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Vino al mundo en la población de Orio (Guipúzcoa) corriendo el año de 1721.
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Sentó plaza de guardiamarina el día dieciocho de agosto del año de 1738, en la Compañía del departamento de Cádiz cuando contaba con dieciséis años de edad.


Fue destinado a la escuadra del mando del general don Juan José Navarro, embarcado en el navío El Real, tomando parte en el combate de cabo Sicié o de Tolón, contra la británica del almirante Mathews, donde por ocupar el puesto de oficial de órdenes del general en jefe, tuvo demostraciones de gran valor soportando impertérrito en el alcázar el tremendo fuego que se realizó, a pesar de su juventud que fue lo que llamó la atención de su general.


A su regreso de este combate, se encontró con la Real Orden del día catorce de mayo del año de 1744, por la que se le ascendía al grado de alférez de fragata permaneciendo en la misma escuadra, en el mes de octubre recibió la orden de trasbordar al navío Santa Isabel, realizando varias comisiones y viajes, así como los consabidos cruceros entre los cabos de Santa María y San Vicente en protección de la recalada de los buques procedentes de las Antillas o Tierra Firme, permaneciendo en él hasta el día treinta y uno de julio del año de 1746, quedando en tierra destinado al servicio del Arsenal.


Estuvo por espacio de poco más de un año en este destino, ya que se le dió la orden con fecha del día uno de octubre del año de 1747 de embarcar en el navío León, con el que realizó viajes a las islas Canarias, Baleares y visitó Tolón, así como otros a distintas ciudades norteafricanas.
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Fue ascendido por Real Orden del día veinte de noviembre del año de 1749 al grado de alférez de navío y el día veinticuatro de enero del año de 1750 fue destinado de teniente del séptimo Batallón de Infantería de Marina, al poco tiempo de estar en este mando se le nombro Ayudante de la misma unidad.


Por Real Orden del día veintiocho de octubre del año de 1750, se le ascendió al grado de teniente de fragata.


Con fecha del día diecisiete de octubre del año de 1753, se le otorgó el mando del jabeque Valenciano, con el que cruzaba el Mediterráneo en misión de corso contra los berberiscos, estando incorporado a la división de don Francisco Orozco.


En la noche del día veinticinco de noviembre zarpó la división, navegando con el suyo en conserva del Mallorquín, por haberse tenido noticia de que un corsario berberisco había apresado sobre las aguas del cabo Tiñoso a dos embarcaciones mercantes españolas.


Pero en una falsa maniobra los dos jabeques se abordaron dañándose considerablemente, por lo que tuvieron que regresar al puerto de Cartagena y abandonar la misión.
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Reparado rápidamente se incorporó a la división de estos buques de don Álvaro Cabrero, con la que zarpó en una ocasión a la búsqueda de los corsarios.


Por Real Orden del día veinte de marzo del de 1754 se le asciende al grado de teniente de navío, con la misma se le destina como capitán de la quinta compañía del sexto batallón de Infantería de Marina.


Con fecha del día diecisiete de diciembre del año de 1755, se otorga el mando del jabeque Catalán, incorporado a la división de don Diego Argote, zarpando de Cartagena en una comisión, a su arribada después de cumplida quedó desembarcado por pasar a desarme el buque con fecha del día treinta de enero del año de 1756.


Al quedar sin mando, se le otorgó el del jabeque Garzota, perteneciente a la división de don José Zapiain, quedando desembarcado por la mis causa el día veinticinco del mes de agosto siguiente; pasando de nuevo destinado a la misma compañía de Infantería de Marina, siendo un tiempo después destinado a embarcar con su unidad en el navío Atlante, perteneciente a la escuadra del marqués de Casa Tilly.


Ya en el año de 1761, se le otorgó el mando de un jabeque, que como siempre estas unidades se destinaban a realizar el corso, para tratar de neutralizar el que hacían las regencias norteafricanas y que tanto entorpecían la libertad de comercio de la Península. En uno de ellos avistó a un pingüe argelino, al que le dió caza siendo apresado tras duro combate.
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Un tiempo más tarde se le otorgó el mando del chambequin Andaluz, con la misma misión y en el mismo mar Mediterráneo, en otro de sus cruceros en aguas de Mallorca, divisó a una escampavía argelina, a la que persiguió hasta darle alcance, tras lo cual comenzó el combate y concluyendo con el apresamiento del enemigo.


Con fecha del día quince de enero del año de 1766, recibió una Real Orden con su ascenso a capitán de fragata, habiendo permanecido casi doce años con el grado de teniente de navío.


Con fecha del día once de agosto siguiente, se le nombró Comisario provincial de Artillería del Departamento de Cartagena, permaneciendo en el puesto hasta el día catorce de junio del año de 1769, que por ausencia del propietario Comandante del Cuerpo de Artillería se le entregó a él en propiedad


Por Real Orden del día veintidós de octubre del año de 1770 fue ascendido a capitán de navío, se le otorga el mando del navío Atlante, tomando el mando efectivo el día dieciséis de enero, realizando varios cruceros por el Mediterráneo así como los de protección de recalada de los buques provenientes de Indias, entre los cabos de Santa María y San Vicente, en uno de ellos prestó su protección a la fragata Palas que navegaba con tres saetías, yendo éstas con carga por cuenta del Rey, permaneciendo en estas comisiones hasta el día veintiuno de septiembre del año de 1771.
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Por Real Orden del día cuatro de septiembre del mismo año, se le otorga el mando de una división de fragatas compuesta por las Industria y Liebre, más la urca Nuestra Señora del Montserrat, zarpó el día veinte de noviembre de la bahía de Cádiz con rumbo a cruza el océano Atlántico y después doblar el cabo de Hornos, realizando un viaje a los mares del Sur haciendo escalas en Valparaíso y el Callao transportando azogues y pertrechos.


