Los Cañoneros del Fin del Mundo, II

Defendiendo los confines del Imperio.

Cañoneros Quirós y Villalobos

<<Comandante del transporte General Álava al ministro de Marina:

Excelentísimo señor: cumpliendo las órdenes superiores, el día 11 de octubre fondeo en Ponapé el cañonero alemán Jaguar, acompañado de un transporte y conduciendo a los gobernadores de ambas, Carolinas y Marianas. En el acto de fondear saludaron a la plaza con 21 cañonazos, siendo contestados en seguida por aquélla, y se hicieron las correspondientes visitas de etiqueta.

Al delegado alemán y comandante del Jaguar, que estuvieron a verme en seguida, les hice a la salida de a bordo un saludo a cañón, con arreglo a su categoría.

A las nueve de la mañana del 12 se arrió la bandera española en la colonia, siendo saludada por la plaza y por el buque de guerra alemán, izándose acto seguido la de esta nación, la cual fue saludada también por la plaza y por este buque, siendo todos los saludos de 21 cañonazos.

Dicho día se dio un convite en el Gobierno por el gobernador español, al que asistió todo el elemento oficial, tanto español como alemán reinando en él una gran cordialidad de relaciones entre ambos países, y pronunciándose brindis en favor de SS.MM españolas e imperiales, engalanándose los buques de ambas naciones con todas las banderas.

Los días 14 y 16 se celebraron dos banquetes en el cañonero alemán y en este buque respectivamente, en la misma forma que el efectuado en el Gobierno.

El día 12 se empezó a embarcar todo el material perteneciente a España y a preparar el buque para dejar el puerto.

El 17 abandonó el fondeadero el Uranus, conduciendo todo el elemento indígena, y el 20, con todo el personal europeo a bordo, dejé el fondeadero a las nueve y veinte de la mañana.

A las once y veinticinco de la mañana del 25, fondeé en Yap, encontrando en el puerto a los cañoneros Quirós y Villalobos.

El 2 de noviembre, a las once y media de la mañana, entraron también el cañonero y el transporte alemán, que saludaron a la plaza, siendo contestados por la misma y por el buque de mi mando, efectuándose acto seguido las visitas acostumbradas.

El día siguiente 3, se arriaron e izaron las banderas española y alemana, respectivamente, con las mismas ceremonias que en Ponapé. En este día, se celebró banquete oficial a bordo del cañonero alemán, efectuándose el 4 en el Uranus y el 7 en este buque.

El día 10, paso próximo a la localidad un baguío, haciéndose notar hasta el puerto sus efectos.

El 15, habiendo abonanzado el tiempo y embarcado todo el personal y material de la colonia, salí con los cañoneros a las once y media de la mañana, navegando en demanda de las Palaos, en las que estuve el 16, a las cuatro de la tarde.

El día 2 de diciembre, encontrándome en el paso de la Isla Verde, encontré una vinta con bandera blanca y española, con deseos de comunicar con este barco. En su vista, hice señales al Villalobos para que la reconociera, y este buque me comunicó después que en la costa de Luzón y frente a dicha isla, había cinco prisioneros españoles que pedían ser recogidos.

Nos aguantamos este buque y el Quirós, destacándose el Villalobos hacia la costa, comunicando con tierra, donde había izada la bandera española.

A las diez se puso en movimiento el Villalobos y continuamos viaje; el citado cañonero me dijo había recogido a un comerciante de Batan que lleva dieciocho meses prisionero, acompañado de su señora y tres hijos.

A las doce y media de la noche fondeé en Manila, falleciendo a esta hora el soldado sanitario Miguel González.

Dios guarde, etc.>>.

(Publicado por el periódico El País con fecha 25 de enero de 1900, con el título Las Carolinas y las Marianas).

D e esta forma España ponía fin a su presencia en lo que un día se denomino el LAGO ESPAÑOL. Los cañoneros Quirós y Villalobos, destinados a la defensa de los confines del Imperio, en compañía de los transportes General Álava y Uranus, serian la última Escuadra española del Pacífico.

Si uno mira un mapamundi, y sitúa en el mismo las Carolinas, las Marianas, las Palaos, o más concretamente Ponapé, Yap, Saipán, Guam, Kusaie, Mortlok, Colonia, Barbudas, Pinguelap, etc., nos podremos dar cuenta de la magnitud de la empresa de nuestros cañoneros. Cientos, miles de millas de un inmenso Pacífico.

El solo hecho de observar las enormes distancias, la infinita lejanía, el avasallador entorno, y compararlo con las apenas 350 toneladas de desplazamiento de nuestros buques, es algo que, sencillamente, pone la “piel de gallina”.

