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 Mi breve relato y mi visión personal de Trafalgar 
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Capitán de Navío
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Nuevo mensaje Mi breve relato y mi visión personal de Trafalgar
“Quien domine el mar, domina todas las cosas” (Temístocles).

Llevamos ya cerca de cuatro milenios de navegación, y el hombre ha utilizado el mar como medio para acrecentar su poder, lo que le ha permitido conquistar otros territorios, mantener dicha ocupación, y aprovecharse económicamente de ella, fortalecer sus defensas o hacer más difícil el ataque de países enemigos, tener acceso a determinadas fuentes de riqueza, mejorar sensiblemente su capacidad de comunicación con otros países y otros mercados, etc.

La navegación ha pasado por diversas etapas, el mundo mediterráneo antiguo, con Egipto y los Pueblos del Mar a la cabeza, el primero con sus flotas de guerra, y los segundos además con afán claramente mercantil; Grecia, desde dos vertientes, la colonizadora en busca de asentamientos para el comercio y el beneficio económico, y como apoyo a su ejército de tierra, sobre todo en su lucha contra los persas; las potencias de Cartago y Roma, y la creación del Mare Nostrum; el relevo que toma Bizancio; la influencia de la aparición del Islam; la aparición de los Pueblos del Norte y sus expediciones fundamentalmente con dos vertientes, por un lado militares y económicas, y por otro lado de conquista y asentamiento; el relevo de Venecia; la aparición de los turcos; la lucha contra ellos, sobre todo con la decisiva batalla de Lepanto; la aparición de Portugal y España como nuevas potencias y sus políticas de expansión, conquista, asentamiento y explotación de las riquezas naturales; la aparición de los corsarios, sobre todo por el descontento de países que habían quedado fuera de la repartición del mundo conocido entre las dos potencias ibéricas; la lucha de Inglaterra por dominar el mar, y el protagonismo del Atlántico como nuevo teatro de operaciones; la época de las grandes expediciones (Pacífico Norte, Pacífico Sur, Índico, búsqueda del paso del Nordeste, búsqueda del paso del Noroeste, acercamiento al Polo Norte y a la Antártida); la guerra de América, la revolución francesa, Napoleón, el dominio ya definitivo del mar por Inglaterra; la época de la fuerte expansión comercial, en paralelo con los afanes colonialistas de los países occidentales; el paso de la vela al vapor; la Primera Guerra Mundial; la aparición de los grandes barcos, tanto de transporte como de pasaje; la Segunda Guerra Mundial; la enorme importancia del arma aeronaval; los últimos conflictos bélicos, donde se ha demostrado la importancia definitiva de las flotas como presencia y dominio de un país por parte del ejército de un tercer país lejano.

Ha habido una batalla que para mí, como para tantos otros, tuvo una enorme trascendencia en el destino de tres países y en el dominio del mar, la batalla de Trafalgar, una batalla que se produjo frente a las costas españolas, y que supuso el fin definitivo no sólo del dominio español en los mares, sino el fin de la presencia e influencia de nuestro poderío naval en costas lejanas.

Ello nos abocó a la postre a la renuncia a nuestros deseos y sueños coloniales, siendo un claro antecedente de las guerras de independencia hispanoamericanas.

Para la historia de España podemos decir que ha habido un antes y un después de la batalla de Trafalgar.

Ahora se han cumplido doscientos años de la misma, y realmente es bien poco lo que, a nivel de cultura general de la población, sabemos de ella, los hombres que combatieron, los barcos que participaron, de la vida a bordo, las circunstancias que rodearon la batalla, sus consecuencias.

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Comandante del navío: Nuestra Señora de Begoña R. O. del 6 de abril de 2010.

Nuestra mayor gloria no está en no caer nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos (Confucio).

No preguntes lo que tu país puede hacer por ti; pregunta lo que tú puedes hacer por tu país (John F. Kennedy).

Si llegas a saber que mi navío ha sido hecho prisionero, di que he muerto (Brigadier Cosme Damián Churruca y Elorza).


