Bueno, me diran ustedes a todo esto, tras lo de Cardenas, Manzanillo y La Habana, que en los dos primeros escenarios se dieron situaciones excepcionales, y que en La Habana el hecho decisivo fueron las baterias costeras españolas, por una vez adecuadas, que fueron las que permitieron a la escuadrilla de Manterola sus operaciones.

No lo negamos, pero les ofrecemos otro escenario de la guerra: Cienfuegos, donde las baterias eran poco mas que simbolicas, y cuya importancia estrategica esta fuera de toda duda, al ser el segundo puerto de la isla, conectado por ferrocarril con la capital, y justamente en el Occidente cubano, con mucho la zona mas pacificada y controlada por el Ejercito español.

Ya veran que las cosas variaron muy poco, y si acaso, para proporcionar nuevos disgustos y sonrojos a nuestros enemigos de entonces.

El primer disgusto fue que el 26 de abril llego a puerto forzando el bloqueo el vapor "Montserrat", al mando de D. Manuel Deschamps Martinez, con carga general, pasaje y unos quinientos hombres entre soldados y oficiales de refuerzo para Cuba. El buque tenia instalados por entonces dos cañones Hontoria de 9 cm, pero ni tenia artilleros ni dotacion militar, por lo que estaba virtualmente inerme.

Tras permanecer alli unos dias, el "Montserrat" consiguio burlar de nuevo a los bloqueadores el 6 de mayo. Y aun lo conseguiria en mas ocasiones durante la guerra.

Resulta curioso observar que los americanos reconocen que su "ferreo" bloqueo de la isla fue forzado al menos 22 veces durante la guerra. Claro que solo cuentan las "entradas", no las salidas, de algunos exitos no tuvieron constancia y de otros prefirieron silenciarlos: por ejemplo, sus estadisticas no incluyen a la audaz "Santiaguito" de la que ya hemos hablado en La Habana.

Pero antes de que el "Montserrat" consiguiera salir de puerto el 6 de mayo ya se habian producido nuevos combates.

El 29 de abril se acercaron a la entrada del puerto el pequeño crucero protegido "Marblehead", con 2.094 toneladas, 17 nudos, nueve piezas de 127 mm, ocho menores y tres tubos lanzatorpedos, junto con el cañonero auxiliar "Eagle", de 434 toneladas, 12 nudos, cuatro de 57 mm y dos ametralladoras. Mandaba la agrupacion el comandante del primero, McCalla, no lejos se hallaba el pequeño crucero "Nashville".

Del puerto salieron a hacerles frente, ahi es nada, las cañoneras "Satelite", "Lince" y "Gavitoa", ya saben menos de 150 toneladas entre las tres y apenas seis piezas ligeras,sus comandantes eran los Tenientes de Navio Moreno, Gomez Aguado y Freire.

Durante mas de media hora se prolongo el combate, hasta que las cañoneras decidieron retirarse, pues su intencion habia sido castigar al "Eagle" en solitario, de lo que desistieron al ver la intervencion del crucero. El alcance llego a ser de 2.000 metros, resultando tocada la "Gaviota" por dos proyectiles de poco calibre en chimenea y bote, sin mayores consecuencias. Los partes americanos no registran impactos.

Como de costumbre en toda la guerra, los americanos sobrestimaron mucho la potencia de sus enemigos, en sus partes hablan de que se enfrentaron nada menos que con el cañonero-torpedero "Galicia", de 550 toneladas y el cañonero "Vasco Nuñez de Balboa", de 300 toneladas, presentes realmente en Cienfuegos, pero que no tomaron parte en el combate por hallarse en reparaciones. Asi que, sin mencionar armamento, los americanos multiplicaron casi por seis el desplazamiento de sus enemigos.

Para completar ese cuadro de profesionalidad, el "Eagle" afirmo en su parte con toda desfachatez que habia alcanzado al "Galicia" en las calderas, averiandole seriamente.

Muy poco despues, el 2 de mayo, por la noche y al mando del Teniente de Navio de 1ª clase D. Juan Carranza, burlo el bloqueo un numeroso convoy español de ocho buques mercantes, transportando 3.000 hombres, 15 cañones y 800 caballos y mulas con destino a Casilda, donde llegaron sin ningun percance.

La escolta del convoy la formaban el veterano cañonero "Alsedo", insignia de Carranza, de unas doscientas toneladas, 10 nudos escasos, un Hontoria corto de 12 cm y una ametralladora, junto con las lanchas "Almendares" y "Gaviota", la que, confudiendola con el "Galicia" habia supuestamente averiado seriamente el "Eagle" dos dias antes.

Sin embargo Carranza, en carta a Manterola (conservada en el Museo Naval de Madrid, Manuscritos, 1879, doc 24) hablaba de la temeridad de tales operaciones, que en su opinion, era preferible realizar con algun buque rapido sin escolta, quejandose de que la naviera "Antinogenes Menendez" solo hubiera dejado como transportes a barcos viejos y lentos.

