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 Combate naval de El Callao (Perú) el 17 y 18-7-1615 
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Nuevo mensaje Combate naval de El Callao (Perú) el 17 y 18-7-1615
En 1615, la bahía de Cerro Azul (cerca de El Callao, Perú) fue escenario de uno de los combates navales más dramáticos del virreinato de Perú.
El enfrentamiento entre la Armada española del Mar del Sur y una flotilla de corsarios holandeses, tuvo lugar durante el gobierno del virrey Juan de Mendoza y Luna, marqués de Montesclaros.

El jefe de la flotilla holandesa era el corsario Jorge Spilbergen. Este célebre corsario fue enviado con dos objetivos:
- Destruir las defensas costeras y navales de España en la costa del Pacífico, para acabar con el hecho del "Mar Español"
- Buscar una ruta alternatica hacia Asia por el Estrecho de Magallanes, para las operaciones comerciales de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales.

Después de algunas acciones de piratería y saqueos en Chile, incluido el puerto de Valparaíso, llegó a las costas peruanas.

Según el historiador José Antonio del Busto, en Julio de 1615 apareció en el mar peruano este corsario con 6 naves (dicen que cargadas de oro y piedras preciosas producto de sus saqueos). El Virrey mandó a combatirlo a su sobrino Rodrigo de Mendoza con la escuadra disponible, formada por siete barcos. Rodrigo era un joven tremendamente inexperto, como se describe más adelante.

El combate naval tuvo lugar el 17 de julio de 1615, durante 8 horas. Al día siguiente continuó durante un cierto tiempo, pero la flota española ya estaba derrotada.

El héroe de la jornada fue el almirante D. Pedro del Pulgar que, intimidado a rendirse, se negó a ello; pereció con sus 500 tripulantes al irse a pique su nave.

Todos estos hechos ocurrieron a una distancia menos de dos kilómetros de las costas, de manera que la gete desde tierra pudo apreciarlo a simple vista.

Tras el combate, y aun habiéndolo ganado, Spilbergen siguió hasta El Callao sin atreverse a desembarcar. Sin embargo, el miedo ya azotaba a Lima, y cuentan que santa Rosa de Lima reunió a las mujeres en la iglesia de Nuestra Señora del Rosario para orar ante el Santísimo por la salvación de la ciudad. Apenas llegada la noticia falsa del desembarco, Rosa subió al Altar, y cortándose los vestidos y remangados los hábitos puso su cuerpo para defender a Cristo en el Sagrario. Los ánimos del vecindario eran alarmantes, llegando a huir muchos de Lima hacia lugares distantes. La tradición “concluye” que Rosa de Lima oró con fervor y la población consiguió rechazar con éxito a los piratas, que tuvieron que huir a las naves sin hacer ningún daño a la ciudad.

Según el marino e historiador peruano Jorge Ortiz Sotelo, en las aguas de Cerro Azul se encuentran los restos de dos naves de la Armada de la Mar del Sur, el galeón Santa Ana o Visitación y un patache, hundidas en este combate. Parece haberse identificado el lugar exacto del combate; el Museo Naval del Perú cuenta con un mascarón de proa que supuestamente provendría de dicho lugar.

La expedición holandesa


En 1613-14, los holandeses irrumpir en el Mar del Sur español (el Pacífico), y destruir la mayor parte de las defensas costeras de Perú. La expedición se encomendó a un holandés, veterano marino de las Indias orientales, Joris van Speilbergen.

Salió de Holanda el 8-8-1614, en medio de la tregua de los 12 años acordada entre Españ y Holanda (1609-21), con cuatro grandes barcos, dos yates y unos 700 hombres. A estos hombres, entre ellos 350 soldados, incluidos alemanes y franceses, se les dijo que el destino eran las Indias. Sin ser una mentira, se les ocultó que eran las Occidentales, y no las Orientales, por motivos de seguridad. Cuando se supo, se produjo una gran decepción entre la tripulación, llegando al extremo de que, or este motivo, algunos desertaron, pasándose al bando español e informando de estos planes.

