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Naufragio de 25 galeras en La Herradura, Granada (1562)
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Amenofis
Almirante
Registrado: 20 Oct 2008 13:00 Mensajes: 3109 Ubicación: Paracuellos de Jarama (ESPAÑA)
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Naufragio de 25 galeras en La Herradura, Granada (1562)
Naufragio de la Armada española de galeras en La Herradura (Granada)
Es este trágico suceso, en el que se hundieron 25 galeras y perdieron la vida aproximadamente 5.000 personas, uno de los más tristes en la historia de la Marina española.
Ocurrió el 19 de Octubre de 1562, y tuvo gran trascendencia en la estrategia mediterránea de Felipe II, que se basaba en el dominio y control del Mediterráneo occidental.
El hecho está reflejado en el libro "Aportación documental en torno al naufragio de la Armada española en La Herradura (Almuñécar)", de Dª María del Carmen Calero Palacios, profesora titular de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada, y editado por el Excmo. Ayuntamiento de Almuñécar en 1990.
A continuación se narra el hecho, según lo recoge el libro citado:
1. LA POLITICA MEDITERRANEA DE FELIPE II.
En la directriz política del Emperador Carlos V está el deseo de unión de los príncipes cristianos contra los intentos de expansión de los sultanes turcos. Pero las rivalidades entre las monarquías europeas, las luchas contra el rey de Francia, y los celos de las Repúblicas Italianas, que para salvar su comercio aspiraban a negociar con el turco, y las luchas religiosas, impiden al monarca español dedicarse plenamente a la solución de éstos problemas, sin más excepción que las incursiones aisladas para castigar la piratería. Al menos de momento, le impide a lo turcos la instalación de una base en el canal de Sicilia y el avance en el dominio del Mediterráneo. Así pues Carlos V, además de otros problemas, legaba a su hijo una oscura situación en el mar. Felipe II inicia su reinado con la obligación de atender el peligro por el dominio del mar; más que una condición de poder, era la razón de su misma existencia. Era necesario este dominio del Mediterráneo no sólo para combatir al turco sino para asegurar las comunicaciones con el resto del Imperio. Siempre la historia del mar influye o manda en la historia de España y siempre ésta acepta su destino, solamente el olvidarlo ha oscurecido la compresión de que el dominio del mar era imprescindible para defender el propio suelo, el de Ultramar y el propio prestigio; los fracasos han coincidido con este olvido.
2. LA GALERA Y SU PROTAGONISMO EN LA NAVEGACIÓN.
En el Mediterráneo la navegación era costera, no obedeciendo este tipo de navegación a falta de conocimientos técnicos, sino a propia conveniencia; la costa era la mejor brújula, y en caso de tempestad servía de refugio a las escuadras, al mismo tiempo que multiplicaba las ocasiones de comerciar. Cada marino llevaba a bordo su lote de mercancías, que vendía o cambiaba en los puertos, teniendo en cuenta que las naves se detenían en cada puerto para hacer aguadas. La actividad en el mar estaba mucho más sujeta a suerte que ninguna otra, y ofrece poca seguridad; tanto podían quedar los marinos en el mar como esclavos del turco. No había capitán que no hubiera perdido su galera una o dos veces. El verdadero marino es un aventurero, que como escribía Hakluyt, está lleno de actividad, de movimiento. Los naufragios e inundaciones le llenaban de terror pero también desafiaban su audacia. Las pésimas condiciones de vida de la marinería repercutía en el número de hombres que se enrolaban en las naves, llegando a estar tan faltos de voluntarios, que tuvo que reclutarse gente por la fuerza. Así, Carlos V, en el año 1530, instituye la pena de galeras para los criminales, ya que los esclavos no eran suficientes. Para servir en la Marina se necesitaba verdadera vocación, no sólo por las condiciones deplorables en las que se encontraban las naves, sino por las arriesgadas misiones que tenían que realizar. A las galeras las condenaban tanto sus peculiares condiciones náuticas como su débil dotación de artillería. La pericia marinera tenía que suplir las deficiencias técnicas, un poco al azar se buscaban rutas no conocidas en las que tantas posibilidades tenían de llegar como de quedarse en el camino. La galera va a ser la protagonista de la navegación en el siglo XVI. Como buque de propulsión a remo es la culminación de una serie de técnicas de construcción naval; es insustituible en el combate y su utilidad se desprende del régimen irregular de vientos que obliga a emplear un sistema de propulsión que permita independizarse de esta irregularidad. Sus servicios están encaminados a combatir la piratería, defender el mar de las incursiones berberiscas y participar en batallas navales. En el siglo XVI las galeras presentaban tres tipos, diferenciados por su resistencia al viento y mayor velocidad, también por el número de bancos de remeros, oscilando entre los 25 y 29 por cada lado remando en cada uno 6 ó 7 remeros. El elemento clásico de la estructura de la galera es el espolón, que sujeto a la roda sobresale unos 6 metros por la proa. su finalidad es inutilizar la palamenta de la galera contraria en el choque y servir de puente en el abordaje.