Pero como lo cortes no quita lo valiente, el 1 de junio volvia a entrar en Cienfuegos desde Manzanillo escoltando otro convoy, izando ahora su insignia en el "Diego Velazquez" y acompañado de las dos cañoneras citadas.

Durante la navegacion se toparon con un buque enemigo cerca de Mangles Altos, que se retiro precipitadamente al ver la aparentemente poderosa formacion española.

Realmente lo de que Cienfuegos estuviera bloqueado empezaba a ser considerado motivo de risa, pero aun tuvieron los americanos que encajar otro reves, moral si se quiere, pero evidente.

El 13 de junio estaba fuera de puntas en mision de vigilancia el incansable Carranza, con el "Diego Velazquez", un cañonero de 200 toneladas, 12 nudos, dos de 57 mm y dos de 37 mm, acompañado mas a tierra por la lancha "Lince". A Carranza se le ordeno esperase y convoyase al "Purisima Concepcion", que era esperado en el puerto, vapor forzador del bloqueo del que ya se acordaran ustedes.

Previendo un combate, Carranza preparo a su cañonero convenientemente: desmonto los aparejos, desembarco todos los objetos de madera de a bordo y preparo parapetos con sacos de carbon para los sirvientes de las piezas.

Una vez fuera del puerto el cañonero empezo a hacer circulos y ochos, esperando al gran vapor que ya se divisaba. Este resulto ser el crucero auxiliar "Yankee", de 6.888 toneladas, 14' 5 nudos y armado con diez piezas de 127 mm y seis de 57 mm. Por supuesto que un solo impacto de las primeras podia acabar con el cañonero español, pues recordemos que algo asi le sucedio al destructor "Terror" en aguas de Puerto Rico en lucha con el tambien auxiliar "Saint Paul".

El buque americano intento hacerse pasar por un pacifico mercante, el español, sin llamarse a engaño, le dejo acercarse, pues sus pequeñas piezas tenian un alcance maximo eficaz de unos 2.000 metros.

Tras una hora de maniobras, al fin el "Yankee" desplego su bandera y abrio fuego a eso de las tres de la tarde, respondiendo inmediatamente el español, con distancias tan cortas que ambas tripulaciones hicieron fuego con fusiles.

En medio de una granizada de proyectiles enemigos, el "Velazquez" comenzo a zigzaguear y a variar su velocidad para entorpecer el tiro enemigo, intentando ofrecer el menor blanco posible y maniobrando de tal modo que siempre tres de sus piezas disparasen sobre el enemigo y aprovechando su menor radio de evoluciones para impedir que el crucero auxiliar pudiera batirle con toda su andanada.

Varios de los 193 disparos del cañonero alcanzaron al "Yankee", provocando un principio de panico en su dotacion, que suspendio el fuego momentaneamente, mientras un incendio brotaba a popa. Al parecer el mayor daño fue causado por una pequeña granada española que entro por una de las portas, hiriendo gravemente a uno de los hombres.

Por su parte al "Velazquez" le habian hecho 600 disparos, de los que uno o dos le acertaron a proa, provocando seis heridos o contusos, ninguno de gravedad gracias a los sacos de proteccion. Dice Carranza en su parte que, pese a sus reiteradas ordenes, ninguno quiso abandonar su puesto de combate.

Tras 69 minutos de angustioso combate, el cañonero español volvio a entrar en el puerto, desembarco a los heridos y volvio a salir al cuarto de hora, acompañado esta vez por las lanchas "Lince" y "Cometa" y entre las entusiastas aclamaciones de los soldados de las baterias en la boca del puerto.

Pero el "Yankee", al parecer, ya habia tenido bastante con uno como para haberselas ahora con tres cascarones, y su capitan, Browson, debio de pensar que el apresamiento del "Purisima Concepcion" podia esperar mejor ocasion.

En su parte declaro haber luchado con el "Galicia", nada menos, al que, por supuesto, dejo muy seriamente averiado y al que no pudo rematar por la mala visibilidad y el humo de los cañones. Tras la guerra, el "Velazquez" fue vendido a Venezuela, sirviendo alli como "Miranda" hasta cerca de 1930.

Carranza fue efusivamente felicitado por sus superiores, aunque desconocemos su recompensa. Un muy pormenorizado relato de su epico combate aparecio en "El Mundo Naval Ilustrado" de 1 y 15 de enero de 1899.

Nos hemos dejado atras otro "disgustillo" de la "Navy" frente a Cienfuegos. El 11 de mayo, varios buques bloqueadores, entre los que se encontraban el "Marblehead" y el "Nashville", enviaron sus botes a cortar los cables submarinos que recalaban en el puerto. Para ello utilizaron sus botes de vapor, armados con un cañon de 37 mm cada uno.

La zona estaba fuera del alcance de las baterias del puerto, pero al ver aquellos extraños movimientos, los mandos españoles temieron un posible desembarco y enviaron a la zona una compañia de soldados.

