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 Marruecos 1924: La Marina de Guerra. 
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Capitán de Navío
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Nuevo mensaje Marruecos 1924: La Marina de Guerra.
De la Marina de Guerra, poco se hablaba en la prensa de la época sobre su papel en la Campaña de Marruecos, cuano jugó un papel muy importante. Cándido Lobera, director, fundador y propietario del rotativo melillense “El Telegrama del Rif”, elogiaba en sendos artículos el papel de nuestra Marina en aquellos tiempos, ya que sus misiones, que consistían en vigilar la costa, una costa hostil con apenas dos abrigos donde resguardarse en más de 90 millas, llevando a cabo esa vigilancia desde Afrau a la desembocadura del río Lau, con el consiguiente problema de la persecución del contrabando, fuente a pesar de ser a pequeña escala, de abastos y armas para los rifeños, esperando les fueran entregadas embarcaciones armadas de pequeño calado para poder perseguir a esos contrabandistas a las calas donde se ocultaban y en el que los marinos no pdían entrar por el calado de sus naves y, siempre con la inestimable ayuda del inglés al rifeño, menos mal que el contrabando a mayor escala, entraba por tierra y Francia, se hallaba por la labor de perseguirlo conjuntamente con el español. Dichos elogios, que incluían el repliegue ideado por el Directorio Militar de Primo de Rivera, dirigidos a nuestros marinos, quedaron recogidos en el citado diario de la forma siguiente (textual):

“…La guerra en Yebala.

Labor de la Marina de Guerra en la costa marroquí.

La opinión no aprecia debidamente la inmensa labor de nuestra Marina de guerra en Marruecos, tal vez por lo poco que de ella se habla y escasas informaciones, no siempre posibles debido a la naturaleza de ciertos servicios que la prudencia impone silenciarlos. Sin embrago, discretamente puede divulgarse algo que permita formar juicio de su loable intervención en esta guerra, cuya trascendencia reconocen propios y extraños.

Tres misiones le están encomendadas: Vigiláncia, abastecimiento de posiciones y bombardeo. Desde 1921, realiza el bloqueo del litoral rebelde, habiéndose intensificado los últimos meses. Las fuerzas navales en Marruecos, bajo el mando del contralmirante Guerra, que tiene como jefe de Estado Mayor al capitán de fragata Boado, se hallan así integradas: Cruceros “Cataluña” y “Extremadura”; cañoneros “Canóvas del Castillo”, “Bonifaz”, “Recalde”, “Laya” y “Lauria”; diez guardacostas; dos torpederos y siete barcazas “K”, de las que usaron los ingleses en los Dardanelos y costa de Bélgica. Los transportes de guerra y el “España” 5, prestan también excelentes servicios.

Cañoneros y guardacostas turnan en la vigilancia, desde Afrau al río Lau, permaneciendo en el mar cincuenta y seis horas consecutivas. Es tan poco hospitalaria la costa marroquí, que sólo cuenta dos refugios; uno en Gomara para vientos de Poniente, y Cala Tramontana para Levantes; los demás son pequeñas calas, exclusivas para cárabos. Es decir que hay noventa millas sin abrigo.

La persecución del contrabando es contínua, tenaz y puede afirmarse que merced a la vigilancia ejercida, no se ha efectuado en grande escala. Los pequeños alijos son inevitables. Despliegan tal osadía y tan extraordinarios recursos los contrabandistas, que pocas veces son apresados; y cuando nuestros barcos les persiguen, encuentran la documentación en regla y nada sospechoso en las bodegas. Sin duda arrojan la carga al verse sorprendidos.

Díganlo esas gasolineras de la matrícula de Gibraltar “Silvia” y “Estrella de Oriente” y tal cual pesquero o vaporcito, fichados como sospechosos. Aquellas pertenecen al grupo financiero que acaudilla el capitán Gardinier, célebre por sus jocundos contratos con Abd-El-Krim. Periódicamente anuncia nuestro cónsul las salidas y como los motores le permiten un andar de dieciocho millas, y son los tripulantes gentes arrojadas, muy conocedoras de los recovecos de la costa, resulta difícil darles alcance.

Suponemos se habrá formulado enérgica reclamación y también adivinamos la respuesta. Que cargan en alta mar. Si se invirtieran los términos y una nación tuviese el convencimiento de que barquitos españoles pertrechaban a gentes levantadas en armas contra ella, habrían exigido el decomiso.

A este propósito recardamos un caso que viene como anillo al dedo. Se publicaba años atrás, en Algeciras “El Centinela del Estrecho”, y sus 37 números fueron denunciados, y al fin suspendido el semanario, a instancias de las autoridades gibraltareñas.

Cerca de Alhucemas, apresó el crucero “Extremadura” cierto buque holandés, que había mandado un bote a tierra con tres personas. La requisa produjo el resultado negativo de siempre. Confidencias posteriores anunciaron que, ese u otro barco de igual nacionalidad, proporcionó a los rebeldes fusiles, cartuchos y granadas de mano.

Los guardacostas soportan en el mar grandes temporales, pues esta es su principal característica. Por lo demás, sólo andan de ocho a nueve millas y calan cinco metros. Para terminar con los pequeños alijos, pronto se incorporarán a la escuadra de Marruecos gasolineras armadas, de mucho andar, que puedan internarse incluso en las calas.

