Merece la pena leerlo, es la primera vez que un político me ha emocionado.

“Eran ustedes”

El embajador de España en Bosnia Herzegovina, pronuncia un vibrante discurso ante las tropas Españolas en Sarajevo

Con motivo de la Fiesta Nacional el embajador de España en Sarajevo don Alejandro Alvargonzález San Martín se dirigió a las tropas desplegadas en Butmir con las siguientes palabras:

Me piden que les dedique a ustedes unas palabras en el día de hoy, fecha adelantada de la celebración de nuestro día nacional. Lo clásico sería iniciarlo con aquello de "es un honor para mí”... Se trata de una frase más o menos protocolaria, que en el fondo no quiere decir nada si quien la pronuncia no tiene voluntad de que así sea... Les adelanto que este no es el caso. Por eso utilizo la fórmula: "Es un honor para mí", realmente lo es, rendirles mi homenaje desde esta tribuna. Es un honor para mí dirigirle unas palabras a un grupo de españoles, y hoy, en ByH, ante soldados de España. Algunos sin ser de nacionalidad española, pero soldados de España al fin y al cabo, dispuestos a dar su vida por ella, sin grandes alharacas, discretamente, como lo han hecho siempre. Como han hecho a lo largo de toda la historia.

Ustedes son la noble herencia de una historia que pocos, desgraciadamente pocos, conocen. Uno lee "la defensa de las indias", de Julio Albi, y descubre que con un puñado de hombres, que eran ustedes, se defendió -durante varios siglos y con notable éxito -la costa que va de la Florida a la Patagonia, y de esta hasta California. Uno se va al mayor experto de la historia del Pacífico, el australiano Spate, y descubre que su obra más importante la tituló "el lago español", y lo hizo por ustedes. Uno recorre el extremo oriente y descubre la presencia de soldados de España en Camboya y Tailandia ya en el siglo XVI, estudiando mapas de China, tratando con Japón. Eran ustedes. Ustedes fueron en buena medida quienes extendieron el español por el mundo.

Eran ustedes.

Ustedes han protagonizado las casi 60 misiones internacionales que arrancan de los años 80. Recuerdo bien las primeras, en Centroamérica, donde yo estaba destinado entonces. Fui testigo de la mano izquierda para acercarse a cualquier escenario, y de la mano derecha para dar seguridad cuando se demandaba. Vi actuar a médicos de uniforme y a soldados de paisano, y les vi dar un paso al frente siempre. Siempre.

Ustedes son los que caminan las calles de Mostar, de Sarajevo, de Trebinje, de tantos sitios en ByH, donde su uniforme es objeto de respeto, de reconocimiento, sabedores todos de su profesionalidad, de su espíritu de sacrificio. Lugares donde se han ganado el aprecio de sus gentes, donde España -por ustedes -significa algo.

Un día dejarán de ser necesarios en ByH. Se irán. Pero quedarán su recuerdo y la admiración de quienes les conocieron. Quedarán las placas con los nombres de sus compañeros caídos en Mostar, o esa plaza que siendo de España es de ustedes, o ese pinsapo que donaron y seguirá creciendo en algún lugar, o el afecto de esos ancianos a los que surtían de gasolina, de alimentos, de mantas. Y quedará la prueba de su valor. Así me lo han dicho tantas y tantas veces: "ellos llegaron, y empezamos a sentirnos seguros".

Cuentan que los tercios de Flandes, cuando volvían a España gustaban de desfilar en la Plaza mayor de Madrid, y que para esa ocasión recibían la orden de entrar en la plaza "pisando fuerte". Así nació la expresión de "entrar pisando fuerte". Así entraron ustedes, y así deberán salir: "pisando fuerte".

Un día se irán. Se vaciará Camp Butmir, crecerá la hierba entre las grietas del asfalto, se hará el silencio donde estamos, no habrá ni misa de domingo, ni oiré las palmas de un soldado de Cádiz, ni degustaré la paella que uno de ustedes se tomo como un ejercicio a todo o nada, ni recibiré noticias de tal o cual desplazamiento. Me alegraré mucho de que no sean ustedes ya necesarios en ByH. Se me llenará la boca cuando diga que España, en su pequeña o gran responsabilidad, cumplió. Pero les aseguro también que cuando despida al último, cuando vea despegar ese avión, empezaré a echarles en falta.

Y ustedes, una vez más, habrán cumplido.

Y me refiero a ustedes con legítimo orgullo porque hablar de ustedes es hablar de mi propia familia. De mis primos y tíos en Infantería de Marina, a los que admiraba en mi infancia y sigo admirando hoy. De mi padre, jurídico de la Armada, de mi abuelo en el Cuerpo de Ingenieros, de mis bisabuelos haciendo la guerra de Marruecos o de Filipinas. Ellos eran ustedes, si acaso ustedes me lo permiten.