28 Mar 2010 13:26
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Nuevo mensaje Re: Mi breve relato y mi visión personal de Trafalgar
El 21 de Octubre de 1.805, tuvo lugar el encuentro definitivo frente a las costas de Trafalgar entre la flota combinada franco – española, bajo el mando de Pierre Charles Villeneuve, de 33 barcos y con un poderío de 2.626 piezas de artillería (otras fuentes hablan de 2.568 piezas), y una dotación cercana a los 30.000 hombres, y la flota inglesa bajo el mando de Horacio Nelson, de 27 barcos y con un poderío de 2.148 piezas de artillería, y una dotación en torno a los 17.000 hombres.

El objetivo inicial de la flota combinada era alcanzar el Canal de la Mancha para apoyar y dar cobertura a un nuevo proyecto de Napoleón de invadir Inglaterra y llevar la lucha en tierra a las islas británicas, y en todo caso, provocar enormes problemas a las flotas inglesas en el Atlántico, Mediterráneo y el Caribe.

Para prevenir tales circunstancias, Nelson se dirigió a la búsqueda de la flota combinada, con la idea de encontrarla y destruirla definitivamente para conjugar así el peligro de invasión y asegurar a la vez a la flota inglesa el dominio del mar.

Para ello se dirigió hacia Cádiz, lugar donde se encontraba refugiada la flota combinada, la cual se hizo a la mar el 19 de Octubre en una discutida maniobra del Almirante Villeneuve, ya que el motivo para hacerlo fue evitar ser relevado en el mando por el mucho más capaz Almirante Rosily, cuyo nombramiento por parte de Napoleón le había sido comunicado al propio Villeneuve unos días antes.

Realmente los acontecimientos que desembocaron en la batalla de Trafalgar habían comenzado dos años antes, cuando el 16 de Mayo de 1.803 fracasó la paz establecida por el Tratado de Amiens, e Inglaterra declaró la guerra a Francia.

Desde entonces, el ejército francés tuvo como objetivo la ocupación del suelo inglés, pero para ello era necesario que la flota francesa dominase el paso del Canal de la Mancha.

Por tanto, Napoleón se impuso como una de sus tareas principales conseguir el control sobre el Canal, y permitir así que su ejército pudiera desembarcar en Inglaterra e invadirla, acabando definitivamente con el ejército inglés en su propio territorio.

El emperador siempre pensó que el Canal era realmente una pequeña acequia que pudiera ser cruzada por aquél que simplemente tuviera la audacia de intentarlo, lo que no era sino otro menosprecio que Napoleón sentía hacia el ejército y la flota inglesas, subestimando sus capacidades.

Mientras, el 14 de Septiembre de 1.804, el Contraalmirante Cochrane informó que la flota española estaba empezando a armar sus barcos en El Ferrol, recibiendo por ello la orden de evitar por todos los medios a su alcance que dichos barcos zarpasen del puerto.

Por tanto dio comienzo el bloqueo de El Ferrol, iniciándose una escalada de consecuencias imprevisibles, ya que no existía en aquellos momentos un estado de guerra declarado oficialmente entre Inglaterra y España.

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28 Mar 2010 13:27
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Nuevo mensaje Re: Mi breve relato y mi visión personal de Trafalgar
Oficialmente la nueva guerra entre ambos países, Inglaterra y España, ésta ya como aliada de Francia, comenzó el 12 de Diciembre de 1.804 cuando nuestro país se vio obligado a asumir sus compromisos contraídos con Francia.

Fue en 1.805 cuando se formó la flota combinada franco-española, y Bonaparte creyó llegado el momento del asalto definitivo a Inglaterra.

Por ello estacionó un ejército de 120.000 efectivos a lo largo del paso de Calais y en Bélgica, y ordenó a Villeneuve, en ese momento al mando de la flota francesa en Toulon, que se hiciera a la mar, que pusiera rumbo a las Indias Occidentales, que no entrase en combate con las fuerzas inglesas rehuyendo la confrontación, que se dejase perseguir por la flota de Nelson en su camino hacia las Indias, y que después diera media vuelta dejando a la flota de Nelson en medio del Atlántico y pusiera rumbo hacia el Canal para participar en las maniobras de traslado de las tropas francesas hacia Inglaterra, proporcionando la cobertura necesaria para ello, y apoyada en todo momento la flota francesa por la flota española en una acción combinada de ambas.