Este es, posiblemente, uno de los trabajos más emotivos en los que me he embarcado, y, pese a que los resultados de mi búsqueda no han sido espectaculares, ni mucho menos, las horas pasadas en el Google Earth situando islas y pequeños archipiélagos, trazando distancias, buscando vestigios de la presencia de España, etc., han colmado plenamente mis expectativas. Hoy más que nunca la firma de mis trabajos, Desde el LAGO ESPAÑOL, adquiere un enorme significado. Hoy más que nunca es el momento de reivindicar con fuerza a nuestra Armada, su historia, sus buques y sus marinos.

Esta es la historia, lo poco que he encontrado, de los cañoneros Quirós y Villalobos, los cañoneros del fin del mundo, los cañoneros que defendieron los confines del Imperio.

El cañonero Quirós, ya, lamentablemente, con bandera yanky. Imposible encontrar una sola fotografía con la roja y gualda. Se puede apreciar perfectamente la distribución de su artillería y…….., lo bonito que era.

Cañonero Quirós.

El 24 de agosto de 1894 S. M. la Reina Regente, en San Sebastián, firma un Real Decreto por el que se le da el nombre de Quirós al cañonero que se está construyendo en Hong Kong (El Día, domingo 26 de agosto de 1894). Con respecto al nombre otorgado a nuestro buque el periódico La Correspondencia de España, con fecha lunes 27 de agosto de 1894, publica lo siguiente:

Desde San Sebastián, 24 de agosto.- Quirós es el nombre del navegante que, según datos históricos, descubrió la isla de Bonebey, conocida en la actualidad por Ponapé, capital de las Carolinas Orientales.

Quirós es el nombre elegido por S.M. la reina para el cañonero de construcción mixta destinado a prestar servicio en dicho archipiélago.

La quilla se acaba de poner en Hong Kong.

En la exposición elevada al efecto a S.M. la reina se dice:

En 1528, Toribio Alonso Salazar, sucesor de Juan Sebastián Elcano en la célebre expedición de éste último para explorar el Molveo, descubrió una isla antes de tocar en las Marianas, la que por el diario de su viaje puede deducirse era el grupo hoy conocido por el de Carolinas; isla que Salazar llamó de San Bartolomé y que se hizo extensivo después y por algunos años a dicho grupo.

El mismo año 1528, Saavedra, buscando los barcos de la poco afortunada expedición de Loaisa, descubrió otras islas de ese mismo grupo y hacia su parte más occidental, o sea, las hoy conocidas por Marshall.

En el año 1536, Alvarado, capitán de una de las naves de la expedición de Grijalva, parece ser el que después de Salazar y Saavedra pasó por ese grupo de pequeñas islas, avistó y reconoció alguna o algunas de ellas, y poco después sucedió lo mismo a Ruy López de Villalobos.

Desde el año 1536, cuanto se refiere al conocimiento de las Carolinas tiene más de exploración que de descubrimiento, en la genuina expresión de este vocablo.

En 1564, Legazpi, con cuatro naves, salió a explorar el mar Pacífico en su vecindad con Filipinas, y uno de sus pilotos, Álvaro de Arellano, que se aparto algo del grueso de esa expedición, tocó en el pequeño grupo ya mencionado de Marshall.

En el año 1567, el piloto de Mendaña, Pedro Fernández Quirós, toco con la nave de su mando en una isla de ese grupo que parece fue la de Ponapé, que atravesó Mendaña, y de él se aparto, considerándolo como semillero de bajos, denominándolos Bajos de San Mateo.

En este primer período de los descubrimientos, las Carolinas se conocían con el nombre de Barbudas, y otros las denominaban Coralinas, sin duda por la calidad de sus fondos y arrecifes que las circundaban.

En 1686, el almirante Francisco Lazcano, que navegó por entre ese grupo de islas, fue el que las denominó Carolinas, por el rey D. Carlos II.

Ficha Técnica:

Astilleros.- Whampoa (Hong Kong).
Puesta de quilla.- 22 de junio de 1894.
Botadura.- 24 de enero de 1895.
Entrega a la Armada.- 17 de abril de 1895.
Baja oficial.- 27 de diciembre de 1899.

El 24 de febrero de 1895 el periódico de Hong Kong The China Mail publicaba los siguientes datos acerca del nuevo cañonero español botado al agua en los diques de Kowloon (esta noticia fue llevada a sus páginas por el periódico El Correo Militar en fecha sábado 16 de marzo de 1895):

Esta tarde, en los diques Kowloon, ha sido botado al agua un cañonero de construcción mixta (Composite), hecho por orden del Gobierno español para prestar servicio en Filipinas. El barco ha sido construido bajo la inspección de una comisión compuesta de los señores D. Francisco Vázquez, D. Felipe Briñas y D. Francisco Romero.

