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 La captura de la "Covadonga" 
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Grumete
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Nuevo mensaje La captura de la "Covadonga"
Hola compañeros.

Esta guerra del Pacífico entre España y las naciones sudamericanas aliadas -Chile y Perú- siempre me ha parecido sumamente interesante y hasta atípica. Esto último ya que fue una de las pocas intervenciones españolas al estilo de “diplomacia de cañoneras” del que tanto uso hicieron las grandes potencias navales del siglo XIX, Gran Bretaña y Francia.

Por otro lado, es una guerra que hasta el día de hoy suscita polémicas, tanto respecto de quién “tuvo razón” en sus causas como con relación a sus resultados, dicho sencillamente, quién “ganó”. En lo puramente naval, también hay desacuerdos históricos en cuanto a la importancia de algunas acciones -Papudo y Abtao- que son celebradas por chilenos y peruanos respectivamente, o a su resultado, ya que la batalla del 2 de mayo de 1866 en El Callao es considerada una victoria tanto por peruanos (al punto que es una fiesta patria aún hoy) como españoles.

Hace unos años tuve la suerte de conseguir algunas obras de historia naval chilena y peruana, que deseo compartir con ustedes, en el entendimiento de que puedan aportar datos o ángulos novedosos o al menos interesantes para algunos de los foristas.

En este apartado transcribiré lo sustancial de la versión de la captura de la cañonera Covadonga que da el historiador chileno don Carlos López Urrutia en su, a mi modo de ver sobresaliente, “Historia de la Marina de Chile”.

Sin entrar en el detalle de los antecedentes políticos y diplomáticos del conflicto, daré primero una breve reseña de la situación de los beligerantes, previa al combate de Papudo.

Breves antecedentes

Luego de varios incidentes entre la escuadra española y el gobierno chileno, el almirante español Pareja solicitó a Madrid se lo autorizara para imponer sanciones a Chile. Dice López Urrutia:

El 17 de septiembre de 1865, vísperas del tan chileno “Dieciocho” (nota: día nacional de Chile), Pareja arribó con la fragata “Villa de Madrid” a Valparaíso. No bien se hubo completado la maniobra de afianzar el ancla cuando envió un mensaje al Presidente de la República en el que desautorizaba todas las gestiones de Tavira (nota: ministro español en Chile que había hecho sinceros esfuerzos por resolver el conflicto pacíficamente) y exigía dentro de un plazo de cuatro días que se saludase el pabellón español con una salva de 21 cañonazos.

El gobierno comprendió que la nota española significaba la guerra y dio orden al comandante (nota: de la escuadra chilena) Williams que se hiciera a la mar con sus buques y buscara refugio en Chiloé. La Marina, que debía soportar el peso de las acciones de la guerra, era casi inexistente. Se componía solamente de la “Esmeralda” que en esos días se encontraba con una tripulación reducida y en estado de desarme, pues se trataba de carenarla, y de los vapores “Maipo” e “Independencia”, que no tenían casi valor militar.

El comandante de Marina, don ramón Lira, sugirió a Williams que saliera de la bahía esquivando al “Villa de Madrid” pero el comandante se limitó a hacer salir al “Maipo” por el Almendral y el 18 de septiembre, a medianoche, con la “Esmeralda” en zafarrancho de combate pesó a corta distancia de la “Villa de Madrid” que estaba también con su tripulación sobre los cañones. Pareja no consideró oportuno oponerse a los buques chilenos y los dejó salir. Fue esta una decisión de la que tuvo amplias razones para arrepentirse. Pareja debió haber intimidado a la “Esmeralda” y si Williams se hubiera negado a obedecerle, bien podía haber empeñado combate allí mismo con grandes posibilidades de éxito, ya que la “Villa de Madrid” habría dado fácil cuenta de la corbeta chilena.