Junto a un selecto armamento y munición, la flota llevaba raciones suficientes para tres años de navegación, con objeto de evitar situaciones que se habían presentado en expediciones anteriores. Como necesitaban fruta fresca y agua, antes de alcanzar el estrecho de Magallanes, la flota recaló en las islas Canarias y Cabo Verde, así como en Ilha Grande y Sâo Vicente, en Brasil. En este último, llegaron a un acuerdo de suministro en enero de 1615, que fue incumplido con engaño por los portuguesas. Los holandeses, en represalia, quemaron una iglesia y un ingenio de azucar, además de apresar un barco que iba hacia Angola.

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16 Ene 2009 22:20
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Nuevo mensaje Re: Batalla naval de El Callao (Perú) el 17-7-1615
Rumbo al estrecho de Magallanes

Una vez avituallados en Sâo Vicente, la flota, formada por los barcos “Gran Sol”, “Gran Luna”, “Estrella de la mañana”, “Aeolus” y “Cazador” se dirigieron al estrecho de Magallanes. Speilbergen ya tuvo que hacer frente, en Saò Vicente, a intentos de amotinamiento que logró evitar. De todas formas, el yate “Gaviota” desertó después de que Speilbergen ahorcara a dos oficiales por traición. El resto de la tripulación se mantuvo leal; incluso hubo celebraciones en la bahía de Cordes, a mediados de abril.

Pero, a pesar de la tradicional austeridad holandesa, los oficiales se dieron grandes banquetes, amenizados por música de cámara, mientras el resto de la tripulación estaban a dieta. Esta desigualdad de trato en las raciones tuvo consecuencias en la actitud de quienes estaban fuera de los festines. Dos alemanes, que más tarde desertaron en Papudo (Chile), Heinrich de Emden y Philip Hansen de Königsberg plantearon que estas injusticias, y no el elngaño sobre el destino verdadero, eran motivos suficientes para abandonar la expedición.

Los holandeses, en el Pacífico

Después de algo más de un mes empleado en pasar el estrecho de Magallanes, la flota de Speilbergen se dirigió al N, a lo largo de la costa chilena, alcanzando Mocha el 26 de Mayo de 1615. Sobre el buque insignia, se contentó a unos cuantos caciques, con loos que se intercambiaron mercancías diversas por comida. El siguiente puerto fue en la isla de Sat María, donde repitieron la experiencia de Sâo Vicente (Brasil): una invitación-trampa española para negociar; por ello, el asentamiento fue quemado y saqueado. Uno de los capturados, Juan Cornejo, les reveló la presencia de una flotilla española con órdenes precisas de buscarles y destruirles. La flota ya había cruzado la divisioria entre Chile y Perú, pero Speilbergen, cauteloso, decidió anclar frente a Concepción el 3 de Junio. No intentó desembarcar, posiblemente por la defensa española, que estaba dirigida por el gobernador de Chile, Alonso de Ribera, experto militar.

Speilbergen continuó hacia Valparaíso, que ocupó el 12 de junio con una fuerza de 200 holandeses desembarcados. La ciudad había sido quemada y abandonada previamente por los españoles, sabedores de la presencia de los corsarios.

Mientras hacían aguada en Papudo, se dejaron libres a dos prisioneros de Sâo Vicente y a los dos alemanes insatisfechos que habían desertado buscando mejores oportunidades.

La batalla

Esperando encontrar un montón de plata esperándoles en los galeones en Callao, Speilbergen y sus hombres se dirigieron a Arica el 2-7. Debieron saber que el embarque anual se había hecho a mediados de Mayo y, por tanto, encontrarían a la ciudadanía mal armada y entrenada para hacerles frente.

Apresaron el día 16-7, junto a Pisco, un barco comercial con un modesto cargamento de olivas y 7.000 pesos de plata. Más tarde, el mismo día, a la altura de Cañete (inmediatamente al S. de Lima), se hizo visible la flota del virrey.

La Armada del Mar del Sur, realmente, una "Armadilla”, estaba formada por 7 barcos: 2 galeones de la Corona ("Jesús María" y "Santa Ana"), y 5 barcos mercantes ("Carmelita", "Santiago", "San Francisco", "San Andrés, y otro) a los que se habían acoplado 56 cañones y con 620 hombres armados. Los españoles tenían una clara ventaja en términos de armas individuales, pero los holandeses les doblaban en cañones, además, de calibre superior.
D. Rodrigo de Mendoza, en su inexperiencia, se había jactado ante su tío el virrey de que "con dos de sus barcos era capaz de tomar Inglaterra misma, no sólo de derrotar a unos piratas que se encontraban agotados por una larga navegación".

