Esto se está poniendo que ya no hay quien se bañe sin recelo y cuidado, sobre todo yo que suelo bañarme en la playa sobrepasando a la gente hacia aguas menos concurridas.

El caso es que cada vez es más frecuente la aparición de tiburones de mayor o menor identidad en las costas levantinas, algo que antes eran rarísimas excepciones.

Ayer salía la noticia de un tiburón de casi 4 m en la playa de Levante de Santa Pola:

Vaya, esto son palabras mayores.

Ya comenté en otro hilo la inquietud que me produce la posibilidad de que haya tortugas anidando en el Mediterráneo. La inquietud está relacionada con este tema.

De momento no ha pasado nada relevante, pero no hay que olvidar que, aunque es muy difícil verlos, hay tiburones blancos cerca de nuestras costas.

Éste llegó moribundo a Tossa de Mar en 1992:

https://youtu.be/f_hC4IgD2mQ

Saludos.

Según tengo entendido, cuando un tiburón ataca a un humano y ve que no es su alimento natural, lo deja.

Ahora que, aún siendo así, el primer mordisco te lo llevas y no suele ser de broma.

Así es; los ataques de tiburón a personas son escasos, y mucho más escasos son los ataques en los que el tiburón se come a la persona atacada. El problema es ése: el bocado "de prueba" es suficiente para matar si hablamos de alguno de los tres tiburones más peligrosos, por tamaño y agresividad: el blanco, el tigre y el sarda. En el caso del sarda, más que la agresividad, el problema estriba en que es capaz de adentrarse en aguas dulces, y eso multiplica su encuentro con personas en estuarios y ríos, donde no se cuenta con su presencia.

El caso es que su presencia provoca una alarma desproporcionada en relación a la siniestralidad que causan. Hace unos años se avistaron unas tintoreras cerca de Barcelona (en el Maresme para ser exactos). El resultado: izada de bandera roja y 6 playas cerradas hasta que se aseguraron de que se habían ido.

No quiero pensar qué pasaría si se avistan blancos cerca de una zona de baño.

Saludos.

Mayor credibilidad que la del amigo Paladium, que ha nadado entre los escualos de la isla de Cocos, no la hay.

Como diríamos en Galicia con respecto a encontrarnos con un tiburón en nuestras aguas : "Malo será"

Saludos

El viaje a Cocos fue inolvidable y ojalá pueda repetirlo. Me gustan las experiencias que te hacen sentir vivo, y por los lares en que me muevo las cosas están bastante mustias. Esperaba otra cosa. En todo caso, una "decepción" de la que tengo que sentirme contento como buen ciudadano que soy. La experiencia más extrema vivida recientemente fue subir en el ascensor de la catedral de Barcelona para acceder a la cubierta, básicamente porque el ascensor debe datar de la misma época que la catedral, e inspira menos confianza que un político. Además de admirar las cosas bonitas de la catedral, me fijé en si había algún bicho, para enriquecer en su caso el hilo sobre las tortugas y cocodrilos, pero no vi ninguno (me refiero exclusivamente al interior de la catedral).

Añado consejos básicos para prevenir ataques de tiburón:

1. Evitar el agua al amanecer y en el crepúsculo.
2. No llevar cosas brillantes o de colores llamativos.
3. No tocar al tiburón, en caso de encuentro, ni atosigarlo.
4. Comprobar tu espalda y lo que tienes debajo a menudo (sobre todo si buceas y estás ascendiendo), extremando la precaución en superficie (suelen atacar de abajo a arriba).
5. No perderle nunca la cara a un tiburón.
6. No intentar huir ni hacer nada que delate que tenemos miedo.

Y a continuación, un vídeo de ejemplo de lo que creo que no se debe hacer nunca cuando te visitan los tiburones. Creo que los tiburones que aparecen son dos sedosos, aunque no estoy seguro. Reconozco el valor del protagonista, pero creo que no fue sensato. Como suele decirse, "hay muchos peces en el mar"... y de extremidades sólo tenemos 4.

https://youtu.be/SryCZc66FdY

Saludos

Magnifico vídeo. Y vaya manera de jugársela.

Sí que es espectacular.

Imagino la satisfacción con la que se comería el atún.

Por cierto que he de hacer una puntualización sobre la afirmación de que no hay animales dentro de la catedral de Barcelona. Lo que no hay son restos de reptiles como los que hemos comentado en otro hilo. Sí que hay animales vivos, de otro tipo. En concreto, en la zona ajardinada del claustro pueden verse 13 ocas.

Su presencia se debe a que Santa Eulalia, que sufrió martirio por los romanos por no renunciar a Dios, tenía 13 ocas que pastoreaba, en la zona de Sarriá. Por tanto, las ocas están ahí en su honor, pues la catedral está dedicada a ella y a la Santa Cruz.

Curiosamente eran 13 los años que tenía al morir, y 13 los martirios a los que fue sometida (uno por cada año de edad). El último, meterla en un barril lleno de cristales y otos objetos cortantes, y lanzar el barril por una calle que hace pendiente, situada cerca de la catedral, motivo por el que dicha calle se llama "Bajada de Santa Eulalia".

Saludos

Con tu permiso y para evitar confusión, una pequeña precisión respecto a la "Bajada de Santa Eulalia". Es solo un callejón de 42 m, con pendiente pronunciada hacia la calle Banys Nous, por tanto en sentido opuesto a la catedral, siendo además que esta magnífica obra gótica, evidentemente no estaba construida en la época del martirio de la santa.

Por otra parte y significando a la patrona de Barcelona, también el pailebote insignia del Museo Marítimo de Barcelona fue bautizado como Santa Eulalia.

Las trece ocas, blancas blanquísimas, como corresponde.

Correcto bemaro, el sacrificio de Santa Eulalia (año 304 d.C.), y por tanto su martirio, es muy anterior a la construcción de la catedral, que data de los siglos XIII a XV.

También cierto que la calle en cuestión es muy estrecha y corta. Está en la casco antiguo de Barcelona (Barrio Gótico), y es una de las muchas callejeulas que conforman la zona. En un extremo del callejón puede verse una hornacina conteniendo una imagen de la Santa, con un poema de Jacinto Verdaguer debajo.

El detalle del Museo Marítimo lo desconocía, aunque hace tiempo lo visité. Espero volver pronto y fijarme en ello.

Si alguien se anima a acercarse a la catedral, que no se pierda la "Piedad Desplà", de Bartolomé Bermejo. La contemplación "in situ" de este cuadro, para mí, ya justificó los 7 euros de la entrada.

Saludos.