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Desfaciendo un Entuerto


Flavio Gioia. Constructor naval de lo que después sería Italia, cuya celebridad viene de habérsele atribuido la invención de la aguja magnética o su perfeccionamiento, respecto a las antiguas calamitas, al montar sobre un estilo de metal la aguja imanada, en condiciones de girar libremente.


La descripción más antigua de este sistema de aguja, que debía llegar hasta nuestros días, se debe a Pedro el Peregrino de Maricourt, en su “Epístola de Magnate”, fechada el ocho de agosto de 1269.


Este afamado naturalista y filósofo del siglo XIII explicaba el notable adelanto diciendo: <<Que consistía en un recipiente redondo de vidrio o cristal, cuyo centro era atravesado por un eje de latón o plata con dos taladros en ángulo recto; por uno de los taladros se pasaba la aguja de hierro imanada indicadora de la línea norte-sur, y por el otro una de plata o cobre, simultáneamente señalaba la línea este-oeste.


Los cuatro puntos cardinales se marcaban en la tapa, y a su vez los arcos comprendidos entre ellos se señalaban también con nueve divisiones, representando cada una diez grados.


Sobre dicha tapa, una alidada permitía medir ángulos acimutales, decía: << Volved la caja para el norte de la aguja, y así podréis dirigiros hacia la tierra o hacía la mar, para las ciudades o las islas, con tal que las latitudes y longitudes os sean conocidas>>.


Con lo cual se destruye completamente la leyenda de la invención por Flavio Gioia de la aguja magnética y el extraordinario adelanto que supuso montar la aguja sobre un estilo.

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En la fecha de la epístola de Pedro de Maricourt, es muy probable que Flavio Gioia no hubiese nacido—se desconoce exactamente--, pero desde luego se puede asegurar que nada tuvo que ver en cuanto le han adjudicado, porque, además, Pedro de Maricourt tampoco pretendía haber hecho ningún invento, sino divulgar lo ya conocido.


La leyenda relacionando la invención de la aguja náutica con Flavio Gioia y los pilotos de Amalfi, comenzó con el poeta Antonio Beccadelli, <<el Panormita>> 1394-1471, autor de la “Historia del Reino de Nápoles”, donde decía: <<Prima dedit nautis usum magnetis Amalphis>>.


Después en 1511, Bautista Pío, en sus <<Comentarios>>, repite la misma opinión, y en 1540, Giraldus declara en el “Libellus de re nautica>> que un cierto <<Flavius>> se debe la discutida invención.


Varios coterráneos de Flavio Gioia pronto le adjudicaron la misma personalidad del <<cierto Flavius>> y así llegó a fraguarse una burda historia hasta el siglo XVIII generalmente admitida.


De Flavio Gioia sólo se sabe con certeza que nació en Pantana, cerca de Amalfi, y tal vez dotara de aguja magnética a los buques que él construía.

Mis más sinceras felicitaciones, Excelencia.
Lo que has relatado me recuerda a los llamados "Cronicones" (falsos historiadores) de los siglos XVI y XVII en España. Flaco favor el que hicieron a nuestra historia.
Un saludo afectuoso de Ibero.-