Los siguientes datos constituyen sus principales características:

Dimensiones:

• Eslora Máxima.- 145 pies ingleses y 3 pulgadas.
• Manga.- 22 pies y 10 pulgadas.
• Puntal.- 11 pies.
• Desplazamiento (medido por los constructores).- 347 toneladas.

Propulsión:

• Máquinas de triple expansión, siendo 13, 21 y 25 pulgadas los diámetros de los cilindros, y de 500 caballos la fuerza indicada estimada. Dos generadores de vapor circulares multitubulares que trabajaban a una presión de 170 libras por pulgada cuadrada.

Armamento:

• 2 cañones Nordenfelt de 57 milímetros, emplazados uno a proa y otro a popa del barco, y además dos revólveres, sistema Hotchkiss, de cinco cañones montados en reductos salientes, uno a cada banda, disponiendo cada pieza de un campo de tiro de 180 grados.

Otras características:

• Los pañoles de municiones están situados bajo la cubierta más inferior y construidos del modo más perfecto y eficaz para el servicio en combate.

• Irá aparejado de schooner, con una superficie de velamen suficiente para dar al buque una velocidad de crucero de cuatro a seis millas con brisa fresquita.

• La velocidad a máquina garantizada en pruebas de seis horas sostenidas de ensayo debe ser de 11 millas, y las carboneras tendrán cabida para alojar el combustible necesario para que el buque tenga un radio de acción de 1.500 millas.

Finalizaba el periódico chino con las siguientes reseñas:

La ceremonia de bautizarlo o imponerle el nombre Quirós la llevó a cabo galantemente las señorita de Vázquez, hija del teniente de navío de primera clase, Sr. Vázquez.

Después del lanzamiento, los invitados se reunieron en las oficinas del establecimiento, pronunciándose los brindis habituales en estos casos por el éxito del barco, el de sus constructores y la salud y felicidad de la hermosa señorita que se dignó a bautizar al barco.

El miércoles 17 de abril de 1895, el periódico El Día informaba a sus lectores que, el Comandante General del Apostadero de Filipinas había telegrafiado al ministro de Marina, comunicándole que se habían efectuado en Hong Kong, con éxito satisfactorio, las pruebas del cañonero Quirós. Posteriormente, con fecha, jueves 4 de julio de 1895, el periódico El Correo Militar, publicaba una carta recibida de Manila (con fecha 28 de mayo de 1895) en la que se daba cuenta de las pruebas de mar efectuadas por el buque en el puerto de Hong Kong (pruebas realizadas en el mes de abril). La carta decía lo siguiente:

<<El cañonero Quirós, construido en el dique de Hong Kong y Wampoa Cª Limited, por orden del Gobierno español, para prestar servicio especial en Filipinas, realizó su prueba oficial el martes.

Hubo este día a bordo buen número de españoles, entre los que se encontraban el cónsul y el vicecónsul, Sr. D. L. de Castro, la comisión, el capitán y oficiales del buque y otros más.

También concurrieron M. Gillies y Mr. R. Cook, y varios empleados de la compañía del dique.

Las condiciones del contrato han sido llenadas con exceso; el término medio de velocidad en cuatro carreras de dos millas cada una ha sido de 12 millas por hora, con una potencia de 480 caballos.

Para probar su fuerza, el carbón se midió cuidadosamente por espacio de tres horas, dando por resultado un consumo de 44 toneladas en veinticuatro horas, a razón de 9 ¼ millas de velocidad, siendo la capacidad de 75 toneladas, este consumo viene a dar al buque un andar de 3.775 millas.

Desgraciadamente, el tiempo no se prestó a que pudiese demostrar sus condiciones veleras, pues durante las pruebas reinó la calma más completa.

Después de un “lunch” que se sirvió, Mr. Gillies, en breves frases, brindó por el triunfo del Quirós, del que no dudaba que su oficialidad haría grandes elogios, tanto por las comodidades que encierra el barco, como porque se acomoda fácilmente a los servicios que tiene que prestar>>.

Entrado en servicio, como arriba señalamos, a mediados de abril de 1895, la primera noticia que nos da cuenta del Quirós, ya en servicio, nos la facilita el periódico La Correspondencia de España (jueves 15 de agosto de 1895) en estos términos:

Noticias de Marina.- Ha fondeado, sin novedad, en Ponapé (Carolinas Orientales) el cañonero Quirós, procedente de Manila.

Estación Naval de Ponapé (1898-1899). Bahía de Santiago de la Ascensión, capital de la isla, y conocida también como Colonia. El buque blanco situado al fondo, casi en el centro de la fotografía, es posiblemente nuestro cañonero Quirós.

Ponapé, Carolinas Orientales.