Los buques chilenos se dirigieron a Chiloé y luego recibieron orden de dirigirse a las islas Chincha (Perú) a fin de unirse a la escuadra peruana, que contaba con más y mejores buques. Pareja declaró el bloqueo de toda la costa chilena pero, como dice López Urrutia, La sola declaración de tan extenso bloqueo era de por sí una baladronada. ¿Cómo sería posible bloquear 43 puertos y 1.800 millas de costa con 5 fragatas y 3 cañoneras? Así y todo, lo reconocían los chilenos, el bloqueo era el arma más poderosa que podía esgrimir España si no en contra del establecimiento militar chileno, por lo menos en contra de sus intereses económicos. Los neutrales iban a ser los más afectados, especialmente las compañías inglesas. Todas las cancillerías protestaron la declaración enérgicamente. Algunos armadores chilenos, anticipándose a los hechos, cambiaron la bandera de sus buques.

Captura de una lancha española

Daré aquí noticia de un episodio algo menor pero muy interesante y quizás desconocido para muchos. Siguiendo a López Urrutia:

La (fragata española) “Resolución” tenía que bloquear a toda la bahía de Concepción con todos los puertos pequeños que en ella se encuentran. Con el fin de guardar debidamente la bahía, los españoles habían armado una lancha con dos cañones cuyo objeto era impedir el tráfico de embarcaciones de Talcahuano a Penco y Tomé. Frente a Tomé, el 17 de noviembre, el remolcador chileno “Independencia” tuvo el descuido de acercarse a la lancha, la que no tardó en abrir fuego. El pequeño “Independencia” aparentó rendirse. Se apagaron las luces y se detuvo la máquina. Los españoles, felices de hacerse de tan fácil presa, se acercaron y saltaron a abordar el remolcador. Cuál no sería su sorpresa al ver que el remolcador estaba cargado con un centenar de chilenos armados hasta los dientes que los recibieron en forma poco cordial. La lancha se rindió inmediatamente y fue llevada a Constitución por sus captores.

Operaciones de la “Esmeralda”

Por dos meses nada se supo en Valparaíso de la “Esmeralda”, único buque de guerra de Chile. Los españoles ignoraban también su paradero y flotaban en el ambiente los más absurdos rumores. Rumores que la ponían ya en las costas de California, en las Filipinas o en el Atlántico haciendo el corso contra los mercantes españoles. Poco se prestaba para el corso la “Mancarrona” (apodo cariñoso que los marinos chilenos daban a la “Esmeralda”). Le faltaba el primer requisito de4 todo corsario: la velocidad. Además, el gobierno le había indicado a Williams que se dedicara al corso como segunda medida; como primera se le ordenaba que se uniera a la escuadra peruana, y con este fin se dirigió a las Chincha. Allí se encontró con la escuadra peruana que estaba formada por las corbetas “Unión” y “América” y por la fragata “Amazonas”, buque insignia del almirante Montero. Williams subió a bordo de la fragata para entrevistarse con Montero y se encontró con el buque en pésimo estado de organización y el almirante no demostró interés alguno por atacar al enemigo común. En realidad, el Perú no había declarado la guerra a España y se mantenía la situación creada por el tratado firmado por Pezet (presidente peruano).

Descartada esta posibilidad que le habría permitido batirse con éxito, decidió Williams volver a Chile y emprender el ataque contra los españoles a la medida de sus medios, esto es, hostilizar al enemigo con la “Esmeralda” y el “Maipo”. Fue su primer plan caer sobre la (fragata española) “Berenguela” que bloqueaba el puerto de Caldera y llamó al comandante Costa del “Maipo” para discutir el plan. Costa no se mostró muy interesado en el proyecto. Lo consideró demasiado arriesgado. Antes de obligarlo a obedecer o destituirlo de su puesto, para lo que no tenía autoridad, Williams decidió enviarlo a Ancud y que de allí se refugiara en los canales del archipiélago con su buque. En realidad, el “Maipo” habría sido un estorbo más que una ayuda en caso de ataque. Williams llevó a la “Esmeralda” a Arauco con la intención de entrar en Lota, donde le sería fácil reaprovisionarse y cargar carbón. La poderosa “Resolución” cruzaba la bahía y Williams hizo entrar a la “Esmeralda” en una noche cerradísima guiándose solo por el resplandor de las chimeneas de la fundición, burlando en la oscuridad la vigilancia de los españoles.

