Juan Valentín Boscán y Desvalls (también Joannot Boscán, o Boscá o Boschan)

Fue militar y marino español, en el reinado de los Reyes Católicos.

De edad similar a la de Fernando el Católico, nació en Barcelona, entre 1450 y 1455, en una familia de "ciudadanos honrados" de Barcelona (una especie de aristocracia municipal), muy vinculada con el mar desde antiguo (al menos desde mediados del s.XIV). Murió en 1492.

Sus padres fueron Juan Francisco Boscán y Sirvent (Joan Francesc Boscá, o Juan Francés Boscán, como le llama Zurita en sus “Anales de la Corona de Aragón”) y Leonor (Elionor) Desvalls y Desplá.

Uno de sus hijos fue el famoso poeta y escritor en lengua castellana Juan Boscán, también militar, y muy amigo de Garcilaso de la Vega.

Juan Valentín fue Alguacil Real en 1479, Oidor de Cuentas del Brazo Militar en 1482, Intendente de las Atarazanas Reales de Barcelona (1), Administrador de Marcas del Principado de Cataluña, Consejero Real (fue elevado a esta dignidad por Fernando el Católico, ya rey de Aragón, tras la batalla de Peleagonzalo el 2-3-1479), y Conseller en Cap de Barcelona.

Nota:

(1) Según varios escritos, se llamaba atarazanero en la época, no a un constructor de barcos, sino a los fabricantes y vendedores de remos, mástiles, velas, y otros efectos navales; y también a quienes fabricaban y vendían corazas, yelmos, escudos, lanzas, dardos y otros efectos militares similares, relacionados directa o indirectamente con la mar.

Pero además, también se utilizaba el término de "atarazanero real" al Intendente de las Atarazanas Reales (cargo que tuvo Joannot). A él rendían cuentas por derechos de ancoraje y otros relativos a la utilización de los puertos.

Vida y hechos

Es posible que ya hubiera aragoneses en Castilla apoyando a Isabel desde su boda con Fernando en 1469, puesto que el bando de Isabel, y su apoyo armado, existía desde 1468, seis años antes de la muerte de su hermanastro Enrique IV. Y aunque no podemos afirmar que estuviera entre ellos, desde el primer momento, Juan Vicente Boscán, es muy probable que sí estuviera desde 1469. Hay dos argumentos a su favor: la lealtad que su familia (los Boscán) mantuvo a Juan II en Cataluña, cuando los catalanes le retiraron el título de Conde de Barcelona; y el hecho de que Fernando y Juan Valentín tenían una edad parecida, y se trataron mucho en su niñez y adolescencia.

Pero la primera información encontrada referente a Juan Valentín viene del momento en que, muerto Enrique IV de Castilla, y proclamada reina Isabel la Católica (1474), se reaviva la guerra civil castellana (intermitente desde hacía ya un siglo), esta vez entre los partidarios de Isabel, y los de Juana -llamada la Beltraneja-, que contaba con el apoyo del Reino de Portugal y de Luis XI de Francia.

Desde la proclamación de Isabel como reina (1474), y tal como recoge Zurita en los “Anales de la Corona de Aragón”, “cuatro galeras de la armada del rey de Aragón pasaron el estrecho de Gibraltar y fueron a San Lúcar, y de las dos era capitán Álvaro de Nava y de las otras dos —que eran deI conde de Prades- eran capitanes Andrés Suñer y Juanot Valentín Boscán; y el rey dio cargo de todas cuatro a Álvaro de Nava para que defendiese aquella costa de los navíos de portugueses y hiciese el daño que pudiese en la del reino de Portugal. Entró con aquellas galeras de armada por el río Guadiana arriba por el mes de octubre hasta Alcoutín, y pusieron a saco el lugar ….”

Este refuerzo naval, enviado por Juan II de Aragón en apoyo a su nuera y a su hijo, actuó primero en el Mediterráneo, defendiendo las costas andaluzas. De distintos escritos parece deducirse que fue entre diciembre de 1474 y febrero de 1475 cuando pasaron el estrecho de Gibraltar, realizando pequeñas incursiones en la costas portuguesa.