Tras una serie de avatares, y las infructuosos intentos de Nelson para localizar y destruir dicha flota, en el camino de Villeneuve hacia el Canal tuvo lugar un encuentro previo en Finisterre entre la flota francesa y una flota inglesa bajo el mando del Almirante Robert Blake.

Esto supuso un serio revés para al Almirante francés al no poder acudir a la cita del Canal y tener que regresar precipitadamente a Cádiz. La frustración y el enfado consiguiente de Bonaparte fueron enormes, y fue entonces cuando tomó la decisión de la sustitución fulminante del incapaz Villeneuve.

El 20 de Agosto la flota combinada alcanzó Cádiz buscando allí refugio, y el 2 de Septiembre, Nelson, que se encontraba en esos momentos en Inglaterra, fue informado de ello.

El almirante inglés dispuso inmediatamente su marcha con el fin de unirse a su flota, hecho que ocurrió el 29 de Septiembre, frente a las costas de Cádiz.

Se inició entonces un bloqueo inglés en aquellas costas de la flota combinada franco – española con el fin de alertar con suficiente tiempo una posible salida de la flota de Villeneuve.

En los días que duró dicho boqueo, Nelson diseñó un innovador plan de batalla, dividiendo sus fuerzas en tres columnas, dos grandes bajo el mando una de Collingwood y otra de él mismo, y una tercera pequeña a modo de división avanzada formada por ocho barcos rápidos de dos cubiertas.

Las órdenes de Collingwood eran, una vez divisada la flota combinada, introducirse con su columna en medio de la línea de la flota enemiga y romperla a nivel del barco número doce contado desde la retaguardia, y entonces rodear estos barcos.

A su vez, Nelson cortaría la línea de la flota combinada aproximadamente por su centro, más o menos a la altura del barco número 16 desde la cabeza de dicha línea, unos cinco o seis barcos por delante de la ruptura de Collingwood.

Mientras, la división avanzada cortaría la línea de la flota combinada unos tres o cuatro barcos hacia la cabeza de dicha línea desde el punto de ruptura de Nelson, dejando por tanto unos doce barcos de la flota combinada por delante, la vanguardia de ésta, pero con escasas posibilidades de incorporarse a la batalla dada la dirección de los vientos.

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28 Mar 2010 13:28
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Nuevo mensaje Re: Mi breve relato y mi visión personal de Trafalgar
El 19 de Octubre, la flota franco – española comenzó a salir del puerto de Cádiz. Nelson alertado inmediatamente, dio la orden de persecución y ataque generalizados a los navíos franceses y españoles.

El 21 de Octubre la flota combinada se encontraba dispersa a lo largo de una línea de nueve millas de longitud, a 12 millas de Trafalgar, con rumbo Sur.

A las 08:00 horas todos los barcos de la flota combinada viraron 180º y pusieron rumbo Norte, con lo que ambas flotas estaban yendo al encuentro una de la otra.

Y, en efecto, a las 11:00 horas se encontraban ya sus navíos casi a tiro.

Cuando Gravina, a bordo del "Príncipe de Asturias", observó que la flota inglesa iba a atacar en dos columnas principales para cortar en tres a la línea de la flota franco – española, pidió a Villeneuve poder maniobrar independientemente de la línea que hasta entonces estaba formando la flota combinada, sobre todo teniendo en cuenta que los barcos españoles y los franceses estaban mezclados, parece que sin seguir ningún orden preestablecido y sin formar agrupaciones de combate.

Cuando el almirante francés se negó, Gravina anticipó ya una clara derrota para las flotas española y francesa, por lo que se dedicó firmemente a organizar su escuadrón con el fin de minimizar las pérdidas que se avecinaban.

De acuerdo al despacho del Vicealmirante Cuthbert Collingwood, que hizo llegar pocos días después de la batalla a Sir William Marsden, Secretario del Almirantazgo, afirmó que "los españoles, bajo el mando de Gravina, con sus proas al norte, formaban una línea de batalla bien cerrada y muy correcta". Las órdenes de Gravina, ante la ineficacia de Villeneuve, estaban dando sus frutos.