Williams supo por los periódicos de Santiago … que el “Matías Cousiño”, que había sido capturado por los españoles, bloqueaba Coquimbo junto con la cañonera “Covadonga”. Decidió dirigirse al norte y entablar combate con los bloqueadores. Al pasar frente a Valparaíso, la cañonera “Vencedora” salió a reconocerlo. Como la “Esmeralda” se mantuviera alejada, el buque español salió a darle caza sin reconocer a su enemigo. Williams esperaba alejarla lo suficiente de la fragata “Villa de Madrid” que se sabía estaba en Valparaíso, pero no logró hacerlo. Cuando la distancia llegó a ser peligrosa, la “Vencedora” dio una virada y volvió al puerto.

El 24 de octubre, la “Esmeralda” ancla en Tongoy. Una vez en tierra, Williams conferenció con Barboza, jefe de la plaza, y se informó de que el bloqueo se había visto reforzado por la fragata “Blanca” haciendo imposible el ataque. Williams, por su parte, concluyó que los buques españoles tenían que mantener sus precarias líneas de comunicaciones y que la “Covadonga”, lejos de ser reforzada, sería reemplazada por la “Blanca”. La “Esmeralda” salió del puerto esa misma noche a cruzar frente a la costa. Al amanecer descubre un humo que persigue al sur, pero frente a Quintero reconoce a un mercante extranjero y como ya se había acercado mucho a Valparaíso cambia rumbo, cruzando ahora al norte. En este derrotero, se encuentra con el vapor de la carrera. Al ser abordado, su comandante da cuenta al teniente Thomson que la “Covadonga” viene un par de horas a la zaga con el mismo rumbo sur. Williams ordenó aprestarse para el combate y al cabo de una corta espera se distingue desde los topes un humo y más tarde se oye el grito de los serviolas:

-¡Es el “Covadonga”!

Combate de Papudo. Apresamiento de la “Covadonga”

Oficiales y marineros se prepararon para el abordaje. Williams ha hecho izar bandera inglesa y señal de necesitar ayuda y todos creen que lograrán acercarse lo suficiente para abordarla. Hachas, puñales y revólveres se ven en los cintos de los marineros. Los artilleros han cargado sus cañones y esperan atentos la señal de abrir fuego. Williams decide dirigir la acción desde donde pueda observar bien al enemigo y trepa a la jarcia de mesana. Aunque las velocidades de los buques son muy dispares la “Esmeralda” con sus siete millas y la “Covadonga” con diez, los buques se acercan rápidamente. Ferry es el comandante español que no se ha dejado engañar por eso de la bandera inglesa, tampoco rehúye el combate y se acerca valientemente, confiado en el poder de sus pequeños pero modernos cañones giratorios. Los españoles ya han llamado a zafarrancho y su artillería también está lista. Cuando los buques están a 800 metros, el contador David Rodríguez que estaba a cargo del cambio de bandera arría la inglesa y echa al viento el pabellón chileno.

Aun cuando no se sacuden los pliegues de la “porotera” (nota: apodo afectuoso de la bandera de Chile) cuando un ruido atronador rasga el viento frente a Papudo. Es la primera división de la batería de estribor chilena que ha abierto el fuego. Al mismo tiempo el buque cambia de rumbo tratando de cortar la proa a la cañonera enemiga. Ferry hace contestar el fuego pero sus artilleros tienen poca experiencia y pésima puntería, los tiros pasan altos. Aprovechando su mayor andar se las arregla para pasar frente a la “Esmeralda” pero al hacerlo deja a la corbeta por la aleta, de manera que su mejor artillería, las colisas, no pueden apuntarse contra los chilenos. Williams desde el palo sigue atentamente las maniobras españolas, anticipando los cambios de rumbo y manteniendo a la “Esmeralda” en la misma posición relativa. Mientras tanto los cañones de la “Esmeralda” mantienen un fuego constante y certero sobre el enemigo. Ferry al ver el cariz que va tomando el encuentro decide tomar medidas extremas y ordena largar un grueso calabrote de Manila con la esperanza de enredar la hélice de la corbeta. La maniobra fracasó, pues Williams siempre atento desde el palo ha observado los preparativos y apartó a su buque del rumbo que llevaba. La distancia era ahora cortísima. Apenas unas 200 varas separaban a los dos buques y Ferry comprendió que se iría a pique si el fuego de los chilenos no cesaba. La cañonera había sufrido varios impactos incluyendo uno en la máquina que escapaba vapor y disminuía su andar y otro cerca de la línea de flotación.