(cont)
_________________ Insignia en el Navío Rayo R. O. del 9 de enero de 2009 A mí me parece, Señor, que no tengo otra cosa buena sino ser español (Catalina de Erauso, "la Monja Alférez", a un Cardenal)
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11 Ene 2009 18:27 |
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Amenofis
Almirante
Registrado: 20 Oct 2008 13:00 Mensajes: 3109 Ubicación: Paracuellos de Jarama (ESPAÑA)
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Re: Naufragio de 25 galeras en La Herradura, Granada (1562)
(cont) 3. LA ESCUADRA DE DON JUAN DE MENDOZA.
La situación en el Mediterráneo obligaba a mantener un número suficiente de galeras para resistir al turco y vigilar la costa. La muerte del Príncipe Andrea Doria, Capitán General del Mar Mediterráneo ocasiona una grave pérdida en la consecución de los planes de defensa y política mediterránea de Felipe II. En 1561 se nombra a Marco Antonio Doria y de Carreto como su sucesor, encargando a D. Juan de Mendoza, que había llegado a Cataluña con las galeras, que volviera, recogiera al Príncipe y le llevara a Nápoles, ciudad a la que se había enviado un correo con la orden de lo que debían de hacer las galeras el resto del verano. En el puerto de Mesina (Sicilia) se encontraban las galeras de España con la orden de resistir a la armada turca si arribaba a las costas sicilianas. Si no fuera así, las 32 galeras, al mando de D. Juan de Mendoza, deberían regresar a España, limpiando las costas de corsarios, para una vez realizada la misión dirigirse a la Goleta (Túnez) para trasladar la infantería extraordinaria que cada año se llevaba de Nápoles y Flandes. El viaje a las costa de España debía hacerse navegando por las islas. Desde Cartagena continúa a Málaga con objeto de cargar dinero, munición y provisiones. En el puerto de Málaga da pasaje a mujeres y familias de soldados que estaban en Orán.
4.- EL NAUFRAGIO DE LA ARMADA ESPAÑOLA EN LA HERRADURA (ALMUÑECAR).