Pero también ustedes son ellos. Quiero decir que también en ustedes se verán otros. Los 23 soldados de España fallecidos en Bosnia y Herzegovina son ustedes, porque en ustedes viven. Saben ustedes bien que cuando les miren a ustedes los padres o los hijos de aquellos que fallecieron los verán a ellos, porque ustedes son ellos. Porque tienen ustedes, y solo ustedes, el honor de serlo.

Todo esto era para explicarles porque es un honor para mí poder dirigirles unas palabras a ustedes.

Y porque es un honor dirigirme a ustedes, y porque ustedes son Cristo Ancor Cabello, les ruego que me permitan también que este sea un homenaje a él. Fallecido en Afganistán, pero vivo en cada uno de ustedes.

Que sea él quien a través de ustedes grite conmigo, con nosotros,

¡VIVA EL REY!

¡VIVA ESPAÑA!

Emocionante.

Pero, al igual que ha ocurrido en otras etapas nefastas en nuestra historia, ahora tenemos que salir de España para escuchar estas hermosísimas palabras sobre la Nación Española, ..... o para ver una bandera Española.

La historia de España siempre es reconocida fuera de nuestras fronteras.



Un saludo

Es, desde luego, un buen discurso y parece sincero pues de no serlo a quien lo haya escrito (el embajador u otro) no le hubiera salido tan redondo.

No cuadra con los malos tiempos que corremos y aunque suponga una ráfaga de aire fresco, que agradezco, quien lo ha pronunciado es un embajador de "esta" España



No creo, ni parece, que sea un político así que temo por el.

un saludo

Antonio

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Se me había escapado esto.


Estamos en la de siempre, los que tienen que partirse la espalda para arreglar fuera lo que desde dentro se ha deshecho, ya que desde siempre los enemigos de España no están fuera, lo peor y quizás único caso en toda la Historia del Mundo, nuestro enemigos son y están dentro, ocupando casi siempre los primeros puestos del Gobiernos, alcanzado en muchas ocasiones por la falta de conocimientos de sus compañeros y lo que aún es peor, elegidos por una plebe inconsciente por desconocimiento de la verdad histórica de España, convirtiéndose España en un país de trepas.


Tengo una obra que no es conocida, pero que marca y define la verdad de estas lides, actuaciones y que propalan la verdad de España: su título es: Historia de la Diplomacia Española, del Embajador don Miguel Ángel Ochoa Brun, que va por el tomo VIII y no se si se ha terminado, pues de momento llega al año de 1700.


Estos hombres llevan siglos defendiendo mejor a España, que los gobernantes del país, incluso se han batido espada en mano, contra quien han osado hablar mal de España, ellos son los auténticos conocedores de la verdad, ya que reciben las órdenes de la capital, pero las tiene que amoldar a las circunstancias y momentos apropiados para mover ficha. En cambio nadie se acuerda de ellos.


Recuerdo dos ejemplos de lo que es defender a España: Uno en la época del Rey Sol, Luis XIV, cuando salió a dar un paseo con su esposa Infanta de España, con la compañía de un Duque por parte del Rey y del impertérrito Embajador español. Los reyes iban delante y el francés de pronto se para delante de un alto rosal, levanta la mano y coge una de las rosas más altas, entregándosela a la reina con agradables palabras, el embajador español algo más bajito que el duque francés, ante la perplejidad del Rey desenvaina su espada y la rosa más alta y más hermosa por ser la que más sol recibía, le pega un tajo con la espada, y la coge en su caída con la mano izquierda para que no cayera al suelo, se la entrega a la su Reina con palabras lisonjeras, los reyes se dan la vuelta y prosiguen su paseo, el embajador se gira al duque y le espeta, al mimo tiempo que los gavilanes daban un fuerte chasquido contra la entrada de la vaina: No se os olvide nunca, que donde un español no llega con la mano, lo hace con la punta de su espada.


La segunda es mucho más reciente: Fue nombrado embajador de España en Londres, don Jaime de Pinies, que venía de estar en el mismo cargo en la ONU. Llegó y presentó sus credenciales, como respuesta y a costumbre británica a los pocos días le fue a visitar el ministro de ForenOffis (o como se escriba, pero es el ministro de Asuntos Exteriores) y cual no es la sorpresa del británico, que al ser recibido por don Jaime había cambiado la foto del Caudillo que estaba a su espalda por un cuadro comprado de su bolsillo en Nueva York, en el cual figuraba el peñón de Gibraltar con bandera española. El británico le comentó que aquello no estaba bien. Don Jaime curtido en todos estos menesteres, le hizo levantarse y acercarse al cuadro para que leyera la firma y el año de la pintura, efectivamente, estaba pintado por un norteamericano en el año de 1702. Ante esto el británico se disculpo y se fue.


Pues estos son nuestros Embajadores.


Amigo Orfebre, pienso que si son políticos, me atrevería a decir, que son los únicos políticos de España, por eso no suelen estar en España, ya que yo sepa si no ha cambiado el tema, son los que para ser embajadores deben de ser licenciados en Ciencias Políticas, como don Manuel Fraga Iribarne, que por cierto fue quien sustituyo a don Jaime en la embajada de London.