Desde la última noticia citada, hasta febrero de 1897, me ha sido completamente imposible encontrar noticia alguna que nos informe de la actividad de nuestro buque. Ese mes (febrero de 1897) el periódico El Correo Militar (sábado 6 de febrero de 1897), en un artículo titulado La Escuadra de Filipinas, nos informa que el comandante del cañonero es D. Miguel Velasco.

En junio de 1897 la publicación El Siglo Futuro (viernes 11 de junio de 1897) lleva a sus páginas la Ley de Fuerzas Navales para 1897-1898. En el apartado dedicado a las islas Filipinas se puede leer que el cañonero Quirós permanecerá doce meses en tercera situación.

A falta de más noticias de la vida operativa del buque en la Hemeroteca Digital, y buscando información del mismo en otras fuentes de Internet, me encontré con el siguiente libro digitalizado: España en el Pacífico. La Colonia de las Islas Carolinas, 1885-1899 (María Dolores Elizalde Pérez-Grueso). En el mismo podemos leer (páginas de la 87 a la 92) varios informes de los comandantes del los buques destinados en aquellas aguas, narrando los viajes por las diferentes islas de los archipiélagos de las Marianas, las Carolinas y las Palaos. En lo que respecta al cañonero Quirós podemos leer lo siguiente:

Informe del viaje a Ponapé del cañonero Quirós, 10 de octubre de 1897.- A las 8 de la mañana del día 13 del corriente salí de este puerto con este cañonero de mi mando con rumbo al puerto de Ronkitti a donde llegué a las 12 del mismo día, recibiendo la visita de un empleado del subdelegado de Marina en aquel puerto, quien me dio cuenta de no haber novedad en aquella tribu. El 14 salí para Mutok. En este puerto no hubiera podido adquirir noticias de las novedades ocurridas en aquella tribu, a no haberme decidido a saltar a tierra y visitar a los padres Misioneros a cuyo convento vino a saludarme el Jefe de la tribu quién no tuvo ni aún la atención de disculparse por no haber mandado a bordo un enviado suyo a nuestra llegada; la tranquilidad en esta tribu era también completa, notándose un retraimiento grande en los individuos que la componen hasta el extremo de no haber atracado al cañonero una sola binta como acostumbran a hacer. El 15 salí para Metalaním, en donde apenas fondeamos recibimos la visita de un enviado especial del Jefe Pablo y una infinidad de bintas que no abandonaron el barco en todo el día. Por la tarde fui a saludar a aquel Jefe quién nos recibió con mucho afecto a pesar de su estado delicado y a quién hicimos algunos presentes de té, azúcar y tabaco. El 16 levamos y nos dirigimos a este puerto, dando por terminado el crucero de vigilancia de la costa y puertos sin que durante él haya ocurrido nada digno de mencionar.

Informe del viaje del Quirós por las islas Kusaie, diciembre de 1897.- A poco de llegar fui visitado por el Reyezuelo de la isla (pto Chabrol) y uno de los principales Jefes, pagándoles aquel mismo día la visita, y por su conducto cité a los Jefes principales de las tribus, en que está dividida la isla, a una reunión en casa del Reyezuelo, que tuvo lugar el día siete a las once de la mañana, a los que hice saber por conducto del 2º comandante, que su vez lo comunicaba en inglés, la suma satisfacción con que el Señor Gobernador de estas islas veía la buena armonía que existe entre los naturales y que por todos los medios que estén a su alcance procuraría atender a su mayor prosperidad y necesidades y repetir con más frecuencia las visitas del cañonero, participándolos también que continuaran izando, como lo hacen, bandera española, a cuya nación pertenecen, todos los días festivos y siempre que hubiese en el puerto, y que de cualquier extranjero o natural que cometiese falta alguna diesen cuenta inmediata al Señor Gobernador. Acto seguido hice entrega al Reyezuelo de los regalos que usted me entregó, por lo que se mostró profundamente agradecido, manifestándome lo satisfechos que estaban de pertenecer a España, esperando que el cañonero repitiese con más frecuencia las visitas.

http://books.google.es/books?id=wTXy8zLLBnwC&printsec=frontcover&dq=inauthor:%22Mar%C3%ADa+Dolores+Elizalde+P%C3%A9rez-Grueso%22&hl=es&sa=X&ei=ckb1T6D9LYjs0gW53IGqBw&ved=0CDQQ6AEwAA#v=onepage&q=inauthor%3A%22Mar%C3%ADa%20Dolores%20Elizalde%20P%C3%A9rez-Grueso%22&f=false

Mapa español de Ponapé (1890).

