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 Combate Naval de la isla de Dominica 17 / IV / 1780. 
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Combate Naval de la isla de Dominica 17/IV/ 1780.



Este combate tuvo lugar el día diecisiete de abril del año de 1780, en las aguas cercanas a la isla que le da el nombre y que pertenece a las llamadas pequeñas Antillas francesas, en el que se enfrentaron una escuadra británica al mando del almirante Rodney, contra otra francesa al mando del conde de Guichen.



Después del enfrentamiento de la isla de Granada, entre D’Estaing y Byron, no hubo otro combate naval de importancia en las aguas de América.



El día veintidós de marzo del año de 1780 llegó a la isla de Martinica, procedente de Francia, una escuadra de refuerzo, al mando del conde De Guichen, quien se unió a la que ya estaba fondeada en Fort Royal a las órdenes de De Grasse, por lo que tomó el mando supremo de las fuerzas navales destacadas en aquellas aguas, lo que supuso el formar una escuadra, que estaba compuesta por veintiún navíos y varias fragatas



Ya reunida la escuadra ordenó que se pusiera en movimiento, por lo que zarpó en demanda de Santa Lucía, que era la principal base británica en la zona, con la esperanza de poder sorprender a la escuadra enemiga, que permanecía allí fondeada y al mando de sir Hyde Parker.



Pero el británico había dispuesto a sus dieciséis navíos, de una forma en que si era atacado, los contrarios se verían entre dos fuegos cruzados, lo que al darse cuenta el conde francés del riego de un ataque, prefirió espera una mejor ocasión a pesar de tener siete navíos más que el enemigo, por lo que regreso a su base de partida en la Martinica.



Mientras tanto, los británicos estaban a punto de recibir un importante incremento de sus fuerzas navales, pues se le había dado la orden a Rodney, que después de dejar el convoy en Gibraltar, se dirigiera a las Antillas.

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Si ignoras lo que pasó antes de que nacieras, siempre serás un niño. Marco Tulio Cicerón.


Hay criterios cerrados, de ásperas molleras, con los cuales es inútil argumentar. Miguel de Cervantes Saavedra.


Cuando soplan vientos de cambio, unos construyen muros, otros, molinos.

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14 Ago 2006 09:31
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Después del combate del cabo de Santa Maria contra la escuadra española, logró dejar sano y salvo el convoy, por lo que aprovechando vientos propicios del Este, arboló sus diecinueve navíos y se puso, desde Gibraltar con rumbo a las aguas americanas, por lo que el día veintisiete de marzo, fondeaba a sus buques en la base británica de Santa Lucía, reuniéndose así con la escuadra de sir Hyde Parker.



Guichen, en esos momentos estaba en franca desventaja, pues al unirse la fuerzas de los dos británicos, sus navíos habían alcanzado el número de treinta y cinco, cuyo mando fue entregado en jefe al almirante Rodney, pero éste subestimó al francés, por lo que dividió a su escuadra y se hizo a la vela sólo con veinte, con rumbo a Santa Lucía el día doce de abril, navegando en busca de la escuadra francesa.



El mismo día el conde francés, había ordenado la salida desde Fort Royal, a un grueso convoy con rumbo a la isla de Haití, mientras que él al día siguiente se hizo a la mar con su escuadra compuesta por veintidós navíos, uno menos porque había sido destinado a dar protección al convoy, pero acompañado por varias fragatas, que además llevaban un fuerte destacamento de tropas del ejército, con la intención de atraer sobre él a Rodney, con lo que conseguía una doble acción, tratar de evitar que el almirante británico atacara al convoy y poder realizar él algún golpe de mano contra la posición enemiga.



Guichen, puso rumbo hacia el canal entre la Martinica y la Dominica, pero la fuerza de las corrientes le retrasó la marcha de sus navíos, y en la mañana del día dieciséis de abril, cuando ya gran parte de su escuadra había salido del canal, una de sus fragatas exploradoras, situada en la vanguardia de la escuadra, dio la señal de que la escuadra enemiga se acercaba desde el sudeste.



La escuadra británica estaba compuesta por veinte navíos, de los que dos eran de tres puentes, uno de 98 cañones y el otro de 90, doce de 74 y seis de 64.

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14 Ago 2006 09:32
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Guichen, disponía de veintidós navíos, pero ninguno de tres puentes, siendo: dos de 80 cañones, once de 74 y nueve de 64.



Como se puede comprobar las fuerzas estaban bastante equilibradas, si bien en número de cañones eran superiores los franceses, a pesar de no disponer de ningún tres puentes.



Durante todo el día dieciséis, los dos jefes realizaron evoluciones con sus escuadras, tratando de conseguir el barlovento, lo que al fin logró el almirante Rodney, pero ya a última hora del día, aun así ordenó inmediatamente arribar sobre la escuadra francesa, con la intención de atacar a la retaguardia, pero De Guichen lo evitó ordenando a su vez virar de bordo con viento de popa.



Por lo que burlado su movimiento, y frustrada su maniobra Rodney, ordenó mantenerse a barlovento, pero manteniendo una distancia muy corta con respecto a la línea francesa. En estas posiciones se mantuvieron toda la noche.



