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Romance infantil, se canta en toda Hispanoamérica

MARINERO AL AGUA

Entre San Juan y San Pedro,
hicieron un barco nuevo,
la quilla era de oro
y el casco era de acero

De San Pedro iba San Juan
y de San Juan a San Pedro
y por Capitán General
iba Jesús Nazareno

Una noche muy oscura
cayo un marinero al agua,
se le aparece el demonio
diciéndole estas palabras,
que me darás marinero
si yo te saco del agua,
yo te daré mi navío
cargado de oro y de plata.

Yo no quiero tu navío
ni tu oro ni tu plata,
yo quiero que cuando mueras,
a mi me entregues el alma.

El alma la entrego a Dios,
mi cuerpo al agua salada
y mi mujer y mis hijos
a la virgen soberana.


Idólatra de María+Marinero al agua

Versión de Muxía (p.j. Corcubión, A Coruña, España). Recitada por Mariana Martínez Liñeiro (55a). Recogida por Jesús Bal y Gay y Eduardo Martínez Torner, 1931 (fecha deducida) (Archivo: AMP). Publicada en D. Catalán 1970, p. 276 (ed. parcial). Reeditada en RT-Galicia 1998, p. 335. 042 hemist. Música no registrada.

Se embarcara Siselinos día de Nuestra Señora,
2 con intención de navegar el día y la noche toda.
Se levanta una tormenta en el canal de Lisboa;
4 lloraban los marineros, lloraba la gente toda,
no lloraba Siselinos porque era noble persona.
6 Cogió un libro en sus manos rezando de popa en proa:
--¡Sagrada Virgen del Carmen, librarme de ésta ahora!
8 que si de ésta me libráis, os ofrezco una corona,
y a vuestro hijo bendito una casa santa en Roma.
10 --Cuando juegas a los naipes, me llamas perra traidora;
ahora te ves en peligro, me llamas noble persona.
12 Ahí morirás, Siselinos, ahí morirás ahora.--
Respóndele el enemigo de la otra banda del mar:
14 --¿Cuánto me das, Siselinos? Yo te libraré del mar.
--Yo te daré mis navíos cargados de oro y plata.
16 --No te quiero tus navíos, ni tu oro, ni tu plata,
quiero que cuando te mueras a mí me dejes tu alma.
18 --¡Arreda, arreda, demonio, con esas malas palabras!
que mi alma es de Dios que me la ha dado emprestada,
20 el corazón de María al pie de su rostro estaba,
miñas carnes pecadoras ós peixiños do mar vaian.
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Muchas gracias por tan bello Romance, da gusto dar la espalda a la realidad y poder contemplar la hermosura que aun permanece en nuestros días. Un abrazo