Ya de paso que estaba en aquellas aguas la división, el virrey le pidió realizara unos cruceros de vigilancia, por lo que navegó hasta las islas de Chiloe y Juan Fernández, permaneciendo en aquel mar dos años, al fin de lo cuales recibió la Real Orden de regresar a la Península, pero solo lo hizo con la fragata de su insignia la Industria, doblando de nuevo el cabo de Hornos arribó a la bahía de Cádiz el día dieciséis de junio del año de 1774.


Al poco tiempo por Real Orden de fecha del día nueve de octubre del mismo año de 1774 se le destinó al Arsenal de Cartagena, en él que se le otorga el mando de una división de jabeques, yendo embarcado como jefe en el Lebrel, poco después se incorporó la fragata Santa Luisa, a la que pasó su insignia con la que realizó con gran fortuna el auxilio a las plazas de Orán y Melilla.


En ésta última fue tan acertada su disposición de fuegos en su socorro, que por dos veces consiguió poner en fuga a los moros que al mando de su Sultán desde tierra entorpecían el abastecimiento de la plaza, sobre ésta habían ya lanzado más de nueve mil proyectiles, pero él buscó y encontró una distancia de fuego en la que sus proyectiles desmontaban las piezas enemigas, pero en cambio ellos con los suyos les quedaban cortos los disparo que efectuaban sobre los buques, esto se tradujo en poder aprovisionar la plaza debidamente y conseguir romper el cerco con una salida de las tropas ya acumuladas en la ciudad.
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Al terminar este combate, se le ascendió al grado de brigadier por una Real Orden de fecha del día uno de febrero, por su extraordinario y eficaz sistema de apoyo ya que no sufrió ni una sola baja, y por Real Orden del día diecisiete de mayo del año de 1775 dejó el mando de la división. Por la misma razón el Rey se lo reconoció con la entrega de la Cruz de Caballero de la Real y Muy Distinguida Orden de Carlos III, pensionada.


Se reincorporó al Arsenal de Cartagena, en cuyo momento el general don Pedro Castejón estaba preparando su expedición contra Argel, al enterase el general que estaba a punto de arribar, se esperó para incorporarlo a su escuadra como su Mayor General.


Volvió a demostrar su gran conocimiento, al estar en cada detalle de la operación de desembarco de la tropa, pero donde rayó ya en el máximo valor y pericia fue en el reembarque de la misma tropa, donde gracias a sus disposiciones se evitó un desastre mayor.


Regresó con la escuadra al puerto de Alicante, donde desembarcó dejando su mando y escuadra el día nueve de agosto, realizando inmediatamente el viaje por tierra al Arsenal de Cartagena.


Con fecha del día siete de abril del año de 1776, se le entregó el mando de los navíos Vencedor y San Julián, realizando un crucero sobre las costas de la regencia de Argel, al regresar se le ordenó incorporar sus dos navíos a la escuadra del general don Miguel Gastón, con la que realizó un crucero y al arribar a la bahía de Cádiz, recibió una Real Orden de reintegrarse al Arsenal de Cartagena, por lo que viajó de Cádiz a su Departamento de destino.
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Por Real Orden del día catorce de septiembre del año de 1781, se le otorgó el mando del navío San Julián, tomando el mando efectivo el día uno de octubre, momento en que se declaraba la guerra al Reino Unido.


Pasó su buque incorporado a la escuadra del general don Buenaventura Moreno, participando en el bombardeo de los fuertes de punta Europa llevándose a efecto entre los días ocho y nueve de septiembre del año de 1782.


Pocos días después quedó incorporado a la escuadra del general don Luis de Córdova, con la que mantuvo el combate del cabo Espartel contra la escuadra británica del almirante Howe, el día veinte de octubre del mismo año.


Por Real Orden del día veintiuno de diciembre del mismo año, se le notifica su ascenso al grado de jefe de escuadra, entregándole el mando de una compuesta por ocho navíos, arbolando su insignia en el navío San Julián, con la que se mantuvo cruzando sobre el cabo de San Vicente, hasta la firma de la paz en el año de 1783.


En el mes de junio del mismo año, trasbordó al navío San Juan Bautista, pero solo para trasladarse al Arsenal de Cartagena, donde al arribar quedó desembarcado.
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El día veintinueve de mayo del año de 1784, se le ordenó embarcar de nuevo y en el mismo navío como general subordinado, permaneciendo la escuadra en misión de cruceros en corso por el Mediterráneo, estuvo en esta misión hasta el día uno de octubre siguiente, que desembarcó en su Arsenal.


Recibió la Real Orden con fecha del día diecinueve de septiembre del año de 1789, con su ascenso al grado de teniente general, quedando asignado al mismo departamento desempeñando trabajos de su alto cargo.


Residenciado en la ciudad de Cartagena por los muchos años que estuvo destinado en ella, continuó en ella hasta que le sobrevino el óbito el día dos de marzo del año de 1794.


Sus restos fueron depositados y aún permanecen en la nave central de la iglesia del Hospital de Caridad, de la misma ciudad en un muy modesto nicho.




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