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Biografía de Arturo Prat Chacón.



Capitán de fragata de la Marina de la República de Chile.



Nació el día tres de abril del año de 1848, en el departamento de Itata y en la hacienda de San Agustín de Puñual.



Sus padres eran don Agustín Prat, hijo de padres catalanes y de doña María Rosario Chacón.



El día veintiocho de agosto del año de 1858, ingreso en la Escuela Naval de Chile, saliendo de ella al obtener el grado de guardiamarina en el año de 1864.



En el transcurso de la guerra de España contra los países de Chile y Perú, en el año de 1866, participó en los combates navales del Papudo, donde fue apresada nuestra goleta Covadonga y en el encuentro de Abato, donde ambas escuadra se mantuvieron alejadas para evitar el enfrentamiento con la española.



Fue ascendido a capitán de corbeta, en el año de 1873 y al mismo tiempo, consiguió no sin esfuerzo su licenciatura en Derecho, pero con unas calificaciones de sobresaliente, lo que demuestra su ahínco en todo aquello que emprendía.



Cuando estalló la guerra entre Chile contra Perú y Bolivia, se le otorgó el puesto de ayudante de la comandancia general, en calidad de éste, tuvo que notificar al prefecto de Tarapacá, que el bloqueo de Iquinque era un hecho.



El contralmirante Williams Rebolledo, era el comandante general de la escuadra de Chile, por lo que tomó la decisión de hacerse a la mar con rumbo a El Callao, yendo así a buscar a su refugio a la escuadra del Perú.

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Pero dejó bloqueando a Iquinque a Prat, al mando de la corbeta Esmeralda y la goleta Covadonga, al ser nombrado jefe del bloqueo, éste se dirigió a su jefe y le pregunto <<Almirante, si el Huáscar me ataca, lo abordo>>, su premonición fue una realidad unos días después.



El día veintiuno de mayo, se presentaron ante Iquinque, el monitor Huáscar, junto a la fragata Independencia, de la marina peruana.



Como jefe del bloqueo, dio la orden al comandante Condell, de la goleta Covadonga, que intentara interponerse entre tierra y el buque enemigo y que después se dirigiera con rumbo al Sur; mientras que él con la Esmeralda intentaría combatir con el Huáscar e interferir el que lograra desbloquear el puerto.



Por ello el encuentro se dirimió en dos combates muy diferentes.



Grau, capitán de navío peruano y jefe de su división, al ver que la Covadonga , al mando del capitán de corbeta don Carlos Condell, se dirigía al Sur, ordenó a la Independencia, al mando del capitán de fragata Moore, que persiguiera a la goleta chilena, por lo que el combate de estos dos buques tuvo lugar en Punta Gruesa.



Mientras frente a Iquinque, se quedó el capitán de fragata don Arturo Prat, con la corbeta chilena Esmeralda y se enfrentó, al monitor acorazado peruano Huáscar, al mando del capitán de navío don Miguel Grau.



Sobre las 1000 el monitor acorazado Huáscar abre fuego a una distancia de unos seiscientos metros sobre la corbeta Esmeralda, logrando hacer blanco, por lo que sus proyectiles perforan con facilidad su casco de madera, abriéndole vías de agua y causándole muchas bajas entre los miembros de la dotación.


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Por el contrario los proyectiles de hierro de la corbeta chilena, rebotan en la coraza del monitor peruano, sin causarle el menos daño.



El jefe del monitor peruano, Grau, invitó al chileno Prat a que se rindiera, pues la evidencia de la diferencia de casco y artillería era más que evidente, pero el jefe chileno se negó en redondo a ello, por lo que el combate se reanudó.



Lo que llevó a Grau a utilizar el espolón, para no malgastar pólvora y proyectiles, además de que la corbeta Esmeralda, con graves averías había quedado sin potencia y por lo tanto sin movilidad, lo que le convertía en un blanco muy fácil.



Habían ya transcurrido dos horas, cuando Grau dio la orden de iniciar el primer golpe de espolón, por lo que aumento el vapor a toda potencia y embistió a la corbeta Esmeralda, realizando el ataque por la banda de babor del buque chileno, a la altura del palo de mesana y a punto de llegar el momento del impacto, también realizó una descarga de sus poderosos cañones.



Prat hizo, lo que ya le había comentado a su almirante, se sujetaron como pudieron en la banda y después de sufrir el primer impacto, se lanzó al abordaje, siendo el primero en hacer pie en la cubierta del monitor, pero el intenso fuego que de éste se realizaba, sólo permitió que pudieran seguirle el sargento Juan de Dios Aldea y el marinero Luis Ugarte, pues el corneta que estaba trasmitiendo la orden, Gaspar Cabrales, fue interrumpido al recibir un impacto enemigo, que casi instantáneamente le quitó la vida, en ese momento el cabo Crispín Reyes, recoge la corneta para continuar con el toque, pero ya en el punto de mira cayó victima del fuego de fusilería de los peruanos.



Prat, Aldea y Ugarte, se quedaron solos en la cubierta del monitor enemigo, con un inmenso valor avanzaron en dirección a la torre blindada, pero en su trayecto heroico perdieron la vida, por la cantidad de fuego, que como lluvia de plomo caía sobre ellos.



Mientras tanto desde la cubierta de la Esmeralda, el teniente Luis Uribe, que se había quedado como comandante de la corbeta, ve como caen sus compañeros, pero en esos instante, el monitor invirtiendo el movimiento de sus hélices se separa del buque, que acaba de recibir el espolonazo.


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El Huáscar maniobra y vuelve a embestir a la maltrecha corbeta, pero esta vez el ataque lo realiza por estribor, momento que aprovecha en la Esmeralda, el teniente Ignacio Serrano para preparar a su hombres para un segundo abordaje, en el instante del de recibir el golpe, saltan él y doce hombres más, Serrano con sable y revolver en las manos, los marineros con cuchillos y hachas de abordaje, realizándolo desde el castillo de la corbeta a la proa del monitor, pero la marinería del monitor, protegida detrás de los fuertes blindajes de los parapetos, de los que iba provisto el buque, realizan un fuego intenso, que los asaltantes reciben y caen todos muertos o heridos.



El teniente Serrano fue llevado a un camarote, pero sabiendo que su herida era mortal, sacó fuerzas de flaqueza e intento pegarle fuego al propio buque, lo cual no pudo terminar de hacer por la guardia que le pusieron, la cual se lo impidió.



Aún realizo el Huáscar un tercer ataque por la misma banda, del cual y al igual que las veces anteriores, se retiró, pero en ese momento la corbeta Esmeralda ya empezaba a dar claras muestras de que más no aguantaba, por lo que comenzó a hundirse de proa.



Mientras iba hundiéndose, desde la toldilla, único lugar que aún no había sido invadido por las aguas, el guardiamarina Ernesto Riquelme, realizó el último disparo del buque, que fue tragándoselo la mar, hasta desaparecer el tope del palo mesana, en el que iba enarbolada la bandera chilena, eran más o menos las 1210 horas.



En Valparaíso y Talcahuano, se levantaron sendas estatuas en honor a don Arturo Prat y Chacón.



Unos años después se pudo recuperar la campana de la corbeta Esmeralda, la cual se conserva y se utiliza, para marcar las horas en la escuela Naval de Valparaíso, con la inscripción siguiente: <<El viejo bronce sagrado de la corbeta Esmeralda marcó la hora sublime de Prat y sus camaradas>>.



Falleció como queda dicho en el combate de Iquique, el día veintiuno de mayo del año de 1879.








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