En Julio de 1475, estas operaciones se intensificaron, siguiendo la política de “guerra a fuego e a sangre”, que declaró Isabel la Católica (según el historiador portugués Humberto Baquero Moreno). Y en octubre, esta flotilla saqueó la villa portuguesa de Alcoutín (Alcoutim, en portugués), remontando el Guadiana.

Los encuentros en territorio portugués y castellano se incrementaron entre 1475 y 1476. Las acciones terrestres venían acompañadas de una intensa actividad naval, con saqueos de poblaciones en las costas portuguesas. La misma Reina Isabel lo deja claro en una carta enviada en 1477 al Concejo de Jerez de la Frontera, en que afirma “yo he mandado a mosén Álvaro de Nava, mi capitán de las mares, que faga guerra por mar al dicho reyno de Portugal".

La batalla de Toro

En 1476, Fernando el Católico reclamó para el ejército a los marinos Álvaro de Nava y Juan Valentín Boscán. Así pues, dejaron las galeras, que quedaron al mando del valenciano Andrés Súñer (o Andreu Sunyer) (1), y se incorporaron al ejército real castellano.

El 1 de marzo de 1476 tuvo lugar la llamada batalla de Toro, llamada así por desarrollarse en la vega de Toro (Zamora), cerca de Peleagonzalo. Las tropas portuguesas y las de los partidarios de Juana la Beltraneja se dirigían a Burgos para reunirse con las tropas francesas de Luis XI (su aliado), pero fueron interceptadas a la altura de Toro y derrotadas por las tropas castellanas de Isabel, a cuyo frente estaba su esposo Fernando. Hubo un contraataque victorioso del príncipe Juan de Portugal, sin consecuencias, puesto que su padre, Alfonso V, decidió retirarse al comprobar que el apoyo castellano a Dª Juana la "Beltraneja" era cada vez más escaso.

Una parte de las fuerzas portuguesas se retiró en desbandada hacia Portugal. Otra parte se refugió en Toro, que quedó sitiada por el ejército castellano-aragonés, al que se rindió el 19 de septiembre del mismo año, tras 6 meses de sitio.

El resultado más inmediato de esta batalla (anterior a la capitulación de Toro) fué la rendición del castillo de Zamora. Al comprobar su castellano, el mariscal Alfonso de Valencia, que ya no podía esperar socorro del rey de Portugal, entregó el castillo, tras su petición –que se le aceptó- de perdón y restitución de bienes para él y para todos los que con él estaban.

Tras esta victoria, Fernando el Católico armó caballeros a Álvaro de Nava y a Juan Valentín Boscàn (apadrinando, además, a este último), en recompensa por su valor. Ambos eran –según los Anales de Zurita- los únicos capitanes catalanes en el ejército castellano, ya que por entonces, Cataluña estaba en guerra con Francia, que quería apoderarse del Rosellón y la Cerdaña. Entre los aragoneses que se destacaron en la batalla, cabe citar a Juan Pérez Calvillo (señor de Malón, Aragón), a quien Fernando recompensó por sus proezas, perdonándole ciertos graves delitos que había cometido de mozo.

Respecto a los portugueses fugitivos hacia Portugal, Fernando tuvo noticias de que los castellanos les acosaban, dándose muchos casos de apaleamientos, mutilaciones y asesinatos, en represalias –se decía- por los excesos que cometieron, "sobre todo en fuerza de mujeres, cuando invadieron á Castilla". Fernando dio órdenes terminantes para que se les atendiese y no se les molestase, en tanto regresaban a Portugal. Dio salvoconducto a cuantos deseaban volver a Portugal, facilitándoles hasta dineros y ropas en muchos casos.

