García de Palacio, desde su ubicación en Nicaragua, se da cuenta de que los españoles que llegan a México quedan atrapados emocionalmente al conocer la Nueva España y entran en sueños de riqueza o de idealismo evangelizador. También nos dice que era una constante que los europeos se detuvieran sin intención de encontrar la ruta comercial con las culturas de oriente circunnavegando la tierra.

Por su parte, España a principios del siglo XVI prácticamente desconocía al imperio más grande de la época, la dinastía Ming en China, que fueron exploradores de toda la cuenca del Océano Índico al inicio del siglo XV, restauradores de la gran muralla que hoy conocemos, y constructores de la "ciudad prohibida" de Beijing, misma que en esa época contaba con 1 millón de habitantes. Al cabo de unas décadas, los españoles entran en contacto con China por el interés de algunos conquistadores como Miguel López de Legaspi, fundador de Manila, donde se construyó una fortaleza en 1571.

El intercambio comercial y cultural entre España y China se incrementó con la construcción de la ciudad amurallada porque permitió la presencia "extramuros" de una comunidad de comerciantes chinos que, anualmente, hacían una feria cuando llegaba a Manila una pequeña flota de juncos cargada de finas mercancías chinas. Fue tal el intercambio comercial y cultural, que se abrió la ruta de navegación y comercio transoceánico más prolongada en distancia y tiempo: el Galeón de Manila que uniría durante dos siglos Acapulco con Manila, ciudad en la que los juncos chinos vendían sus sedas, especias, porcelanas y artesanías varias para obtener a cambio, prácticamente, lo único que les podía llegar a interesar: la plata americana.

Por otra parte, el descubrimiento de China despierta un interés evangelizador que se puede observar cuando en 1585 se publicó en Roma el libro Historia de las cosas más notables, ritos y costumbres del Gran Reino de la China de Juan González de Mendoza, (1) soldado español convertido en fraile agustino con vocación a la conquista espiritual de China, y que compiló en su libro todo aquello que en aquel momento se sabía respecto a ese imperio. Sus fuentes eran casi todas portuguesas, aderezadas con los relatos de los misioneros que se habían adentrado sin fortuna en tierras chinas como Martín de Rada, Pedro Alfaro, Agustín de Tordesillas y Martín Ignacio de Loyola. El fraile Agustino fue nombrado por Felipe II, en 1580, embajador ante el emperador Wanli de la dinastía Ming, (2) pero por discusiones y política la embajada se quedó en México y Juan González nunca estuvo en China. (3)

(1) González de Mendoza, Juan. Historia de las cosas más notables, ritos y costumbres del Gran Reino de la China, Medina del Campo, 1595. Biblioteca Nacional: Madrid [R/7869].
(2) Carta que su majestad escriuio al rey de China, AGI, Patronato, 24, R.51. Citado por: Carmen Hsu, Dos cartas de Felipe II al emperador de china, Universität Bielefeld, Revista eHumanista, Vol. 4, 2004, https://www.ehumanista.ucsb.edu/volumes/ ... es/Hsu.pdf. Consultado: 19 junio 2008.
(3) Olle, Manuel. De Marco Polo a Miguel de Cervantes: China y España en la era moderna, Universidad Pompeu Fabra, Sitio en internet: China en España. España en China. Instituto Cervantes (España), 2006-2008. Consultado: 31 julio 2008 https://cvc.cervantes.es/obref/china/era_moderna.htm

Para 1580, los españoles estaban en el cenit de la gloria; habían conquistado el imperio azteca e incaico con muy pocos recursos, se apoderaron de las Filipinas con relativa facilidad, desplazando a los portugueses por las armas y por relaciones dinásticas. En Europa, los militares españoles no tenían rival de su tamaño, triunfaron desde la batalla de Bicocca (sinónimo español de cosa fácil) en Milán, Italia, en 1522; y utilizando tácticas novedosas donde los ejércitos (tercios) españoles, lograron derrotar en 1525 y para siempre a los nobles caballeros franceses en la batalla de Pavia, Italia. En 1571, detuvieron la expansión turca por el Mar Mediterráneo con novedosas tácticas navales en la famosa batalla de Lepanto (Naupaktos), Grecia.

La fortificación de la ciudad de Manila permitió que 500 soldados hispano-mexicanos pudieran repeler en 1575 el ataque de la flota del pirata chino Lima-Hong, quien asolaba las costas de China; la tecnología moderna de fortificación estaba descrita en manuales técnicos. (4) Fray Andrés de Urdaneta desarrolló en 1561 el sistema de transporte marítimo que incluía, desde la siembra de madera, la localización de puertos, hasta el seguimiento de derroteros acorde a las corrientes marinas, los vientos dominantes y las condiciones climatológicas anuales. (5) En ese ambiente triunfal y expansionista del imperio Español fue que se escribió la obra militar y naval de Diego García de Palacio. Por eso es que en las cartas de relación escritas por García de Palacio al rey Felipe II, le solicita que haga una ruta desde Sevilla, España en 37.4192 N y 5.9964 O. (6) En ruta marítima hasta Puerto Caballos (Puerto Cortes), Nicaragua en 15.2154 N, 87.9210 O. (7) En ruta terrestre hasta el Golfo de Fonseca, Salvador, Nicaragua, Honduras, 13.16 N 87.61 W. (8) Y de nuevo en ruta marítima a Manila, Filipinas 14.6885 N y 120.9732 E. (9)