Por medio de la trompeta, Speilnergen preguntó a los españoles si querían esperar el nuevo día para combatir, a lo que contestó D.Rodrigo con un insulto, llamándolos "gallinas holandesas" y atacando sin esperar más.
Trabóse inmediatamente una reñidísima batalla que duró hasta el día siguiente y en la que se peleó con gran ardor por ambas partes, pero en la que llevaron la de perder los españoles, quienes tuvieron que rendirse tras de ser hundida la mayoría de sus barcos principales.

La primera pérdida vino poco después de comenzar el combate esa tarde. El buque insignia holandés “Gran Sol” hundió uno de los mercantes españoles, el “San Francisco”. Se ahogaron alrededor de 90 hombnres, pero el capitán se salvó agarrado a un tambor holandés.

La batalla largamente anticipada con los holandeses había empezado mal para los españoles, y empeoraría al siguiente día. Al alba del 18-7-1615, el general Rodrigo de Mendoza encontró sus barcos desorganizados.

Quizás impresionados por la experiencia del “S.Francisco” la noche anterior, los mercantes se habían alejado del escenario del combate.

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16 Ene 2009 22:28
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Nuevo mensaje Re: Batalla naval de El Callao (Perú) el 17-7-1615
Esto dejó solos a Rodrigo de Mendoza en la nave capitana, el “Jesús María”, de 400 Ton y a D. Pedro Álvarez del Pulgar en la almiranta, el “Santa Ana”, de 250 Ton frente a los holandeses. Después de varias horas de batalla, Mendoza izó en su barco la bandera de rendición, para acto seguido escapar con el "Jesús María", y los mercantes, hacia El Callao - Pisco.

Alvarez del Pulgar, con su “Santa Ana” (del cual ya había dicho varias veces que era pesado y poco marinero), quedó en una posición muy vulnerable. El barco fue cañoneado bajo su línea de flotación, y hundido junto a su capitán. Sólo hubo tres supervivientes; entre ellos, la famosa soldado y aventurera vasca Catalina de Erauso, conocida como "la Monja Alférez", según describe en su memorias (y de quien he tomado yo, como firma para este foro, una de sus frases más famosas). Catalina lo describe así:

"Estaba entonces el holandés batiendo a Lima con ocho bajeles de guerra que allí tenía, y la ciudad estaba en armas. Salimos contra él del puerto del Callao cinco bajeles y embestimosles, y por un grande rato nos iba bien; pero cargó sobre nuestra almiranta de forma que la echó a pique, sin que pudiesen escapar más que tres hombres, que nadando nos acogimos a un navío enemigo, que nos recogió. Eramos: yo, un fraile franciscano descalzo y un soldado, a los cuales ellos nos hicieron mal tratamiento, con burlas y desprecios. Toda la demás gente de la almiranta pereció.

A la mañana, vueltas al puerto del Callao nuestras cuatro naves, de que era general don Rodrigo de Mendoza, se echaron de menos novecientos hombres, entre los cuales me contaron a mí, que iba en la almiranta.

Estuve en poder de los enemigos veintiséis días, teniendo yo para mí que me llevarían a Holanda. Al cabo de ellos, a mí y a mis dos compañeros nos echaron en la costa de Paita, cosa de cien leguas de Lima, de donde unos días después, y pasados muchos trabajos, un buen hombre, compadecido de nuestra desnudez, nos vistió, nos encaminó y avió a Lima, y vinimos. Estúveme en Lima unos siete meses, ingeniándome allí lo major que pude. Compré un caballo, que me salió bueno y no caro, y andúveme en él unos pocos días, tratándome de partir para el Cuzco.

Estando de partida, pasé un día por la plaza, vine a mí un alguacil y me dijo que me llamaba el señor alcalde, don Juan de Espinosa, caballero del Orden de Santiago. Llegué a su merced; estaban allí dos soldados, y así que llegué dijeron: "Este es, señor. Este caballo es nuestro y nos ha faltado, y de ello daremos luego bastante información."