Hay una anécdota sobre la toma de Zamora. En su castillo estaban la cámara y arreos del rey portugués. Y Fernando el Católico no quiso quedarse con ellos, haciéndolos llevar a Toro, aún resistiendo en manos portuguesas, para que se les hicieran llegar a su dueño. Algunos caballeros y capitanes castellanos se las pidieron, aduciendo que el rey de Portugal no había tenido miramientos con anterioridad. A ello, Fernando respondió:

“Querríamos, si pudiésemos, quitar al rey de Portugal, mi primo, los malos conceptos de su voluntad, pero no los buenos arreos de su persona."

Notas

(1) De Andrés Súñer (unos dicen que valenciano, otros, que de familia asentada en Cerdeña) daremos a conocer su biografía en el foro. Aquí basta con saber que, en el período en que estuvo al frente de las cuatro galeras, realizó los siguientes ataques o apresamientos:
- En la boca del río Faro, ataque a Álvaro Méndez (corsario del rey de Portugal), que estaba reparando sus naves en el río; se enfrentó a Súñer con su propia armada un mes después.
- Captura de una nave mercante genovesa, y otras naves armadas
- Incendio de dos naves portuguesas que trasportaban mercancías de Pisa, cerca de Alcázarquivir (Marruecos), entonces ciudad portuguesa.

Acciones en el Atlántico exterior

Después de la batalla de Toro, los Reyes Católicos decidieron no dar tregua al rey de Portugal, y llevaron la guerra a las Canarias, a la costa atlántica africana, y a las islas de Cabo Verde.

Por su parte, se ordenó a Álvaro de Nava que volviera a ponerse al frente de sus galeras en la costa de Portugal. Después, en 1477, también se desplazó a Génova como embajador y procurador de los reyes de Castilla.

En cambio, Juan Valentín Boscán fue por otros derroteros. La estrategia de los Reyes Católicos se centraba, además de rematar la guerra con Portugal, en acelerar –y finalizar- la conquista de las islas Canarias, adelantándose a los proyectos portugueses sobre ellas (Portugal, en tiempos del rey Juan, ya había enviado tres expediciones a las Canarias; ninguna tuvo éxito). Y al mismo tiempo, preparar una gran flota para llevar la guerra en el mar más al Sur, disputando a los portugueses los territorios en los que estaban presentes, hasta casi el mismo golfo de Guinea.

Por ello, muy pocos días después de la batalla de Toro, el 28 de marzo de 1476, la reina Isabel concedió a Antón Martín Neto un derecho de conquista sobre la isla de Antonio o de Santiago en el archipiélago de Cabo Verde. Los genoveses fueron los primeros ocupantes de estas islas —el nombre de isla de Antonio procedía del genovés, Antonio de Noli, que había dirigido la operación—, y ante la amenaza de Portugal, que les disputaba la soberanía sobre el archipiélago, los genoveses se acogieron a la protección castellana.

Expedición a la costa africana

A principios de 1478, y mientras la reina Isabel, encinta, esperaba en Sevilla el nacimiento de su hijo Juan, se organizaron dos expediciones, que saldrían conjuntamente del puerto de Sanlúcar de Barrameda (para poder defenderse mejor de las naves portuguesas), pero después se separarían a sus respectivos destinos: una, al mando de Juan Rejón, y llevando de segundo a Juan Bermúdez, se dirigiría a las Canarias, para conquistar la Gran Canaria. La otra, al mando de Ioannot Boscán, se dirigiría a la costa africana, más al Sur (hasta Nigeria), a las minas de oro.

En total, una flota de 36 naves, entre pequeños navíos ligeros y carabelas. De ellas, 25 irían a las Canarias y 11 a las minas de oro. Más de la mitad de las naves procedían de Andalucía, y esperaron en Sevilla y otros puertos del SO la llegada de las restantes, de procedencia cántabra y vasca. Entre las naves andaluzas y las del Cantábrico había una gran diferencia en cuanto a la provisión de víveres. Las primeras habían aprovisionado abundante bizcocho, harina y trigo (había excedentes en Andalucía, y los precios eran bajos); por el contrario, las procedentes del Cantábrico no pudieron hacer la misma provisión, dado que toda la flota zarpó tan pronto llegaron. El 4 de mayo 1478 estaban frente a las costas del Sahara (algunos textos de la época llaman a esa tierra Eritrea, en griego, "Tierra roja"), y desde allí se dirigieron a la Gran Canaria, en donde fondeó la flota de Rejón, mientras la de Boscán seguía viaje al Sur.

