44. Antesala De La Relatividad
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RIEMANN (
1826-1866)
Georg Friedrich Bernhard Riemann, hijo de un pastor luterano, el segundo de seis hermanos, nació en la pequeña aldea de
Breselenz, en
Hannover, Alemania, el 17 de septiembre de 1826.
Siendo todavía niño, su padre se trasladó a
Quickborn. Allí, el joven
Riemann recibió de su padre, que parecía ser un excelente maestro, su primera instrucción. La
Aritmética, cuyo estudio comenzó a los 6 años, dio lugar a que se revelara pronto su ingénito genio matemático.
Teniendo 10 años comenzó a recibir lecciones de
Aritmética y Geometría superior de un maestro profesional, un tal
Schulz, que parecía ser buen pedagogo. A los 14 años
Riemann fue a vivir con su abuela a
Hannover, donde ingresó en la escuela secundaria, en el tercer grado superior.
A la muerte de su abuela, dos años más tarde,
Riemann fue llevado al
Instituto de Lüneburg, donde estudió hasta que logró la preparación necesaria para ingresar en la
Universidad de Göttingen, teniendo 19 años.
Después de pasar un año en
Göttingen,
Riemann marchó a
Berlín para ser iniciado por
Jacobi,
Dirichlet,
Steiner y
Eisenstein en nuevas y vitales Matemáticas.
De todos estos maestros aprendió mucho:
Mecánica y álgebra superior de
Jacobi;
teoría de números y análisis, de
Dirichlet;
Geometría moderna, de
Steiner, mientras,
Eisenstein, que tenía tres años más que el discípulo le enseñó
funciones elípticas.
A principios de noviembre de 1851
Riemann presentó su disertación doctoral,
Grundlagen für eine allegemeine Theorie der Functionen ciner veränderlichen complexen Grösse (Fundamentos para una teoría general de las funciones de una variable compleja) a la consideración de
Gauss.
Esta obra del joven maestro de 25 años fue una de las pocas contribuciones modernas a la Matemática que
despertó el entusiasmo de Gauss, quien constituía una figura casi legendaria.
Desde 1853 (con 27 años),
Riemann se dedicó intensamente a la
física matemática. A este período pertenece parte de su obra característicamente original sobre las
funciones abelianas, sus trabajos clásicos sobre las
series hipergeométricas y las
ecuaciones diferenciales, de gran importancia en la
física matemática.
En esas obras,
Riemann señala nuevas direcciones. A los 33 años, fue felicitado por
Kummer,
Kronecker, y
Weierstrass. Las Sociedades doctas, incluyendo la
Sociedad Real de Londres y la
Academia Francesa de Ciencias, le honraron nombrándole miembro, y
en poco tiempo obtuvo todas las distinciones que puede recibir un hombre de ciencia.
Una visita a
París, en 1860 le permitió conocer a los principales matemáticos franceses, particularmente a
Hermite,
cuya admiración por Riemann era ilimitada.
Riemann pudo casarse cuando tenía 36 años. Su mujer,
Elise Koch, era amiga de sus hermanas. Un mes después de su matrimonio,
Riemann cayó enfermo (julio de 1862), con pleuresía. Una curación incompleta dio lugar a la tuberculosis.
Riemann murió en plena gloria de su genio maduro, el 20 de julio de 1866, teniendo 39 años.
Riemann falleció mucho antes de haber realizado toda su labor. Tan sólo podemos hablar de una de sus grandes obras maestras, la
memoria de 1854 sobre los fundamentos de la Geometría. La obra de
Riemann iluminó la Geometría con una nueva luz.
La
Geometría, por él concebida, es
no euclidiana, aunque
no en el sentido de Lobatchewsky y Johann Bolyai,
sino en un sentido más comprensivo, dependiente del concepto de medida.
La
curvatura, que
Riemann definió, los procesos que ideó para la investigación de las
formas diferenciales cuadráticas (las que dan la
fórmula para el cuadrado de la distancia entre puntos próximos de un espacio de cualquier número de dimensiones) y su descubrimiento de que
la curvatura es un invariante, encuentran sus
interpretaciones físicas en la
teoría de la relatividad.