Ferry no vio otra alternativa que arriar la bandera. Williams se puso al habla y le gritó que suspendiera todo movimiento a bordo de su buque, pues de lo contrario dispararía otra andanada. Los españoles no se movieron. El teniente Thomson estaba listo para la maniobra y se dirigió en un bote con una partida armada a tomar posesión de la presa. La operación se realizó con tal rapidez que no se dio tiempo a los marineros españoles que ejecutaran las órdenes para hundir el buque. Los ingenieros no alcanzaron a dañar la máquina y aunque se habían abierto las válvulas, éstas fueron oportunamente cerradas evitándose la anegación de la sala de máquinas que al llegar Thomson tenía 4 pies de agua. La última demanda de Williams tuvo un efecto inesperado. Tan corta era la distancia que separaba a los combatientes, que al ordenar Williams que se suspendiera toda maniobra nadie atinó a destruir los documentos del buque. Las señales secretas y hasta la correspondencia privada de Pareja cayó en poder de los chilenos.

En la “Covadonga” quedaban 4 muertos y 21 heridos. Williams tomó prisioneros a 14 oficiales y 115 hombres. Entre los primeros estaba el comandante Ferry. La tripulación de la “Esmeralda” no sufrió baja ninguna y después del combate su tripulación era todavía menor que la de su adversario: 123 hombres.

Movimientos posteriores al combate y consecuencias

Amarinerada la presa, los buques entraron en Papudo donde desembarcaron los prisioneros y se hicieron las reparaciones más urgentes. Aunque las tripulaciones estaban incompletas, Williams no quiso perder la iniciativa y luego de recalar en Los Vilos se dirigió al sur con el ánimo de atacar cualquier buque español que encontrase. Desgraciadamente estos planes se vieron frustrados por una densa neblina, que los obligó a recalar en Constitución. Allí se le informó que el Perú había declarado la guerra y que debía dirigirse a Chiloé para organizar en los canales un apostadero que serviría de base a chilenos y peruanos.

Dejemos por el momento el relato de las operaciones, ya lo último transcripto nos introduce en los prolegómenos del combate de Abtao, que no es objeto del presente apartado. Veamos sí las repercusiones inmediatas del combate de Papudo, siempre siguiendo a López Urrutia.

Con el fin de impedir la persecución de la “Esmeralda” los periódicos no publicaron nada sobre el combate. Pero, al hacerse el anuncio oficial el 29 de octubre los chilenos demostraron gran alegría, se cantaron Tedeum en las iglesias, se organizó una subscripción popular para regalarle a Williams una espada de honor y el Senado votó el ascenso de todos los oficiales que participaron en el combate.

Quiero destacar a continuación una frase del autor que seguimos que no tiene desperdicio. Reconoce la exageración del entusiasmo chileno por la pequeña victoria de su Marina y realiza un juicio, a mi modo de ver, acertadísimo acerca del mérito del comandante chileno.

La “Covadonga” aventajaba a la “Esmeralda” sólo en el andar, pero la euforia popular consideró el triunfo una victoria de amplitudes mucho mayores de las que en realidad tenía. El gran mérito de Williams había sido el poder atacar aisladamente a una de las unidades de la poderosa escuadra enemiga. El solo nombre “Esmeralda” evocaba los recuerdos de 50 años antes cuando Cochrane barrió con la escuadra española en el Pacífico.