Todas las semanas destruímos algunos cárabos que se aventuran a la pesca. El tráfico de mercancías, de mucho valor y poco peso, que se realizaba por las costas de Gomara, en prejuicio de las aduanas, se halla totalmente suspendido, lo que constituye rudo golpe para los ribereños, cuyo bienestar deben al hecho de ser obligados intermediarios de las kabilas del interior.

El contrabando en gran escala, se ha realizado y realiza por la frontera terrestre; procede de la otra zona y de Tánger, sostén de la rebeldía y uno de sus más poderosos auxiliares. Esta afirmación no lleva consigo la anuencia de las autoridades del otro Protectorado, tan interesadas como las nuestras en perseguir el armamento de los rebeldes.

El productivo comercio del litoral marroquí con las lazas africanas, Argelia y Gibraltar, se halla prácticamente suspendido desde hace tres años, y como las cosechas fueron mediocres, sólo se concibe la pujanza de nuestros enemigos, por los auxilios en metálico y en especie que reciben de sus colaboradores. De otras suerte, la miseria y la falta de municiones, les hubiera hecho claudicar.

La labor de nuestros marinos es dura, penosa y exige fatigas y penalidades que gustosos soportan. A la vigilancia de la costa bravía, precisa añadir otros servicios. Abastecimiento de puertos y cooperación a las operaciones de tierra. De ellos trataré en el siguiente artículo…”

“…Labor de la Marina de Guerra en la costa marroquí.
Evacuación de posiciones.
(De nuestro director).

El litoral berbersico, asilo del primer enviado de los Califas de Oriente, cuna de los famosos gomeres, es tan bravío y poco hospitalario como la indómita raza que lo puebla. Las posiciones que ocupamos .recientemente evacuadas- prueban lo ilusoria de la solución por la fórmula línea costera, irradiando influencia sobre el interior. Su enlace terrestre con Tetuán, hubiera exigido costosos caminos, nuevas posiciones y columnas móviles en constante movimiento, -la razón de la columna es el puesto y la del puesto la columna- esquivándolos, se las aprovisionó por vía marítima.

La Marina de guerra puede testimoniar las dificultades de la empresa, aún en tiempo de paz, por tratarse de esenadas abiertas a todos los vientos; menos mal, que sus grandes fondos permiten aproximarse mucho a tierra. Cien veces abandonaron los barcos el puerto de Ceuta, y pocas lograban el abastecimiento en la primera salida. El 18 de Febrero fue necesario enviar socorros a M’Ter, y hasta el 26 no pudo desemebarcar el entonces coronel Serrano, jefe de la columna.

Las grandes barcazas “K”, constituyen auxiliares poderosos de ese servicio; las dirigen maestres de marinería, tienen dos motores de petróleo y gasolina y su capacidad permite el holgado transporte de 400 hombres. Dos remolcadores, “El Gaditano” y “Ferrolano”, al mando de alféreces de navío, la auxilían, escoltándolas y protegiéndolas guardacostas y cañoneros. El invierno y hasta la primavera, fueron duros para estos marinos, que capeando temporales esperaban momentos de relaitva calma para echar en tierra víveres y municiones. Únicamente quiénes soportaron labor tan ruda, de escaos relieve, pero de gran importancia, saben el esfuerzo desplegado y penalidades sufridas, acrecentadas desde Febrero, fecha en que gomaris y rifeños iniciaran los ataques contra M’Ter. A las inclemencias del tiempo, se unió la hostilidad enemiga el peligro y mutuo apoyo, han establecido sólidos vínculos de compañerismo entre las fuerzas de mar y las de tierra.

Intensamente ha cooperado la escuadra de Marruecos a la defensa de posiciones costeras, abatiendo con sus fuegos el empuje rebelde, cañoneando las concentraciones que desde Alhucemas se dirigían a la zona occidental y acallando los fuegos de las baterías emplazadas desde Sidi Dris a Gomara. Alguna pieza fue desmontada por los marinos, no obstante su disposición hablisíma que las oculta – como si montadas estuvueran sobre montajes eclipse- tan pronto disparan.

Sabida es la abundancia de municiones de los rebeldes, incluso de artillería; centenares de granadas han disparado contra nuestros barcos y solo dos hicieron blanco; una en el “Cataluña” al chocar contra un candelero del toldo; otra, en el “Extramadura”, debajo del castillo; los marinos han pagado también su contribución de sangre. La escuadra bombardea eficazmente la costa, ha destruido poblados y embarcaciones morunas, inflingiendo duro castigo a los tercos que desoyen las voces de la concordia.

La evacuación de posiciones, ha desplegado valor, pericia y entusiasmo. Una sola noche bastó para llevar a bordo 700 hombres de la guarnición de M’Ter, 25 cabezas de ganado, 5 piezas de artillería y 150 toneladas de víveres y municiones. El enemigo se apercibió al nacer el día; era tarde para oponerse; cuando entró en el campamento, nada quedaba aprovechable. El maestre de una de las barcazas resultó herido.

La evacuación de Tiguisas fue más accidentada, por lo mucho que arbolaba el mar, A última hora se dieron cuenta los rebeldes, interviniendo eficazmnente el “Extremadura”, “Cataluña” y torpedero “19”. A la salida del sol, se hallaban a bordo hombres, ganado e impedimenta. Ocupó el enemigo un pequeño blocao y tuvo el “Laya” la fortuna de volarlo pereciendo cuantos osadamente lo asaltaran.

