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1622 Escuadra en las Antillas

En 1622 la escuadra de Larraspuru estaba compuesta por ocho galeones y tres pataches, dando escolta a un convoy de diecisiete galeones, fue el 4 de septiembre cuando zarparon de la Habana, tres días después se desató un tremendo ciclón que destrozó casas, arrancó árboles y deshizo plantaciones, a la escuadra la pilló encajada en el canal de Bahamas sin tener espacio para maniobrar, ocasionando la pérdida del galeón Santa Margarita, por ser arrastrado hasta varar en los cayos de los Mártires, donde se deshizo, el Nuestra Señora de Atocha Almiranta de la escuadra zozobró, y el Rosario fue a varar a la isla de la Tortuga, mientras un patache fue deshecho contra unos arrecifes, de los mercantes se perdieron cuatro, permaneciendo todos los demás a flote, aunque solo cuatro llevaban algún árbol.


Llegada la noticia del desastre a la Corte, comenzó una de esas reacciones propias españolas, a don Antonio de Oquendo se le ordenó cargar en su escuadra todo tipo de pertrechos para reparar la escuadra, por arribar cada uno como pudo a la Habana; don Francisco de Rivera junto a don Fadrique Álvarez de Toledo y Juan Fajardo, al mando de sus escuadras para dar escolta a la Flota desde las Azores hasta la bahía de Cádiz, por tenerse noticias de un armamento especial de holandeses y moros en su intento de hacerse con la Flota por saber el mal estado en que se hallaba. (Que bien funcionaba el espionaje)


Al llegar la escuadra de Oquendo y desembarcar los aprestos en la Habana fue cuando Larraspuru demostró sus conocimientos de construcción naval, dirigiendo la reconstrucción de los buques, sobre todo de los galeones, demostrando tener unas cualidades especiales sobre todo náuticas y veleras.



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