizado un niño.

Su muerte está fijada, con seguridad, el 23 de diciembre de 1473, habiendo otorgado testamento unos meses antes, el 10 de marzo de 1473.

Su padre era don Alonso Enríquez, considerado el primer Almirante Mayor de Castilla (aunque hay alguna interpretación que consideran ya Almirante Mayor a su predecesor; en ese caso, sería el 2º). Don Alonso era hijo del infante Fadrique, hermano gemelo del rey Enrique II, y ambos, hijos naturales de Alfonso XI con Leonor de Guzmán. Se conoce de don Alonso el lugar y año de nacimiento: Guadalcanal, Sevilla, en 1344. Y también los de su muerte: Guadalupe, Cáceres, 1429.

Su madre, doña Juana de Mendoza, conocida como "La Ricahembra de Guadalajara", tanto por sus dotes patrimoniales como por su belleza. Nació en Guadalajara, hacia 1361; murió en Palacios de Meneses, Palencia, en 1431.

Don (Bernardino) Fadrique casó en primeras nupcias, el 10 de octubre de 1425, con Mariana Fernández de Córdoba y Ayala, con quien tuvo una hija, Juana Enríquez (* h.1425; + 1.468). Esta Juana casó con el rey Juan II de Aragón (que estaba viudo), y del matrimonio nació el futuro Fernando el Católico (Fernando II de Aragón).

Casó en segundas nupcias el 9 de mayo de 1432 en Valladolid, con Teresa Fernández de Quiñones (hija de Diego Fernández de Quiñones, señor de la casa de Luna y merino mayor de Asturias y León, y de María Álvarez de Toledo). De este matrimonio nacieron 9 hijos:

· Alfonso Enríquez de Quiñones, III Almirante Mayor de Castilla.

· Pedro Enríquez de Quiñones, señor de Tarifa, Adelantado Mayor de Andalucía, casado con Catalina de Ribera, que erigió en 1500 la famosa Casa de Pilatos.

· Enrique Enríquez de Quiñones, comendador de Montalbán en la Orden de Santiago, Almirante de Sicilia, y mayordomo mayor de Fernando el Católico.

· Francisco Enríquez de Quiñones, en quien su padre funda el mayorazgo de Vega de Ruiponce.

· María Enríquez de Quiñones, quien casó con García Álvarez de Toledo y Carrillo de Toledo, primer duque de Alba.

· Leonor Enríquez de Quiñones, casada con Alvar Pérez Osorio, (muerto en 1471), 2º conde de Trastamara, 4º Conde de Villalobos y 1º Marqués de Astorga. Su nieto Alonso Pérez Osorio, (+ 1523), 3er Marqués de Astorga y 4º Conde de Trastamara, fue Grande de España con Carlos I de España, quien también le concedió el Toisón de Oro en 1520 para el Marquesado de Astorga.

· Inés Enríquez de Quiñones, casada con Lope Vázquez de Acuña.

· Aldonza Enríquez de Quiñones. Casó con el duque de Cardona, don Juan Ramón Folch de Cardona y Urgel. Un hijo de ambos, don Juan Ramón Folch de Cardona Enríquez, fue Almirante de Aragón desde el 4 de octubre de 1493.

· Blanca Enríquez de Quiñones, monja en el Monasterio de Santa Clara, Palencia (convento famoso por su Cristo de cuero y pelo, al que dedicó un poema en prosa Unamuno).

Su poca vinculación con el mar, que es evidente en los posteriores Almirantes Mayores de Castilla, ya aparece con don Fadrique.

Pero hay un hecho que me hace pensar si no sería intencionada la separación entre el título de Almirante Mayor y el desempeño práctico de las funciones navales del mismo. Es decir, es como si el Amirantazgo Mayor fuera un título único, de rango inmediatamente inferior al de Rey (y que, por ello, no participaba en las acciones navales; sólo las designaba y fijaba objetivos). Lo digo porque en documentos de principios del s.XV aparece ya la figura de la "lugartenencia del Almirantazgo", que es la que realmente se involucra en las operaciones navales.

Así, hay un documento que habla de que el sevillano Diego Álvarez Becerra, hijo probable de Álvaro Becerra (de la "collación sevillana de San Salvador") arrendó a don Fadrique, el 21 de junio de 1436, la lugartenencia del Almirantazgo. Sobre ello existe un documento, datado en Aguilar de Campóo, que señala los límites del arrendamiento entre primeros de 1437 y finales de 1439. Siguiendo la costumbre, reserva un quinto para el almirante. Este quinto se refería a la quinta parte de lo producido por armadas en tiempos de paz y de guerra, así como el quinto de “canarios e canarias”.