Aproximadamente a las 11:30 horas, Nelson dio la orden de: "Inglaterra espera que cada hombre cumpla con su obligación", iniciándose en esos momentos oficialmente la batalla. A esa misma hora, Villeneuve dio la orden de disparar contra todo barco inglés que se pusiera al alcance de sus piezas de artillería. Hacia el mediodía, el "San Agustín" fue el navío que inició las hostilidades, abriendo fuego contra el "Royal Sovereign", en el que se encontraba el almirante Collingwood, y que comandaba una de las dos columnas del ataque inglés.

El "Victory", en el que Nelson iba a bordo y que comandaba la otra línea del ataque inglés, se introdujo entre dos de los más formidables buques franceses, el "Bucentaure", de 80 cañones, en el que se encontraba el almirante Villeneuve, y el "Redoubtable", de 74 cañones, quizás el navío más eficiente de la flota combinada, especialmente adiestrado por su comandante Lucas para el abordaje y para el disparo de francotiradores.

El "Victory" fue alcanzado por las piezas del "Redoutable", recibiendo así la primera descarga a las 12:15 horas.

El efecto fue ciertamente devastador para el buque insignia inglés, originando serios daños en los mástiles y en la rueda del timón.

Las intenciones de los franceses eran claras: atacar por todos los medios al buque insignia inglés y acabar con la vida de su comandante en jefe.

Mientras, el buque inglés lanzaba una andanada contra ambos navíos franceses casi al mismo tiempo, que resultó especialmente devastadora para el "Bucentaure", cuya tripulación se encontraba además sometida a un intenso fuego por parte de francotiradores del "Victory".

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28 Mar 2010 13:30
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Nuevo mensaje Re: Mi breve relato y mi visión personal de Trafalgar
A las 13:00 horas el combate era ya generalizado, y ambas partes luchaban con una gran ferocidad y bravura, sin ceder ninguna de ellas.

Fue poco después, a las 13:25 horas, cuando Nelson se desplomó sobre la cubierta del "Victory", mientras se encontraba junto al capitán Hardy, comandante del navío.

Había sido alcanzado por el disparo certero de un tirador del "Redoubtable" que estaba situado en el palo de mesana, cuya dotación intentó abordar en varias ocasiones infructuosamente al "Victory" pero desistió tras sufrir una andanada brutal del navío inglés "Temeraire", quien había acudido presto en ayuda de su buque insignia, y que dejó diezmado al barco francés, que poco después, a las 13:45 horas, se rendía a los barcos ingleses.

Se dice que fue el propio Nelson quien advirtió a los que le rodeaban de la gravedad de sus heridas.

Fue trasladado de inmediato a la enfermería, cubriéndole el rostro ya que el propio Nelson no deseaba ser visto por sus hombres, sabiendo el efecto negativo que en su moral ello podría tener.

Tras una rápida inspección del cirujano a bordo, el doctor Beatty, sólo se pudo certificar la gravedad fatal de las heridas de Nelson, y la poca vida que le quedaba.

La bala le había entrado por el hombro izquierdo con una trayectoria de arriba abajo, infligiéndole grandes heridas internas en el pecho, y terminando por alojarse en la columna vertebral, destrozándola.

A partir de este momento, la jornada fue una sucesión de duelos individuales o en grupo entre los barcos de ambas flotas.

A las 14:30 horas, se le comunicó a un moribundo Nelson que la flota inglesa había ya realizado varias capturas; "doce o catorce barcos enemigos están ya en nuestro poder", y la jornada casi ganada para los ingleses y perdida para la flota combinada.

Casi una hora después, a las 15:20 horas, se le comunicó a un ya agonizante Nelson la noticia de que una brillante victoria había sido obtenida por la flota inglesa, estimándose en no menos de quince los barcos franceses y españoles en manos inglesas, es decir, casi la mitad de la flota.

Fue en ese momento cuando Nelson pidió a quienes le rodeaban que no se le arrojasen por la borda cuando falleciese, tal como era la costumbre, sino que regresasen con su cuerpo a Inglaterra para ser enterrado allí, en suelo inglés, y a las 16:30 horas expiró, hora en que oficialmente terminó la batalla de Trafalgar..