Targa es playa ideal, superior a las más alabadas; allí se trabajó mucho, no dejando ni un grano de arroz. La evacuación de Magán, Messala y Kaasera, se hizo en pleno día mediante operaciones combinadas, que desconcertaron el enemigo. Tampoco costó bajas realizándose así de modo brillante y casi incruentamente el proyecto del Directorio de abandonar las posiciones desde M’Ter al Lau.

Los ribereños adictos, no quisieron quedar expuestos a las iras de los rebeldes. Las bracazas “K” han conducido hasta Río Martin a esos kabileños, a sus ganados y ajuares. Hoy, 1.500 gomaris y benisaidis acampan no lejos del poblado español, pescadores de oficio, ejercen su industria, protegidos cuando se alejan por los guardacostas. Las aguas de Gomara ofrecen en cantidad fantástica, calamares y las más variadas especies, que los refugiados llevan al mercado tetuaní, hallando larga compensación para su trabajo.

La escuadra del contralmirante Guerra, de la que es jefe de Esatado Mayor el capitán de fragata Boado, tiene en su haber otros servicios, que la discreción silencia. Ella cosntituye eficaz salvaguardia de Afrau, Lau, Alhucemas y Peñón; ella impide la pesca a los rebeldes y el comercio, del que obtenían pingües rendimientos rifeños y gomaras; y en fin, pone coto al contrbando, en la medida de lo posible, demostrando elevado espíritu, valor e inteligencia. El día que disponga de gasolineras armadas, de rápido andar, dará caza a las que, al amparo de su velocidad, logran de tiempo en tiempo, burlar la vigilancia y refugiarse en las calas.

Los marinos de guerra son dignos compañeros de los soldados que en tierra se baten bravamente, y como ellos acreedores de la gratitud de España.

Candido Lobera….”


Fuentes:

“El Telegrama del Rif”, Melilla jueves 9 y viernes 10 de octubre de 1924, pág 1, núms. 8.406 y 8.407.

¡Un cordial saludo! Ban-dera

Hannes Hunger.


13 Sep 2010 00:04
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Nuevo mensaje Re: Marruecos 1924: La Marina de Guerra.
Felicidades por el trabajo. un abrazo

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Nuevo mensaje Re: Marruecos 1924: La Marina de Guerra.
Interesante trabajo hannes hunger, costa y tierra dura la de los moros... Estuve de visita allí hace unos años y en la zona del desembarco de Alhucemas, una playa que le llaman la de "quemado" por como quedó por la preparación artillera previa al desembarco, un rifeño se me acercó en la playa y me dijo: "aquí, estas montañas, mucha guerra, mucha guerra, amigo". Los rifeños, según me dijeron, hablan un español propio que aprenden de padres a hijos, y no en la tele como todos los demás.

A propósito de este tema siempre me he preguntado como era posible que a pesar del desastre de Annual se pudiera conservar el peñón de Alhucemas. Se trata de una roca a unos 300 metros de la playa sobre la que hay una fortaleza y en la que no hay espacio para nada más. Está justo en medio de la bahía de Alhucemas, el punto más alejado de la zona controlada por los españoles, a dos mil metros de Axdir, pueblo de Abd el Krim y epicentro de la resistencia rifeña. Y sin embargo no cayó. ¿Alguien sabe como fue posible?



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13 Sep 2010 18:26
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Nuevo mensaje Re: Marruecos 1924: La Marina de Guerra.
¡Buenas tardes Guardiamarina 1º Seper!

Sobre lo que comentas respecto al Peñón de Alhucemas, cedido a España para combatir la piratería berberisca por el sultán Muley Abdalá en 1560, todo y que no fué ocupado por España hasta tiempos del último Austria, Carlos II, al mandar una flota el 28 de agosto de 1628 bajo el mando del Príncipe de Montesacro D. Andrés Dávalos.

Este lugar, llegó a tener unos 35o habitantes y era penal de presos comunes, políticos y desterrados. En él, estuvo preso a principios del siglo XX, un maño, Joaquín Ibáñez, conocido como el "Moro Joaquín", el cual, acusado de matar a su novia en Sabadell (Barcelona), fué condenado a muerte, conmutándole la pena por cadena perpetua y, enviado a dicho Peñón en el cual estuvo preso unos años hasta que se fugó y se refugió en las kábilas. Joaquín Ibáñez, no obstante, todo y que dados sus conociemientos y viendole trabajar, los jefes de las tribus rifeñas cercanas, se lo disputaban para tenerle como yerno, no olvidó sus raíces españolas y ayudó durante el conflicto armado del Rif a nuestros soldados, hasta 1913 en que naufragó el cañonero "Concha" y ayudó a escapar a los marinos españoles, entre ellos al Alférez Ramos Gener, al cual pidió por favor intercediera ante eñ Rey D. Alfonso XIII para que le perdonara, cosa que así fué.
Sobre los presos, en 1838, hubo una insurrección por parte de los presos políticos.

En el año 1902, Francia, reconocía la soberanía de España en el Peñón.

Abd-El-Krim, lo atacó en 1921 sin conquistarlo y un año más tarde, las baterías rifeñas, atacan y hunden el vapor español "Juan de Juanes" que cubría el correo entre el Peñón y Melilla.