Detalle de la carta nº 855 - Islas Seniavinas (Dirección Hidrográfica de la Armada)

Desde su llegada a Ponapé en 1895, hasta el fatídico año 1898, la vida operativa de nuestro buque transcurrió de una forma muy placida. Dedicado a labores de patrullaje, diplomáticas (mostrar el pabellón) y a levantar cartas náuticas y planos de las diferentes islas de su zona de actuación, el Quirós desaparece, casi por encanto, de las noticias de los periódicos, hasta el sábado 24 de septiembre de 1898. En esta fecha el periódico El Correo Militar nos traslada la siguiente noticia:

Insurrección en las Carolinas.

Los periódicos norteamericanos últimamente recibidos dan cuenta de haberse sublevado los indígenas de las Carolinas.

La noticia fue llevada a Honolulu por un bergantín mercante que había tocado en las carolinas; de Honolulu la llevaron a San Francisco pasajeros del vapor Coptis.

Parece que los jefes indígenas de las carolinas preparaban desde hace tiempo un alzamiento alentados por los misioneros yanquis; las rivalidades que les dividían eran obstáculo para una acción común y eficaz; pero últimamente, a raíz de la guerra con los Estados Unidos, convinieron una tregua y combinando sus fuerzas se sublevaron.

Los españoles estaban concentrados en Ponapé y los insurrectos atacaron aquella población, obligando a nuestros compatriotas a refugiarse en los cuarteles, donde procuraron hacerse fuertes.

El cañonero Quirós estaba en la bahía y salió para las marianas, como estación más cercana en busca de socorros. Pero al llegar a aquellas otras islas encontró la bandera americana flotando sobre ellas, y el Quirós no ha vuelto a aparecer por las Carolinas.

El capitán de la goleta portadora de tan tristes noticias dice que cuando él salió de las carolinas, los 200 soldados de la guarnición española continuaban defendiéndose en los cuarteles, pero no debían tener muchas municiones, ni se hallaban en situación de resistir mucho tiempo el asedio.

Ignoramos si el Gobierno habrá tomado alguna medida para socorrer a aquellos infelices, si el auxilio llega a tiempo, o para liberar del cautiverio a los que hayan sobrevivido.

La noticia que acabamos de leer, es complementada por esta otra que nos trae el periódico El Imparcial el jueves 24 de noviembre de 1898:

De Carolinas.

Se reciben noticias de Carolinas respecto a la sublevación acaecida en aquellas islas en Mayo último. Los indígenas, en combinación con algunos americanos, se sublevaron, intentando atacar la población española.

El gobernador de Ponapé pidió auxilio al de Yap, que le mandó el cañonero Villalobos, que en unión del Quirós pudieron contener a los sublevados.

En Carolinas hay fuerzas de infantería de marina, y es de suponer que se hayan defendido de todo ataque.

El Final

Traigo a continuación, y de forma cronológica, una serie de noticias aparecidas en los diversos medios de comunicación españoles que nos relatan cual fue el destino final de nuestro cañonero:

El Día, viernes 2 de diciembre de 1898.

Círculos Políticos.

Cuando se ratifique la paz, el señor ministro de marina, según nuestros informes, estudiará la manera de repatriar los barcos que nos quedan en Filipinas.

De los diez o doce cañoneros, sólo se encuentran en condiciones de navegar el Quirós y el Villalobos, que están en el Archipiélago carolino, y además el crucero de tercera Elcano y el transporte General Álava.

El Heraldo de Madrid, miércoles 14 de junio de 1899.

De Marina.

Los barcos que actualmente cruzan por los Archipiélagos de Marianas, Carolinas y Palaos, y que se tratan de vender, son los cañoneros de primera Villalobos y Quirós, de 300 toneladas los dos, y construidos en el año 95, montando cada uno dos cañones de 57 y dos revólveres de 37 milímetros.

También presta servicio en aquellos Archipiélagos el General Álava, lancha cañonera (¿? ) construida el año 1883.

Los tres referidos barcos, de los que no se tienen noticias directas desde noviembre último, serán vendidos probablemente a Alemania.

Además, se trata de vender el Argos, de hierro y 508 toneladas de desplazamiento, que estaba en comisión hidrográfica en Filipinas, y el cañonero de segunda Leyte, de 151 toneladas, también de hierro, y construido el año 87, que está, como el Argos, en Filipinas.

Cañonero Villalobos.

La primera noticia que nos da cuenta del cañonero Villalobos la encontré en el periódico La Dinastía con fecha miércoles 3 de julio de 1895, y reza así:

Consejo de Ministros.

Madrid 2.- Resolvióse adquirir un cañonero igual al Quirós para las Carolinas.

Ese mismo día el periódico El Siglo Futuro abunda un poco más en la noticia:

Ecos Políticos.

A las siete y media terminó el Consejo de ministros…………

El ministro de Marina dio cuenta de un expediente para la adquisición de dos cañoneros que han de prestar servicio en las islas Carolinas.

