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No es necesario decir porqué razón paso Cristobal Colon a la Historia. Sin embargo, sus viajes tambien aportaron nuevos conocimientos a la ciencia de la astronomia y de la navegacion. El descubrimiento del movimiento de la estrella polar, el de la variación de la declinación magnetica con el lugar de la observación y la de la línea sin declinación se atribuyen a Cristóbal Colón.

Para los mas profanos en la materia anotare que la declinacion es la diferencia entre el polo geografico (al que “apuntan” los mapas) y el magnetico (al que apuntan las brujulas y compases magneticos). El descubrimiento de que el Norte de las agujas nauticas podia llegar a tener errores considerables causo, como puede suponerse, no poca desazon entre los marinos de esa epoca y siglos posteriores.

El jueves 13 de Septiembre de 1492 al atravesar el meridiano 3? al Este de la isla de Corvo en las Azores, Colón anota en su diario:

"Aquel día con su noche, yendo a su vía, que era el Oueste, anduvieron treinta y tres leguas, y contaba tres o cuatro menos. Las corrientes le eran contrarias. En este día, al comienzo de la noche, las agujas noruestaban, y a la mañana nordesteaban algún tanto".

En la época de Colón la declinación para la península Ibérica era aproximadamente de 10º NE disminuyendo hacia el meridiano de las Azores, donde se anula y pasa a ser NW. En este momento todavía se encontraba al Este de la línea de declinación nula, pero el movimiento de la estrella Polar alrededor del polo hizo que la aguja señalase ya el próximo cambio de valor.

Asimismo, el lunes 17 de Septiembre hace la siguiente observación:

"Tomaron los pilotos el Norte, marcándolo, y hallaron que las agujas noruesteaban una gran cuarta... Conociólo el Almirante; mandó que tornasen a marcar el norte en amaneciendo, y fue porque la estrella que parece que hace movimiento y no las agujas".

Colón corrobora sus declaraciones anteriores en una carta enviada a los Reyes Católicos desde Haití, en octubre de 1498, durante su tercer viaje:

"Fallo que de Septentrión a Austro, pasando...100 leguas de las dichas islas, que luego en las agujas de marear, que fasta entonces nordesteaban, noruesteaban una cuarta de viento todo entero...".

El día 30 de Septiembre añade:

"También en anocheciendo las agujas noruesteaban una cuarta, y en amaneciendo están con la estrella justo. Por lo cual parece que la estrella hace movimiento como las otras estrellas, y las agujas siempre piden la verdad".

Hay que recordar que durante la Edad Media se creía que la Estrella Polar era inmutable y señalaba el verdadero Norte. En otras partes de su diario dice que la estrella Polar "parece haze movimiento" y que es un "movimiento como las otras estrellas" (circumpolar). Hoy se sabe que en aquella época la declinación de la Polar era de 86º y 20' y describía un círculo de 3º 40' de radio, pero también sabemos que 300 años a. C. su codeclinación era de unos 13º y se reconocía a simple vista que era circumpolar. Al disminuir con el tiempo la codeclinación este conocimiento había sido olvidado hasta que Colón lo recupera de nuevo.
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Tanto su hijo Fernando, como el padre Bartolomé de las Casas y el cronista Herrera han querido atribuir a Colon el descubrimiento de la declinacion como fenomeno, pero existen antecedentes suficientes para desmentir esto. Es sabido que en el Mediterráneo del siglo XII la declinación no bajaba de 8º a 10º lo cual podría ser percibido a pesar de lo rudimentario de los instrumentos y, además, es verosímil que al extenderse el uso de las brújulas china e india, a través de los árabes, se transmitiera el conocimiento de la declinación de la aguja que éstos conocían de antiguo. Es mas que probable que Colon tuviera un cierto conocimiento de este fenomeno puesto que habia navegado previamente por el Mediterraneo y las Azores .

Las primeras noticias acerca de una inclinación de la aguja fuera de la línea Norte-Sur debida al campo magnético de la Tierra no aparecen hasta el año 1111 (dinastía Song), cuando en una Historia Natural, el Penthsaoyan de Kentsung, se menciona que una aguja construida en piedra-imán y suspendida de un hilo de algodón no se orienta hacia el Sur exactamente sino que se dirige hacia una dirección que difiere 15? del Sur hacia el E, lo que demuestra que no sólo conocían la declinación sino que también sabían medirla. Otra referencia la encontramos en el Mung-Khipi-Than, del siglo XI, donde al tratar de la orientación que toman las agujas libres sobre el agua dice: "Si la aguja se deja flotar sobre un corcho, se dirige siempre hacia el Sur, declinando hacia la mansión Ping (el Nordeste)", lo que puede hacer de esta la más antigua referencia conocida sobre la declinación.

