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Vino al mundo en la ciudad de Cádiz siendo bautizado en la parroquia castrense el 10 de junio de 1796, fueron sus padres don José Soler y Roso, graduado de capitán de fragata, y doña Ana Damiana Sánchez Mellado y Coral.


Al sobrevenir la invasión francesa de la península, se enroló como grumete en la Marina Real Británica, donde permaneció en la escuadra al mando del almirante Cuthbert Lord Collingwood, participando en cuantas acciones tuvieron lugar.
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Sentó plaza de guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cartagena, el 16 de mayo de 1812, donde realizó los estudios pertinentes, recibiendo la orden de embarcar en el jabeque Diligente el 1 de septiembre de 1815, para algo más tarde trasbordar al falucho Catalán, realizando navegaciones por el Mediterráneo, regresando a la Compañía donde el 10 de octubre de 1816 fue ascendió a alférez de fragata, reembarcando en el falucho pasando a Cádiz.


Al llegar se le ordenó trasbordar a la corbeta Descubierta, posteriormente al bergantín goleta María Isabel, realizando con ambos los cruceros sobre los cabos de San Vicente y Santa María, en protección del tráfico marítimo proveniente de ultramar, recibió la orden de trasbordar al bergantín Voluntario, pasando al Vengador realizando un viaje con el correo a Cartagena de Indias, La Guaira y la Habana, al regresar se unió a la división al mando del teniente de navío don Antonio Quintano, con su bergantín, más los Alerta y Realista, e insignia en la corbeta Diamante, dando resguardo a un convoy de comercio de 50 velas, cuando el 24 de junio de 1818 en aguas del cabo de Santa María, se enfrentaron con una división de buques compuesta por una corbeta, un bergantín y dos goletas de Buenos Aires, se interpusieron para proteger a los mercantes, comenzando un duro combate del cual los bonaerenses se vieron forzados a abandonar las aguas mal parados.


El 17 de septiembre seguido zarpó con pliegos con destino a Veracruz y la Habana, al zarpar de Puerto Rico mantuvo un combate con un bergantín de 18 cañones, de superior fuerza al suyo, no obstante el colombiano se vió obligado a huir, regresando a la bahía de Cádiz el 9 de mayo de 1819 después de haber cumplido su comisión.


El 27 siguiente trasbordó al navío Numancia, permaneciendo hasta el 19 de mayo de 1820 por trasbordar a la fragata Mercurio, zarpando con un convoy al Mediterráneo, zarpó del puerto de Alicante arribando a la bahía de Cádiz el 27 de julio seguido, recibiendo la orden de trasbordar a la fragata Diana, dando la vela en conserva del navío Guerrero el 8 de agosto comisionados para una visita de estado a Argel, a su regreso a Cartagena el 27 siguiente trasbordó al bergantín Jasón, realizando varios cruceros sobre las aguas de la regencia de Argel y otras comisiones, una de ellas le llevó a Nápoles.
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Recibió la Real orden del 27 de febrero de 1822, para incorporarse al Departamento de Cádiz, para ello a bordo de su buque pasó a la bahía, siendo integrado en la escuadra del general don Antonio Vacaro, encontrándose aquí se le entregó la Real orden del 6 de mayo de 1823, con su ascenso al grado de alférez de navío, pasando a defender la bahía de la nueva invasión francesa de los ‹Cien mil Hijos de San Luis› al mando de la lancha cañonera San Antonio, hasta finalizar los combates el 1 de octubre continuo, quedando desembarcado el siguiente 4.


Por orden superior del 7 siguiente trasbordó al bergantín Jasón, trasbordando de nuevo el 28 de noviembre seguido a la corbeta Aretusa, realizando cruceros en la comprensión del Departamento hasta el 6 de octubre de 1824, por ser destinado el buque al Departamento de Ferrol, de donde zarpó incorporado a la división del mando del capitán de fragata don Fernando Dominicis dando escolta a un convoy con tropas con destino a Puerto Rico, donde fondearon el 16 de febrero de 1825, encontrándose aquí su buque realizó diferentes comisiones, en una de ellas con rumbo a Nuevitas el 21 de marzo, encontrándose sobre Punta Maysi avistó al corsario colombiano Tunante, de 10 cañones y 74 hombres, después de un breve combate resulto apresado y marinado a la Habana.