La armada portuguesa salió en persecución de la flota castellana, al mando del príncipe Juan. Portugal había tenido unas malas cosechas, lo que le impidió un aprovisionamiento suficiente para un viaje largo. Se dirigió a Gran Canaria, en donde tuvieron lugar varios intentos de desembarco, todos fallidos. Tuvieron más éxito al capturar algunas naves castellanas repletas de provisiones, lo que le permitió, unas semanas después, continuar viaje hacia el Sur con 11 naves, en busca de la otra flota castellana. No consta en qué momento el príncipe Juan cedió el mando a Jorge Correia, marino muy experto y más expeditivo. Pero fue, con toda seguridad, en las costas de Gran Canaria.

Mientras tanto, la flota de loannot Boscá había llegado a su destino, las costas de "Planasia" y "Niguaria" (Nigeria), a la que también llamaban Etiopía en la época, en donde estaban las famosas minas de oro. Allí desembarcaron, y cambiaron ámbar y los objetos de latón por barras de oro y telas de color de púrpura. Boscán regaló al rey de aquellas tierras, entre otros presentes, una diadema de latón con falsas piedras preciosas resplandecientes, y una toga de colorines. A ello, el rey le correspondió con diversos regalos de oro.

Derrota frente a los portugueses

Todo se desenvolvía conforme a lo previsto, excepto la fecha del retorno. Estaba previsto permanecer allí menos de un mes, precisamente para evitar a los portugueses. Pero Boscán se encontró con la oposición de su segundo, Berenguer Granel que, apoyándose en las instrucciones que había dado el rey Fernando, de que "nada podía ordenar el capitán Joannot respecto al retorno, que no estuviera conforme con el criterio de Berenguer", consiguió que se enviaran dos bergantines a las costas "del otro lado de Etiopía", codicioso de conseguir más oro. Estos barcos se dirigían a las mimas de oro, y llevaban esclavos para poder obtener mayor cantidad de ese metal.

Y así dió tiempo a la llegada de la flota portuguesa de Jorge Correia.

A continuación copio íntegro el relato que hace Alonso de Palencia de aquellos hechos:

"...Pero se opuso a ello (al retorno) Berenguer Granel tomando pie de las canas del rey Fernando en las que se mandaba que nada podía ordenar el capitán Joannot respecto al retorno que no esté conforme con el criterio de Berenguer, el cual envió dos bergantines a las costas del otro lado de Etiopía, codicioso también de llevar esclavos a las minas de oro para sacar mayor cantidad del preciosa metal, después que se enteró de la corta ganancia que había tenido con la permuta de los vestidos sin valor, mientras que en el cambio masivo de esclavos se obtenía oro en abundancia. Era cosa corriente la permuta de esclavos entre unos y otros etíopes. Pero cuando los nuestros intentaban cambiar por oro los esclavos que aprisionaban, entonces exigían una cantidad enorme de este metal.