Durante el desembarco de Alhucemas, jugó un papel importante dado que en el Peñón, existían 24 piezas de artillería,con obuses de 155 mm y cañones de 7,5 mm.

Creo amigo Seper, que Abd-El-Krim, no pudo conquistar el Peñón por ser una roca y hallarse en inferioridad de condiciones sus embarcaciones frente a la escuadra española, la cual, era mucho más potente (cárabos frente a cruceros, cañoneros y torpederos) y todo y el Desastre de Annual, fué en tierra y no en el mar, en el cual pienso podía haber acudido nuestra armada y haberle plantado cara. De hecho, Annual, afectó a la Comandancia de Melilla, llegando las huestes morunas a las puertas de la misma, mientras que en la ciudad, la guarnición era escasa y poco adiestrada y los habitantes, esperaban con ansia agolpados en el puerto la llegada de vapores desde la península que les llevaran a España. Aún y así, Abd-El-Krim, se paró ante Melilla ya que sabía que si la atacaba, desde España, vendrían más tropas. De hecho, el entonces comandante D. Francisco Franco y Bahamonde, ya había salido con la Legión desde Ceuta en auxilio de Melilla por mar. La orden era "forzar las máquinas al máximo", tanto que por poco no llegan antes las calderas que los buques.
A parte, España ya disponía de aviación y submarinos en aquellos años.

El atacar el Peñón para ocuparlo, era como atacar un castillo roquero en la Edad Media y las bajas, quizás, hubieran sido muchísimas.

Esta es mi opinión, si alguien de la flota quiere aportar algo más al respecto, ¡adelante!.

¡Un cordial saludo! Ban-dera

Hannes Hunger.


13 Sep 2010 19:33
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Nuevo mensaje Re: Marruecos 1924: La Marina de Guerra.
Pues muchas gracias mi capitán por las explicaciones. Visto ahí el peñón, en la mismísima boca del lobo, impresiona

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13 Sep 2010 21:31
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Nuevo mensaje Re: Marruecos 1924: La Marina de Guerra.
Sobre el Peñón de Alhucemas, os paso la "Historia del Moro Joaquin", recopilación que hice en su día junto a mi buen amigo Juan Díez de la Asociación de Estudios Melillenses, en la que queda recogida su intervención respecto al cañonero "Concha" y aprovecho para rectificar un dato, el alférez de navío era D. Rafael Ramos Izquierdo, no Ramos Gener, disculpad el "lapsus":

La historia de Melilla es rica en personajes y situaciones propias de una ciudad frontera entre pueblos y culturas. Una urbe que albergó hasta comienzos del siglo XX un presidio y que a decir de algunos que entonces la visitaron, “su vecindario y guarnición militar parecían penados, mientras los confinados aparentaban gozar las dichas de la libertad”.
Una situación que en términos similares también se daba en los otras posesiones norteafricanas españolas: Ceuta, Archipiélago de Alhucemas, Peñón de Vélez e Islas Chafarinas.
De entre los muchos personajes que dieron atractivo a la historia de Melilla y su entorno geográfico destacamos a Joaquín Ibáñez, un penado maño que logró huir de Alhucemas y establecerse en el Rif, donde pocos años después y luego de mil aventuras alcanzó gran popularidad por interceder en favor de cuantos españoles con dificultades encontró, caso de Gabriel Delbrel y Enrique Arqués en 1907, del ingeniero Melgarejo a quien acompañaba el abogado melillense Manuel Ferrer y tripulación del asaltado cañonero “General Concha” en 1913.
Sin olvidar que también con ocasión de las campañas de 1909 y del Kert ( 1911 – 1912 ) aportó valiosa información al Ejército español
Finalmente sus buenas obras fueron recompensadas, obteniendo el perdón y volviendo a su tierra natal desde Melilla, ciudad desde la que los periodistas españoles darían eco a sus hazañas.

La tragedia del “Concha”
El día 11 de junio de 1913 y debido a una espesa niebla, el buque de guerra español “General Cocha”, un cañonero botado en el año 1882 y que desplazaba 548 toneladas, embarrancó en la ensenada de Busicut, cerca de Alhucemas. Un lugar que había servido de importante refugio de piratas hasta hacía unos quince años, aunque tiempo después y en la misma zona capturaron a un grupo de marineros civiles españoles. Inmovilizado tras chocar con dos enormes peñas y con algunas vías de agua, el buque “General Concha” fue asaltado por los rifeños, y aunque pronto se enviaron desde Melilla varios navíos en su ayuda. Su tripulación sufriría numerosas bajas y trece marineros serían capturados.

Liberación de los cautivos
Algunos de los marinos prisioneros, se fugaron, otros fueron liberados. Una de las fugas, la del alférez de navío D. Rafael Ramos Izquierdo, junto con el maquinista Casal Rugero, el contramaestre Juan Mateo, el fogonero Lagostera y el marinero Ángel Barroso, transcurrió según contaron a la prensa de la forma siguiente: (textual)

“…Estaban los prisioneros en casa del hijo del Larbi, y salieron con canastas con el pretexto de ir a coger higos. Andando a buen paso llegaron en dos horas desde dicha casa a la playa para embarcar en un bote de remo.

