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LEIBNIZ (
1646 –1716)
Gottfried Wilhelm Leibniz nació en
Leipzig y murió en
Hannover.
A la edad de seis años perdió a su padre y, aunque asistió a la escuela de
Leipzig, fue un autodidacta por la incesante lectura en la biblioteca paterna.
A los 8 años comenzó a estudiar latín y a los 12, lo dominaba. Del latín pasó al griego, que también aprendió solo. A los 15 años, ingresó en la Universidad de
Leipzig para estudiar de leyes. Leyó mucho sobre filosofía y comprendió el nuevo mundo que habían descubierto los filósofos naturales o modernos, como
Kepler,
Galileo o
Descartes.
Viendo que esta filosofía sólo podía comprenderse mediante la Matemática,
Leibniz pasó el verano en 1663 en la Universidad de
Jena, donde asistió a cursos sobre dicha disciplina. En 1666, teniendo veinte años, ya estaba preparado para el título de doctor.
La facultad de
Leipzig se lo negó so pretexto de su juventud, aunque
Leibniz conocía mejor las leyes que todos sus examinadores.
Disgustado, abandonó su ciudad natal y se dirigió a
Nuremberg, donde, en Noviembre de 1666, en la Universidad de
Altdorf, no sólo se doctoró, sino que también le fue ofrecido el cargo de profesor.
La tragedia de
Leibniz fue haber conocido a los abogados antes que a los hombres de ciencia: En una carta del 8 de Septiembre de 1679,
Leibniz comunica a
Huygens una
<<...
Nueva característica, completamente diferente del Álgebra que tendrá grandes ventajas para representar de un modo exacto y natural ante la mente y sin necesidad de números, todas las cosas que dependen de la imaginación...>>
Hasta el año 1672 poco sabía
Leibniz de Matemática moderna. Tenía 26 años cuando comenzó su verdadera educación en esta ciencia, de manos de
Huygens, a quien conoció en
París.
Leibniz pidió a
Huygens le diera lecciones, a lo que éste, viendo que
Leibniz era una mente de primera categoría, accedió gustoso. Bajo esa experta guía,
Leibniz se encontró a sí mismo.
Las lecciones fueron interrumpidas desde Enero a Marzo de 1673, debido al viaje que
Leibniz tuvo que realizar a
Londres, como agregado diplomático.
Estando en Londres,
Leibniz conoció a los matemáticos ingleses, mostrándoles parte de su labor, que según supo, era ya conocida.
Sus amigos los ingleses le informaron de la
cuadratura de la hipérbola realizada por
Mercator, una de las claves que
Newton siguió para su invención del
Cálculo. Esto llevó a
Leibniz al estudio de las
series infinitas, que luego desarrolló.
En 1711
John Keill, al escribir en la revista de la
Real Sociedad de Londres y, con la supuesta bendición de
Newton, acusó a
Leibniz de haber plagiado el Cálculo de
Newton, dando inicio a la disputa sobre la paternidad de dicho procedimiento de análisis.
Cuando
Leibniz falleció, nadie más que su secretario personal asistió al funeral: Aun cuando
Leibniz era miembro vitalicio de la
Royal Society británica y de la
Academia de Ciencias de Berlín, ninguna de las dos entidades consideró conveniente honrar su memoria. Su tumba permaneció en el anonimato por más de 50 años.
Leibniz escribió principalmente en tres idiomas: Latín escolástico (40%), francés (35%) y alemán (25%). Entre las cosas que
Leibniz realizó en lo que ahora se llama
Lógica Simbólica, están sus fórmulas de la
adición y de la
multiplicación lógicas, la
negación, la
identidad, la
clase nula y la
inclusión de clase.
Como matemático, además de su grandiosa aportación del
Cálculo Infinitesimal e Integral (junto con
Newton) sus investigaciones se extienden a la
Teoría de Números, el perfeccionamiento de la
máquina de Pascal, ampliándola con la multiplicación, división y extracción de raíces. Además, desarrolla el
Álgebra, el
Análisis Combinatorio y la
Topología.
Hombre de Leyes, historiador, lingüista, diplomático, teólogo y físico, descubre (como se dijo), a la par que
Newton el
cálculo infinitesimal e integral y fue el creador de un sistema filosófico, varios de cuyos argumentos siguen teniendo validez, hoy día.