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Botado en el arsenal de La Carraca en 1730, siendo el segundo navío construido en este astillero. Armada con 60 cañones, tenía por alias Nuestra Señora del Carmen.


Su primer servicio fue con la escuadra del teniente general marqués de Marí, que en octubre de 1731 escoltó un convoy de tropas al puerto de Liorna.


Al regreso de esta expedición se incorporó a la escuadra del teniente general D. Francisco Javier Cornejo para la recuperación de la plaza de Orán en junio de 1732. Regresó a Cádiz en 1733 al mando del capitán D. Isidro de Anteyo, encontrándose en el mismo puerto en mayo de 1734, alistado para zarpar rumbo a Italia a causa de la guerra de sucesión polaca.


Al mando del capitán D. Alejandro Satalén estuvo en la escuadra de D. José A. Pizarro que trajo a la península al ejército español que luchó en las campañas de Nápoles y Sicilia. Acabadas estas operaciones quedó desarmado en Cádiz, e incluso se pensó en darlo de baja.


Al comenzar la guerra de Gran Bretaña en 1739 se armó en Cádiz. Zarpó el 3 de marzo de 1740 con la escuadra de ocho buques al mando del teniente general D. Manuel López Pintado, marqués de Torreblanca. Entró en El Ferrol, donde se incorporó a la escuadra de Torres.


El 31 de julio de 1740 zarpa de El Ferrol con la escuadra del teniente general D. Rodrigo de Torres para proteger el tráfico mercante español en el Caribe. Cerca de Puerto Rico, la escuadra de Torres sufre un temporal que causa la pérdida por naufragio del navío Andalucía en octubre de 1740.





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