Propone el ministro que se adquieran en Asia o se encargue su construcción a los astilleros ingleses más próximos a Filipinas, siendo dichos buques del tipo Quirós. Uno irá a Ponapé, y el otro será destinado a Yap.

Curioso, el periódico nos informa del proyecto de construcción de dos cañoneros, pero debe de tratarse de un error puesto que, al día siguiente (jueves 4 de julio de 1895) este mismo periódico lleva a sus páginas el siguiente suelto:

Noticias de Marina.

Con objeto de ser destinado a las Carolinas Orientales, se ha mandado construir en el apostadero de Filipinas un barco igual al Quirós, construido en Hong Kong.

También, con fecha 4 de julio de 1895, el periódico El Correo Militar (posiblemente el medio más fiable) se hace eco de la noticia en los siguientes términos:

Consejo de Ministros.

El señor ministro de Marina puso a la real firma un decreto por el cual queda autorizado para la construcción de un buque aviso-torpedero del tipo del cañonero Quirós, con destino a las Carolinas Orientales.

Dicho buque será construido en los astilleros de Hong Kong.

Entre el 4 y el 5 de julio diferentes periódicos nacionales se hacen eco de la noticia, y la llevan a sus páginas. A continuación traslado algunos de los principales:

La Correspondencia de España, viernes 5 de julio de 1895.

Consejo de ministros con S.M.

S. M. la reina firmó el decreto autorizando al ministro de Marina para construir en Hong Kong un buque del tipo Quirós, para que preste servicio en las Carolinas Orientales.

El Siglo Futuro, viernes 5 de julio de 1895.

Consejo de Ministros.

Marina.- Autorizando al ministro para que disponga la construcción en el arsenal de Hong Kong de un cañonero, tipo Quirós, con destino a las Carolinas Occidentales, el cual quedará de estación en Yap.

El Día, viernes 5 de julio de 1895.

Gaceta de Madrid (5 de julio).

Marina.- Real decreto autorizando al comandante general del apostadero y escuadra de Filipinas para adquirir por gestión directa, en Manila o en Hong Kong, un cañonero con destino al servicio y vigilancia de las Carolinas occidentales, de iguales dimensiones y sistema de construcción que el denominado Quirós.

Pero, como casi siempre, aparece alguna noticia que nos deja “fuera de juego”:

La Iberia, viernes 16 de agosto de 1895.

Junta de Generales.

También se aprobó la propuesta del comandante general del apostadero de Filipinas para construir, dentro de los créditos concedidos por el presupuesto, un cañonero similar al Quirós, que será destinado a las Carolinas Occidentales, construyéndose en Hong Kong, y siendo su coste aproximado 80.000 pesos.

La noticia, como habréis visto, es de 16 de agosto de 1895, ¿aprueba la Junta de Generales de la Armada la propuesta del comandante general de Filipinas para la construcción de un cañonero?, pues, ¿no habíamos quedado que el consejo de Ministros ya había autorizado esa construcción el pasado 3 de julio?

Lo que La Iberia no especifica bien a las claras es, en qué fecha se reúne la Junta de Generales de la Armada. Se supone que, siguiendo un orden riguroso:

1º.- El Comandante General del Apostadero de Filipinas propone a la Junta de Generales de la Armada la construcción de un nuevo cañonero.

2º.- La Junta de Generales estudia y aprueba dicha construcción.

3ª.- La Junta de Generales eleva la propuesta al ministro de Marina.

4º.- El ministro de Marina lo propone en consejo de Ministros.

5º.- El consejo de Ministros aprueba la petición, y lo traslada a la firma de S. M. como Real Decreto.

En fin, otro de esos pequeños misterios a los que nos tiene acostumbrados la prensa de la época.

El Correo Militar, con fecha 16 de septiembre de 1895 (lunes), nos informa de lo siguiente:

Sección de noticias.

Se ha acordado bautizar con el nombre de Ruy López de Villalobos al cañonero que se construye en Hong Kong con destino a las islas Carolinas.

En septiembre de 1895 se firma el contrato para la construcción del buque con los astilleros de Hong Kong:

La Época, miércoles 25 de septiembre de 1895.

Filipinas.

El Capitán General de Filipinas ha escrito una extensa carta al ministro de la Guerra, dándole cuenta de los trabajos que se realizan en Mindanao para consolidar la dominación española en aquella hermosa isla.

También ha enviado pliegos al ministro de Marina.

En uno de ellos participa que se ha firmado el contrato para construir en Hong Kong otro cañonero que se titulará Villalobos, y que se destinará a prestar servicio en las Carolinas Orientales. Se calcula que dentro de cuatro meses estará construido, y así que llegue a su destino se suprimirá el pontón que ahora existe en las Carolinas.

