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Matemáticas Contemporáneas

El año 1855, el año de la muerte de Gauss y de la ruptura del último eslabón con los matemáticos principales del siglo anterior, puede ser tomado como punto de referencia.

En 1855 Weierstrass tenía 40 años; Kronecker, 32; Riemann, 29; Dedekind, 24, mientras que Cantor era un muchacho de 10.

Ésta es la llamada <<Edad de Oro>> de la Matemática. Hoy día, sus métodos se han diversificado extraordinariamente, sobre todo, con la llegada del ordenador.

Estimado Jovellanos, el título de "Las Matemáticas Contemporáneas", me recuerda demasiado a ese fiasco de "Matemática Moderna", que tanta desgracia ha traído a la enseñanza en España.

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Pues, sí, efectivamente.

Entendido de esa forma, suena un tanto inquietante.

Pero me temo (una vez más) que, a lo mejor, la culpa reside en nuestra particular manera de adaptar lo que viene de fuera (sacándolo de contexto) y renunciando (siempre que haya oportunidad para ello) a nuestra idiosincrasia, persiguiendo un (dudoso) beneficio en implantar lo que viene del exterior, por las buenas, sin más.

Esto me recuerda la (tan de moda, ahora) Calidad.

Un sistema, adoptado en economías de guerra e ideado por los paises anglosajones, adaptado por orgullo nacional (por los japoneses) a su forma de proceder (para no desaparecer como nación y como pueblo), readoptado por Europa, se nos viene encima, como una traspolación de las normas (que como consecuencia de nuestra pertenencia a ese <<espacio común>> no tenemos más remedio que asumir).

Y, ¿entonces?..

Entonces se trata de pasar de la chapuza institucionalizada a la calidad total en quince días.

Pretendemos dejar de andar <<a toque de trompeta>> para planificar por cuatrienios.

Y, claro, resultado: Nadie se lo cree.

La gente de <<primera línea>>, los primeros. Lo peor es que la alta Dirección, tampoco.

Siempre, andando a contrapelo, con el toro empitonándote corriendo detrás de tí, a punto de alcanzarte...

En fin, abandonemos esta lúgubre reflexión, que hoy es domingo y (por fin) parece querer salir el sol después de una semana de tiempo desquiciado.

Por lo demás, querido compañero, no nos alarmemos, ya que el título del Tema tiene que ver (solamente) con la situación temporal de la Matemática entre los siglos XIX y XX.

Un saludo cordial.