Este cebo de lucro fue el que engañó a Berenguer, quien pagó bien caro el castigo de su ambición; porque cuando pasaron los sesenta días de permanencia en las minas, se presentó para el enemigo la oportunidad de acercarse con una armada de refresco íntegra a la estrecha boca del puerto por donde los sevillanos habían de salir para adentrarse en las anchuras del océano desde las minas de oro. Los españoles llamaban en lengua vernácula aquél estrecho “”Las tres puntas”. Y como en aquellas operaciones de cambio continuo gran parte de nuestros hombres o había perecido consumidos por las enfermedades o se había convertido en gente inútil, decretó Joannot ocultar en la misma embocadura del puerto dos naves rápidas para el retorno con los esclavos. Los enemigos, ya preparados para la presa, enviaron una pequeña nave ligera para que fuese de observación; la cual en las primeras horas del amanecer dio la señal de la presencia de la flota enemiga. Así pues, cuando todavía no había salido el sol, los portugueses acometieron a la flota sevillana que tenía cubiertos con lienzos sus naves para evitar las emanaciones de vapor mortífero especialmente para los que estaban enfermos. No hubo necesidad de lucha. Sin duda alguna cuatro de las naves portuguesas hubieran podido vencer sin dificultad a las once nuestras. Las que llegan de refresco se ponen en los combates delante de las que regresan, con igual ventaja que el sano sobre el enfermo, del armado ante el inerme, del valiente ante el cobarde. Una de nuestras naves, menos guardada que sus compañeras —llamada “Candona"— inútilmente y con escasos resultados, intentó resistir frente a dos naves portuguesas. Al fin, todas fueron capturadas, incluso las que desde el fondo se acercaban llenas de esclavos a las angosturas de la boca del puerto.

El lusitano Jorge hizo volver con las suyas a las naves sevillanas que capturó, hasta las minas de oro que distaban un día de recorrido. Hace ostentación de su victoria ante el rey y ante la multitud de los bárbaros. Llena de oprobios y contumelias a los vencidos, y levanta por las nubes al rey de Portugal y al poderío de los lusitanos. Proclama que los castellanos exangües y acobardados sucumbieron en las primeras tentativas; y que aquella navegación a las playas australes y al mar etiópico (1) había redundado y redundaría siempre en favor del portugués.

Durante tres días acumularon allí enormes ganancias cambiando bagatelas por cosas de gran precio. Pero receloso de que pudiera echárseles encima una nueva flota enviada por el rey Femando, hizo subir a dos barcas ligeras de las más deterioradas a los vascos, cuya retención hubiera sido un atentado contra lo convenido. Les concedió llevarse muy escasos víveres. El mismo capitán ordenó darse a la vela; pero por separado, para evitar que el total de la armada fuera acometido al acaso por barcas sevillanas más poderosas, puesto que las veintidós barcas que la componían estaban ya demasiado castigadas por la violencia de los vientos y sabía que si se enfrentan, aunque fuese solamente con seis, …..
"

Hacia 1480, y para evitar nuevos choques entre castellanos y portugueses en las costas africanas, los Reyes Católicos trataron de firmar un acuerdo con Portugal que pusiera fin a las hostilidades por ambas partes. Para ello, enviaron a la corte portuguesa, en misión diplomática, a Lope de Atoya, muy estimado por ambas partes y gran diplomático. El objetivo era allegar a firmar una alianza. Atoya se excusó por las expediciones pasadas y prometió detener una nueva expedición que estaban preparando los andaluces. Pero no se disipó del todo la sospecha del rey de Portugal de que se preparaba una nueva expedición hacia África. Con objeto de aclarar estos extremos, Atoya envió a Andalucía a Jerónimo de Heredia (que le había acompañado en el viaje a Portugal, para que avisase a todos los marinos y jefes principales de que no intentasen nada que pusiera en peligro la incipiente alianza.

Nota:

(1) Mar etiópico era uno de los nombres que se daba entonces al golfo de Guinea.

Extraña aventura de Juan Boscán

En 1480 tuvo lugar una expedición a Gran Canaria, organizada por Pedro Caper (= Pedro Hernández Cabrón, objeto de un tema en el foro), y sus socios, y en la que participaron Pedro de Algaba y Pedro de Vera. Existía una gran enemistad entre Pedro Caper y Juan Rejón (ambos marinos), y este último partió en secreto hacia Gran Canaria en un bergantín que había pertrechado con anterioridad el propio Pedro Caper.