Independientemente de China, la existencia de una diferencia entre el meridiano magnético y el astronómico fue descubierta en Europa hacia el siglo XIII. Existe una referencia de 1380 del poeta inglés G. Chaucer, autor del Treatise on the Astrolabie, que dice que al marcar con una aguja magnética el planeta Venus, ésta apuntaba hacia el NNW, en lugar del NW. Investigaciones realizadas por el Observatorio Magnético de Postdam dan como resultado que la declinación magnética de Londres por esas fechas era de 22? al W, muy próxima a la cantidad mencionada por Chaucer.

En un atlas publicado en 1436 por Andrea Bianco, que se conserva en la Biblioteca de Venecia, se observan unas figuras que parecen señalar la declinación magnética. También en un cuadrante solar del año 1451, perteneciente al Museum Fernandeum de Innsbruck se observa marcada sobre su pequeña brújula de orientación, una línea grabada que indudablemente indica la declinación para ese año, formando ángulo con el meridiano verdadero. Finalmente tenemos una carta de la Europa Central, grabada en Nuremberg en 1492, en la que, sin duda alguna, se representa la declinación. Esta carta se conserva en el British Museum.

En resumen, existen documentos suficientes que atestiguan que la declinación magnética había sido percibida ya en la Edad Media. Sin embargo, también es cierto que no profundizaron en su estudio, era extraña en el conjunto de los conocimientos de la época y que no fue hasta Colón cuando se incorporó a la ciencia y comenzo a estudiarse como un fenomeno importante.

Asi, podemos afirmar que Colón descubre de nuevo, tras siglos de olvido, la rotación diurna de la Polar, advierte la existencia de la declinación (si no la conocía ya) y reconoce su importancia ya que la sigue marcando diariamente con lo que (por primera vez) observa que esta varía con la longitud y, sin duda, es el primero que observa el cambio de oriental a occidental.

Estas desviaciones de la aguja nautica fueron, con posterioridad, estudiadas detenidamente por los marinos españoles y portugueses en sus viajes y exploraciones al Nuevo Mundo, especialmente en el intento de encontrar una solución al problema de la Longitud. Pero eso es otra historia.
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Luis, tienes toda la razón. Desde hace bastante tiempo se conocen las mediciones de la declinación magnética: ángulo formado por los meridianos geográficos y magnéticos. Así, el 13 de septiembre de 1492, en el libro de a bordo de Cristóbal Colón se anotó: "Antes de caer la noche, la brújula indicaba una desviación hacia el Noroeste, que por la mañana era menos considerable". Ese fenómeno provocó gran pánico entre los marineros supersticiosos de Colón los que sabían muy bien que la aguja debía desviarse algo hacia el Este. Maduraba un motín. Colón, furtivamente, corrió la rosa de los vientos de la brújula de modo que la declinación fuese "normal". Luego, para atar los cabos y no contradecir a los datos de las observaciones astronómicas, Colón tuvo que anunciar que "no fue la aguja de la brújula que había cambiado su dirección, sino que se había desplazado la estrella Polar". En nuestros días el cambio de la magnitud y del signo de la declinación de la aguja magnética en el mismo paralelo es un fenómeno bien conocido, que se utiliza ampliamente para determinar la situación de los barcos.

Desde los tiempos de Colón, muchos científicos estudiaron minuciosamente el campo magnético de la Tierra y la declinación de la aguja magnética. No obstante, la explicación de la causa de la atracción de la aguja de la brújula hacia los polos de la Tierra se dio solamente en 1600, año en que publicó William Gilbert, médico inglés, el famoso libro titulado "Del imán, de los cuerpos magnéticos y del gran imán: la Tierra". Guillermo Gilbert atribuyó el descubrimiento de la declinación magnética a Sebastián Caboto y a Gonzalo Fernández de Oviedo (el escrito de Caboto es de 1534, y la Historia de las Indias en que cita el hecho de que la aguja se desvía en las proximidades de las Azores fue publicada por Oviedo en 1535).

En este libro, a base de un enorme número de datos experimentales, Gilbert mostró convincentemente que el campo magnético de la Tierra se asemejaba al campo de una esfera imantada uniformemente tallada de magnetita. El mismo Gilbert descubrió también que a temperaturas altas, como las que se registran en el centro de la Tierra, el hierro pierde por completo sus propiedades magnéticas. En este sentido, el académico ruso A. Krilov, en su libro sobre el magnetismo de la Tierra, publicado en 1920, refiriéndose a la teoría de Gilbert escribió: "A lo largo de casi dos siglos a esa teoría no se añadió nada sustancial que no estuviese en el libro de Gilbert y no fuese una repetición o desarrollo de lo que había hecho él".
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Lo cierto es que Colón acerto al "culpar" a la estrella Polar de moverse. Hoy sabemos que dicha estrella no se halla exactamente sobre el polo Norte sino que esta separado unos 3 grados de este y por lo tanto tambien describe un movimiento circular alrededor del polo. Para la mayoria de la gente esta diferencia de codeclinacion y el movimiento circumpolar son irrelevantes, grosso modo y a efectos practicos (orientacion p.ej) se halla en el polo. Sin embargo, para aquellos que la usan con las matematicas en la mano (lease marinos, astronomos y otras especies noctambulas de mal vivir) es un factor de suma importancia.