(4) Rojas de, Cristhóval. Teórica y Práctica de la Fortificación, Madrid, Luis Sánchez, 1598, compilado por María de Jesús Mancho Duque, La ciencia y la técnica en época de Cervantes, Texto e imágenes. Universidad de Salamanca, 2005.
(5) Andrés de Urdaneta, El Derrotero de la navegación que había de hacer desde el puerto de Acapulco para las islas de poniente el armada que S. M. mandó aprestar para su descubrimiento en las costas del mar del Sur de Nueva-España, con la descripción de dicho puerto y el de Navidad, y las propiedades y ventajas de cada uno de ellos; y al fin una Memoria de lo que convenía proveerse para el apresto y buen éxito de esta expedición,
https://www.andresurdaneta.org/modulos/u ... os218a.pdf. Consultado: 14 junio 2008.
(6) https://maps.google.es/maps?f=q&hl=es&ge ... iwloc=addr
(7)https://maps.google.es/maps?f=q&hl=es&geocode=&q=puerto+cortes&sll=15.215454,-87.236252&sspn=0.063607,0.10643&ie=UTF8&ll=15.853031,-87.921095&spn=0.031705,0.053215&t=p&z=14)-
(8)https://maps.google.es/maps?f=q&hl=es&geocode=&q=san+lorenzo+nicaragua&sll=12.424507,-86.309967&sspn=0.628985,0.85144&ie=UTF8&ll=13.159725,-87.615967&spn=0.627155,0.85144&t=k&z=10
(9)https://maps.google.es/maps?f=q&hl=es&geocode=&q=manila,+filipinas&ie=UTF8&ll=14.688553,120.973206&spn=0.510108,0.85144&t=p&z=10&iwloc=addr

La finalidad era enviar una serie de flotas, con 500 soldados cada una, a fin de conquistar a China. Esta ruta, que hoy podemos ver fuera de toda lógica, aprovecha lo mejor de los vientos dominantes y las corrientes marítimas del Atlántico y del Pacífico, condición muy necesaria para la navegación a vela. La travesía por tierra en ese paso, era más sana que la del istmo de Panamá, expuesta al paludismo, a la fiebre amarilla, y no tiene los inconvenientes de la ruta de Nueva España que como dice García de Palacio, "aunque es sana y agradable, es más larga y México tiene tal atractivo sobre los españoles, que se quedaban maravillados o confusos en el país y olvidaban los esfuerzos para la conquista de China". (10)

(10) “Carta al Rey del Lic. Palacio sobre cosas del gobierno y conquista de las Islas del Poniente, Guatemala, 8 de Marzo de 1578.” AGI, legajo 24 R.44. Citado por: Arróniz, Othón. El Despertar Científico en América, La vida de Diego García de Palacio, págs. 151-154.

El rey de España, que estaba en una "cruzada religiosa" contra Inglaterra, Flandes, Francia y Turquía, no pudo atender el llamado; el criterio legalista, el firme propósito de no ceder o compartir con nadie la soberanía de las tierras conquistadas que regía en la política indiana desde tiempos de los Reyes Católicos, hizo que la petición de abrir una compañía comercial fuese rechazada por el Consejo de Indias. Aquí vemos en España una contradicción más, entre las aplicaciones de la tecnología moderna y los conceptos aún vigentes de dominio medieval.

Diego escribió su libro en un esfuerzo extraordinario para compartir su visión de hacer factible la conquista militar de China, con todo el rigor de una planeación moderna, con estrategia, logística y táctica. Pero debido a los intereses encontrados entre los políticos, los religiosos y los comerciantes de la Nueva España, por los errores humanos de él, su familia y el virrey, las ideas se quedaron en sus libros y cartas, y fue hasta el siglo XIX que se volvieron a conocer.

Por su parte, el reino de Inglaterra más pobre y con menos recursos tecnológicos, pero con una firme decisión de lanzarse a la conquista del Oriente, aprovechó esta situación y siguió las rutas de circunnavegación descubiertas por Drake en 1580, fundó en 1600 su primera compañía comercial en la India, y dos siglos más tarde logró el control de los mares y con ello del comercio mundial. Como ya se describe en la New Atlantis, Francis Bacon (1626):
We sailed from Peru, where we had continued by the space of one whole year, for China and Japan, by the South Sea, taking with us victuals for twelve months; and had good winds from the east, though soft and weak, for five months space and more. (11)

(11) Zarpamos del Perú, donde habíamos permanecido durante todo un año, hacia China y Japón, por el mar del Sur, llevando provisiones para doce meses; tuvimos vientos favorables del Este, si bien suaves y débiles, por espacio de algo más de cinco meses.