Alonso de Palencia, al citar este bergantín, cuenta una aventura de la que fue protagonista Juan Boscán en el invierno de 1479 (seguramente). Según él, se había apoderado del bergantín, y navegó él sólo, durante dos semanas, desde Junonia a Haro en Portugal, adonde llegó sin novedad. La narración textual dice:

"...Tarde, pues, desde Arcos, Pedro Vera envió una carta conforme a la cual debía detenerse el bergantín, en el que Juan Boscá, en el invierno anterior, en medio de una tempestuosa borrasca, él solo, se atrevió a darse a la vela desde las costas de Junonia y casi como un náufrago, durante quince días y otras tantas noches navegó para dejar en la isla a los otros marinos y él apoderarse del bergantín, de las armas, ajuares y vestidos de sus compañeros. Por un verdadero milagro se tuvo audacia del viejo cuando después de quince días desembarcó en las playas de Haro de Portugal. Se supo que en medio de esa borrasca manejó las velas y el timón él solo."

Su vida a partir de 1480

Después de la navegación en solitario ya citada, no volvemos a tener información de actividad marinera por parte de Juan Valentín Boscán.

Parece que retornó a Barcelona en 1478 o 1479, fungiendo los cargos que se han citado al comienzo de esta biografía. Además, el rey Juan II de Aragón le concedió ciertos privilegios. Esto debió suceder entre 1477 y 1479 y se trataba, en realidad, de ratificar los privilegios concedidos a su padre, Juan Francés Boscán (Joan Francesc) por su lealtad, y anteriormente a su abuelo, Juan Brigit Boscán:

“El rey don Juan, desde San Cugat del Vallés, concede a Juan Valentin Boscá, en premio de sus servicios, todos los censales; violarios, morabetinos, salarios, etc, cobrados por Juan Brígido Boscá, su abuelo, y por Juan Francisco Boscá y su esposa Elionor, padres éstos de Juan Valentín Boscá. Cede, además, a este último, las rentas de los bienes confiscados, por actos de rebeldías, a diversos ciudadanos de Barcelona y de Perpiñán”. Ver la fuente en Riquer (1945; 187)

Digamos que:

- Los censales eran préstamos hipotecarios.
- Los violarios, en Aragón, eran las pensiones que daba quien tenía el dominio de los bienes familiares a la persona de la familia que entraba en una orden religiosa. En Navarra, estos violarios recibían el nombre de "renta vitalicia").
- El morabetino era una moneda almorávide de plata.

También debió heredar el castillo de Cubelles, que mandó reformar el rey Juan II para su abuelo Joan Brigit Boscán, en reconocimiento de su lealtad y servicios, y que figura en 1512 en manos de la hija primogénita de Joannot, Violante.

Matrimonio y descendientes

Consta que contrajo matrimonio en Barcelona, en 1480, con Violante Almogáver (Violant Almogàver, o Almogaber).

El matrimonio tuvo, al menos, tres hijos:

- Violante (o Violant). La primogénita.
- Leonor (o Elionor)
- Juan. Era el menor. Militar, compañero y amigo de Garcilaso de la Vega y gran poeta en lengua castellana. Introductor del endecasílabo italiano en España.

Sus ascendientes

1) Juan Francés (Francesc) Boscán y Sirvent, padre de Joanot Valentin Boscán

Ciudadano Honrado de Barcelona, Señor de Cubelles, Procurador de la Cámara Apostólica, Racional de la Diputación de Barcelona, Cónsul de la Lonja de Mar y Guardián de Monedas. Síndico de Barcelona. ¿Conseller en Cap de Barcelona en 1473?.

Escribió un “Memorial Histórico” que sirvió de fuente para Zurita en sus anales de Aragón. También cultivó la poesía, figurando como poeta menor en la literatura catalana del s.15.

Nació antes de 1430. Murió en 1480.

