'




Nació en la ciudad de Cádiz, en el año de 1788.


Nació en la ciudad de Cádiz en 1790, siendo sus padres don Gregorio de Villavicencio y Puga, y doña Lorenza Ramona Vázquez Collado y Fernández.


El 28 de julio de 1802 sentó plaza de guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz. Expediente N.º 2.248. En el mismo consta su hermano mayor Francisco, nacido en 1788 por entrar juntos.


Su bautismo de fuego lo realizó, estando embarcado en el navío San Leandro, perteneciente a la escuadra del general don Juan Ruiz de Apodaca; del cual se armaron varias lanchas cañoneras, que atacaron a las fuerzas navales británicas que estaban bloqueando la bahía de Cádiz y que impedían la salida de los convoyes a Tierra Firme.


En los combates, que tuvieron lugar entre los días nueve y catorce de junio del año de 1808, que obtuvo la victoria y rendición de la escuadra francesa del almirante Rosily, participó al mando de una lancha obusera.


Con el grado de alférez de fragata, participó en los combates, que consiguieron el que los napoleónicos no pudieran hacerse con la ciudad de Cádiz, primero al mando de la lancha número 40 y después, desembarcado y como infante.


En el año de 1811, como ayudante del brigadier Mourelle, y también participó en las expediciones militares realizadas a la ciudad de Huelva.

'

Se le otorgó el mando del falucho Feroz, prestó tan grandes servicios, poniendo su vida en peligro, que le fue concedida, la recientemente creada Cruz de la Marina Laureada.


Trasbordo, a la fragata mercante Providencia, que estaba incorporada a la división del brigadier Enrile, realizando el cruce del océano Atlántico, con rumbo a Tierra Firme, protegiendo a un convoy que transportaba tropas para reforzar las de aquellas tierras, que estaban al mando del general Morillo.


Al llegar, se le encomendó el mando de una lancha obusera, en misión de protección de la isla Margarita.


Poco después transbordó a la corbeta Diamante.


Con éste buque desempeñó una misión; al frente de sesenta piraguas y cuatro lanchas armadas, transportando tropas para el istmo de Panamá.


En el año de 1815, fue ascendido a alférez de navío, permaneció en aguas americanas, con base en Cartagena de Indias, regresando a la Península.


Al llegar, se le encomendó la misión, ya típica de protección de los buques que regresaban de Ultramar, cruzando las aguas entre el cabo de San Vicente y las islas Azores.

'

En el año de 1819, fue ascendido a teniente de fragata, se le otorgó el mando del bergantín Voluntario, con él en aguas del cabo de San Vicente, sostuvo un glorioso enfrentamiento contra otro bergantín, pero de mayor fuerza insurgente; por el que se le concedió la Cruz de la Marina de Diadema Real.


Realizó después una travesía de corso hasta la América septentrional, a su regreso volvió a la misión de cruzar entre los cabos de Santa María y el de San Vicente, con la fragata Sabina.


En el mes de octubre del año de 1822, realizó un viaje a las Antillas y Veracruz, llegando después a La Habana, donde recibió la orden de trasbordar a la corbeta Ninfa.


Al poco tiempo volvió a trasbordar a la Diana, con la que realizó el viaje de regreso, haciéndolo sobre la bahía de Cádiz, donde se le otorgó el mando de las fuerzas sutiles que se habían armado en este departamento, con ocasión del regreso de los franceses, hasta su conclusión en el mes de octubre del año de 1823.


En el año de 1824, fue nombrado capitán de puerto interino de Sanlúcar de Barrameda.


Poco después en el mes de marzo, se le destino al de Barcelona, como ayudante del capitán, de este puerto.


Pero al ser ascendido a teniente de navío, no tomó posesión del cargo anterior, haciéndolo como comanda del bergantín Providencia.


Estuvo al mando de diferentes buques y fue ayudante del arsenal de La Carraca, hasta el año de 1830.

'

En el mes de abril del año de 1830, se le otorgó el mando del bergantín Relámpago, con el que se hizo a la vela, con destino a las islas Filipinas, con la misión de dar protección a un convoy de tropas, destinadas a ellas; regresando a España en el año de 1832.


De nuevo fue nombrado ayudante del Arsenal de La Carraca.


En el mes de julio del año de 1833, se le ascendió a capitán de fragata.


En el año de 1835, se le otorgó el mando del bergantín-goleta Isabel II, que pertenecía a la flota de resguardo marítimo de Andalucía.


Cesó en este cargo en el mes de enero del año de 1839 y en el de febrero se le nombró segundo comandante del Arsenal de La Carraca.


Fue ascendido en el mes de agosto del año de 1839, a capitán de navío.


En el mes de abril del año de 1840 fue nombrado comandante de marina del de Santiago de Cuba y de su estación naval, destino en el que estuvo hasta el mes de mayo del año de 1841.


Regresó a España y a su llegada, ya se le había nombrado comandante del arsenal de La Carraca, interinamente.

'

Desempeñando otros cargos hasta el mes de abril del año de 1843, en que se le otorgó el mando de la fragata Perla.


Pero le duro poco tiempo, ya que en el mes de junio, se le nombró mayor general del apostadero de La Habana, cargo en el que cesó en el mes de junio del año de 1845.


En el mes de diciembre del año de 1846, se le nombró capitán del puerto de Málaga, cesando en él en el mes de agosto del año de 1847, por haber sido ascendido a brigadier.


Poco después, fue nombrado segundo comandante del Departamento de El Ferrol.


En el año de 1850, fue nombrado capitán del puerto de Barcelona.


Un tiempo después, pasó como segundo jefe al Departamento de Cartagena


Fue ascendido a jefe de escuadra, en el mes de agosto del año de 1854.


Poco después, obtuvo la baja de la Armada, viajando a su tierra natal.


Falleció por causas naturales en la ciudad de Cádiz, el 3 de marzo de 1856, cuando contaba con sesenta y ocho años de edad, de ellos cincuenta y tres de buenos servicios a España.

Ya podemos poner fechas exactas según la obra de D. Fco. de Paula Pavía.


El 9 de octubre de 1829, se encontraba en Cádiz, donde se le otorgó el mando del bergantín Relámpago, con el que desde este puerto se hizo a la vela el 8 de abril de 1830, con destino a las islas Filipinas, con la misión de dar protección a un convoy con 1.200 hombres de tropa destinadas a ellas; regresando de esta misión a Cádiz el 22 de mayo de 1832.