El principal sistema de armas antisubmarinas de los "Álava" era el de lanzamiento de torpedos a/s Mk 2 mod 1, compuesto por dos canastas de lanzamiento Mk 4 mod O dispuestas en la cubierta principal a la altura de la chimenea popel, una a cada banda y próximas al costado, con estibas a su lado capaces para dos torpedos de reserva, disponiéndose de pequeños pescantes abatibles y orientables para el paso de los torpedos de la estiba a la canasta.



Los torpedos utilizados, seis en total entre canastas y estibas, eran los buscadores Mk 32 mod 2, de 483 mm de diámetro sin contar las aletas estabilizadoras, propulsión eléctrica y búsqueda acústica activa, lentos y con poco alcance pese a su considerable autonomía de hasta 24 minutos.


Estaban dotados con una cabeza explosiva de unos 50 kg y espoleta de contacto, siendo el peso total de 316,6 kg con cabeza de combate y 296,4 con la inerte de ejercicio.


Como particularidad del torpedo Mk 32 se puede citar que debía lanzarse desde las canastas con la cabeza orientada hacia popa, aunque también admitía su lanzamiento desde el aire a baja altura, con ayuda de un pequeño paracaídas.


El Mk 32 había sido el primer torpedo acústico activo de la US Navy y entró en servicio hacia 1950, pero fue retirado en 1955 luego de la aparición de su mucho más capaz sucesor Mk 43.


A proa de la cubierta del castillo y en la posición previamente ocupada por el cañón proel inferior de 120 mm se instalaron los dos montajes Erizo Mk 11 mod O, de 24 proyectiles cada uno y dispuestos con un ángulo de 10° hacia las bandas respecto de la línea de crujía, para obtener así la trayectoria óptima de las cargas, siendo la dotación de cada montaje de unos 8 hombres, incluidos los dedicados a su municionamiento.


Este podía hacerse, con una dotación entrenada y la mar en calma, en unos 90 segundos.

El equipo designador de blancos para el Erizo era manejado por un sirviente desde la Central A/S del buque, transmitiendo correcciones al montaje a través de un grupo convertidor-giroscópico para compensar el balance del buque y sus guiñadas, ya que el Erizo Mk 11 tan solo podía mover sus cunas en inclinación.


La dotación normal de proyectiles era de 416 con sus espoletas, estibadas en su correspondiente pañol comunicado con la cubierta a través de un ascensor de jaula, aunque generalmente se llevaban 100 proyectiles en cajas de urgencia situadas en la vecindad de los montajes.


Para el lanzamiento de las cargas de profundidad Mk 9 mod 4, con su característico aspecto de gota de agua, existían dos dispositivos: ocho morteros lanzacargas Mk 6 mod 2, situados en la cubierta principal cuatro a cada banda flanqueando la superestructura popel para el cañón de 76,2/50 sobreelevado y su director Mk 63, dispuestos con sus tubos orientados por el través y con elevación de 45°, así como dos varaderos Mk 9 mod O en la toldilla, ligeramente divergentes respecto de la línea de crujía y largando las cargas por la popa, uno a cada banda.


Estos varaderos admitían además el uso de cargas cilindricas del tipo Mk 6. La dotación de cargas de profundidad de los destructores clase "Álava" era de 72 del tipo ya indicado Mk 9 mod 4, dispuestas una en cada mortero y cuatro en cada cargador (total 40), doce en cada varadero y las ocho restantes en un compartimento de la toldilla como reserva.


En el nuevo palo de celosía se instalaron las antenas de los dos equipos principales de radar de los buques, el de exploración aérea MLA-lb y el de búsqueda de superficie SG-6b.


La antena del primero llevaba integrada en su estructura la utilizada por el equipo de IFF, concretamente el transceptor de identificación AN/UPX-1.


Ambos radares fueron construidos por la firma italiana Microlambda y suministrados a la Armada por Marconi Española S.A.


Los "Álava" llevaban además un radar comercial de navegación Decca, situado encima del puente.

La modernización incluyó también la instalación de numerosos equipos de radiocomunicaciones en frecuencias ultra alta (UHF), alta y media, con sus correspondientes antenas de látigo repartidas por todo el buque, además de diversos equipos especiales; entre ellos podemos citar el transmisor de infrarrojos "Nancy", para reconocimiento e identificación de barcos y la comunicación de mensajes durante la noche, el teléfono submarino AN/UQC-1, los batitermógrafos tipos OC-1C/S y OC-2C/S, para obtener información de las condiciones y situación de las capas térmicas del mar en los alrededores del buque, y el generador de ruidos Mk 5 "Harp" (arpa), aparato defensivo destinado a engañar los torpedos acústicos lanzados contra el buque portador, y que podía ser remolcado a velocidades de hasta 24 a 25 nudos.


La planta generadora de energía eléctrica, en corriente continua, fue totalmente renovada, a fin de atender las mayores necesidades de consumo derivadas de los nuevos equipos y armas instalados a bordo.


Era similar a la normalizada para los buques afectados por el Programa de Modernización, estando compuesta por cuatro generadores principales agrupados en dos secciones independientes, proa y popa.



La sección de proa estaba dotada de dos grupos dieseldinamo idénticos, constituidos cada uno por un motor diesel A8M-517 construido por Klockner Humboldt Deutz, de 8 cilindros y 120 hp a 1.000 rpm, accionando una dinamo LG 30,5 de la firma Dornhoff y de 75 kW de potencia.

La sección de popa llevaba también un par de grupos generadores idénticos, pero esta vez del tipo turbodínamo y constituidos cada uno por una turbina de impulsión tipo Curtiss conectada a una dinamo tipo SKM 17 de 100 kW de potencia, por medio de un engranaje de reducción helicoidal de simple espira.