Hijo de Juan Brigit Boscán y de Juana Sirvent

Casó con Leonor Desvalls y Desplà

Tuvo, al menos, dos hijos:
• Juan Valentín Boscán
• Violante Boscà Desvalls (¿ Marquesa?); casó con Felipe de Ferrera (o Ferreres)

Durante la rebelión de Cataluña contra Juan II de Aragón, la Generalidad y poderes fácticos destituyeran al rey como Conde de Barcelona. Ofrecieron el título al mejor postor. Lo aceptó primero Enrique IV de Castilla, al que las instituciones catalanas juraron lealtad y obediencia. Pero sólo duró un año y medio, porque hubo presiones para que renunciara: gran parte de la nobleza y otros estamentos de Castilla no veían ventajas, y sí muchos inconvenientes en aquél condado; y además, Luis XI de Francia, que apoyaba a Juan II, quería asegurar su victoria para cobrar las 200.000 doblas prometidas. Todo ello forzó a Enrique IV a renunciar (1). La Generalidad ofreció el título entonces (1463) al condestable Pedro de Portugal, que aceptó. Pero murió en 1465 a consecuencia de las heridas que sufrió en la batalla de Calaf, combatiendo contra el infante Fernando (el futuro Fernando el católico, entonces, de 13 años de edad). Y buscaron de nuevo un candidato, aceptando Renato de Anjou en 1466. Después, en 1472, Juan II logró recuperar el Condado y entrar en Barcelona.

La familia Boscán se mantuvo leal a Juan II durante todo este conflicto. Por ello, Juan Francés, para no tener que jurar lealtad a un Conde de Barcelona diferente de Juan, se marchó de la ciudad. Y así lo hicieron muchos otros nobles catalanes (entre ellos, Galcerán Burgues, Jaime Giner y Juan Çabastida (tres caballeros principales), Galcerán Dusay (dos con el mismo nombre), Pedro Juan de San Clemente, Jaime Antonio de Palou, Juan Bernardo Terre, Juan Almogávar (¿su futuro consuegro?), Ramón Marquet (pariente lejano de Juan Francés por su abuelo), Pedro de Coromines y Pedro Galcerán Barutel). Y es posible que el padre de Juan Francés, Juan Brigit, también lo hiciera (no tengo constancia de ello).

Esto explicaría la lealtad y, seguramente, amistad, de Juan Valentín (hijo de Juan Francés) con Fernando el católico, y el hecho de ser uno de los dos únicos nobles catalanes que vinieron a ayudarle en su defensa del trono de Castilla para su esposa Isabel. También explicaría las mercedes y los títulos que concedieron a esta familia tanto Juan II (a Juan Brigit y a su hijo Juan Francés), como Fernando a Juan Valentín.

2) Juan Brigit (Brigid) Boscán y Marquet, abuelo de Joanot Valentin Boscán

Ciudadano Honrado de Barcelona, Señor de Cubelles, Clavario de Barcelona, Síndico de Barcelona, y Administrador de Plazas.

Nació hacia 1404 y murió en 1484. Se le conoció también por Joan Junior (“menor de diez”) y, muerto su padre (1450), por Joan Senior.

Sus padres fueron Juan Boscá «dit menor» y Violante Marquet.

Casó con Joana Sirvent, hija de Francesc Sirvent.

Acompañó en lugar destacado a Juan II en su entrada triunfal en Barcelona en 1472, una vez recuperada la obediencia de aquél territorio: a su derecha iba Galcerán Dusay, y a la izquierda, Juan Brigit Boscán. Detrás de ellos, respectivamente, Miguel de Pach y Miguel Dezplá. En tercera fila, Gaspar Fabra y Bernaldo Aybri Burgues (síndico de Perpiñán para las cortes que estaban convocadas). Y en la cuarta, Carlos de Veyntemilla y Gracián de Sesé (caballero castellano, señor de Sant Felices de los Gallegos, Zamora).

3) Ascendientes anteriores

- Juan (Joan) Boscá «dit menor» (ya citado). Ciudadano Honrado de Barcelona. Padre de Juan Brigit

- Juan (Joan) Boscá «dit major». Ciudadano Honrado, y Racional de Barcelona. Padre de Juan Boscán "el menor".

- Pedro (Pere) Boscá «dit menor». Ciudadano y mercader de Barcelona. Jurado del Consejo de Ciento. Padre de Juan Boscán "el mayor".

