Las dificultades del tiro naval

Hace ya más de tres años que el tema del tiro naval se trató en el foro con un recorrido resumido desde el origen del cañón a bordo de los buques al ocaso de los grandes calibres con el advenimiento de la aviación embarcada.

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En esta segunda parte de ese trabajo, o mejor como un complemento del mismo, centraré el asunto en la época dorada de la combinación de los avances artilleros y los ingeniosos aparatos mecánicos calculadores que constituyeron las direcciones de tiro.

Me refiero al primer cuarto del siglo XX

A finales del XIX con el avance tanto en los cañones como en las municiones, las distancias de combate se hicieron cada vez mayores, aún así las grandes piezas seguían apuntándose individualmente y corrigiendo con la observación de los impactos.

El cálculo de la distancia, primer problema a solucionar, comenzó en estos años a paliarse midiendo ángulos sobre una base conocida (medida en el propio navío) determinandola con los correspondientes cálculos matemáticos y el empleo de elementos ópticos más precisos.

El siguiente paso lo constituyó la aparición del telémetro óptico de Barr que con una base de 1,37 m. permitía medir distancias directamente con cualquier ángulo.



Con todas las imprecisiones imaginables teníamos la distancia pero el método seguía ofreciendo múltiples dificultades para apuntar y mantener la puntería, derivadas de otros factores.

Basándome en unos artículos publicados en la revista Vida Marítima en 1915 y 1916 con la firma del Capitán de Corbeta D. Jaime Janer Robinson, intentaré resumir estos problemas.

Jaime Janer, nacido en 1884 y muerto en combate a bordo del crucero “Cataluña” en 1924, diseñó la dirección de tiro del acorazado “España” del que fue jefe da artillería y cuya biografía está en el foro en

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Retrato pintado por José Gesteiro, maestro delineante del Polígono de Tiro Naval Janer

El balance y la cabezada

Balance: Oscilación de un lado a otro alrededor del eje longitudinal que será menor cuanto mayor es el buque a igualdad de condiciones del mar

Cabezada: Oscilación sobre el eje transversal, subiendo y bajando alternativamente proa y popa y que son mayores cuando se tienen grandes pesos en los extremos, razón por la cual la artillería principal se concentra lo más cercana posible al centro de la nave.

Analicemos los movimientos aisladamente.

El balanceo

Supongamos que el blanco es un buque que mantiene un rumbo paralelo al nuestro y velocidad similar teniendo ambos un balanceo de, por ejemplo, 3 oscilaciones completas por minuto.

El balanceo del blanco es irrelevante (salvo en el momento de incidencia del proyectil) pero no el nuestro.

Apuntando a O la mira se desplazará a lo largo del eje A – A’ con una velocidad variable, máxima al pasar por O y nula en A y A’ donde cambia el sentido.

Efectuado el fuego, comenzará a transcurrir el tiempo sumando el consumido en la reacción del tirador, la inercia de los mecanismos, la deflagración del estopín y de la carga de proyección, del recorrido del proyectil a lo largo del ánima y, el mayor y más importante, el tiempo de vuelo.

Por tanto deberemos hacerlo cuando la mira este en O1 en nuestro movimiento a babor y en O2 cuando balanceamos a estribor.

La determinación de estos puntos se logra a base de tablas (predicciones) y entrenamiento de las dotaciones. Complicado pero asumible.



Si la acción se efectúa en caza o retirada a un blanco transversal, la oscilación adoptaría para la mira una curva distinta materializada por la línea D D’ lo que facilitaría el problema al incluir en su trayectoria más partes del blanco.

La cabezada

En las mismas condiciones anteriores propias y del blanco, el efecto de elevación y depresión alternativa de la proa es análogo a la oscilación en caza o retirada, aumentando si las punterias se efectúan desde los elementos de la torre o desde la dirección de tiro (más centrada en el casco)

En cualquier caso supone una complicación más pero no la menor del problema que hasta este momento está en su fase más simple.

La velocidad

Añadiendo factores y manteniendo rumbos paralelos, si consideramos velocidades distintas la línea de mira adoptaría el recorrido marcado en verde C C’, de izquierda a derecha si nuestro andar es mayor y de derecha a izquierda en caso contrario.



Enlace para figura ampliada
https://img20.imageshack.us/img20/8271/buque2s.jpg

La predicción tendría que hacerse no solo por el desplazamiento vertical de la mira sino imaginado en qué lugar estaría el blanco al finalizar el tiempo de vuelo del proyectil

A medida de que aumentan las velocidades relativas, máximas si los rumbos son encontrados, aumentan las dificultades de hacer blanco empleando las predicciones.

Lo normal es, naturalmente, rumbos distintos y cambiantes, velocidades distintas que aunque se mantuvieran resultan diferentes al considerarlas relativamente sobre la carta.