Se habla de que las pérdidas españolas en este desastrosos encuentro fueron de 400 a 500 muertos o ahogados, y 2 barcos perdidos (uno de ellos, el "Santa Ana", valorado en 100.000 pesos). Los holandeses sufrieron daños ´muy inferiores, aunque apreciables, habida cuenta del bajo número de personas que formaban su expedición. Apenas 30-40 muertos y 50 heridos.

Acciones posteriores al combate

En un principio, Speilbergen intentó explotar el éxito dirigiéndose a El Callao y Lima.

Pero se encontró con que el virrey D. Juan Manuel de Mendoza y Luna, III Marqués de Montesclaros y tío de Rodrigo, lejos de amilanarse ante el desastre de la Armada, organizó la resistencia.

Así, cuando Speilbergen se presentaba ante El Callao el 20-7, el virrey había desplegado fuerzas considerables, aunque estaban formadas, en su mayor parte, por compañías de milicias escasamente entrenadas, algunas formadas íntegramente por clérigos y estudiantes de la Universidad de S. Marcos. La presencia de la familia Mendoza era muy abundante, alrededor del virrey. Así, en esta acción, participaron D. Luis de Mendoza, al frente de un escuadrón de Caballería, y D. Alonso de Mendoza, al frente de una Compañía de Infantería. Ambos eran parientes en 2º grado del virrey.

Por tanto, las defensas de El Callao y de Lima eran mucho más débiles de lo que aparentaban, pero su gran número, así como un impacto fortuito en el "Cazador" holandés, procedente de uno los 3 únicos cañones que quedaban en Callao, hizo reflexionar a Spelbergen, quien decidió no compormeter el éxito de su expedición en un ataque a ciudades tan "bien guarnecidas".

Puso rumbo hacia el Norte, esperando conseguir presas más fáciles, y abandonó aquellas aguas.
En Huaura apresaron un pequeño barco que llevaba sal y miel. También saquearon la ciudad de Huarmey, en busca de comida, el 28 de Julio. La ciudad, como en casos anteriores, había sido abandonada previamente por sus pobladores.
Allí abandonaron a algunos prisioneros, dirigidos por otro desertor, el francés Nicolas de la Porte.

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16 Ene 2009 22:52
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Nuevo mensaje Re: Batalla naval de El Callao (Perú) el 17-7-1615
El 9 de Agosto atacaron el puerto de Paita, en el N. del Perú, que cayó en su poder al día siguiente después de dura resistencia. Saquearon y quemaron la ciudad, y encontraron el lugar suficientemente agradable como para descansar dos semanas. Los holandeses hicieron buenas migas con los pescadores indígenas, que utilizaban balsas para pescar en alta mar y junto a las islas Lobos. Allí intercambiaron sus prisioneros por comida, previo acuerdo con el corregidor local, Juan Colmenero de Andrade y su esposa, Dª Paula.

Desde aquí, Spielbergen planeó su próximo objetivo: raptar al virrey entrante, que venía a suceder al Mendoza: D. Francisco de Borja y Aragón, II Conde de Mayalde, y conocido como Príncipe de Esquilache por su matrimonio.
Pero la escolta del nuevo virrey tuvo conocimiento con suficiente antelación de la presencia holandesa, y se dirigieron a Manta, al N. de Guayaquil, para desembarcarle y permitirle continuar el viaje por tierra a la capitla, lima, lejos de la amenaza holandesa.

Esta fue otra oportunidad perdida por Speilbergen, como la de la tarde el 27 de Agosto, cuando sus vigías vieron un barco asomando por Punta Santa Elena. Era el “Ntra. Sª del Rosario”, que venía de Acapulco, y que pudo escapar y refugiarse en Guayaquil.
Este barco llevaba un pasajero que, sin duda, habría interesado a los piratas: D. Antonio de Morga, nuevo presidente de la Audiencia de Quito y experto en la lucha contra piratas. Junto a él, iba un cargamento de sedas de contrabando (valoradas en un millón de pesos, aproximadamente) que venía de Manila.

Ignorante de todo ello, Speilbergen se dirigió hacia Nueva España, con la esperanza de sorprender algún galeón de Manila.