Ello explicaría que las acciones navales de don Fadrique se limitaran al período 1437-39 y relacionadas, como corresponde a las fechas, principalmente con las Canarias.

El texto anterior forma parte del estudio "El almirantazgo de Castilla y las primeras expediciones y asentamientos en Canarias", de Rafael SÁNCHEZ SAUS, Universidad de Cádiz.

Copio, a continuación, la parte que nos atañe de ese texto completo, que permite aclarar (o deducir) muchos aspectos del Almirantazgo Mayor, y que es la que se refiere a don Álvaro Becerra:

"El caso de Alvaro Becerra tiene poco que ver, por la entidad del personaje y los parentescos puestos en juego, con los anteriores de Martín Ruiz de Avendaño o de Gonzalo Pérez Martel.

Alvaro Becerra, sevillano, fue un hombre de mar, sin duda alguna perteneciente al entorno de Gonzalo Pérez, que capitaneó la expedición de 1393 si es que éste no lo hizo directamente. Ello se desprende de los testimonios que prestaron Juan Mayor y Juan Iñiguez de Atabe ante el pesquisidor Esteban Pérez de Cabitos “sobre cuyo es el derecho de Lanzarote y conquista de las Canarias”. El de más interés es el de Juan Iñiguez, quien “oyó desir a muchas personas, asy en esta çibdad (Sevilla) como en las dichas yslas, quel primero onbre que conquistó las dichas yslas fue Aluaro Beserra, vesino de esta çibdad , que andando de armada con mucha gente que aportó a las dichas yslas e que las corrió todas e traxo dellas catiuos a esta çibdad”

Esto es cuanto se sabe de la vida de este marino, de cuya familia nada hemos podido averiguar en la Sevilla de finales del XIV.

Por ello, nos parece altamente significativo que los datos sobre los Becerra que han llegado hasta nosotros, de fechas posteriores, tengan una relación inequívoca con el Almirantazgo o con la clientela de algunos almirantes.

Así, en primer lugar, Diego Alvarez Becerra, cuyo nombre lo señala como probable hijo de Alvaro Becerra, vecino de Sevilla en la collación de San Salvador, arrendó a don Fadrique Enríquez, el 21 de junio de 1436, la lugartenencia del almirantazgo, la cual salía así del largo dominio de los Marmolejo. El documento, datado en Aguilar de Campos, señala los límites del arrendamiento entre principios de 1437 y finales de 1439, y reserva los quintos, como era costumbre, al almirante, exceptuándolos de entre las rentas que el lugarteniente podía apropiarse. Entre estos quintos, además de los producidos por armadas en tiempos de paz o de guerra, se explicita “el quinto de los canarios e canarias”.

Entre los avalistas de la operación figura un hermano de Diego Alvarez llamado Gonzalo Ruiz de la Becerra, lo que contribuye a darle un acostumbrado aire familiar a la empresa en ciernes. Ese aire de familia, que ya podía percibirse en tiempos de los Marmolejo, debió mantenerse con los Becerra. Años más tarde, en 1455, un hijo de Diego Álvarez de la Becerra, llamado Rodrigo Álvarez, arrendaba a su vez, hasta 1458, la lugartenencia, incluyendo esta vez entre sus derechos los quintos “de los canarios e canarias, e esclavos e esclavas que se troxieren de las Yslas de Canaria”.

No sabemos si en la década de los 40 los Becerra ocuparon la lugartenencia del almirantazgo, pero seguramente abandonaron el oficio, ya que entre 1440 y 1453 Diego Álvarez aparece mencionado en varias ocasiones como lugarteniente del alguacil mayor de Sevilla. Lo curioso del caso es que los titulares del alguacilazgo en ese periodo fueron don Alfonso Pérez de Guzmán, muerto en el mismo 1440, y su hijo Alvar Pérez de Guzmán, señores de Orgaz.

Alfonso Pérez era sobrino del Álvar Pérez de Guzmán, alguacil mayor de Sevilla, muerto en 1394, que había disputado a don Diego Hurtado de Mendoza el almirantazgo de Castilla y que entre 1391 y 1394 –mientras el capitán Alvaro Becerra navegaba hacia Canarias– fue reconocido como tal en Sevilla. De hecho, el alguacilazgo recayó en los Guzmanes de Orgaz por la muerte sin descendencia masculina del pretenso almirante."

