Exvoto de J. S. Elcano a la Santa Faz

No he visto biografía en el foro de Juan Sebastián Elcano, a fin de insertar en ella esta pequeña aportación. Espero que cuando se escriba pueda hacerse.



A unos siete kilómetros de Alicante, por la carretera C-332, se encuentra el Monasterio de Santa Faz, regentado por monjas clarisas de clausura. Allí se conserva una reliquia que según la tradición habría sido uno de los pliegues del paño con el que la mujer Verónica limpió la cara de Cristo camino del Calvario.
Existe gran fe por esta reliquia. Cada año, el segundo jueves de Pascua , después del Domingo de Resurrección, se celebra una romería a la Santa Faz con una asistencia de más de 200.000 personas. La Romería parte de la Basílica de San Nicolás en Alicante.

Junto al Monasterio hay una torre que tenía por finalidad la defensa del caserío de los ataque piratas, pues no en balde los piratas berberiscos lo atacaron el 17 de marzo de 1.540 y diez años más tarde lo volvieron a atacar. En efecto, el pirata Dragut, con un elevado número de bajeles y aprovechando una romería lo atacó para capturar prisioneros.



Juan Sebastián Elcano, dejó dicho a sus allegados y entre la marinería que lo escuchó, que quería hacer una acción de gracias en un monasterio situado junto a un pequeño caserío muy cerca del puerto y ciudad de Alicante. En las largas noches de tormenta cuando la niebla se cerraba tanto que la visibilidad era nula. En las largas travesías cuando pasaban tanta hambre y tantas penalidades, pensó muchas veces en los sufrimientos de Jesús en la cruz. Elcano se recuperaba pensando que los suyos eran insignificantes ante aquellos. En esos momentos de reflexión, la cara de Cristo se le aparecía en sueños. La cara que imaginaba que pudo tener. Ante esos momentos de aflicción quería ofrecer su gratitud de vivir, de poder tener sus éxitos al servicio de la Corona de España, y ofrecerlos a su Dios en ese Monasterio de la Santa Faz.

Elcano no pudo llevar a cabo su intención de hacer una acción de gracias en Santa Faz porque falleció antes. Pero dejó escrito en su testamento, antes de su última expedición, sus intenciones y una promesa. Cuatro siglos después de esta por parte de Juan Sebastián Elcano, que hizo desde la cubierta de la nao Victoria antes de partir para su última expedición, miembros de la Armada Española quisieron llevarla a cabo.

Fue el 20 de abril de 1944. El todo Alicante de entonces, autoridades, y una alta representación de la Armada Española marcharon desde las calles de Alicante en peregrinación. El Almirante Basterreche, Capitán General del Departamento Marítimo de Cartagena y el Comandante de Marina de Alicante, José Garat, Capitán de Fragata, también quisieron estar presentes e hicieron entrega a Las Clarisas del Monasterio del contenido del testamento de Elcano: “se entregue bajo recibo, en el convento de la Santa Verónica de Alicante, venticuatro ducados de promesa”. También se hizo entrega de un exvoto con la nao Victoria, que actualmente está junto a uno de los lados de la nave principal de la iglesia.





Fuentes: Sosegaos.b; turismoyarte

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Amigo bemaro


Pues hecha está y no ya el tiempo, lo que pasa es que hay que repasarla, ya que sin hacerlo e incluso a pesar de ello me encuentro con cada gazapo, que me asusto.


El problema es, que tiene más de 120 páginas A-4 y solo subirla sería cuestión de una semana, a parte de repasarla que lleva su tiempo.


Sabía algo de lo que comentas, porque se publicó en su día en la Revista General de Marina y quien realmente lo planteó y lo consiguió, fue don Julio Guillem, porque lo descubrió en un documento sito en Simancas y en cuanto tuvo ocasión, se cumplió la promesa de Elcano. Pero desconocía lo del ex-voto, si que se dieron los ducados que dejó dicho, pero nada de la Victoria.


Así que encima me das más trabajo, ya que algo se tendrá que poner en la biografía. Cría amigos para esto.


Un abrazo.
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Señor Intendente General, los amigos solo pretendemos hacer de usted un santo; pero no un mártir.

Esperemos, y algún día su gran obra resplandecerá. Pero por favor, recuerde a Celia Gámez: no se tome la vida demasiado en serio. Tal vez solo un poquito.

Mis más afectuosos saludos.

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Amigo bemaro


Gracias por tu recomendación, que al igual que la vez anterior la agradezco en lo que vale.


Por mi profesión (contable) la vida no me la puedo tomar sin responsabilidad, ello me lleva a pelearme hasta con la Santa Hacienda, que no es poco decir en un país como España, donde primero te ponen la multa y luego demuestra tú que no estás equivocado. Por que los inspectores son los dioses y nunca se equivocan, cosa que conmigo siempre han tenido la partida perdida. No se vivir sin preocupaciones, pero es que la vida es así.


Lo que me a hecho gracias es: lo de hacerme santo. En fin sin palabras. Esto no me lo había dicho nadie, pero desde luego no se si eso mejoraría en algo mi porvenir, viendo como se les trata en este país. Y lo digo así, porque para mi ya no es España. A no ser que alguien la recupere.


Un fuerte abrazo.
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