Hace 77 años, en octubre de 1.936 -en plena Guerra Civil-, este sumergible de la Armada republicana desapareció misteriosamente con su entera dotación de 37 hombres mientras patrullaba las costas de Estepona (Málaga) por causas que, a día de hoy, siguen siendo un enigma.

...El gobierno de la República que sabía de la afinidad de varios oficiales con el alzamiento envió órdenes muy concretas a los sumergibles: debían comunicar su situación geográfica cada pocas horas. De esta forma se pretendía evitar que algún capitán tomara la decisión de desviar sutilmente su rumbo y huir hasta la zona controlada por los sublevados.

Mientras que la mayoría de oficiales apoyaban a los rebeldes, la marinería tendía a ser leal a la República de forma que, sofocado el Alzamiento en Cartagena, la tripulación del B-5 envió un mensaje al gobierno informando de que seguían a las órdenes de la República:

«Submarino B-5 ruega hágase extensivo a periódicos y Centros del Frente popular, que toda la dotación se encuentra sin novedad, siguiendo una patriótica y leal adhesión a la República, sin que ni por un solo momento decaiga en ellos este espíritu, y encontrándose dispuestos a luchar hasta ver derribados a los enemigos de la República y de nuestra Madre España. Ánimo camaradas, en defensa de la República, que para nosotros es el triunfo. ¡Viva la República!».

Sin embargo, ante la escasez de oficiales con experiencia afines a la ideología gubernamental, se entregó el mando del submarino al capitán de corbeta Carlos Barreda Terry, conocido partidario de la sublevación militar por lo cual quedó bajo la estricta supervisión de un comité político enviado por la República.

En octubre de 1936 el sumergible se encontraba de patrulla por aguas malagueñas cuando, de improviso, dejó de retransmitir su posición. A partir de ese momento, jamás se volvería a conocer su paradero y el destino de sus 37 tripulantes.

El día 12 el submarino se hallaba en superficie a la altura de Estepona, cuando fue avistado por un hidro D-4 que pilotaba el teniente de navío Ruíz de la Puente. El B-5 se sumergió inmediatamente y el hidro realizó varias pasadas sobre el lugar lanzando una carga de profundidad y varias bombas de 50 kg. Otro Dornier Wal se unió al ataque, pero ya no pudieron volver a ver al submarino, "sólo una gran mancha de aceite."

Sin embargo, también existe la teoría de que Barreda, firme defensor de la sublevación, decidió hundir el submarino consigo dentro para evitar que fuera utilizado por los republicanos. Esta opción parece ser la más acertada para el almirante Gonzalo Rodríguez y el contralmirante José Ignacio González los cuales, en su obra, afirman que el B-5 no sólo no sufrió ningún daño el día 12, sino que pudo volver a Málaga tres jornadas después.

(Extracto del artículo publicado en la sección de Historia Militar del diario ABC)
https://www.abc.es/historia-militar/2013 ... 81750.html

Lo más probable tras ser atacado por el hidro y ver la mancha de aceite, es lo más probable.

Pero puestos a elucubrar la posibilidad de que lo hundiese su propio comandante, uno se pregunta cómo lo hubiese podido haber hecho.

Es difícil para un comandante hundir su propio submarino, máximo si era un comandante vigilado por sospecha de "enemigo del pueblo".

El comandante no está tratando con una tripulación de turistas que no saben qué es cada cosa, o para qué sirven las bombas y los mandos. Es muy difícil convencerles de que abran alguna ventana para airear el espacio, y tampoco va a colar que sigan bajando más allá de la linea roja del manómetro de profundidad. Si el comandante fuese el maquinista, estaría tocando todos los mecanismos y podría escacharrarlos, pero sería sospechoso ver al comandante tocar algún mecanismo, por lo que el que resultaría escacharrado sería el comandante.

Es difícil imaginar cómo podría hundir su propio submarino. La única forma que se me ocurre sería que entrase el último desde la torre en inmersión y se dejase la puerta abierta.

Si hay que hacer caso de la ley de probabilidades, el hundimiento se habría producido al ser alcanzado por una de las bombas, menos probable por un fallo en la maniobra al sumergirse con urgencia y casi sin posibilidad alguna por un sabotaje como dice espaldar.