Algunas consideraciones sobre el combate

La acción de Papudo está lejos de ser un combate épico. No reviste interés táctico, ya que las evoluciones de los buques fueron sencillas y limitadas. Se destaca, conforme al relato de López Urrutia, la mala maniobra del comandante español cuando deja a la “Esmeralda” por la aleta y neutraliza sus colisas. Los artilleros chilenos llenaron su deber al acertar algunos tiros que incidieron en la decisión de Ferry de arriar el pabellón. Están los episodios pintorescos del calabrote lanzado por la “Covadonga” y el capitán chileno esquivándolo trepado a una jarcia, lo que da cierto colorido al combate. Tampoco es una acción memorable por su violencia: pocas bajas del lado español y ninguna del lado chileno.

Entonces, me permito coincidir con el autor citado cuando dice que el mérito de Williams fue atacar aisladamente a un buque enemigo, teniendo en cuenta la superioridad de la flota española. Si bien no hubo brillo táctico, sí hubo un claro golpe de vista estratégico por parte del comandante chileno, que le dio resultados, ayudado como siempre en la guerra por el factor suerte. Sin embargo ésta no estuvo sola, ya que la idea de atacar un buque aislado y de menor poder estaba en la concepción de Williams, como lo demuestra su previo intento contra la “Vencedora”.

Quizás vaya a producir algún comentario lo del inicio del combate con bandera británica de parte de los chilenos, tal como lo habían hecho medio siglo atrás bajo el mando de Lord Cochrane. Pero se vio que el ardid no engañó a los españoles esta vez, así que su incidencia en el resultado del combate queda descartada. Sin embargo, parece que era una de las tradiciones dejadas a la Armada de Chile por el destacado marino británico.

En resumen, la estrategia chilena creo que fue correcta y quizás la única que ofrecía posibilidades de éxito. Por otro lado, hay ejemplos de sobra en la historia naval que muestran que cuando hay disparidad de fuerza, la marina menos numerosa o más débil intenta golpes de mano contra unidades aisladas del enemigo.

Espero que hayan disfrutado el relato.

Saludos.


15 Ene 2010 16:23
Intendente General
Intendente General

Registrado: 26 Jul 2006 18:05
Mensajes: 33269
Ubicación: A la vista del Mar Mediterráneo. De guardia en el Alcázar y vigilando la escala Real.
Nuevo mensaje Re: La captura de la "Covadonga"
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Solo, una pequeña aclaración, ya que se repite en varios puntos.


La velocidad de la goleta Covadonda al igual que sus ocho hermanas, nunca pasó de seis nudos, eso con buen tiempo y algo de viento favorable.


De ahí el hecho que Fery (no Ferry) hiciera esos virajes por la proa de la Esmeralda, precisamente para no dejarle pasar y que se pusiera abarloada, pues entonces como sucedió ya no pudo ofrecer ninguna resistencia.


Además la capturaron porque el jefe de máquinas a costumbre de la época era británico y no obedeció a Fery, aún así a los chilenos les costó parar la inundación y desalojar el agua casi seis horas. Y este hecho decidió no solo al Gobierno español, sino a todos a prescindir de los "preciados jefes de máquinas británicos" por Ley.


Un buen trabajo y gracias.


Un abrazo.
.

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Si ignoras lo que pasó antes de que nacieras, siempre serás un niño. Marco Tulio Cicerón.


Hay criterios cerrados, de ásperas molleras, con los cuales es inútil argumentar. Miguel de Cervantes Saavedra.


Cuando soplan vientos de cambio, unos construyen muros, otros, molinos.

Sorpresa y Concentración.


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15 Ene 2010 17:25
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Grumete
Grumete
Nuevo mensaje Re: La captura de la "Covadonga"
Muy interesante lo de los maquinistas. En las marinas sudamericanas era muy común que se contrataran ingleses pero jamás pensé que lo hiciera la Armada Española.