El domingo 18 de Octubre de 1562, concluidas las operaciones de pasaje y aprovisionamiento viendo D. Juan que comenzaba a correr viento de levante y el mar presagiaba borrasca, sale del puerto de Málaga con 28 galeras. Según la relación de Figueroa, testigo de los hechos, la armada avanzó hasta las puertas de "Vesmiliana" (junto al actual Rincón de la Victoria), donde empezó a correr viento de tierra. En este lugar la galera "Caballo de Nápoles" embistió a la "Soberana de España", el choque hizo saltar el timón de esta ultima y tuvo que ser remolcada por la "Renegada" y la "Esperanza". Continuaron la navegación en malas condiciones, agravadas por la aparición de viento Sur, temido de todo marinero. La lluvia comenzó a hacer estragos en galeras y tripulación, al amanecer llegaron a la altura del río de la Miel, cambiando de nuevo el viento a Levante. la situación obligó a batir tiendas y aumentar la boga; al fin tras una noche de remar intensamente consiguieron entrar en la Herradura. Serían aproximadamente las diez del día siguiente, 19 de Octubre, cuando comenzaron a situarse en la punta de Levante de la bahía. En una hora se dispusieron las galeras desde dicha punta hacia tierra; en primer lugar, la "Soberana" seguida de la "Mendoza y San Juan", a continuación todas las demás. La "Capitana", "Patrona" y "Esperanza", estaban en el centro de la escuadra. El peligro parecía haber pasado; el tiempo aclaró y la Punta de la Mona resguardaba de Levante. Los galeotes herrados pedían la libertad, pues así lo autoriza el Rey en estos casos. Había pasado solamente una media hora de estar anclados, cuando de nuevo tornóse el viento Sur y sobrevino el temporal con tal violencia, que no les dio tiempo a levar anclas y trasladarse al otro lado de la bahía (Cerro Gordo) ni dar la vuelta a la Punta de la Mona. Al cambiar el viento las galeras quedaban batidas abiertamente, habían buscado el refugio del Levante y el viento Sur las empujaba de frente. El mar creció y la furia de las olas movía las galeras de un lado para otro sin control, pese a que intentaron sujetarlas con dobles hierros, operación que provocó las murmuraciones de la tripulación porque no se solía echar más de uno en estos casos. D. Juan de Mendoza mandó soltar los galeotes y dio voces a las demás galeras de que hicieran lo mismo. La galera Capitana de Nápoles levó anclas pero con tan mala fortuna que fue a dar en las rocas y arrastrada por el mar hasta la playa encalló; el timón de la galera "Santangel" saltó y fue arrastrada por las olas hasta la playa; la "Patrona" y "Caballo de Nápoles" dieron la vuelta sobre sí mismas, e inmediatamente todas las galeras comenzaron a chocar unas con otras, destrozándose o hundiéndose. (cont)
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11 Ene 2009 18:29 |
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Amenofis
Almirante
Registrado: 20 Oct 2008 13:00 Mensajes: 3109 Ubicación: Paracuellos de Jarama (ESPAÑA)
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Re: Naufragio de 25 galeras en La Herradura, Granada (1562)
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Los supervivientes se tiraban al mar pero la resaca, maderos y toda clase de objetos flotantes acababan con sus vidas. Las galeras "Brava", "Renegada", "Estrella" y "Esperanza" se habían perdido, el número de las hundidas era ya de diecinueve. La Capitana de España quebró el árbol y fue embestida por las olas hasta atravesarse y hundirse. A la una del día se acabaron de perder las galeras; a las cuatro de la tarde comenzó a calmar la tempestad; tres horas de tragedia habían bastado para acabar con la escuadra española. De las veintiocho galeras, veinticinco habían quedado en La Herradura. En el fondo del mar, duermen el sueño del paso de los siglos, cubiertos sus restos por bancos de arena.
Como ya se ha mencionado, murieron unas 5.000 personas, y otras 2.000 lograron salvarse. La mayoría eran galeotes, y casi todos fueron apresados en Vélez Málaga y Lentejí.
Este naufragio constituye un hecho único desde el punto de vista de la Arqueología submarina, por la cantidad de naves naufragadas en un espacio físico reducido.
Consecuencias
A pesar de la terrible pérdida, la España de aquél entonces se repuso con rapidez. Esta Armada tenía el objetivo de limpiar las costas de piratas y socorrer Orán. Ello hizo que el virrey Hassam, hijo de Barbarroja, atacara Mazalquivir y Orán apoyado por la escuadra turca de Piali, totalizando 45 buques de remo, 5 navíos de Francia y 50.000 hombres con artillería gruesa. Pero cuando ya estaban casi destruídas las defensas de Mazalquivir, llegó el socorro gracias a la Armada de otro Mendoza, primo del malogrado D. Juan, D.Francisco de Mendoza "El Indio" que, con 34 galeras junto a las de Bazan y otras de Nápoles y Génova, sorprendieron al enemigo, que hubo de levantar el sitio, perdiendo por apresamiento 5 galeras turcas y 4 navíos franceses.
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11 Ene 2009 18:29 |
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Amenofis
Almirante
Registrado: 20 Oct 2008 13:00 Mensajes: 3109 Ubicación: Paracuellos de Jarama (ESPAÑA)
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Re: Naufragio de 25 galeras en La Herradura, Granada (1562)
El desastre en la literatura del siglo de Oro
Existen referencias al desastre en poemas y en alguna comedia. También el Quijote menciona un caballero Marañón ahogado en La Herradura.