Al final de la dura jornada habían sido destruidos o capturados un total de 18 navíos de línea de la flota combinada, del total de los 33 iniciales que la componían, cerca de 6.000 hombres habían sido gravemente heridos o muertos (entre éstos se encontraban grandes y excelentes jefes de la flota española, tales como Gravina, Churruca, Alcalá Galiano, etc.), y alrededor de 20.000 cayeron prisioneros de la flota inglesa, incluyendo al propio Almirante Villeneuve.

Por parte española, de los quince navíos de línea que participaron en el combate, con un total de 11.817 hombres y una potencia de 1.326 cañones, consiguieron volver a Cádiz cinco navíos (Príncipe de Asturias, Santa Ana, Montañés, San Justo y San Leandro), otros seis fueron hundidos por la tormenta posterior (Santísima Trinidad, Rayo, Neptuno, Argonauta, Monarca y San Francisco de Asís), uno fue quemado en la acción (San Agustín), y los tres restantes fueron capturados por lo ingleses e incluidos en su flota (San Ildefonso, Bahama y San Juan Nepomuceno). Además, 1.025 hombres fueron muertos (casi el 9% del total), y 1.383 fueron heridos (casi el 12%).

Por el contrario, ningún barco inglés fue apresado o hundido, aunque varios estaban seriamente dañados. El desastre se completó durante los días siguientes en los que hubo que soportar un tremendo temporal que terminó por hundir a un gran número de barcos apresados repletos de tripulantes que se fueron al fondo del mar, entre los que se encontraba el "Santísima Trinidad", con sus cubiertas repletas de heridos.

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28 Mar 2010 13:31
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Nuevo mensaje Re: Mi breve relato y mi visión personal de Trafalgar
Los daños ingleses fueron mucho más escasos, ya que ningún navío inglés fue hundido en la acción, aunque hubo varios severamente castigados, y ninguno fue capturado; la flota inglesa registró 449 muertos, entre los que se encontraban, además del propio Nelson, y 1.241 heridos de diversa consideración.

La victoria de Trafalgar supuso para los ingleses varias cosas: la primera, la práctica aniquilación de la flota combinada; la segunda, la destrucción de la flota francesa de una manera casi definitiva; la tercera, un daño significativo para la flota española, ya bastante diezmada por el anterior combate de Cabo San Vicente, y del que ya no se recuperaría totalmente; la cuarta, evitar de una manera ya definitiva la amenaza de una invasión francesa de su país; la quinta, el dominio de los mares; y la sexta, el mantenimiento del Imperio Británico, y por tanto del poderío económico inglés a nivel mundial.

Para los franceses, o más bien para Napoleón, supuso el fin de su sueño de llevar la guerra por tierra al mismo suelo inglés, y conjurar así, de una vez por todas, el peligro que para sus deseos expansionistas suponía tener un ejército inglés combatiendo en el continente en cualquier momento, y acabar con las bases inglesas de una flota que no sólo había diezmado los navíos franceses, sino que dañaba seriamente sus líneas de comunicación y aprovisionamiento con otros territorios conquistados por los franceses, así como con las colonias francesas de ultramar.

Por tanto, la derrota supuso para el Emperador francés obligarle a combatir a partir de esos momentos en el escenario continental, y a renunciar al dominio del mar.

Para España supuso la práctica renuncia como potencia naval, que ya se había empezado a gestar desde la derrota de Cabo San Vicente, unos años antes (14 de Febrero de 1.797), donde una flota inglesa al mando del Almirante Jervis (desde entonces Lord Saint Vicent) derrotó a una superior flota española al mando de José de Córdoba).

En dicha batalla actuó también Nelson quien, con el cargo de Comodoro, era responsable de la retaguardia de la flota inglesa. Su movimiento de ataque a la flota española, su determinación y arrojo, le supuso su promoción a Contraalmirante.

Con ambas derrotas, España dejó de tener presencia influyente en los mares.

Ello supuso no poder asegurar ya sus líneas de abastecimiento con las Indias Occidentales, así como dar cobertura suficiente a su presencia política y militar en las colonias hispanoamericanas, quienes aprovechando la ocasión dieron comienzo a sus movimientos independentistas.

España dejó de ser desde entonces una potencia económica, militar y política.

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Traducción al español por Huan Manwë para phpbb-es.com