Pero misterio lo sigue siendo

Una imagen del B-5 saliendo de Cartagena



La fotografia es de la coleccion Casaú

Saludos

Si recordamos, hace trece años, el submarino ruso Kursk se hundió por causas internas en el mar de Barents con 118 tripulantes a bordo. La tragedia ocurrió después de una explosión en el sector de torpedos, a consecuencia de lo cual murieron la mayoría de marineros, y los que sobrevivieron, fallecieron intoxicados por el óxido carbónico 8 horas después.

Según se dice, el B-5 era un submarino pequeñito, que se caracterizaban por sus escasas dimensiones pero contaba sin embargo con un fuerte armamento. Cuando aconteció el alzamiento militar, se encontraba amarrado en Cartagena, ya que necesitaba reparar su ya maltrecho y viejo casco.

En esas condiciones, una pequeña carga colocada en el sitio adecuado, podría ser fatal. Por tanto, posibilidades de autohundimiento se pueden imaginar.

Pero la verdad suele encontrarse casi siempre en lo más simple y lógico, y no en lo más enrevesado.

Y aquí lo lógico es que fuera hundido por el bombardeo del hidro que lo pilló navegando en superficie, aunque no hubiera una constatación evidente del hecho. Lo demás es una novela de intrigas.

En el 2006 Alianza Edito la Novela de Alberto Porlan titulada "Donde el Sol no llega".

El autor juega con la ficción de otro submarino también desaparecido, el C-5, también en extrañas circunstancias y también con la presunta inmolación de su Comandante.

Se juega con un proceso ante tribunal, donde se intenta dilucidar si el fallecido fue un Héroe (con lo que se le permitía sobrevivir con una pensión a la Viuda y sus huérfanos, o no lo fue, con las consecuencias que a los deudos podría traer aparejada en ese caso.

Yo pasé un buen rato leyéndola.

La recomiendo.

En el expediente que se instruyó el 14 de julio de 1939 para averiguar lo sucedido al comandante Carlos Barreda dos testigos afirman haberle oído decir que:

"Antes de hacer mal a nuestras unidades era capaz de hundirse con su barco"

Y aunque estaba férreamente vigilado por el maquinista José Díaz, presidente del Comité, lo cierto es que, conforme a los testimonios recogidos, el contralmirante J Ignacio González-Aller y el almirante Gonzalo Rodríguez, en su libro "Submarinos republicanos en la Guerra Civil española" consideran que el B5 desapareció:

...."probablemente en un intento del comandante de pasarse a la zona nacional o entrar en Gibraltar, pretensiones abortadas por el comité del barco en las circunstancias extremas que se padecían abordo."

En el mismo libro, que ha caído hoy en mis manos, un testigo del proceso opina que bien pudiera el comité haber matado al comandante y que el submarino se perdiera al no saber maniobrarlo la tripulación....

Por lo contado al principio acerca de la inclinación del comandante y su embarque, la perdida del submarino pudo ser consecuencia de una cadena de errores.

El comandante podía no ser tal, el mando real podía estar en el comité. Al experimentado marino se le podía tener abordo para en una situación de ataque "obligarlo", por sus conocimientos adquiridos a lo largo de su carrera, a posicionar el sumergible para efectuar un ataque.

Para entonces la guerra submarina había evolucionado desde la I GM y no se entiende como podía encontrarse en esa zona el submarino en superficie y de día (con los alemanes e italianos no ocurría eso). Tal vez este "mal" consejo del comandante, el miedo de una dotación inexperta, y el mando de un comité sin valor, pudo ser el momento que vio el comandante para afirmar ""Antes de hacer mal a nuestras unidades era capaz de hundirse con su barco"

De ahí que que el sumergible navegase de día cerca del Estrecho, en una zona que había perdido la República. Motivado este suceso también por el temor a que no fuese el comandante el único que pensase distinto, amen de ser realistas y tener una exposición clara de las condiciones del submarino.

Lo cierto es que nunca lo sabremos.

Buscando encontré estas fotografías de la colección Casaú donde se muestra una nutrida presencia de submarinos.

La fecha imagino que es anterior a 1934 pues en enero causó baja el A-1 y está en una foto.

Las dos parecen consecutivas





A la derecha están los 3 del tipo A, en dos se aprecia un nombre en la proa por lo que son el A-1 "Monturiol" y el A-2 "Cosme García" del tercero solo se ve un poco de la proa pero necesariamente es el A-3 que no tuvo nombre

A continuación uno de la clase C (podría ser el 4 aunque en esas fechas ya existían el 5 y el 6 que estarían en Mahón)

Despues se alinean lo seis tipo B y por último hata el final el C-2, C-3 y C-1 que cierra la fila junto a lo que podría ser un "Recalde" concretamente el "Bonifaz" por las dos franjas y a continuación el "Laya" con una.