Aquí incluimos sólo una cita en “Guerras entre cristianos y infieles desde el año de 1546, hasta el de 1565": cap. 34; de Pedro de Salazar.
“...para socorrer a Orán y Mazalquivir, sitiados por Hazan Aga, rey de Argel e hijos de Barbarroja, él tiempo no acompañaba, por lo que “enderezó” al puerto de la Herradura por estar allí hasta que el tiempo abonase, y arribando allí a ls 8 de una mañana, mandó dar fondo al armada, y quedó allí surta; pero como a unos tres quartos de hora después, se levantó un recio vendaval, y la mar creció tanto con la fuerza del furioso viento, nos e pudiendo valer ni socorrer ni alzar ancoras, ni ayudarse a los remos, vinieron a dar unas galeras contra otras: y unas zabordaron en tierra, y se hicieron pedazos, y otras se anegaron en la mar, donde se ahogaron entre soldados, mugeres, mozos y remeros, como cinco mil personas poco mas o menos... Se ahogó el mismo Don Juan, viniendo nadando a tierra, dándole un remo o postisa de la galera en la cabeza tan gran golpe, que se la rompió y aturdió, y fue causa de que se ahogase: perdióse toda la provisión, y quedaron solas tres galeras de provecho: la San Juan, la Mendoza y la Isabela; alguna gente se salvó en la isla, que pudo salir a nado, de la qual alguna se huyó; de los remeros eran muchos de los condenados a muerte, que habia mandado Felipe II, se los traxesen de Flandes."
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13 Ene 2009 18:32 |
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Amenofis
Almirante
Registrado: 20 Oct 2008 13:00 Mensajes: 3109 Ubicación: Paracuellos de Jarama (ESPAÑA)
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Re: Naufragio de 25 galeras en La Herradura, Granada (1562)
Aquí incluyo una narración más completa y precisa de este suceso. Muerte de don Juan de Mendoça, general de las galeras de España Biblioteca Nacional de Madrid (España), signatura 3882. Edición de Teresa Beltrán (2002). Don Joan de Mendoça havía pocos días que era llegado de Italia con treynta y dos galeras, las diez y seis suyas y las demás de Nápoles. Y estando en la playa de Málaga con las veynte y ocho, haviendo cargado en ellas muchos dineros y municiones de guerra y otras cosas para llevar a Orán, domingo diez y ocho de octubre de 1562, començó a ventar Levante mansamente, de que aquella playa de Málaga es muy desabrida. Y assí por esto, como por ver los ciclos aborrascados y estar ya despachado, acordó de yrse a la Herradura, que es una ancona que la mar haze catorze leguas de allí, más al levante, en la costa del reyno de Granada, de forma de herradura, que es abrigo, aunque no le fue para don Joan. Y ansí, aunque contra viento, se partió de la playa de Málaga a dos horas de la noche y fue proejando toda aquella noche. Y a las diez horas, lunes diez y nueve de octubre, dio fondo en la Herradura, y dentro de media hora que le huvo dado, rodó el viento al medio jorno lebeche, en tanta manera que no dio lugar a poder bogar para salirse a la mar, sino que fue la mar y viento tan fuerte que començaron a dar en tierra muchas galeras, y las primeras que dieron fueron las que más junto a tierra se hallaron, que garrando con los ferros davan en tierra haziéndose pedaços; y otras de su voluntad, visto que no podía hazer otra cosa, cortando las guminas encallavan en tierra por guarescer las vidas, aunque