Pudieron escapar gracias a la ayuda del moro Larbi y del renegado español Joaquín. Cuando los kabileños se enteraron de la fuga, persiguieron al bote en que iban los cautivos con otro de vela y remo desde el que hicieron algunos disparos. Pero apareció en aquel momento el cañonero “Recalde” y gracias a la presencia de este barco se salvaron pues enseguida se volvieron sus perseguidores…”
La intervención del moro Joaquín en la fuga, fue según se dio a conocer a la opinión pública, la siguiente: (textual).
“…Dicen que lograron evadirse gracias a un renegado español que se llama Joaquín, y que ahora es un moro muy conocido en el territorio que estuvieron prisioneros.
Joaquín pretextando coger brevas de una higuera próxima al sitio en que ellos estaban, les indicó que podían salir. Cuando se vieron libres, Joaquín les indicó un cárabo, que tenía preparado diciéndoles que les llevaría a Alhucemas.
Los marineros del “Concha” así lo hicieron, divisando al poco tiempo de remar al cañonero “Recalde”…”
Ya sólo quedaban cautivos el cabo de fogoneros Juan Aragón y el marinero José Picón.
Una de las personas que ayudó a escapar del cautiverio según se ha visto, a algunos tripulantes del cañonero “General Concha”, fue el “Moro Joaquín”, pero realmente, ¿quién era el moro Joaquín?. Inicialmente, se dijo que se llamaba Joaquín Ibáñez Bellido, natural de Teruel y que se encontraba en Alhucemas cumpliendo condena en el presidio, por haber cometido un crimen, habiendo sido su pena, la cadena perpetua. Hacía 9 años que se había fugado y que desde esa fecha, vivía en el campo moro. Casado con una mora, tenía en 1913 4 hijos y temiendo ser represaliado con la muerte, por los moros por su intervención la fuga de los españoles, deseaba se le autorizara a vivir en Melilla junto a su esposa mora y sus hijos. Rogó insistentemente al alférez de navío D. Rafael Ramos Izquierdo, intercediera ante las autoridades españolas para que le concedieran el perdón cosa que creían bien merecida por su ayuda, cosa que sucedió.
En el rotativo madrileño “La Correspondencia de España” del 5 de julio de 1913, se daba a conocer con la siguiente noticia (textual), quien era este personaje, bajo el título “Una figura novelesca, el renegado Joaquín Ibáñez”.
“…Un redactor de nuestro querido colega “Diario de Avisos de Zaragoza” ha celebrado una interviú con D. Joaquín Monzón capellán del Regimiento de Infantería de Aragón, quien conoce muy bien, por haberle tratado en Alhucemas, al famoso renegado Joaquín Ibáñez, de quien tanto se habla desde que contribuyó eficazmente a la libertad de los cautivos del “Concha”.
Es tan interesante el relato hecho por el Sr. Monzón y publicado por el periódico de referencia, que creemos oportuno reproducirlo en casi su integridad.

¿Cómo conoció a Joaquín?
Era de rigor comenzar por ahí; así lo hicimos, y el Sr. Monzón contestó: -“En 1906, en comisión de servicio, fui destinado a Alhucemas; esto que casi no llega a islote, pues es más propiamente un peñasco de unos 120 metros de largo por unos 75 de ancho, era antes donde se encontraba emplazado el presidio de su nombre; no hice más que llegar, y un oficial compañero, íntimo amigo, lo primero que me enseñó fue la casa de Joaquín.
A unos 1.500 de Alhucemas está situada; su frente mira a España; es por fuera poco más o menos, como todas las demás, quizá un poco mejor; colocada encima de la playa, es como un intermedio entre nuestra Patria y la kábila. Como si al colocarla allí, su poseedor hubiera querido respirar la brisa que del lado de su Patria llega.
En Málaga se recibieron noticias de que una kabila rifeña había hecho propósito de hacer un alijo de armas por valor de 20.000 pesetas.
No se sabe como, unos cuantos malagueños concibieron hacerles una jugarreta, y a este propósito enviaron emisarios a esa kábila.; después de algunos cabildeos, entregaron los moritos el dinero, y aún no han recibido arma alguna de aquel alijo.
Para celebrar este engaño, la oficialidad de Alhucemas fuimos invitados por los contrabandistas malagueños a comer dos carneros en Cala-Bonita; asistimos, y con nosotros venían los Sres. Villanueva y Tur.
En aquella jira me fue presentado el moro Joaquín por un oficial; hablamos buen rato, y no quiso presentarse al coronel por si lo tomaba éste como un alarde.

Historia del moro Joaquín
Cuando salvó, con exposición de su vida a Mr. Delbrel y a D. Enrique Arqués, acompañándolos después desde Es-Senada a Zeluán, estuvo en Melilla, y las autoridades militares, a pesar de saber ésto, no quisieron capturarlo; les parecía mal pagar con esa acción la noble y patriótica que acababa de realizar Joaquín. Es más le permitieron extraoficialmente venir con nosotros, en el mismo buque, desde Melilla a Alhucemas, para evitar así la caminata de ocho días que había de hacer para retornar a su hogar.
Intimamos en este viaje, y ya en Alhucemas venía a la plaza algunas veces, medio a escondidas, y para mi casa era siempre su primera visita. Pasábamos grandes ratos charlando de España, y él desahogaba su dieta forzosa de licores con tragos de anís, al que es aficionado; en estos ratos, a retazos incoherentes me contó su vida.
Nació en Perales, provincia de Teruel; tenía varios hermanos; cuando yo estuve representaba unos cuarenta años.
Por el camino de la vida, largo y espinoso para él, siguió los años primeros; fue esquilador una larga temporada; no sé qué crimen cometería, porque siempre por delicadeza yo y por vergüenza natural para él, rehuimos esta conversación.