Lo anormal pero lógico, es que estos hombres, no quieren saber nada de quienes les mandan, ya que algunos ni siquiera tienen el bachiller.


Por lo demás, estoy totalmente de acuerdo. Pero era de esperar un discurso así, ellos si que no tienen otra cosa que España y su Bandera, por eso están donde están y con palabras la defiende como caballeros, a capa y espada.


Un abrazo.
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Pues otro buen discurso, mi querido Intendente General.

En el fondo no me ha salido considerar político, por lo desprestigiado del término, al diplomático español en Sarajevo.

Quizás porque el sí ha estudiado Ciencias Políticas e Historia de España y, seguro, que las ha entendido.

El embajador se llama Alejandro E. Alvargonzález e ingresó en la Carrera Diplomática en 1987, según Cope.es

Un cordial saludo

Antonio

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Amigo Orfebre


Pues con ese apellido Alvargonzález, solo falta que sea descendiente o pariente, del que con el mismo estuvo en Valparaíso y el Callao, con Méndez Núñez al mando de la fragata Villa de Madrid.


A parte hay una Fundación con ese apellido. Así que de ser así no me extraña nada que algo sepa de la Historia de España.


El calificativo de político, desde luego está muy desacreditado en España, pero yo sigo la tradición de mi padre. Normalmente a los que están en el poder, les llamaba "Chupopteros" mientras que político lo utilizaba para los que demostraban serlo, como es el caso. Demuestra saber y estar, algo muy difícil en esta vida y eso es de político, lo otro, pues eso, los que chupan y chupan y chupan hasta reventar, pero no ellos, sino el pueblo español.


Un abrazo.
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Y no olvidemos tampoco el Alvargonzález de la leyenda de Antonio Machado.

Este tratado sobre el espíritu cainita y miserable de gran parte de nuestro pueblo también cuadra con el hilo.

¿Qué bandera sería esa?

Buenas.
Si algo diferencia a los soldados españoles o de origen tal ,es justamente su poca discrecion, la conducta poco extremada, un fanfarrona y bravucona, descrita por Pierre de Bourdeille en su libro Gentilezas y bravuconadas de los españoles, bien sigue viva.

"...por las palabras de este soldado y por la fanfarronada anterior, vemos como los soldados españoles se han atribuido siempre la gloria de ser los mejores entre todas las naciones. Y por cierto , no les falta base para tal opinion y confianza, pporque a sus palabras les han acompañado de los hechos.
Pues son ellos los que en los últimos acien o ciento veinte años han conquistado por su valor y su virtud, las Indias Occidentales y Orientales, que forman un mundo completo.
Ellos son los que tantas veces nos han combatido, batido y rebatido en el Reino de Nápoles, expulsándonos finalmente de allí...

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Amigo espaldar


En la explicación de la anécdota no lo dice, pero es obvio que si el británico la distinguió solo pueden ser dos en el año de 1702, o bien la de los Austrias, o bien la de los Borbón.


También me quedé pensando, que en 1702 los EE. UU. no existían todavía como nación, pero como ya los conocemos debía estar pintado por algún famoso y a pesar de ser en ese momento británico, se lo han apropiado como Norteamericano. Como me has hecho coger el libro, lo que si se puede añadir, es que lo compró en Chicago.


Don Jaime de Pinies era un fanático del tema de Gibraltar, por eso junto al agregado naval en London, se dieron cuenta que la delegación española a nivel de agregados navales, estaba con el grupo de los países comunistas y los que nada le compraban, molestados por esta discriminación, ya que países como Chile y Argentina sus agregados tenían mejor trato que los españoles, pero claro estos si les compraban.


Así que convencidos de que aquello no podía seguir así, el agregado solicitó una entrevista con el Oficial de Enlace de la Marina Británica, a la sazón el capitán de fragata Mauricio Tash, al ser recibido y después del protocolo, el agregado naval español le espetó: Si el trato recibido por España se mantiene en este tono, serán informados los mandos naturales en Madrid, con la recomendación de que al Agregado Naval de Su Majestad británica, no vea en toda España nada más que el parque del Retiro -a lo que le añadió que el citado parte, es un lago como el de Hyde Park-.


A los pocos días le llamaron, para que acudiera al atraque del mismo Londres, donde había llegado la fragata London, donde fue recibido al pie de la plancha por el capitán de navío comandante y todos los oficiales de abordo, zarpando y haciendo un recorrido hasta alta mar en el Canal, mostrándole incluso el "secreto" CIC, para retornar y devolverlo al punto de partida después de unas horas de navegación.


En fin, que si, que lo de siempre, la labor callada de los buenos y la algarabía de los que mucho prometen y nada dan, más bien roban a su propio pueblo. ¿Que se puede esperar de ellos?


Un abrazo.
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Una preciosidad de discurso. No me cabe la menor duda, al que lo leía, las palabras le salían del corazón.

Si se entera la “Chacón” y el tío “Moratinos”, el próximo destino de este hombre, será la Patagonia.

¡Qué pena!

Un saludo.