muchas se perdieron allí siendo sorbidos de la mar y otros, que viniendo nadando a tierra, los despedaçavan los pedaços de las galeras y los remos que la furia del mar traya a un cabo y a otro. De 28 galeras que eran, se perdieron las 24 y más la Capitana de don Joan, que era la mejor galera que hasta entonces anduvo en la mar de veynte y ocho bancos, que él havía cinco meses que la havía echado al agua. La qual se tuvo fuerte sobre los ferros, y queriendo yr a dar en tierra por consejo de los que estavan dentro, dio una gumina con su ferro por la escala de la banda derecha. Y cortando la gumina del ferro siniestro, laboraron los dos ferros de la derecha y vino una mar y otra, donde con el gran número de gente que tenía y con laborar las guminas y las grandíssimas mares que al instante acudieron, tumbó la galera a la banda derecha, anegándose desta manera. Don Joan estava en la popa con una marlota roxa, ceñida una tovalla y un çaraguel largo de raso pardo. El qual, como tumbó la galera, cayó junto a la vara del estandarte y se ahogó el que era entonces tan poderoso en la mar, salvándose muchos de los forçados que estavan aherrojados con cadenas. Fue Dios servido que se ahogasse él y muchos cavalleros muy illustres y muy principales que en su galera venían, que no se salvaron della sino treze remeros y nueve hombres de cabo; y perderse hían en todas veynte y cinco galeras, más de dos mil y quinientas personas y las más principales de la armada. Gracias a Nuestro Señor por todo. Huyda de dos galeotas de Argel. Y viniendo su viage, llegando en el paraje del río de Altea, sábado doze de agosto, les dieron nueva a don Álvaro y a don Sancho cómo en la ysla de Villadorme, que es cinco leguas antes de Alicante y tres de allí, estavan dos galeotas de Argel, una de diez y ocho bancos y otra de diez y seys, haziendo rescate de una nao que allí havían tomado. Arrancaron ambas capitanas sin aguardarse la una a la otra, y aun sin yr muy ciertos, que esta nueva lo era. Siguiéronles las demás galeras y en muy breve espacio llegaron las dos capitanas adonde las galeotas estavan desarboladas y las popas en tierra y harto descuidadas de lo que venía sobre ellas, porque el día antes havían visto passar a don García con cincuenta y ocho galeras. E yendo la capitana de don Álvaro y la galera sancta Bárbara de Nápoles a envestir a la galeota mayor, estando ya tan cerca della que havían acudido al espolón dellas cavalleros y soldados particulares para saltar en la galeota, la galera sancta Bárbara súpitamente levó remos y se estuvo queda sin bogar avante. A este tiempo llegó don Sancho de Leyva con su capitana, que se havía hecho un poco más a la mar por coger el viento a la galeota, e yéndola a envestir ambas capitanas, la de don Álvaro y la suya, se embaraçaron ambas galeras, la una con la otra, de suerte que la galeota tuvo lugar de salírseles por debaxo de los espolones, començando a bogar con grandíssimo ánimo y a salirse peleando los turcos valentíssimamente tirando a las proas de las dos capitanas, adonde havían acudido los principales cavalleros y soldados dellas con espadas y rodelas para saltar en la galeota, la qual se dio tan buena maña que se salió, como digo, de debaxo de los espolones de ambas capitanas, dexando heridos de la capitana de don Álvaro a doze soldados y muerto uno.