Siguiente objetivo: Nueva España

Siguiendo hacia el Norte por las costas americanas, Speilbergen tocó la Nueva España.
Atrapó un barco de los dos de que disponía el Capitán D. Juan de Iturbi, que estaba en el Mar de California para pescar perlas, con una licencia real obtenida por Dn. Tomás de Cardona, de Sevilla.
Iturbi recibió orden del virrey de partir de la dicha costa de Sinaloa a dar aviso a las naos de Filipinas que desviaran su ruta para no caer en manos de los corsarios holandese. Trató de cumplir el encargo Iturbi, pero no pudo dar con las naves, las cuales al fin pasaron sin novedad hasta Acapulco.

También Speilbergen visitó el puerto de Acapulco, e intercambió un gran número de prisioneros españoles por víveres, pero no se atrevió a atacar el fuerte, que estaba poderosamente artillado.
Estuvo también en el puerto de Navidad, de donde salió el 20 de noviembre para situarse en las inmediaciones del Cabo Corrientes con objeto de espiar los galeones de Manila, pero no logró el intento de apoderarse de alguno de ellos, pues éstos, aunque Iturbi no pudo avisarlos, ya conocían la presencia de los corsarios, por lo que se desviaron de su ruta ordinaria, entrando sin novedad en Acapulco, mientras el holandés los esperaba por otra lado.

Continuó Spilbergen navegando hacia el Norte y descubrió las Islas de Revillagigedo.

Regreso a Holanda

Después de alcanzar la Baja California, en la que estuvo algún tiempo, viendo que no había conseguido atrapar los buques de Manila, puso proa a Asia, iniciando el regreso a Holanda, adonde llegó el 1 de Julio de 1617. Había completado la 5ª vuelta al mundo de la historia, y la segunda de un holandés.

Estos "pichilingues" (nombre que daban en Nueva España a los piratas o corsarios holandeses) dejaron su nombre a una bahía de la península cercana a La Paz, donde existió, siglos después y durante más de cincuenta años, una estación carbonera de la marina de guerra norteamericana.

Consecuencias de la expedición

A pesar de haber hundido dos barcos españoles y haber saqueado algunas ciudades -previamente abandonadas por sus habitantes, junto con sus más preciadas pertenencias- el resultado no fue satisfactorio para los intereses holandeses, en lo referente a debilitar -o destruir- las defensas costeras y armadas españolas.

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16 Ene 2009 22:53
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Nuevo mensaje Re: Batalla naval de El Callao (Perú) el 17 y 18-7-1615
Antecedentes a esta expedición

Cuando el Papa repartió el mundo esntre españoles y portugueses, las otras naciones importantes de la época (Francia e Inglaterra, primero, a las que se incorporó Holanda tras su independencia de la monarquía hispánica) decidieron tomar por la fuerza aquello que se les había negado.

Eso, unido a la guerra casi continua contra España, justificó la aparición de los corsarios, y más tarde los piratas, para llevar la guerra al mar de forma permanente.

La primera vez que los holandeses hicieron su aparición en la ocsta del Pacífico de América del Sur fue en 1598, con una flota mandada por Jacobo Mahu, con resultados desastrosos.

Posteriormente, en 1600, una nueva flota holandesa, bajo el mando de Olivier van Noort, invadió las costas de Chile, pero no logró obtener presas de alguna importancia, por lo que atravesó el Pacífico con el fin de atacar las Filipinas, donde fue derrotado y obligado a huir.

La tercera armada holandesa que irrumpió en el Pacífico fue la que hemos descrito, del Almirante Joris van Speilbergen. Estaba compuesta por barcos de mejores prestaciones que los anteriores: eran de los más grandes y mejor armados de su tiempo.

Fue a partir de esta expedición cuando apareció el apodo de "pichilingues", con el que se les conoció desde entonces en la Nueva España.

Los protagonistas: El virrey D. Juan Manuel de Mendoza y Luna

Una reseña biográfica puede consultarse en Wikipedia, y también en
https://www.uam.es/personal_pdi/ciencias ... ntescl.htm
(página elaborada por el Dr. Jose Luis García de Paz).

D. Juan (Manuel) de Mendoza y Luna (Guadalajara, 1571-Madrid, 1628) fue III Marqués de Montesclaros, hijo póstumo de D. Juan Hurtado de Mendoza y Luna (Juan de Mendoza y Luna (II Marqués de Montesclaros). Fue criado por su madre, Isabel Manrique de Padilla.
Casó con Dª Ana de Mendoza, también de la misma familia.