Después de esta disputa entre un Guzmán y un Hurtado de Mendoza (ambos apellidos muy ligados al Almirantazgo), ¿no sería que el Rey de Castilla creó la "Lugartenencia del Almirantazgo" como una forma de dar satisfacción a ambos?.

Fuera de sus pocas aventuras en el mar, don Fadrique tuvo una gran actividad en tierra, actividad ligada a los intereses políticos partidistas que asolaron Castilla durante gran parte del s.XV.

Don Fadrique se alzó, junto a otros nobles y a los Infantes de Aragón, contra el Condestable de Castilla don Álvaro de Luna, valido de Juan II, pero fueron derrotados por éste en 1.445, en la primera batalla de Olmedo, donde fue hecho prisionero don Fadrique. El rey Juan II, protegiendo a su valido, despojó a don Fadrique de todas las villas, lugares, fortalezas y bienes, que pasaron a ser propiedad de la Corona. Se acogió al perdón real, pero tuvo que desterrarse a Aragón.

A la muerte de don Alvaro de Luna fue repuesto en sus cargos y se le restituyeron los bienes. Poco después de la subida al trono de su hijo Enrique IV, se enfrentó a él por ir contra la privanza de don Beltrán de la Cueva. Fue primeramente partidario del príncipe Don Alfonso (hermanastro de Enrique IV), y cuando este murió (1468), se puso al lado de Isabel (hermanastra de Enrique IV, hermana de Alfonso y futura Isabel la Católica), siendo el principal promotor de la boda de ella con su nieto Fernando (el futuro Fernando el Católico).

En cuanto a nuevos privilegios, Juan II concedió a don Fadrique, en señorío, la villa de Medina de Rioseco, así como el privilegio de realizar una feria anual. Enrique IV amplió esta concesión (que era una gran fuente de ingresos) a dos ferias anuales, ya en tiempos del señorío del hijo de don Fadrique, don Alfonso II Enríquez, tercer almirante de Castilla, y en 1465, se volvió a ampliar, otorgándole un jueves semanal "franco de impuestos".

Don Fadrique fundó el convento de Nuestra Señora de la Esperanza en Valdescopezo, cerca de Medina de Rioseco, donde están enterrados él y su 2ª mujer Dª Teresa de Quiñones.

También fundó los siguientes mayorazgos, que testó a favor de los siguientes hijos suyos, y todos con cláusulas de rigurosa agnación (transmisión exclusivamente por línea masculina):

- El de Medina de Rioseco, otorgado en testamento a favor del primogénito, Alfonso
- Los de Tarifa y Rueda, a favor de Pedro
- El de Villada, a favor de Enrique
- Y el de Vega de Ruiponce a favor de Francisco

Bibliografía

- "Los almirantazgos de Castilla y Aragón. Analogías y diferencias", por J. Cervera Pery

- "El almirantazgo de Castilla y las primeras expediciones y asentamientos en Canarias", por Rafael SÁNCHEZ SAUS, Universidad de Cádiz

- "Los inicios de la familia Mendoza", por J.L. García de Paz. https://www.uam.es/personal_pdi/ciencias ... cahemb.htm

- Archivo de la Fundación Medinaceli. https://www.fundacionmedinaceli.org/casa ... spx?id=615

- Enlace https://pueblos10.com/valladolid/medina-de-rioseco

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[quote=Amnofis]Después de esta disputa entre un Guzmán y un Hurtado de Mendoza (ambos apellidos muy ligados al Almirantazgo), ¿no sería que el Rey de Castilla creó la "Lugartenencia del Almirantazgo" como una forma de dar satisfacción a ambos?.[/quote]


Amigo Amenofis


En algún lugar del pacífico me parece haber leído al a este respecto.


Es muy probable que así fuera, ya que los reyes medievales a los suyos los protegían mucho, ya que en realidad ellos eran Reyes, pero porque las mesnadas de sus "allegados" los guardaban, por lo que no sería nada extraño que fuera así.


Tener a un "amigo" de almirante y que éste dejara el mando efectivo en otro más provechoso, y práctico en las cosas de la mar, así se aseguraban no perder del todo y todos cobraban algo de éste. Un negocio como otro cualquiera.


Un abrazo.
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