Paso por alto la estancia en el presidio, su fuga nocturna descolgándose desde la parte más alta del Peñón hasta una barca en la que le esperaban varios moros, que en unión de un compañero de presidio también fugado, les hicieron sufrir mil penalidades; huyeron de ellos y se refugiaron en el poblado de Axdirt, kábila de Beni-Urriaguel, donde fueron caritativamente recogidos, por el armero del poblado, notable de la kábila, respetado y rico. Su compañero de fuga se marchó a poco y vino a España; fue cogido y reintegrado el presidio.

Su vida en la kábila
El “moro Joaquín” quedó en la kábila al servicio primero del armero que le recogió y le amparó, pero sin quererse dedicar a este oficio. Prefirió el de hojalatero y estañador; entre algunos objetos que fabricaba con botes de hoja de lata y sencillas compostura de cacharros agujereados que hacía, fue formándose una vida independiente; amplió después y unió este oficio al de platero, confeccionando sencillos collares, pendientes y otras alhajas para las moras con metales baratos y arreglando los que de Argelia se traían los “notables” del poblado.
Aún no contento con estos oficios, puso también su taller de carpintería, que fue el que verdaderamente le colocó en desahogada posición; comenzó por hacerse su casa actual a estilo europeo, con tablas, en lugar de hacerlo con troncos como allí se estilaba; se puso “de moda” este género de construcción, y en poco tiempo no hubo en el poblado una casa donde las ventanas o las puertas y hasta la casa entera no fueran obra de Joaquín o de sus ayudantes.
En los ratos de ocio enseñaba a los moros a hablar y escribir en castellano, amén de los rudimentos que poseía de Aritmética, Geografía, etc…

El moro Joaquín en España
Es esta situación se hallaba el “moro Joaquín”, cuando recibió una carta de un hermano suyo, en la que le participaba que su padre estaba gravemente enfermo, que todos sus hermanos estaban en el pueblo, y que el moribundo quería verlo antes de terminar su vida.

Por toda contestación, reunió sus ahorros y marchó a Nemours, puerto cercano a Argel, donde embarcó para Valencia. Ya en España se dirigió a Perales, donde llegó días después de enterrado su padre.
Pero un pariente próximo del muerto avisó a la Guardia Civil de la presencia del ex presidiario en el pueblo, y una noche cercaron la casa, poniéndole en grave aprieto; milagrosamente logró escapara saltando la tapia del corral y huyendo a campo a traviesa.
El motivo que impulsó al pariente a denunciarle no fue otro que quedarse con los míseros terrones de tierra que su padre cedió al morir a Joaquín.
A pie con mil privaciones llegó a Valencia; sin recursos, hubo de esperar a que un hermano suyo se los llevara, y ya con dinero regresó por el mismo itinerario a su hogar rifeño.
Sin embargo, apenas se internó en Quebdana, fue asaltado por unos bandidos moros, que le robaron el dinero y objetos de valor que llevaba y le dejaron maltrecho. Siguió valientemente su camino, y consiguió llegar a Axdir, después de una penosa marcha.

Su matrimonio
En la kábila de Beni-Urriaguel los notables principales como el Sidi, riquísimo propietario, cuyo capital pasa de 40.000 duros; Moham Bocoy, otro principal propietario, también con gran capital; el digno y caballeroso notario Abel-Crin y otros muchos hubieran visto con agrado que Moham el renegado, como se llama el “moro Joaquín” en aquella tierra, se hubiera casado con sus respectivas hijas; las condiciones de laboriosidad, honradez y talento de Joaquín no influían tanto como su criterio, sustentado muchas veces en público, de que sólo tendría una mujer y se dedicaría a su felicidad, sin que tuviera la elegida que compartirla con otras, según la costumbre del país.
Y no eran las moritas menos encaprichadas y hasta empeñadas en que esto sucediera; pero Joaquín no se deslumbró con riquezas ni poderes. Eligió por mujer única a la hija del armero en cuya casa fue asistido y encontró asilo y refugio a su llegada al país; sobrepuso el agradecimiento a todo, aunque el amor tuvo gran parte en su elección.
Adora a su mujer, a quien trata con gran respeto y cariño, y ella, por su parte, corresponde a ese cariño.
En 1906 sólo tenía un hijo, morenote, sano, robusto, muy parecido a su padre, que lo instruye, en cuanto sus condiciones se lo permiten, del modo más perfecto posible.
Hoy según he leído, tiene ya cuatro hijos; le supongo rodeado de todos ellos y enseñándoles castellano y quizás hasta doctrina. Allí tiene un íntimo amigo, vecino además llamado Amorcito, de quien nos servíamos para comunicarnos con él cuando le era imposible venir a Alhucemas.
Parece que algunas veces mostraba deseos de marchar a Méjico donde tiene ya un hermano, precisamente el que le llevó los recursos a Valencia cuando la muerte de su padre, y a quien quiere entrañablemente; pero las mujeres moras son completamente refractarias a abandonar su país, aún estando seguras de que en otra parte han de mejorar de condición y de vida; esta es la causa que seguramente le ha retenido en el Rif, además de su amor a España.