Saludos

Pues lo sabremos, lo sabremos...

El submarino está localizado a una cota no profunda frente a Estepona.

Cuando se recupere e inspeccione (algo habrá que hacer en el futuro cuando solo trabajen las máquinas) se podrá saber lo acontecido.

Los submarinos de esa época pasaban la mayor parte del tiempo en la superficie, ya que bajo el agua eran lentos y con escasa autonomía (excepto algún caso excepcional, que no era español, preparado como cazasubmarinos).
No me parece extraño que estuviera en superficie.
Por otra parte, uno de los problemas que tenían estas naves era el tiempo que tardaban en sumergirse completamente. Por lo tanto, descubiertos por un avión, no sería extraño que la nave hubiera sido alcanzada y destruida.
No obstante, no puede descartarse que las símpatías del capitán hayan ayudado al desenlace, aunque más no fuera retrasando un poco la inmersión.
Si hubiera ocurrido un combate a bordo, tal vez se pueda saber algún día, pero no debemos olvidar que aún cuando algún resto humano tuviera evidencia de heridas, eso no necesariamente significaría que esas heridas hayan ocurrido en ese momento. Por ejemplo, hay quien sostiene que en el accidente aéreo en el que murió Carlos Gardel hubo un tiroteo y afirman que él tenía al menos un balazo, pero otros recuerdan que en años anteriores a su fama cantoral habría sido baleado.
Así que no soy optimista y me parece que cada uno podrá seguir con sus propias hipótesis, salvo que, por ejemplo, apareciera mal cerrada la escotilla de la torre (lo que, de todos modos, podría indicar que aún no se había cerrado cuando la nave fue alcanzada por bombas). Aunque sí supongo que se podrá confirmar o no la presencia de factores externos como cargas de profundidad.
Saludos
Rioplatense

Examinada la nave podría aclararse todo, como con la herida de Gardel.

Si Gardel recibió la herida años antes, hay necesariamente signos de reparación, cosa que no ocurre en las heridas mortales o efectuadas postmortem*.

Es algo parecido a como se puede determinar si una trepanación en un craneo arqueológico se hizo en vida y el sujeto sobrevivió a ella. Muchas trepanaciones de América muestran signos de reparación osea, por consiguiente y necesariamente, el sujeto ha sobrevivido a la operación, al menos un largo tiempo.

El submarino tiene que tener, necesariamente, las huellas de un impacto externo o de una explosión interna, si esta última la hubiese habido. Si ha habido tiroteo interno, además de las consiguientes balas y cartuchos, están las armas en las manos por doquier. Un submarino hundido es una cápsula del tiempo y adentro está todo lo necesario para poder hacer las correctas determinaciones.

Saludos

* Argentina fue uno de los primeros países del mundo, antes que la mayoría de los europeos, en aplicar el sistema de identificación de huellas dactilares, y uno de los primeros en resolver´autorías de crímenes por esta vía. Como curiosidad que honra a Rioplatense.

Es verdad que la Argentina fue pionera en identificación por huellas dactilares, pero lamentablemente las fuerzas policiales que tenemos no suelen usar ese método (ni otros métodos científicos) para resolver los hechos delictivos cotidianos.
Como abogado he participado en varias decenas de expedientes penales y una veintena de juicios orales y jamás se tuvieron en cuenta huellas digitales (a pesar de que en muchos de ellos había armas supuestamente secuestradas a personas que no llevaban guantes al momento de "portarlas" y que como abogado siempre insistí en la necesidad de realizar esa medida).
Sólo recuerdo actuaciones periciales serias en un caso de explosivos y en la muerte de un oficial de seguridad, dentro de uno de los cuarteles principales, en la cual -ante la ausencia de pólvora en la mano del supuesto suicidado- se hicieron al menos dos pericias balísticas (una con el arma hacia arriba y otra hacia abajo, como tendría que haberla empuñado el muerto en caso de suicidio: en ambos casos, el arma no dejó marcas en la mano del investigador (que obviamente era de otra fuerza sde seguridad distinta), con lo cual no pudo descartarse la posibilidad del suicidio.
No obstante ello, debo decir que conozco (sin haber participado personalmente) un caso en el cual se hicieron sofisticadas pericias de sonido para determinar (con videos y grabaciones) quién pudo haber matado a una persona en el medio de una represión policial generalizada.
Saludos
Rioplatense