El 28 trasbordó a la fragata Sabina, zarpando la escuadra el 19 de septiembre al mando del capitán de navío don Ángel Laborde, con destino a socorrer la fortaleza de San Juan de Ulúa, pero en la travesía encontrándose en el canal nuevo de Bahama a la altura del abra de Charleston, entre los días 4 á 6 de septiembre se levantó un tremendo huracán que desperdigó y desarboló todos los buques, viéndose obligado a montar bandolas para regresar a la Habana, arribando el 2 de noviembre siguiente.
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Continuo en todos las acciones de ese momento, destacando la acción del 10 de febrero, cuando en conserva el bergantín Marte y el bergantín-goleta Amalia al mando de Soler, se enfrentaron a un bergantín mexicano armado con 22 carronadas de á 24 y llamado Guerrero, en la ensenada de Banes, dándose dos encuentros, el primero de hora y media y el segundo de tres cuartos de hora, en ambos los españoles empezaron a cruzar sus fuegos sobre el enemigo por las aletas, no permitiéndole abrir fuego con efectividad por sus bandas, saliendo tan maltrecho el corsario que al día siguiente lo apresó la fragata Lealtad sin resistencia.


Por Real orden del 6 de diciembre de 1829 se le ascendió al grado de teniente de navío, continuando en las operaciones de las Antillas, permaneciendo en sus aguas hasta el 19 de febrero de 1831, pasando al depósito de la escuadra para su regresó a la península, para ello pidió el mando de la fragata particular mercante La Fama, el cual le fue concedido por el general Laborde, zarpando de la Habana y arribando a la bahía de Cádiz el 21 de abril siguiente, donde desembarcaron mercancías prosiguiendo derrota a Barcelona donde entregó el mando del buque por pertenecer a la compañía catalana, presentándose en Cádiz el 13 de junio seguido, el 19 de septiembre continuo fue nombrado Ayudante del Arsenal de La Carraca.


Del 20 de septiembre de 1832 al 17 de diciembre siguiente, embarcó en la fragata Perla como profesor de los guardiamarinas.


Permaneció en el Departamento en diferentes destinos, hasta ser destinado por Real orden del 18 de noviembre de 1834 al Departamento de Ferrol, se le otorgó el mando de la fragata depósito San Juan, pasando el 28 de diciembre de 1835 a tomar el mando del vapor Mazeppa, cruzando por las costas del Cantábrico, hasta recibir la Real orden del 20 de enero de 1836 otorgándole el mando del bergantín Patriota, siendo destinado al apostadero de Barcelona, por encontrase el buque en éste tomó el mando el 2 de abril siguiente, zarpando el mismo día con derrota a los Alfaques, apoyó con su fuego el avance sobre la Rápita, posteriormente pasó a Amposta donde el 29 desembarcó parte de su tropa y marinería, obligando a un grupo que intentaba tomar la posición a desperdigarse tierra adentro, el 30 embarcó dos cañones de á 24 de la Rápita y los desembarcó en Barcelona, el 8 de mayo pasó a Vinaroz ahuyentando con sus fuegos a otro grupo, el 11 habiéndole comunicado la toma de la Rápita acudió en conserva del guardacostas Argos, desembarcando de nuevo la gente obligándoles a abandonar el terreno, recogiendo pertrechos de guerra y algunos prisioneros, regresando a Barcelona el 16 de mayo siguiente.
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Continuó con las operaciones en esa zona, estando en Salou, Rosas, San Sebastián y Creux, continuando con Peníscola, regresando a los Alfaques arribando el 7 de enero de 1837 a Barcelona, el 17 de febrero zarpó en conserva con la goleta Marte en comisión reservada a Palma de Mallorca, regresando a Barcelona el 1 de abril, transportó tropas a Tarragona, los Alfaques, de nuevo a Tarragona y Valencia, regresando a Barcelona el 26 de septiembre, zarpó el 28 con 550 prisioneros con destino a Cartagena, el 25 salió a cruzar sobre las costas de la frontera, regresando a su apostadero, zarpando con destino a Palma de Mallorca y Mahón, arribando a su base el 5 de enero de 1839.


Por Real orden del 25 de julio de 1839 se le ascendió al grado de capitán de fragata, prosiguió en la mar hasta recibir la Real orden del 3 de agosto de 1840, siéndole concedía la Cruz de la Militar Orden de San Fernando de 1ª clase, por su valor en las acciones de los Alfaques de Tortosa, bocas del Ebro y La Rápita, en las que se batió en varias ocasiones.