A fin de mostrar las divergencias interpretativas y de valoración de las acciones de 1865/66 en el Pacífico, aún entre los aliados sudamericanos, transcribiré a continuación parte de lo que dice un autor peruano sobre la captura de la “Covadonga”. Se trata de don José Valdizán Gamio, en su obra “Historia Naval del Perú”, que poseo en forma incompleta, pero los tomos que conseguí abarcan toda esta guerra. Dice el autor peruano:

Mientras tanto, y cuando la “Covadonga” navegaba desde Coquimbo a Valparaíso y se hallaba a una distancia de 55 millas al norte del último puerto indicado, el 26 de noviembre de 1865, fue atacada en forma sorpresiva por la corbeta chilena “Esmeralda”, que habiéndola divisado merced a sus vigías, zarpó inmediatamente del puerto de Papudo en son de guerra con el fin de darle alcance y atacarla. Este acaecimiento imprevisto, oportuno y por demás inesperado, alteró con un giro brusco los acontecimientos que hasta aquella fecha constituían el plan general de la escuadra española, desde que su goleta “Covadonga” -más pequeña y con armamento inferior al que llevaba la corbeta chilena “Esmeralda” -tras ser engañada por el izamiento de un pabellón extranjero y no chileno, no solamente cayó en la trampa marinera que se le tendía sino que, también, y al no prepararse a tiempo para combatir contra su dudoso enemigo, fue capturada inocentemente en aguas de Papudo. Aquella acción bélica, en su esencia, resultó pues un sonado triunfo para las fuerzas aliadas sudamericanas y una victoria chilena indiscutible.

El sorpresivo ataque que sufrió la “Covadonga”, cuyo tonelaje, envergadura y piezas de artillería eran -teniendo en cuenta la clase de aquel buque- inferiores en todo a los del barco contrario, contribuyeron a las ventajas tácticas que poseía y usó la “Esmeralda”. Fuera de lo dicho, esta corbeta chilena ocultó maliciosamente su verdadera nacionalidad, izando el pabellón británico en vez de enarbolar el propio; dicha treta hizo uso de una de las viejas argucias marineras, que acostumbraba a emplear el experimentado almirante anglo-chileno Sir Thomas Alexander Cochrane (sic. Nota: era Lord) durante sus campañas navales en pro de la independencia sudamericana. Recuérdese que éste se sirvió de tales artimañas en diversas ocasiones, durante la época en que vino hasta el Perú ostentando la jefatura de la escuadra y fuerzas de mar, pero bajo las órdenes superiores del Generalísimo de la Expedición Libertadora: D. José de san Martín Matorral.

Hasta aquí la cita.

Nótese cómo el autor peruano hace hincapié en el cambio de pabellón de la “Esmeralda”. Además del juicio negativo que formula sobre este procedimiento de los chilenos, otorga a la treta una incidencia relevante en el resultado del combate, cosa que los autores chilenos niegan al sostener que el comandante Fery (gracias Ensenada por la corrección, pero varía la grafía del apellido del comandante español según las obras) no se dejó engañar por el truco.

Incluso otro autor chileno, don Benjamín Subercasseaux, en su atractiva obra “Tierra de Océano”, justifica el proceder de Williams en la necesidad de compensar la única ventaja de la “Covadonga” sobre la “Esmeralda”: la velocidad, ya que la primera tenía un andar de 10 nudos y la segunda solo daba 6. Entonces, lo de la bandera británica fue para evitar que la cañonera española rehuyera el combate aún antes de tener oportunidad de iniciarlo.

De acuerdo a lo que dice Ensenada esta ventaja en el andar no era cierta, o sea que la treta no tuvo ni siquiera esta justificación.

Saludos.


15 Ene 2010 18:11
Capitán General Especialista
Capitán General Especialista

Registrado: 07 Ago 2006 13:16
Mensajes: 9182
Nuevo mensaje Re: La captura de la "Covadonga"
https://www.archive.org/details/eldiario ... 00miragoog

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Saludos

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Traducción al español por Huan Manwë para phpbb-es.com