Comentando el indulto
Todo esto nos dijo el Sr. Monzón, y al comunicarle nosotros el propósito de Romanones de poner el indulto a la consideración del Rey en el Consejo de hoy, añadió: -“Me alegro muchísimo, y desearé verle por aquí, aunque sólo sea unos días, porque seguramente Joaquín se volverá al Rif; no quedará en su tierra, puede usted afirmarlo”-. Cuando el salvamento de Arqués y Delbrel se habló de indultarlo, y él esperaba que sería así; pero le exigían que se constituyese nuevamente en prisión, a lo que no quiso acceder…”
El 1 de julio conseguían la libertad los contramaestres D. José Bendala y D. José Fernández Luceiro. A la mañana siguiente, llegaban a borde del “Recalde” el fogonero primero D. Juan Aragón y el segundo fogonero José Picón.



El Rey firma el indulto
El esperado y ansiado indulto por fin llegó el 18 de julio de 1913, cuando el Rey Alfonso XIII lo firmó en San Sebastián, tras que se le fuera solicitado por el general Jordana así como se adhiriera el alcalde de Zaragoza y numerosos vecinos de Melilla que habían firmado una “exposición” en el mismo sentido luego del rescate de los prisioneros del “Concha”.
Enseguida Joaquín Ibáñez marchó a Zaragoza, poniendo punto final a una aventura iniciada en el año 1904, cuando se fugó de Alhucemas tras haber permanecido recluido 14 años, y como renegado, única forma de sobrevivir en el Rif, tomó el nombre de Sidi Mohamed el Sibuka.

Otra verdad
En su día, cuando conocimos la singular huída propiciada por el “moro Joaquín”, expresidiario aragonés fugado al Rif y casado con una nativa. Que por su “hazaña” consiguió el indulto y gran popularidad a nivel nacional. Tomamos con reservas esta información, suspicacia que el tiempo acrecentó, y más tarde incluso aclaró cuando tuvimos la ocasión de charlar con un grupo de generales retirados que visitaban la ciudad y habían acudido a la Asociación de Estudios Melillenses a recibir una charla de Francisco Mir Berlanga. Pues bien, uno de estos generales después de comentar que había prestado servicio en la zona de Alhucemas tras la Guerra Civil, me dijo que tuvo ocasión de hablar con los rifeños más ancianos de Bocoya, allí donde embarrancó el “General Concha”. Y estos le habían dicho que los prisioneros lograron la libertad gracias al pago de un rescate, que como es natural, se mantuvo en secreto e incluso se quiso ocultar con el “gesto heroico” del “moro Joaquín”.

¡Un cordial saludo! ban-es9

Hannes Hunger.


13 Sep 2010 21:49
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Nuevo mensaje Re: Marruecos 1924: La Marina de Guerra.
Otra hazaña sobre la intervención de nuestra Armada en las guerras de Marreucos, puede verse también en el foro:
viewtopic.php?f=78&t=5215&p=53827&hilit=p%C3%A9rez+de+guzm%C3%A1n+y+urzaiz#p53827

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A mí me parece, Señor, que no tengo otra cosa buena sino ser español (Catalina de Erauso, "la Monja Alférez", a un Cardenal)

14 Sep 2010 08:19
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Nuevo mensaje Re: Marruecos 1924: La Marina de Guerra.
acabo de encontrar lod datos de la fuerza naval y de transporte en el desebarco de Alhucemas , manadad por el Vicealmirante D.Francisco Yolif morgado:
-Escuadra VA Yolif:
Acorazados: Alfoso XIII , JaimeI
Cruceros: Mendez Nuñez , Blas de Lezo
Destructores: Alsedo, Velasco

-Escuadra Francesa CA Allier
Acorazado Paris
Cruceros: Strasburg, Metz
Torpederos :Annamite, Tonkinols
1 Remolcador con globo cautivo
1 Escuadrilla de aviones

-Fuerzas Navales Norte de Africa CA Guerra:
Cruceros: Reina Victori Eugenia , extremadura
Cañoneros: Cánovas del Castillo, Canalejas, Dato , Laya, Recalde ,Lauria
Torpederos : 7, 11, 17, 22
Guardacostas: Xauen, Arcila, Uad Targa, Uad Lucus,Uad Muluya, Larache, Uad Martin , Alcazar
remolcadores: Cíclope, ferrolano, Gaditano, Cartagenero
Guardacostas 7 del tipo Garciolo

-Fuerzas de Transporte:
Brigada Fernandez Perez .Jefe de Convoy CF Diaz Arias-salgado
Flotilla nº 1:Lazaro, Aragon , Navarra , Sagunto
Flotilla nº 2:Alhambra, Menorca, Florida,Jorge Juan
Flotilla nº 3 :Romeu, Roger de Flor, Villareal, Cullera, 1 Aljibe
Barcazas de desembarco 2 del tipo K
Brigada de Saro . Jefe de Convoy CF Boado
Flotilla nº 4 :Castilla, Cabañal, A Cola, Hespérides
Flotilla nº 5:Segarra V la Roda , V Ferrer, ,
Flotilla nº 6: Amoros, Menorquin, Escolano, Barcelo, Andalucía,Jaime II, 1 aljibe
Batallon de infantería de Marina nº 5
Braco Hospital Andalucía
Barcazas de desembarco 24 del tipo K