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17 Ene 2009 01:03 |
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Amenofis
Almirante
Registrado: 20 Oct 2008 13:00 Mensajes: 3109 Ubicación: Paracuellos de Jarama (ESPAÑA)
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Re: Naufragio de 25 galeras en La Herradura, Granada (1562)
Y don Joan de Villaroel, que havía acudido primero a la proa de la capitana de don Álvaro donde él venía, fue tan dichoso como valiente en no le acertar ninguna bala ni flecha de las muchas que los turcos tiravan, que a don Joan de Baçán, hermano de don Álvaro, que fue también de los primeros que acudieron a la proa, le acertó un arcabuzaço en una rodela azerada que no le valió menos que la vida, y de la capitana de don Sancho hirió a tres, y de la sancta Bárbara de Nápoles dexó heridos a seys o siete, y de sanct Phelipe de Nápoles mató a un soldado muy particular. La otra galeota menor, viendo embaraçadas las dos capitanas, se salió sin que galera ninguna se lo estorvasse. El capitán de sancta Bárbara, a quien se cargava toda la culpa de haverse escapado las dos galeotas por haver levado remos su galera, dava algunas desculpas que no le eran muy aceptas. Porque cierto, si envistiera a la galeota como pudo, ni se fuera la una ni la otra, las quales, haviendo salido desta refriega tan dichosamente, se metieron la proa al viento haziendo bogar a los pobres cristianos que venían al remo tan valientemente como ellos havían peleado. Todas las galeras les fueron dando caça, y viendo que era cansar la chusma y no hazer nada, se bolvieron a dar fondo aquella noche en la ysla, harto corridos todos de ver que assí se havía ydo de las manos una tan buena presa. Porque de un turco que havían echado en tierra, se supo el domingo siguiente en Alicante cómo estas dos galeotas imbiava el Rey de Argel armadas muy aposta para que entendiesen lo que por acá pasaba y que traya cada una ochenta turcos geniçaros, escogidos de la guardia del rey, y entre ellos muchos capitanes, que ellos llaman arraezes, de las galeotas de Argel. Y bien se paresció, que una hazaña tan grande, como fue escaparse dos galeotas de 21 galeras reales, que el bulto dellas bastava para hazerlas rendir, no la podían hazer sino hombres muy valerosos. Al remo dixo que trayan obra de ciento y quarenta cristianos escogidos en todos los cautivos de Argel. A quien le vino bien de la topada destas galeotas fue al maestre de la nao, que estando preso en la galeota mayor, viendo nuestras galeras, se echó a la mar y nadando vino a tierra, aunque con una cuchillada en la cabeça que le acertó un turco quando se echava al agua. Pero él huvo libertad, y su nao y mercadería que ya tenía perdida. Partida del marqués con toda el armada. El marqués partió un día del mes de setiembre del año de mil y quinientos y veynte y cinco con tres galeras reales y doze galeotas de Málaga y quatro caravelas de Portugal. Y en todos estos navíos llevavan los quatrocientos ballesteros y mucha gente principal de Granada y Málaga y de toda la costa, que serían en todos hasta dos mil hombres. Y otro día después que partió de Málaga fueron a cabo de Vicentor que, como digo, es quatro leguas de Vélez de la Gomera más al levante. Y allí estuvo todo aquel día en xolito, y fue descubierto de toda la gente de Vélez hasta las yslas de Buzema, adonde el rey estava, y le dieron la nueva y vino luego a Vélez y tuvo tiempo antes que nuestra armada llegasse de meter gente y municiones en el Peñón, que estava harto desproveydo de todo. El marqués con la armada, haviendo estado en xolito aquel día, otro día antes que amaneciesse arribó al Peñón y echó la gente en la falda d’él, que dixe que es a manera de muelle, porque no hay otro lugar donde se pudiera echar. Y por capitán de toda ella a don Bernardino de Mendoça, su hermano, y queriéndole tomar a escala vista, como lo hiziera si no huviera sido descubierto el armada, los del Peñón, desque vieron toda la gente en la falda d’él, començaron a disparar su artillería a los navíos en tanta manera que los hizieron apartar a largo, porque a no lo hazer assí, los echaron a fondo. Y la gente, viéndose allí y apartar los navíos y el poco remedio que tenían de subir arriba, por ser la subida tan diffícil y defenderla los de arriba, se echavan algunos dellos a nado, y desta manera se salvavan algunos, aunque más eran los que se ahogavan antes de llegar al armada y otros morían de los tiros del Peñón. El marqués quería que toda el armada, bolviesse a recoger la gente o morir, ymitando al conde de Niebla sobre Gibraltar, que quiso más ahogarse con los suyos que quedar con la vida a llorar sus desastradas muertes. Portundo se lo resistió como general del armada, diziendo que a menos costa se rescatarían los que allí quedavan que no bolver a perder toda el armada y las vidas de los que havían quedado en ella y no hazer nada. Y cierto, Portundo dezía verdad, porque ningún navío se acercara al Peñón que no le echaran al fondo. Don Bernardino de Mendoça se salvó en una galeota de las de Málaga, que la halló sin gente él y todos los que en ella cupieron. Murieron y ahogáronse allí muchos y quedaron cautivos más de seyscientos. Y el armada se bolvió a Málaga a cabo de quatro o cinco días que havía partido.
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17 Ene 2009 01:04 |
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