Las turbinas y engranajes de reducción fueron construidos por la Factoría de Ferrol de la Empresa Nacional "Bazán", en tanto que las dinamos corrieron a cargo de CENEMESA.


La potencia total de la instalación sumaba por tanto 350 kW, que resultaban más que suficientes si consideramos que el consumo máximo teórico de los buques navegando en zafarrancho de combate se estimaba en unos 300 kW, por lo que generalmente quedaba reservado uno de los grupos dieseldinamo para ser utilizado sólo en caso de emergencia.


La casi total reconstrucción de los buques alteró sustancialmente su aspecto exterior, a la vez que mejoraba notablemente su potencial bélico, ya que ahora disponían de equipos electrónicos y direcciones de tiro modernas, con un equilibrado armamento antiaéreo y antisubmarino, aunque resultaba ya algo anticuado.


El coste de las obras en los dos buques ascendió a 5.485.355 dólares abonados por EE.UU. (unos 329 millones de pesetas de comienzos de los sesenta), más 5.806.391 pesetas por diversos conceptos con cargo a la Armada española, además del beneficio industrial a abonar a la Empresa Nacional "Bazán" y que también corría de cuenta española.


Los "Álava" formaron, junto con el resto de los buques modernizados, la punta de lanza de la Armada hasta la incorporación de las nuevas unidades provinientes de la llamada 1a Fase del Programa Naval elaborado y aprobado a mediados de los años sesenta, recibiendo su merecido relevo en unos tiempos en los que sus sistemas de armas acusaban ya claramente la obsolescencia derivada de la constante evolución de los armamentos navales.

El alistamiento de las fragatas lanzamisiles de la clase "Baleares" y la transferencia de destructores de la US Navy, modernizados en virtud de los programas FRAM, comenzaron a relegar a la pareja de destructores ó fragatas rápidas clase "Álava" a otros cometidos secundarios, hasta quedar finalmente adscritos desde mediados de los años setenta a la flotilla de instrucción dependiente de la Escuela Naval Militar, ubicada en Marín (Pontevedra), dedicados a tareas de prácticas de navegación y armas de nuestros guardiamarinas.



El "Álava", algo más gastado que su compañero, fue el primero en abandonar las filas de la Armada al decidirse su baja el 2 de noviembre de 1978, siendo desarmado en el Arsenal de Ferrol y posteriormente desguazado, empleándose algunos de sus equipos y maquinaría como respetos para mantener operativo al "Liniers" durante otros cuatro años, ya que su baja no se produjo hasta el 15 de diciembre de 1982, con unos respetables 31 años de servicio en sus cuadernas y algunos más a flote. Su desarme también se llevó a cabo en Ferrol, siendo posteriormente subastado para desguace.


Realmente, poco podían imaginar los proyectistas británicos de las clases "Scott / Shakespeare" de la Primera Guerra Mundial que un descendiente directo de éstos, con su mismo casco y maquinaria, iba a alcanzar a ver la década de los ochenta, lo que es testimonio elocuente de la bondad del diseño original.


No cabe duda que los 16 destructores del tipo "Churruca", en sus tres series, han marcado toda una etapa de nuestra Armada, resultando en conjunto uno de los modelos de buques más excelentes con que ha contado la Armada española en su muy dilatada historia.

La vuelta al servicio de los "Álava" y "Liniers" se previó inicialmente para mediados de 1961, pero poco a poco se fueron acumulando diversos retrasos, de forma similar a los registrados por la mayor parte de las unidades incluidas en el Programa de Modernización, no entregando la "Bazán" los buques a la Armada para la realización de las pruebas finales hasta el 21 de diciembre de 1961 ("Álava") y 29 de mayo siguiente ("Liniers"), volviendo finalmente al servicio activo, o 3a situación en la terminología de la Armada, el "Álava" el 17 de enero de 1962 y su compañero el 18 de septiembre siguiente.


Para entonces, ambos habían sido reclasificados como fragatas rápidas y cambiado sus marcas de costado por otras nuevas en la serie 50, precedidas curiosamente por la letra D de destructor en vez de la lógica F de fragata, luego de su reclasificación a esta última categoría de buques.



En cualquier caso, los "Álava" figuraron durante muchos años en la Lista Oficial de Buques de la Armada como destructores antisubmarinos en vez de fragatas rápidas, denominación que pronto cayó en desuso.


El "Liniers", segunda unidad de la clase y primera en ser completada en su configuración original, recibió el numeral D-51 pese a ser el último modernizado, en tanto que su gemelo y cabeza de clase "Álava" pasaba a tener el D-52.


A lo largo de su carrera operativa los "Álava" y "Liniers" fueron una excelente escuela de mandos y dotaciones, participando en gran número de maniobras y ejercicios conjuntos hispano-norteamericanos y con unidades navales de nuestros países vecinos, en los que los marinos españoles fueron adquiriendo la necesaria experiencia en las tácticas y técnicas de la guerra naval moderna.






Bibliografía. Destructores de Dionisio García //Buques de la Armada Española del siglo XX Alejandro Anca // Buques Españoles 1855-1971 de Alfredo Aguilera. // Buques de la Armada Española 1700-2014// // Buques de la Armada Española, Ministerio de Defensa // Revista General de Marina // Otros 50 Barcos Españoles de M. González//Región de Murcia Digital // Buques de la Armada Española, Los años de la Postguerra, Aldaba // Buques de la Armada Española, La Ayuda Americana, Aldaba// archivos personales.