Muy oportuna e interesante la referencia a Gilbert y su famoso tratado "De Magnete". Actualmente las causas de la declinacion y del magnetismo terrestre se explican con las teorias de la dinamo autoinducida segun las cuales los movimientos de conveccion hacen que el nucleo terrestre se comporte como una dinamo creando campos electromagneticos. Sin embargo, la teoria de Gilbert fue la primera teoria que se acercaba a la realidad y a efectos practicos dejo establecido el comportamiento de las agujas nauticas bajo la influencia del magnetismo terrestre. Lo unico que no pudo demostrar en su teoria fue la variacion secular, es decir, la variacion de la declinacion con el tiempo.
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La declinacion en la cartografía nautica.

La Cartografía náutica se vio sumamente afectada por el descubrimiento de la declinación puesto que hasta el siglo XV ésta no era tenida en cuenta, construyéndose las cartas o portulanos a base de rumbos y distancias lo que daba lugar a que las cartas mostraran una torsión general, a veces muy marcada, hacia la izquierda. Los navegantes posiblemente conocían el fenómeno pero no lo tomaban en cuenta en sus marcaciones por lo que al componer las cartas los cartógrafos lo hacían orientadas al Norte magnético en vez de al geográfico.

Todas las cartas construidas por este sistema de rumbo y distancia anteriores a Colón e incluso posteriores, tendrán una rotacion o desviación circular del trazado o igual y de sentido contrario a la declinación magnética. La magnitud de este giro varía en función de la época en que confeccionó la carta y la situación de la región en que se trazó.

Desde el descubrimiento por Colón de la importancia de la variación magnética los navegantes comenzaron a anotar cuidadosamente sus observaciones magnéticas con el propósito, que nunca se cumplió, de hallar una solución al problema de la Longitud. Al ser representados estos datos sobre cartas geográficas nació la cartografía magnética. Cuando se levantaron las cartas magnéticas y se pudo compensar la declinación el mundo comenzó a tomar su forma real.

El primero en construir una carta de carácter magnético, en 1533, fue el cosmógrafo español Alonso de Santa Cruz, quien describe su trazado de la siguiente forma:

"Presuponiendo en mí que la misma diferencia que el aguja hacía a la parte de poniente noruesteando, que la misma hacía a la parte de levante nordesteando, puse en ella de 15 en 15 grados muchos meridianos, y debajo de cada uno de ellos, fuera de la carta escribí lo que en cada uno nordesteaba a noruesteaba allí la aguja tocada con el magneto o piedra imán".

Posteriormente reconoció que había errado al considerar que las isogonas eran meridianos, pero esta creencia se mantuvo hasta que los viajes de Joao de Castro en los años 1538 y 1541 demostraron que no era así.

A lo largo del siglo XVI los navegantes españoles y portugueses continuaron recogiendo datos por todos los mares del mundo que eran publicados en forma de Tablas de Declinaciones. Como precursores de Halley merecen mención las observaciones de Pedro de Siria, Sarmiento de Gamboa (1580), Ramírez de Arellano (1619) y las de los Padres Bon, Marino (1630), Kircher y Feuillée.

En 1701, Halley dibujó el primer mapa en el que los puntos de igual declinación están unidos por líneas, con lo cual construye la primera carta de isogonas. Hay que hacer notar que la mayoría de los autores atribuyen a Halley el nacimiento de la cartografía magnética, lo cual no es cierto, ya que los padres de ella fueron los cosmógrafos españoles y portugueses y en especial Alonso de Santa Cruz. El mérito que se ha de atribuir a Halley es ser el primero en representar en una carta geográfica las líneas isógonas y por el cual los ingleses denominan a éstas "Halleyan lines". Esta fórmula es la que se siguió posteriormente para representar los otros elementos del magnetismo.
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Para el que quiera saber más sobre el contenido del "Diario de Colón" puede encontrarlo en las siguientes publicaciones:

Alexander Von Humboldt (1892). “Influencia de la longitud en la declinación de la aguja magnética”. En: Cristóbal Colón y el descubrimiento de América. Historia de la geografía del nuevo continente y de los progresos de la astronomía náutica en los siglos XV y XVI. Traducida y editada por Luis Navarro y Calvo. Vol. II. 382 págs. Librería de los Sucesores de Hernando. Madrid. https://www.cervantesvirtual.com/servlet ... /index.htm

Alvar, Manuel (1976). "Diario del Descubrimiento". Ediciones del Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria. Las Palmas de Gran Canaria. Edición fascimil y paleográfica. 2 Volúmenes.
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No se si lo han reeditado, pero en el año 1942, el gran matemátíco Don Julio Rey Pastor publicó en la Colección Austral (Nº 301) "La ciencia y la tecnica en el descubrimiento de America". Yo tengo la cuarta edicion de 1970.

La podéis traer "on line" de la biblioteca virtual Miguel de Cervantes, que allí está.

Ciertamente interesante.