Supongo que los ilustres miembros de este foro ya leyeron en su momento el articulo y luego capitulo de "Victorias por mar de los españoles" referido a la marina del duque de Osuna y, en concreto, a los combates de Celidonia y Ragusa.
Pero hay mucho mas, en concreto, lo que consiguieron sus galeras, que no fue poco:

El primer golpe lo consiguio al mandar seis de sus galeras (del virreinato de Sicilia), al mando de D. Antonio Pimentel, contra el renegado ingles Dance, que habia hecho su base en Tunez, donde habia preparado diez veleros bien armados para el corso contra las naos de Indias.

Las galeras llegaron de noche, y por sorpresa, embarcando en los esquifes cien soldados, se dirigieron hacia los barcos fondeados, los tomaron al asalto y quemaron siete de ellos, remolcando apresado al mayor de ellos, un gran buque de mil toneladas, y dos mas pequeños, dando un gran golpe sin apenas perdidas. El hecho tuvo lugar el 23 de mayo de 1612.

De vuelta a Sicilia, las seis galeras se encontraron con siete de Napoles, y dispuestas todas a repetir el intento y puestas de acuerdo, lo consiguieron en Bizerta, consiguiendo arrasar los buques fondeados y el arsenal en construccion, con perdidas de 500 muertos entre los atacados y solo de diez entre los atacantes.

Quisieron los turcos tomarse venganza de la misma manera en Messina, resultado: perdieron el "cebo" de la trampa, dos naos bien cargadas de marcancias, y dos galeras y tres galeotas que iban tras aquellos supuestos perseguidos cristianos. Solo escaparon, a fuerza de remos, dos de las galeras enemigas.

Traslado el duque a Napoles, tambien como virrey, puso al mando de las galeras de este reino a D. Octavio de Aragon, veterano de Flandes, que no tardo en tomar el castillo de Chicheri, con muerte de 800 enemigos y la quema de cuatro buques alli fondeados.

Pero eso era solo el comienzo, pues poco despues empezo una peligrosa travesia por el Egeo con sus ocho galeras, a la busca de las del jefe enemigo Mahomet Baja, que iba con diez de las suyas por las islas recabando impuestos a las poblaciones griegas y cristianas.
No tardo en encontrar D. Octavio a las turcas, y pese a ser ocho contra diez, no dudo en atacarlas. Los turcos iban en una curiosa formacion: con cinco galeras al frente, dos mas retrasadas y el resto en retaguardia. Aquella dispersion fue aprovechada por los españoles, que atacaron en tromba antes de que se reagruparan. El resultado fue que, tras una hora de combate, se habian apresado a las siete primeras y hecho huir a las tres restantes. Muy desprevenidos debian estar los turcos, pues los españoles solo lamentaron seis muertos y treinta heridos entre los soldados, y pocos mas entre marineros y forzados, por cuatrocientos muertos enemigos, seiscientos prisioneros y 1.200 forzados cristianos liberados. Las apresadas eran galeras de 26 bancos, bien hermosas, y solo de 25 la restante. Curiosamente su jefe era hijo del mismo Ali Pacha derrotado y muerto en Lepanto.

Con las presas a remolque, los vencedores hicieron una entrada triunfal en Messina, no sin que poco antes de embocar el puerto, y por un repentino temporal, se pusieran en grave peligro.

Decididos a tomarse la venganza, los turcos intentaron un ataque contra Malta, repitiendo su gran intentona del siglo anterior, en 1565, derrota que fue preludio de la de Lepanto.
Pero apenas desembarcados hombres, artilleria y pertrechos, tuvieron noticia de que llegaban en socorro de la isla las galeras de D. Octavio. Basto la noticia para que los turcos abandonaran todo, pertrechos, municiones y artilleria, y se embarcaran presas del panico, no sin que las galeras españolas apresaran una de las fugitivas y hundieran otra. A tales niveles habia descendido por entonces la otrora pujante marina otomana.

Se nombro por entonces capitan general del Mediterraneo a D. Manuel Filiberto de Saboya, mas por politica que por meritos, reuniendose una gran escuadra de 55 galeras de Napoles, Sicilia y las aliadas de Genova.

Nada logro la gran escuadra, fundamentalmente por la poca aptitud de su jefe, pero otra cosa sucedio con las dos galeras enviadas en descubierta, al mando de D. Diego Pimentel.

A cosa de nueve millas de Navarino se avistaron dos galeras turcas, a las que se ataco de inmediato. Las descargas de los cañones españoles rindieron la entena de una de ellas, que cayo sobre su cubierta sembrando el caos. Abordada, se rindio tras una hora de combate, siguiendo el mismo destino la otra. Se descubrio entonces que eran nada menos que las capitanas de Alejandria y de Damietta, sufriendo los turcos 100 muertos y haciendoseles 300 prisioneros, mientras se liberaba a 400 forzados cristianos. Los forzados fueron decisivos en el combate, pues arriesgando sus vidas, se negaron a bogar, sacudieron sus cadenas al unisono y gritaron a una: "Viva Jesucristo y la libertad".

Tres galeras turcas salieron de Navarino, alertadas por el estruendo del combate y dispuestas a recuperar a sus compañeras. En las dos españolas muchos recomendaron a D. Diego Pimentel que largara los remolques de las apresadas y se pusieran a salvo rapidamente. Pero D. Diego se opuso a tal medida, y aprovechando las sombras, pudo burlar a las perseguidoras y entrar triunfante en Messina con las presas.

Por entonces, en agosto de 1613, D. Pedro de Aragon consiguio otra espectacular victoria en la isla de Chios. Navegaba por el Egeo con sus ocho galeras cuando se vio sorprendido por la aparicion de velas enemigas, por lo que fondeo en una cala, temiendo ser atacado por la escuadra enemiga de treinta galeras.
Pero resulto que esta se habia dividido en tres formaciones iguales de diez galeras, y que solo la correspondiente a Chipre y Rodas era la que se enfrentaba a los españoles. Pasaron estos al ataque, pese a ser ocho contra diez, y consiguieron hundir a la primera descarga a la capitana enemiga y apresar a siete mas, huyendo las dos restantes.
Esta vez la victoria fue mucho mas costosa, pues hubo 226 muertos entre los españoles, pero se hicieron 1.300 al enemigo, se le tomaron 458 prisioneros y se liberaron a 2.200 cristianos de las chusmas.

Alucinante ¿ Verdad ? Pues aun hay mucho mas, esperen la segunda parte.