En mayo de 1895 se da la noticia de la botadura del buque, habiéndome sido imposible encontrar un solo periódico que nos de la fecha exacta de la misma:

El Liberal, 4 de mayo de 1896.

Marina.

Ha sido botado al agua con toda felicidad en Hong Kong el cañonero Villalobos. Este buque es similar al Quirós, construido en el mismo arsenal y destinado a buque de estación en las islas Carolinas.

El Villalobos, con bandera yanky, visto por estribor. Otro precioso buque.

Ficha Técnica:

Astilleros.- Whampoa (Hong Kong).
Puesta de quilla.- septiembre de 1895.
Botadura.- finales de abril, primeros de mayo de 1896.
Entrega a la Armada.- agosto de 1896.
Baja oficial.- 27 de diciembre de 1899.

Al contrario que me ocurrió con el Quirós, del que tenemos una excelente “ficha técnica”, en el caso del Villalobos me ha sido completamente imposible encontrar una sola fuente que nos de unos datos tan completos como en el caso anterior.

Si bien, ambos cañoneros eran muy similares, no eran gemelos en el estricto sentido de la palabra:

D. Agustín R. Rodríguez González, en su obra Política Naval de la Restauración (1875-1898), nos da los siguientes datos:

Ese mismo año (se refiere a 1894), el gasto aumentó con la adquisición de dos cañoneros: Quirós y Villalobos para asegurar de forma económica y más adecuada el orden en la i inquieta colonia que con las visitas periódicas de los cruceros.

Ambos buques, con los nombres de conquistadores y descubridores españoles de aquella parte del mundo, fueron encargados a los astilleros Whampoa, en Hong Kong. Desplazaban ambos 300 toneladas, casco mixto, 352 cv., y 11 nudos, el Quirós con una pieza de 42 milímetros y dos de 37 milímetros y 54 tripulantes, y el Villalobos con dos de 57 milímetros, y dos de 37 milímetros y 48 tripulantes.

Añade D. Agustín que estos datos son del EGA de 1898.

En la excelente Web http://www.navsourde.orgse nos ofrece (en inglés) una pequeña descripción del buque, pero ya como USS Villalobos (PG-42). Adjunto el enlace:

http://www.navsource.org/archives/12/09042.htm

Una preciosa imagen del Villalobos visto por su aleta de estribor.

Pese a que nuestro buque fue construido para prestar servicio en las Carolinas occidentales, lo cierto es que el principio de su vida operativa la pasó en las Filipinas:

La Correspondencia de España, lunes 24 de agosto de 1896.

El crucero Cristina y el cañonero Villalobos han fondeado sin novedad en Manila.

En agosto de 1896 se inicia una insurrección en las Filipinas, y nuestro cañonero participaría activamente en las operaciones:

El Imparcial, martes 1 de diciembre de 1896.

Desde Manila (por correo a Hong Kong), (Manila 26; Hong Kong 30).

Suspensión del bombardeo de Noveleta.- Inutilidad de la operación.

Hoy ha cesado el bombardeo que se venía realizando sobre Noveleta y otros puntos inmediatos.

Esta operación ha resultado hasta ahora inútil, pues no se ha llevado a cabo el avance de las tropas. El plan consistía en destruir las fortificaciones de los rebeldes, y aprovechándose del pánico que en ellos había de causar el destrozo, arrojar sobre las trincheras varias columnas que se apoderaran de las posiciones enemigas y acabaran con las masas que hoy las defienden.

El cañoneo ha destruido el caserío y algunas trincheras; pero como no se ha operado el avance, la situación sigue siendo la misma, estos es, que los rebeldes continúan dominando allí.

En cuanto cesó el fuego de los cañoneros se vio que los rebeldes se ponían a trabajar con una ansiedad febril en la recomposición de las trincheras destruidas.

Fuerzas del Villalobos y del arsenal siguen hostilizando a los insurrectos de Noveleta con fuego de fusil.

La Época, miércoles 9 de diciembre de 1896.

En Batangas.- 140 rebeldes muertos.

Manila 7 (recibido el 8).- Capitán general al ministro de la Guerra.

…….Ayer tarde trataron de fugarse presos cárcel Cavite matando centinela y alcaide. Escaparon 149. Perseguidos por las calles de la población por fuerzas, fueron muertos 57. Algunos huyeron a Dalacaan, donde tropas mataron 10. Otros se echaron al mar y fueron perseguidos y muertos por bote cañonero Villalobos.

Hecha requisa se hallaron 15 ocultos, que están sujetos a procedimiento sumarísimo que se sigue.- Blanco.