Mismos o parecidos rumbos

enlace para ampliar
https://img821.imageshack.us/img821/8862/distancia2f.jpg



Rumbos encontrados

enlace para ampliar
https://img24.imageshack.us/img24/7461/cambiorumbo.jpg

En las imágenes anteriores se muestran como ejemplo distintas posiciones relativas que complican la puntería.

El problema se agrava con otro factor más cuando la distancia es lo suficientemente grande como para que influya la curvatura terrestre.



En la imagen, muy exagerada, comprobamos que con los datos ideales para buques en el mismo plano los impactos serían largos añadiendo la dificultad de observación del punto de caída, por lo que hay que introducir una nueva corrección disminuyendo el alcance teórico.

En consecuencia, las trayectorias de las miras, es decir el cálculo del punto sobre el que tengo que hacer predicción para que el proyectil caiga en la zona peligrosa donde se encuentra el blanco, pueden adoptar multitud de formas



Zonas peligrosas

Enlace para ampliar
https://img259.imageshack.us/img259/9477 ... igrosa.jpg

Menudo problema para el cabo de cañón si su mira traza una trayectoria como esta y dando ya por supuesto que están introducidas el resto de las correcciones.



La cuestión sigue siendo donde apuntar para hacer fuego y que el proyectil, cuyo origen es una plataforma que cambia de lugar moviéndose en tres dimensiones, alcance un punto al final de una trayectoria que debe ocupar un blanco que también se mueve en tres dimensiones y que, además, hace fuego sobre nosotros.

Ya no es posible, por mucho entrenamiento que se tenga, que puedan considerarse tal cantidad de variables.

Alrededor de 1902 el teniente John Dumaresq, de la Royal Navy, desarrolla un sistema mecánico de cálculo para generar alcances y derivas con los datos del movimiento relativo, en base a los de la propia nave y de la observación del buque enemigo, velocidad, rumbo etc.

También podía usarse al revés, es decir calcular velocidad y rumbo del blanco en función de las observaciones sucesivas del mismo.

A partir de este punto el tiro naval pasó de la destreza y entrenamiento personal al cálculo mecánico, después electro mecánico y en rápida sucesión el perfeccionamiento del radar y la aparición de la electrónica.

Todo un arte este del tiro, convertido hoy en procesadores muy rápidos y centenares de miles de líneas de código (y mucho dinero)

Todo esto queda aplazado para más adelante pues el tema actual podía haberlo titulado “Las tribulaciones de un Cabo de Cañón” pero con la aparición de las ayudas electromecánicas los problemas se trasladaron a otros lugares del buque.

Como complemento curioso, buscando por la red datos del primitivo telémetro de coincidencia Barr&Stroud encontré estas imágenes correspondientes al puente del acorazado Mikasa reflejados en el conocido cuadro de la batalla de Tsushima.



En la postal aparecen y en el mismo orden de izquierda a derecha, el visor estadimétrico, el telémetro Barr y la bocina para transmitir los datos a la voz, además de un cornetín de órdenes, por lo que deduzco que el sistema de teléfonos no estaba instalado.

Al parecer este telémetro es el original del Mikasa aunque hay serias dudas por el saqueo en busca de materiales y la destrucción sufrida por el buque en la segunda guerra Mundial y la peculiar reconstrucción posterior.



Bibliografía

Además de la revista ya citada Vida Marítima y detalles sueltos que andan por la red, la página japonesa:

https://navgunschl.sakura.ne.jp/koudou/a ... 01_03.html

Y la página argentina de donde procede el tema del puente del Mikasa

https://zonamilitar.com.ar/

Complementado por las imágenes de elaboración propia basadas, entre otros, en los dibujos de Janer

Saludos

Amigo Orfebre, precisa, clara y sencilla, la explicación, siempre a una altura dificilmente alcanzable por los demás mortales.

Un abrazo

compañero Orfebre:

No se puede ser más didáctico en las explicaciones. Muchas gracias por su aportación.

Un saludo,

Juan de Carranza

Un dato interesante sobre la dificultad del blanco, es que en la batalla célebre que recogen esas imágenes de época, la de Tushima, el índice de aciertos japoneses fue de 6%, considerado muy bueno y, claro es, suficiente para superar a la colosal flota rusa.

Quizá se pueda extrapolar que dado que el índice era realmente tan bajo, casi daba lo mismo apuntar al barco que al bulto.

Excelente artículo señor Orfebre.

Un saludo

Muchas gracias.

Cuando sea capaz de resumir en unos pocos mensajes y sin liarme el funcionamiento de los inventos de Dumaresq, Dreyer y los artilugios de los de Vickers, volveré al ataque.

Suena a amenaza pero es que lo es.

Almirante Orfebre, de esas amenazas, todas las que quiera su Señoría.

Un abrazo