El reciente accidente del Cuauhtémoc, buque escuela de la Armada Mejicana, en Nueva York, rompiéndose en el puente de Brooklyn, ha recordado en los comentarios los astilleros en que fue construido: Astilleros y Talleres Celaya (ASTACE), Erandio.





Los Astilleros Celaya fueron creados en 1928 por D. Juan Cruz Celaya Astigarraga, tras diversas actividades industriales.

A partir de 1942 se dedicó en exclusiva a la construcción de buques.

En 1956, Celaya alquiló el astillero a la empresa INDUNAVAL, que construyó numerosos buques de varios tipos en un período de tres años y modernizó el astillero.

En 1960 el astillero volvió a las manos de la familia Celaya, que continuó con la construcción de muchos y variados buques, algunos para la exportación.

En 1960, la Junta de Obras del Puerto le encarga la construcción de dos gabarras para reforzar su flota de embarcaciones (gabarra nº1 y gabarra nº2).

En 1965, la Sociedad Española de Construcción Naval adquirió dos tercios de las acciones de Astilleros Celaya y la nueva empresa pasó a denominarse Astilleros y Talleres Celaya S.A., con el anagrama ASTACE.

Comienza una nueva etapa del Astillero Celaya, ahora ASTACE, ampliando la grada y construyendo una antegrada entre la carretera y la ría, lo que permitía realizar botaduras convencionales sobre imadas (grandes largueros) que cruzaban por encima de la carretera. Dichas botaduras se realizaban en período nocturno cerrando el tráfico en la carretera de la ría.

ASTACE, físicamente, tuvo siempre poco de astillero. Parecía más bien una huerta separada de la ría por la carretera. Era un astillero con pocos medios. Casi sin talleres y con poco personal. Pero en esas condiciones, ASTACE se metió en un mercado nuevo, el de los grandes buques veleros y los buques escuela, en el que llegó a ser número uno mundial.

Los veleros escuela Cuauhtémoc, Gloria, Guayas y Simón Bolívar comparten un origen común en este astillero, Todos ellos diferentes y únicos en su especie y que, pasado medio siglo desde su botadura, siguen surcando cada año los océanos representando a su país y a su marina en cuantos puertos arriban. En este orden se construyeron:









En 1988, en medio de las tumultuosas jornadas de la reconversión naval y mientras la empresa recogía los frutos de su bien ganado prestigio internacional llegó el cierre de ASTACE. Se cerraba así un ciclo de manera totalmente inesperada cuando su fama como constructor de grandes veleros se había extendido por todo el mundo. (gabarra-athletic).





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Los barcos se construían en naves, y cuando el casco estaba listo para ser botado se cortaba la carretera y comenzaba un auténtico ritual. Las botaduras se hacían de noche, con el sistema «corrido», y se anunciaban en prensa y en radio, ya que había que desmontar hasta una línea de tendido eléctrico. Siempre llamaba la atención la multitud de banderas españolas que allí se veían, y los invitados que acudían al evento quedaban impresionados por la manera de llevar a cabo la operación.

A la botadura del buque colombiano Gloria asistió una poetisa colombiana llamada Amira de la Rosa, que dejó por escrito sus descriptivas sensaciones: … la verdad que nunca había presenciado la botadura de un barco en las horas de la madrugada, con las estrellas despiertas y la vaharina serenera de estos puertos. Tampoco había visto nunca un velero atravesar a pie una calle para luego entrar en el mar como un anfibio. Suspenden a una hora el tráfico, colocan unos cauces de madera que impregnada de grasa amarilla permite deslizarse lentamente hacia la ría, hombres a proa y popa con cabos tiran y vigilan para que el casco no se desequilibre en esta arriesgada operación. No hace falta recordar que en esta época no había ordenadores…( Revista general de marina, 288/4)

En el lado de la ría, al otro lado de la carretera, todavía se conservan dos de la rampas utilizadas para la botadura lateral de los barcos:





Imágenes del emplazamiento actual de lo que fuéron Astilleros Celaya. Hoy solo solar, y algun edificio dedicado a otras actividades comerciales.

Muy buen reportaje estimado Bemaro el de los astilleros Celaya, una pena más que desapareciera un especialista en buques escuela.

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Gracias amigo bemaro por recordar a esos astilleros, los cuales y una vez más fueron destruidos por el desgobierno de turno.

No me extiendo para evitar malos entendidos.

En fin una más de las empresas españolas que desaparecieron y siempre del tema naval.

Un abrazo.

Gracias amigos M y Ensenada.

La verdad es que me costó localizar el lugar, puesto que ni la IA lo sabía. Así de olvidados estaban estos astilleros.

Un abrazo.

Paisssssssssssssssss

Yo si me extiendo. Corríjanme si yerro, pero es lo mismo que otras muchas cosas en las que éramos punteros, por ejemplo las pistolas, muy queridas en Oriente Próximo. La LLama, Astra, Star, del CETME y Mauser mejor no hablar. Entre gobiernos, autonomías y autonosuyas se las cargaron.

Los veleros tienen que ver con la antigua Escuela de Maniobra "Galatea" pues se mandaba personal especialista (los viejos dinosaurios) supongo que como asesores. Lo recuerdo con el Gloria y recuerdo que cuando estaba haciendo el último curso había un destacamento de marineros mejicanos recibiendo instrucción al respecto. Estoy hablando del 80, ya próximo a la botadura del Cuauhtémoc al cual visité en La Luz en los 90.

Buen reportaje, gracias.

OTerrorOsMares, gracias por compartir con nosotros tantas experiencias vividas.