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1630 Regreso de Flota y Escuadra

Sobre todo lo demostró en 1630 cuando llegó a la Corte la noticia de haber salido de Holanda ochenta buques para interceptar la Flota española, pero la continua utilización de las unidades más rápidas como exploradoras, don Tomás de Larraspuru se enteró sin que le llegara el aviso de la Corte, se hizo a la mar desde Cartagena de Indias, pero sabiendo que los enemigos le esperaban en el cabo de San Antonio de la isla de Cuba, puso rumbo a Jamaica continuando a Santo Domingo, desde aquí viró al N., para aprovechar las corrientes y vientos (ya descubiertos por don Cristóbal Colón) que le llevaron a entrar en la barra de Sanlúcar de Barrameda a los noventa y nueve días de su salida, arribando a mediados o finales de diciembre, cuando ya se le daba por destruida su Flota, desembarcando los siete millones seiscientos treinta y dos mil pesos en oro y plata, más las especies tan apreciadas en Europa.


Hemos de suponer que los holandeses cuando cayeron en la cuenta de la burla, nada podían hacer. Por esta demostración de valor y conocimiento, el Rey al cesar don Fadrique Álvarez de Toledo, le nombró Capitán General del Mar Océano, añadiendo al cargo como agradecimiento la merced del hábito de la Militar Orden de Calatrava y un puesto en el Consejo de Guerra del Rey. El Monarca se dice, que llego a comentar con firmeza, «no tengo en mi servicio mejor general» Al parecer en total cruzó el océano en siete ocasiones al mando de las Flotas de Indias y siempre sin contratiempos.



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