- Jaime (Jaume) Boscá «dit lo jove». Ciudadano y draper de Barcelona. Jurado del Consejo de Ciento. Padre de Pedro Boscán "el Menor".

- Jaime (Jacme) Boscá «dit lo vell». Ciudadano y mercader de Barcelona. Jurado del Consejo de Ciento. Padre de Jaime Boscán "el Joven".

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Notas:

(1) Como se ve, ese "imperialismo castellano" que se han inventado en la actual historia-ficción de los siglos XX y XXI, no tenía interés en aquél territorio.

Fuentes:

- "Enciclopedia catalana" (https://www.enciclopedia.cat/fitxa_v2.jsp?NDCHEC=0026803)

- "IV y V décadas", de Alonso de Palencia
https://books.google.es/books?id=sNwfLsW ... A1&f=false

- "Andrea Sunyer, cittadino di Cagliari e corsaro nella guerra luso-castigliana (1475-1476)"
Istituto di Storia dell’ Europa Mediterranea, Consiglio Nazionale delle Ricerche, Roma. Por Anna Maria Oliva
https://ler.letras.up.pt/uploads/ficheiros/4810.pdf

- "Historia general de España, escrita por individuos de número de la Real Academia de la Historia bajo la dirección del Excmo. Sr. D. Antonio Cánovas del Castillo, director de la misma academia"
Madrid, el Progreso Editorial. c/ Duque de Osuna, 8 - Los Reyes Católicos 1892https://www.archive.org/stream/losreyescatlico01balagoog/losreyescatlico01balagoog_djvu.txt

- "Anales de la Corona de Aragón" (padre Zurita). Volúmenes 16 a 21

- "Ciudadanos y burgueses honrados habilitados como síndicos del brazo real en las Cortes del principado de Cataluña", por Francisco José Morales Roca
https://books.google.es/books?id=2mNFGHS ... 22&f=false

- "Colectánea paleográfica de la Corona de Aragón: siglos IX-XVIII, Volumen 1", por Josefina Mateu Ibars, y María Dolores Mateu Ibars
https://books.google.es/books?id=aEx8TJo ... 22&f=false

- "Anuario de estudios medievales", Volumen 9. Universidad de Barcelona. Instituto de Historia Medieval de España, Consejo Superior de Investigaciones Científicas
https://books.google.es/books?id=esQuAAA ... CDEQ6AEwAA

- "El Telar de Penélope", de Antonio Tovar, Ed Alfaguara 1971

- "Gramatica y apología de la llengua cathalana", por Josep Pau Ballot i Torres
https://books.google.es/books?id=q_Wnc4M ... 22&f=false

- https://www.mcnbiografias.com/app-bio/do ... gaver-juan

- "Antología de poetas líricos Castellanos desde la formación del idioma hasta nuestros días" (1908, José Rogerio Sánchez , Marcelino Menéndez y Pelayo)
https://www.archive.org/stream/antologad ... g_djvu.txt

- "Antología de poetas líricos castellanos. Boscán"
https://213.0.4.19/servlet/SirveObras/13 ... 029129.pdf

- "Niccoló Macchiavelli", por Alfredo Oriani
https://books.google.es/books?id=te_in4H ... &q&f=false

- "Cessiò en comanda del castell de Cubelles el 1511", por M. Lluïsa Orriols Vidal, y Xavier Sorní Esteva
https://www.additaments.cat/Numeros/reem11.pdf

- "Sobre l’escultor Martí Díez de Liatzasolo (circa 1500-1583)", por Joan Yeguas i Gassó
https://ddd.uab.cat/pub/locus/11359722n5p179.pdf

- "Enrique IV de Castilla: Rey de Navarra, Príncipe de Cataluña", por José-Luis Martín
https://books.google.es/books?id=ksHT9ql ... 22&f=false

- "La conquista del trono", por Luis Suárez Fernández (1924-.)
https://books.google.es/books?id=Mb7frOZ ... &q&f=false