Se distinguió en el servicio en el ejército del Duque de Alba en la campaña portuguesa como Capitán de lanceros. Fue Caballero de la Orden de Santiago en 1591. Más tarde sera Gobernador de Sevilla.

Fue nombrado Virrey de la Nueva España el 19 de mayo de 1603. Llegó el 27 de octubre de ese año. Ante las inundaciones de Agosto de 1604 en Ciudad México, propuso trasladar la capital a Tacubaya. Pero ante lo costoso del plan, realizó obras desaguar las lagunas de Ciudad México, empedrar sus calles, y construir un acueducto para mejorar el abastecimiento de agua potable.

Al ser nombrado virrey del Perú, se embarcó en Acapulco. Este virreinato empezó el 21 de diciembre de 1607 y terminó el 18 de diciembre de 1615). Fomentó la flota, confeccionó el primer censo de Lima, construyó el famoso Puente de Piedra sobre el río Rímac y la Alameda de los descalzos, y aumentó la protección de los indios al denunciar ante el Rey las excesivas riquezas que atesoraban las órdenes religiosas. También instituyó el primer tribunal mayor de cuentas del virreinato, y se descubrió una mina de mercurio en Huancavelica.

Aunque fue un virrey bastante capaz, no escapó a ciertas prácticas habituales en su tiempo, como el nepotismo (bien patente en el caso de uno de los protagonistas de esta historia: su sobrino Rodrigo de Mendoza, al poner a un muchacho sin experiencia al frente de la Armada del Mar del Sur, y a quien protegió en sus múltiples conflictos legales).

Fue Consejero de Estado al comienzo del reinado de Felipe IV (en 1621), presidente del Consejo de Hacienda durante tres años, presidente del Consejo de Aragón, y Grande de España

Puso siempre muy alto el honor. Precisamente por ello, y a pesar del daño económico que suponía para España, fue siempre partidario de reanudar la guerra con Holanda a la finalización de la Tregua 1609-21 (aun no viendo clara una victoria), y lo mismo con Francia.

Referencias y bibliografía:
- Apuntes Históricos y Biográficos compilados por José L. G. de Paz (fuente principal de estos datos).
- "Historia de Guadalajara y sus Mendoza" de Francisco Layna.
- "La Casa del Infantado" de Cristina de Arteaga.

Los protagonistas: El general de Armada D. Rodrigo de Mendoza

Sobrino del virrey, se sabe poco de su vida, que ha habido que reconstruirla recurriendo a fuentes muy dispersas.

Por las referencias a su juventud e inexperiencia en la batalla, así como por otros datos, es muy probable que naciera después de 1595, seguramente en Guadalajara o Toledo (que eran las residencias más frecuentadas por los Mendoza).

No se ha logrado averiguar la fecha de su muerte. La referencia que hace el general Targul a que murió en el combate de El Callao no es correcta (quizás le confundió con el almirante Álvarez del Pulgar), por los datos que incluimos a continuación.

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16 Ene 2009 23:41
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Nuevo mensaje Re: Batalla naval de El Callao (Perú) el 17 y 18-7-1615
Casó muy joven (quizás hacia 1610-11) con una criolla, Dª Elvira de Vargas Carvajal, perteneciente al ilustre linaje de los Ribera. Esto sentó un precedente que iba en contra de las normas de que los altos funcionarios no se emparentaran con la nobleza local, para reducir el riesgo de corrupción. El propio virrey Mendoza persiguió esa práctica, pero se relajó en el caso de su sobrino.

Pilar Latasa Vasallo, en “¿Criollismo peruano versus administración española? - Posición criollista del virrey Montesclaros (1607-1615)” (https://www.fas.harvard.edu/~icop/pilarlatasa.html) dice los siguiente sobre el tema:

El monarca acogió la propuesta del virrey y se limitó entonces a prohibir que en adelante los miembros del Tribunal de Cuentas se casaran con personas emparentadas dentro del cuarto grado con oficiales reales del distrito donde ejercían sus oficios . El respaldo dado por el virrey a Pastrana y Caravantes en este asunto debe también entenderse en el contexto de las buenas relaciones que mantuvo con ambos contadores, puestas ya de relieve anteriormente .
¿Cómo debe entonces interpretarse la laxitud de Montesclaros para aplicar la legislación sobre parentescos y penar a oidores y contadores? Todo parace indicar que, aunque en teoría fue contrario a la creación de lazos de este tipo entre tales funcionarios y la elite criolla, en la práctica se mostró tan tolerante como la propia Corona, que &endash;como se ha visto- no sólo permitió la posibilidad de solicitar licencias de matrimonio, sino que fue bastante permisiva al concederlas .
Montesclaros fue el primero en vincularse indirectamente con la elite criolla a través del matrimonio de su sobrino, Rodrigo de Mendoza, con la criolla Elvira de Vargas Carvajal, perteneciente también al ilustre linaje de los Ribera. Aunque dicho matrimonio era legal, no cabe duda que abrió un importante campo de influencias. Prueba de este clientelismo es que el virrey promovió a distintos cargos administrativos y concedió diversas rentas a numerosas personas de esta familia.

NOTAS:
Elvira de Vargas y Carvajal era nieta de Nicolás de Ribera "el Viejo", uno de los conquistadores que entró con Francisco Pizarro y fue más tarde el primer alcalde de la ciudad de Lima. Su padre, Alonso Vargas Carvajal, era hijo de este ilustre conquistador y caballero de Alcántara, había sido gobernador de Cartagena y Popayán y almirante general en el Mar del Norte.
Baste recordar rápidamente el favor otorgado a José de Ribera, tío de Dña. Elvira, alcalde ordinario de Lima en los años 1610 y 1611, que fue después nombrado por Montesclaros corregidor de El Cercado y tesorero de la Caja de Los Reyes. Apoyó a otro tío de Dña. Elvira, Juan Dávalos de Ribera, para que fuera elegido alcalde ordinario de Lima en 1609. Le nombró después corregidor de Cañete en 1612. A Diego de Vargas Carvajal, caballero de Alcántara, hermano de Dña. Elvira, le dio el corregimiento de Cavana y Cavanilla, en el Collao y le nombró después gobernador de Castrovirreina. Posteriormente le proveyó en el corregimiento de Canas y Canches, uno de los más ricos en ingresos de cajas de comunidad. Además le recomendó para ocupar la presidencia de Panamá y le dio también el cargo honorífico de almirante general del puerto del Callao. A Bartolomé de Oznayo, casado con la hija de José de Ribera, prima de Dña. Elvira, le proveyó para el corregimiento de la ciudad de Arequipa con el mismo salario que los propietarios nombrados por el monarca. Después le despachó como visitador general de la provincia de Chucuito. Más tarde le nombró gobernador de este territorio. A Luis de Peralta casado con otra prima de Dña. Elvira le nombró corregidor de Arequipa.
Además de esto dio a Dña. Elvira el repartimento de Arina, por valor de 3.000 pesos y a Rodrigo de Mendoza el repartimiento de Ricollagua, en el distrito de la ciudad de Arequipa, en perjuicio de los derechos de otros pretensores. En 1614 concedió a un hermano de Dña. Elvira, el regidor Nicolás de Ribera, el repartimiento de Chimba, en Arequipa, por valor de 2.500 pesos de renta y a otro hermano, Diego de Vargas Carvajal, uno de 1.500 pesos ensayados de renta. Tal vez a su vinculación con los Ribera se deba también arbitraria concesión de una renta de 500 pesos ensayados en el repartimiento de Pomacanche, términos del Cuzco, a Juan de Pastrana y Ribera, de cinco años de edad, hijo del contador Alonso Martínez de Pastrana. No conviene olvidar que el contador estaba casado con Inés de Ribera. Pilar LATASA VASSALLO, Administración virreinal en el Perú: gobierno del marqués de Montesclaros (1607-1615), op. cit., págs. 161-162 y 316-319.