El excelente "Mauser" volvio a mostrar sus magnificas cualidades, pues pese a la distancia, los americanos tuvieron que abandonar su proposito sin haberlo conseguido mas que a medias, pues los disparos españoles les causaron nada menos que dos muertos y diez heridos, en una de las pocas ocasiones en estas operaciones menores que reconocieron sus bajas.

Los cruceros americanos, al observar la delicada situacion de sus botes, rompieron fuego con todos sus cañones sobre la costa, doliendose nuevamente de que la polvora sin humo de los fusiles españoles deificultaba enormemente la localizacion de los tiradores.

Pese a los centenares de tiros realizados, de nuevo se acredito la proverbial punteria de los artilleros navales americanos en esta guerra: el total de bajas españolas fue un mulo de Intendencia muerto.

El siguiente disgustillo fue, si cabe, aun mayor, aunque sin bajas para los "presuntos" bloqueadores del puerto.

El 23 de junio y a eso de las tres de la tarde, aparecio frente al puerto el crucero auxiliar "Maria Cristina", que tomo practico y fondeo debidamente media hora mas tarde. Los tres buques americanos que entonces bloqueaban el puerto se habian distanciado un tanto de la bocana, y no llegaron a tiempo de impedir su entrada. Otro bonito ejemplo de profesionalidad.

El buque descargo las tan necesarias provisiones: nada menos que mil cajas de tocino, 599 de bacalao, quinientos barriles de idem y doscientos cuarenta sacos de frijoles. Observese que falta algo tan basico entonces en la dieta como el pan, pero ya sabemos la desastrosa cosecha y la carestia en la propia España durante aquel año aciago: se envio lo que buenamente se pudo, y muy bienvenido que fue.

Como ya saben ustedes, el "Maria Cristina" era un correo de la Trasatlantica armado como crucero auxiliar, con 6.900 toneladas, 18 nudos, 4 Hontorias de 12 cm, 2 de 9 cm, dos cañones de 57 mm y dos ametralladoras de 25 mm.

Estaba al mando del Capitan de Fragata D.Justo Arejula, aunque seguia a bordo su capitan civil, D. Angel Casquero. El segundo de a bordo era el Teniente de Navio D. Daniel Novas, figurando entre otros oficiales subalternos el teniente de Infanteria de Marina D. Leopoldo Jaudenes.

El buque habia zarpado de Ferrol el 6 de junio, el 13 detuvo y reconocio durante su travesia a un vapor,que resulto britanico, al dia siguiente hizo lo mismo con una fragata de vela, tambien britanica, y tras decidir en junta de oficiales dirigirse a Cienfuegos, lo logro con toda felicidad.

Pese a todos los proyectos, fue el unico crucero auxiliar español que se envio durante la guerra al Caribe. Y aunque intento cumplir como tal, pues ya hemos visto que detuvo y reconocio a dos buques durante su travesia, su mision fundamental era la de llevar los vitales alimentos a la isla.

Y esto ya es el final, no hemos encontrado nuevos hechos de relevancia referidos a Cienfuegos durante la guerra. Espero que les haya interesado.

Y, en fin, muchos otros pequeños combates y escaramuzas tuvieron lugar durante los cortos meses de la guerra en las aguas de Cuba y de Puerto Rico. En Filipinas no, pues nuestros cañoneros se enfrentaron unicamente a los "corsarios" rebeldes, ya que los buques de Dewey apenas salieron de la bahia de Manila.

No voy a referirme a todos ellos, al menos a los que tengo mas o menos investigados. Unas veces se perdio, otras se gano, otras quedo la cosa en tablas, pero nunca fueron tan aplastantemente unilaterales como los de Cavite Y Santiago de Cuba.

Ya lo han visto: Cardenas y Manzanillo no fueron la excepcion, sino la regla. Y al final, los "flecos" de la escuadra, aparte de distraer considerables fuerzas enemigas y dificultar en todo lo posible el bloqueo, causaron mas sinsabores, bajas y averias al enemigo en estos pequeños encuentros que sus "hermanos mayores" en Cavite y en Santiago.

Y desde luego, derrocharon valor, determinacion y pericia frente a unas fuerzas inmensamente superiores. Claro que no salieron ilesos, pero estamos hablando de hechos reales, no de comics.

No seria la primera vez, ni sera la ultima, que los jovenes oficiales se baten mejor que los viejos almirantes.

La esencia de lo dicho en estos hilos la tienen ustedes en el articulo "Operaciones menores en Cuba, 1898", que publique nada menos que en 1985 en el nº 9 de la Revista de Historia Naval, tan prestigiosa como, por desgracia, de escasa difusion.

Un saludo.

Bueno, creo que ya puestos, les contare lo que se sobre otras operaciones navales en Cuba y sobre las de Puerto Rico, asi completare el cuadro de las operaciones menores de la guerra del 98 en el Caribe.

Espero no defraudar su atencion.