Al amanecer del día diecisiete, ambas escuadra se hallaban a sotavento de las islas, con la proa al Norte y recibiendo el viento por estribor, porque su dirección era del Este, manteniéndose los franceses por la amura de babor de los británicos.



El almirante británico, pretendía concentrar todas su fuerzas, en un ataque contra la retaguardia y el centro francés, y cuando lo consideró oportuno, dio la orden de arribar a todos sus navíos ocho cuartas, o sea noventa grados, y se dirigiesen en derechura contra la línea francesa.



Pero De Guichen, para evitar lo que se le venía encima, sobre todo a su retaguardia, ordenó a toda su escuadra virar, siguiendo un orden invertido y procurando cerrar las distancias entre sus navíos.

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14 Ago 2006 09:33
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Esta nueva maniobra esquiva del francés, obligó a Rodney dar la orden de que sus navíos regresasen a su puesto en la línea, lo que se realizó dejándose caer y ciñendo el viento, sobre la amura de babor, por lo que se quedo corriendo la línea de los franceses, quedando ambas escuadra por la misma amura y proa al sudeste.



Pero el británico, con su tozudez característica, sobre las 1300 horas, volvió al ataque, esta vez dando la misma orden de arribar sobre la línea de los franceses, con la ampliación de orden concreta, de que cada uno de sus navíos gobernara de forma que fuese atacado el navío que tuviera enfrente y entablar combate con él.



Como la vanguardia de los franceses se había distanciado bastante del resto de su escuadra, esta audaz maniobra, representaba que el almirante Rodney concentraría sus veinte navíos, sólo sobre los quince que eran los que formaban el centro y la retaguardia de los franceses, por lo que representaba una amplia mayoría de navíos, de haberse planteado así el combate, los galos hubieran sufrido una no deseada derrota, pero los capitanes británicos la efectuaron muy desordenadamente.



La causa de la mala interpretación de las señales, la orden dejó de ejecutarse en el sentido previsto por el almirante Rodney, con lo que el movimiento resultó imperfecto y como consecuencia de ello la línea británica se abrió en demasía, por lo que quedó su retaguardia muy separada de su centro.



A la hora mencionada los navíos británicos más adelantados, llegaron a distancia de cañón de la línea francesa, que ceñía el viento por la amura de babor, dando comienzo a un terrible y durísimo cruce de cañones.



En el centro francés, por haber quedado sotaventado el navío Actionaire, de 64 cañones, que era un mal velero, se produjo un hueco, que el almirante británico, quiso aprovechar unos veinte minutos después de comenzado el combate.

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14 Ago 2006 09:34
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En medio de un intensísimo fuego, gobernando con su propio navío, el tres puentes Sándwich, de 90 cañones, se dirigió sobre la línea francesa, tratando de introducirse por el hueco y acortarla, pero el Destin, navío francés de 74 cañones, a fuerza de vela y viendo la intención del británico, logra interponerse en el rumbo del gran navío enemigo, colocándose a su través ya a muy escasa distancia y cañoneándolo muy duramente.



De Guichen, apercibido de la maniobra del almirante británico, ordenó virar de nuevo, con el viento por la popa, lo que consiguió que la escuadra francesa, regresara y recuperara su orden de línea de combate inicial.



Pero en la maniobra, dos de los navíos franceses de 64 cañones, quedaron muy expuestos al fuego concentrado de varios enemigos y más potentes, entre los que estaban el gran Princess Royal, de tres puentes y 98 cañones, lo que obligo al propio De Guichen, a acudir en socorro de su apurada situación y sacarlos de ella.



Mientras tanto el almirante Rodney, que con su navío el Sándwich, estaba manteniendo un duro fuego concentrado del Destin, el Palmer y el Vengeur, por lo que estaba sufriendo graves averías, y temiendo quedarse a solas, maniobró para ganar barlovento, lo que le permitió reincorporarse a su escuadra, pero con su navío muy dañado y con muchas bajas en su dotación.



A partir de este momento y siendo ya las 1600 horas, ya no volvieron a aproximarse más los británicos, si bien el cañoneo a distancia, continuó hasta que la noche lo envolvió todo.



Por lo que el resultado del combate quedó indeciso, pero hay que reconocer que sus comandantes en jefes, realizaron maniobras que ponían muy alto sus virtudes marineras, pues ambos en diferentes momentos, supieron salir o acercarse a conveniencia de los dos.



Al almirante Rodney, se le reconoce su talento y capacidad, pero que no era muy inferior en la De Guichen, lo que le falló al británico y solía ser así, fueron sus capitanes, que si en el momento de descifra las señales, no se hubieran equivocado, con el ataque que ordenó su jefe, se podría haber concluido el combate con una clara victoria, pero el francés, supo en todo momento como salir airoso de tan temible enemigo.







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Bibliografía:

Enciclopedia General del Mar. Garriga. 1957. por Ángel Dotor.

Thayer Mahan, Alfred. Influencia del Poder Naval en la Historia. Partenón. Buenos Aires. Argentina. 1946.

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14 Ago 2006 09:36
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Traducción al español por Huan Manwë para phpbb-es.com