De este episodio que acabamos de leer, el periódico El Siglo Futuro, con fecha viernes 15 de enero de 1897, nos da los siguientes detalles:

<<Muchos presos se arrojaron al agua, por las calles transversales, para huir a nado, pero el Villalobos a los primeros disparos mandó un bote armado al mando del alférez de navío dos José Miranda y poco después otro del Lezo, mandado por D. Aquiles Vial, y se dedicaron a perseguir a los que huían a nado por la ensenada de Bacoor, consiguiendo matar el primer bote a seis, y dos más que, al ser conducidos al Gobierno, murieron, y el segundo a cuatro…..>>.

Con fecha sábado 6 de febrero de 1897, el periódico El Correo Militar publica un artículo con el título La Escuadra de Filipinas. En el mismo nos hace una relación de los buques del apostadero y el nombre de sus comandantes, en lo que respecta al cañonero Villalobos señala como comandante del mismo a, D. José María Stanga.

La Época, lunes 15 de febrero de 1897.

Las Operaciones en Cavite. La Escuadra.

El general Montojo embarcó anoche en el crucero Isla de Cuba para dirigir las operaciones que ha de realizar la escuadra, en combinación con el ejército.

El Cebú y el cañonero Elcano han marchado a Cavite, y el crucero Isla de Cuba y el cañonero Lezo vigilarán la extensa bahía de Manila.

El cañonero Villalobos, con algunas embarcaciones menores, guardará la costa de Batangas, impidiendo la comunicación con Mindoro.

Varias gabarras cruzan las lagunas, y otras sirven de depósitos de carbón y municiones.

Como anunciamos oportunamente, todos los buques llevan fuerzas de desembarco.

La Época, lunes 22 de marzo de 1897.

Movimiento Separatista en Filipinas.

Manila 20 (recibido el 21 a las 11’50 noche).- El capitán general al ministro de la Guerra:

………Cruceros Reina Cristina y Castilla continúan cañoneando ¿Imus? Con acierto; resto de escuadra sigue fuegos sobre Bacoor y Cavite Viejo, apagando los de las trincheras.

Cañonero Villalobos se distingue por certeros disparos de ametralladora y Mauser; hoy un marinero herido.- Polavieja.

El jueves 10 de junio de 1897, La Gaceta pública la ley que fija las fuerzas navales para las atenciones generales del servicio, policía y vigilancia de las aguas jurisdiccionales de la Península e islas adyacentes, estaciones navales de la América del Sur y provincias de Ultramar durante el año económico de 1897-1898. En lo que respecta al Villalobos, se señala que permanecerá doce meses en tercera situación.

En marzo de 1898, El Mundo Naval Ilustrado señala que el Villalobos se encuentra de estación en Yap. Imposible encontrar la fecha exacta de la llegada de nuestro buque a aquellas aguas.

El Imparcial, jueves 4 de noviembre de 1898.

De Carolinas.

Se reciben noticias de Carolinas respecto a la sublevación acaecida en aquellas islas en mayo último.

Los indígenas, en combinación con algunos americanos, se sublevaron, intentando atacar la población española.

El gobernador de Ponapé pidió auxilio al de Yap, que le mando el cañonero Villalobos, que en unión del Quirós pudieron contener a los sublevados.

En Carolinas hay fuerzas de infantería de marina, y es de suponer que se hayan defendido de todo ataque.

El final del Villalobos es idéntico al ya comentado del Quirós, y, aunque tenemos alguna de las noticias “duplicadas”, he considerado conveniente publicarlas para una mejor comprensión de todo lo acontecido.

El cañonero Villalobos fondeado en Yap. Posiblemente se trate de la única o, como mínimo, la última fotografía de nuestro buque enarbolando el pabellón español.

El Día, viernes 2 de diciembre de 1898.

Círculos Políticos.

Cuando se ratifique la paz, el señor ministro de marina, según nuestros informes, estudiará la manera de repatriar los barcos que nos quedan en Filipinas.

De los diez o doce cañoneros, sólo se encuentran en condiciones de navegar el Quirós y el Villalobos, que están en el Archipiélago carolino, y además el crucero de tercera Elcano y el transporte General Álava.

El final de España en el Pacífico.

Pantalán o embarcadero de piedra, rada de Ponapé, octubre de 1899.

Otra vista de la rada de Ponapé.

El transporte General Álava en la rada de Ponapé, octubre de 1899.

Vista del Álava, por su aleta de babor, en la rada de Ponapé, octubre de 1899.

Vista exterior de la puerta de acceso del fuerte Alfonso XIII, agosto de 1899.

Vista interior del fuerte con el depósito de cartuchería (al fondo) adosado a la muralla.

El fuerte Alfonso XIII hoy en día.

Otra vista del fuerte Alfonso XIII hoy en día.