El 12 de diciembre zarpó con rumbo a Cádiz, al arribar se repasó el buque, pues el 20 de enero de 1841 zarpó con rumbo a la Habana transportando al capitán general de la isla don Gerónimo Valdés, quedando asignado al apostadero, zarpando el 18 de mayo con destino a Santiago de Cuba, recibiendo la Real orden del 9 de marzo de 1842, siendo nombrado capitán del apostadero, permaneciendo hasta el 1 de julio siguiente, zarpando con rumbo a Puerto Real de la isla de Jamaica, fondeando en la Habana el 22 continuo.
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El 14 de enero de 1843 zarpó comisionado con destino a Veracruz, regresando a la Habana el 16 de abril siguiente, el 23 dio la vela en comisión al canal Viejo, regresando el 6 de mayo, el 22 de noviembre por tener cumplido el tiempo de mando cesó en el bergantín, pasando a verificar (lo que hoy sería su comandante de quilla) la construcción del bergantín Habanero.


Al quedar alistado por Real orden del 29 de febrero de 1844 se le otorgó interinamente el mando, cesando el 6 de mayo continuo, embarcando en el depósito de la escuadra en la corbeta Luisa Fernanda, hallándose en construcción, pero fue cesado el 24 de octubre por ser comisionado para un viaje al Reino Unido, por ello fue dado de baja en el apostadero el 8 de noviembre siguiente, arribando a Londres el 11 de diciembre, formando parte de la comisión presidida por el general don Casimiro Vigodet, verificando la construcción de los vapores Blasco de Garay, Vulcano y Vigilante, zarpó el 12 de abril de 1846 en la corbeta Villa de Bilbao, fondeando en Ferrol el 17 seguido, por Real orden del 10 de octubre de 1846 fue ascendido al grado de capitán de navío, siendo poco después nombrado Comandante Subinspector del Arsenal, por otra Real orden del 1 de diciembre de 1847 se le nombra Comandante del ramo de Constructores.


Por Real orden del 15 de julio de 1850, S. M., lo reclama a la Corte, por otra del 12 de septiembre dispone se reincorpore a su puesto, presentándose en el Departamento el 22 siguiente tomando de nuevo el mando de la Subinspección el 24 seguido, donde se le entrega la Real orden del 19 de noviembre continuo con su ascenso al grado de brigadier.
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El 31 de marzo de 1851 pasó a Madrid, para formar parte de la Junta comisionada para revisar la contabilidad de la Armada, terminada y con el beneplácito de S. M., se le comisiona para el mismo trabajo en el Departamento de Cartagena, verificada y aplicada el 4 de diciembre siguiente regresó a su Departamento de Ferrol.


Por Real orden del 25 de febrero de 1852, se le comisiona para organizar la escuela de Ingenieros maquinistas, pero escribe a S. M., porque los trabajos de la Subinspección del Arsenal y la de Ingenieros, le impiden dedicar el tiempo necesario empeorándolo la nueva comisión, por ello la Reina firma otra Real orden del 23 de marzo, quedando exonerado de la última recibida.


Por Real orden del 29 de enero de 1855, se dispone quede separado de su destino y en calidad de arrestado, por haberse encontrado en mal estado las maderas existentes en el Arsenal de Ferrol, cesando el 2 de febrero seguido con arresto en su casa, el 8 de marzo se le permite salir pero por el interior del Arsenal, el 22 de octubre embarca de transporte en el vapor Fernando el Católico, quien lo transporta a Cádiz donde debía pasar el Consejo de Guerra, arribando el siguiente 27, fue juzgado y absuelto con todos los beneplácitos del tribunal.
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S. M., ratificó esta justa sentencia por Real orden del 7 de noviembre de 1856, pues le nombra Comandante General de Ingenieros y por ir anexo, vocal de la Junta de Dirección de la Armada, por ello salió por postas camino de Madrid, donde tomó posesión el 24.


Por Real orden del 11 de noviembre de 1857 se le ascendió al grado de jefe de escuadra y a su vez fue nombrado Ingeniero General de la Armada.


Pidió y se le concedió licencia para recuperar su salud viajando a Jerez de la Frontera, no siendo posible empeorando de su enfermedad, falleciendo de muerte natural el 3 de noviembre de 1858, contaba con sesenta y dos años de edad, de ellos algo más de cuarenta y seis de honestos servicios a España.


Entre otras condecoraciones ya citadas, ostentaba la Cruz de la Marina de Diadema Real y la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.



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