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17 Ene 2009 00:00
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Nuevo mensaje Re: Batalla naval de El Callao (Perú) el 17 y 18-7-1615
La conducta de D. Rodrigo parece ser la de lo que hoy día llamaríamos un "hijo de papá" en este caso, "sobrino del virrey"), por las siguientes razones:

1) En 1611 se apropió ilegalmente de la "Plaza Real" de Lima, como consta en la siguiente cita:
El más antiguo plano de Lima, aunque parcial porque muestra algunas manzanas alrededor de la Plaza y al otro lado del río solamente, fue hecho en colores, en 1611, por mano anónima, para acompañar al expediente en el litigio de la ciudad contra Rodrigo de Mendoza, sobrino del virrey, Jefe de la Escuadra y General del Callao, que se había apropiado de la "Plaza Real", lugar detrás de Palacio donde se encontraba la picota y que servía también para feria de mulas y caballos.
https://sisbib.unmsm.edu.pe/Exposiciones ... i_lima.htm


2) Hasta 1618, desde una fecha de inicio indefinida, aparece complicado en el contrabando de sedas, según la siguiente referencia:
“No bastaba con que los parientes directos del virrey fieran colmados de honores, sino que, ante cualquier falta o infracción podían quedar impunes. Un caso ilustrativo es el de Rodrigo de Mendoza, sobrino del virrey marqués de Montesclaros que, como general de la Armada, participaba ilícitamente del contrabando de ropa de China. La sanción y condena tan sólo vino en 1618, cuando había terminado la administración de su ilustre tío.”
(“Corte de Virreyes. El entorno del poder en el Perú del siglo XVII”, por Eduardo Torres Arancivia)
https://books.google.com/books?id=OPDvTm ... &ct=result

3) 1619: En el libro de actas de procesos judiciales en Lima, aparecen sentencias de Rodrigo de Mendoza con Francisco de la Cueva sobre la propiedad de un sitio.

Debió continuar su carrera militar (pero, seguramente, por tierra).
A finales de los 1620s se le encuentra de gobernador de Chucuito, y era ya Caballero de la Orden de Calatrava, como recoge esta otra cita:

El gobierno de Chucuito se dio al general D. Rodrigo de Mendoza, caballero del Orden de Calatrava; y al tesorero Alonso Ruiz de Bustillo, caballerizo del marqués de Montesclaros, el gobierno de Castrovirreina y minas de Choclococha.

Cesa en el cargo de gobernador en 1629, y le sustituye D. Gracián de Beaumont Navarra y Robles, a quien deja una deuda de 17.000 pesos, que lleva a D. Gracián a la ruina.

Así se recoge en “Los vizcondes de Castejón”, por Alberto G. Paredes
(https://www.castejon.com/datos/historia/articulos/05.pdf):
No se había ajustado la cuenta de su gobierno de la provincia de Paucarcolla, en las cajas Reales de La Paz, pero se le estaban debiendo mas de 26.000 pesos por su salario como gobernador de Chucuito, y más de 17.000 le adeudaba su predecesor en el cargo, Rodrigo de Mendoza.
Por sus servicios, el 30-9-1647 Felipe IV le hizo a él y herederos Vizconde de Castejón.


Los protagonistas: la Monja Alférez


Catalina de Erauso es un caso muy interesante, de una persona con muchas ganas de aventura que, debido a las limitaciones de movimiento de las personas de su sexo en esa época, decidió hacerse pasar por varón para desarrollar toda su actividad, que es enorme, a tenor de su autobiografía, disponible en:
https://www.mith2.umd.edu/eada/html/disp ... ction=show

Se merece un hilo propio en el foro, que construiré (si alguiien no lo hace antes) en breve.

Bibliografía

Algunas de las siguientes referencias ya se han citado a lo largo del texto:

- Sobre "la Monja Alférez":
https://www.cenesex.sld.cu/webs/diversid ... lonial.htm

- Blood and Silver, de por Kris E. Lane
(Fuente: Joris van Speilbergen, “The East and West India Mirror” (1619)).

- https://www.archive.org/stream/coleccion ... t_djvu.txt

- https://blog.pucp.edu.pe/item/41225

- “Los Mendoza, titulares de virreinatos en América”, por Celia Ferrer Tévar
https://biblioteca2.uclm.es/biblioteca/C ... Ferrer.pdf

- Historia de Baja California (Pablo L. Martínez Márquez)

- "Selkirk Robinson", por Maura Brescia

_________________
Insignia en el Navío Rayo R. O. del 9 de enero de 2009

A mí me parece, Señor, que no tengo otra cosa buena sino ser español (Catalina de Erauso, "la Monja Alférez", a un Cardenal)

17 Ene 2009 00:05
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Traducción al español por Huan Manwë para phpbb-es.com