-Aviacion Naval Dédalo
1 dirigible
1 globo cautivo
6 Hidros Supermarine
6 hidros de reconociliento Savoia
6 Hidros Macchi-24( en Mar cHica a las órdenes del general Soriano
Brigada de SAro

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Antigüedad desde el 15 de marzo de 2010.
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El mundo es de quien nace para conquistarlo y no de quien sueña que puede conquistarlo. Pessoa


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Nuevo mensaje La Marina de Guerra de Abd el Krim.
Es tan pomposo llamar Marina de Guerra de la Republica del Rif, que no tenemos más remedio que aceptar el término –aunque despectivo- que le da Goded: Material flotante. La flamante Marina rifeña estaba al mando del Haddú ben Ali el-Maden, de Axdir y era nada más y nada menos que jefe de las fuerzas y material de Marina, Inspector de Marina y Comandante de Marina de las costas del Rif: casi un trialmirante ¿Con qué unidades contaba nuestro trialmirante? Pues con dos lanchas motoras y seis botes de remos. El exiguo contingente estaba formado por un Caid de Mar, un motorista argelino, un jalifa y treinta marineros rifeños que cobraban sesenta pesetas mensuales, igual que los askaris de Infantería. Todo el material flotante cayó en 1926 en manos españolas y fue adjudicado a las Compañías de Mar de Ceuta y Melilla.
Según Campos, “la idea era crear una pequeña flota de barcos pequeños y de poco calado que actuara cerca de las costas para asalto a buques mercantes, labores de vigilancia y aprovisionamiento de armas y municiones”. Pero el bloqueo naval anglo-español impidió el transporte a las costas del Rif de lanchas o barcazas. Pese a ello con pequeños cárabos armados y con la artillería de costa se realizaron centenares de acciones contra buques españoles, bien de guerra o comerciales. La acción naval -si se le puede llamar así- fue el hundimiento del vapor correo “Juan de Juanes” el 18 de marzo de 1922 en aguas del Peñón de Alhucemas. Hacemos nuestra la lapidaria frase de Campos “Los hombres de mar sabían que la República del Rif carecía de Marina de Guerra, pero que sus aguas eran muy peligrosas”.

Saludos
Abd


Bibliografia y Fuentes:
“La Republica del Rif” Jesús E. Salafranca -2ª Edición Ceuta 2005 - I.S.B.N.: 84-87999-83-2 Pág,s 104 y 105

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17 Oct 2015 11:22
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Nuevo mensaje Re: Marruecos 1924: La Marina de Guerra.
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Fotografia de prensa donde puede apreciarse en la barcaza que realiza el desembarco la presencia de Legionarios (tocados con el característico "chambergo") en auxilio del Peñon de Vélez en 1924.

Saludos
Abd

Bibliografía y Fuentes:
Revista Mundo Gráfico -1924

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23 Oct 2015 22:29
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Nuevo mensaje Re: Marruecos 1924: La Marina de Guerra.
La Legión en el Peñón de Vélez

Abril 1922

Dia 10
En el Campamento de Dar Drius, se organizó un Destacamento Legionario destinado a guarnecer el Peñón de Vélez. Este Destacamento, cuyo personal se había presentado voluntario, estaba formado por un Sargento, seis Cabos y cuarenta y cuatro Legionarios, que a las órdenes del Teniente D. José Martínez Esparza y Alférez D. Justo Díaz de Rábago, emprendieron la marcha en este día para Melilla, donde pernoctaron para, al día siguiente, embarcar hacia el Peñón, siendo las primeras fuerzas que La Legión destacó en dicho punto.

Día 13
A las 24:00 horas, el Cazatorpedero Bustamante desembarca bajo el fuego de cañón y fusil enemigo el primer contingente de Fuerzas Legionarias en el Peñón de Vélez.

Día 14
El Legionario D. Rafael Martín Pacheco que se encontraba de servicio de centinela en el Peñón, resultó herido por disparo enemigo. Esta fue la primera Baja de La Legión en dicho Peñón.

Día 18
Durante las primeras horas de la noche de éste día la población del Peñón fue evacuada sin tener que lamentar bajas.

Día 27
El Legionario D. Antonio Ginés Torres, perteneciente a la 2ª Compañía de la I Bandera fallece a consecuencia de disparo enemigo estando de centinela. Al anochecer se verificó el entierro de este Legionario en el cementerio de la isla siendo el primer muerto que estas Fuerzas tuvieron en el Peñón de Vélez.

Día 28
El Cabo Interino de Ametralladoras D. Sebastián Yaneras, perteneciente a la 6ª Compañía de la II Bandera se distinguió por su destreza y habilidad en el tiro de su máquina pesar de que su aspillera era constante e intensamente batida por el fuego enemigo.

Día 29
El Sargento D. José Solano se distinguió al proteger con su certero fuego de ametralladora a varios componentes del Destacamento que realizaron una salida para reparar un cable roto en la caseta de amarre del embarcadero.

Saludos
Abd

Bibliografía y Fuentes:
Apuntes sobre La Legión en la Campaña de Marruecos

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09 Nov 2015 09:00
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Nuevo mensaje Re: Marruecos 1924: La Marina de Guerra.
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Saludos
Abd

Bibliografía y Fuentes:
Revista “Mundo Grafico” 5 de abril de 1922

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20 Nov 2015 21:21
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Traducción al español por Huan Manwë para phpbb-es.com