Quisiera, si me lo permitís, hablaros de uno de los muchos insignes héroes que ha dado la Infantería de Marina, ¿Por qué Tomas?, porque creo que refleja con su increíble vida lo que eran esos tiempos y como eran los españoles en general, valientes, decididos, luchadores…. Pero sobre todo las increíbles aventuras que les sucedían en una época convulsa de guerras sin tregua.
Permitidme este pequeño resumen extraído del libro Historia de la Infantería de Marina de José Enrique Ribas Fabal que con tanto acierto me recomendó nuestro insigne Ensenada y por consiguiente os lo recomiendo a todos.
Tomas, natural de Huete (Cuenca), nace en 1764, de familia noble; sienta plaza en el cuerpo de Infantería de Marina en 1783 y pronto embarca a correr aventuras en el navío Gallardo por la mar y por las tierras americanas; de vuelta a España, pide voluntario a Oran, importante plaza estratégica, en donde había un presidio militar.
Destaca su actuación, en unión de soldados de marina, en el terremoto habido en dicha plaza, en la madrugada del 8 al 9 de octubre de 1790, pues además de socorrer a las víctimas de la catástrofe y de prestar auxilio de todo orden, consiguió reducir a los presos, que aprovechándose de la situación se habían desparramado por toda la plaza cometiendo saqueos, robos, asesinatos, etc.; a estos peligros se les une el del moro ocioso, que al amanecer había acudido presuroso pensando en aprovechar el desorden para asaltar la plaza, y de todo ello pudo salirse bien merced a las tropas de marina y fuerzas de la plaza, según relato oficial del brigadier conde de Cumbres Hermosa, y Crónica de C. Ximenez de Sandoval; ambos distinguen la actuación de Pio P. de los Ríos.
Continua nuestro héroe en Oran, encontrándose también en la defensa sostenida contra las huestes del Rey de Mascara, siendo citado como distinguido. Después de ser abandonado Oran (1792) pasa a Cádiz, embarca para América y regresa a Cartagena en 1797, de donde pasa al navío Santísima Trinidad (insignia del general Don José de Córdoba, quien, al mando de 24 navíos, forma la escuadra) en la memorable jornada de San Vicente, junto con su compañero Morillo y con Martin Álvarez. Pasa más tarde a Puerto Rico y a la Trinidad, volviendo a la península; embarca en el navío Trinidad y en el toma parte en el combate naval de Trafalgar (1805), en donde lucha con tanta bravura que, además de contuso, pierde dos dedos de la mano derecha y sufre una herida profunda en el cráneo, de todo lo cual fue milagrosamente salvado en el hospital de marina de La Isla de León. Al año siguiente, ya sargento segundo, asistió a la defensa de Buenos Aires y regreso a Cádiz dos años después; asiste a la rendición de la escuadra francesa de Rosily, siendo en esta acción herido, al ser el primero en saltar sobre la cubierta del Héroe. Estuvo después en campaña contra los franceses, en unión de su compañero Pablo Morillo, quien aprovechando su ascendiente, presento a P. de los Ríos a Fernando VII, quien le concedió el empleo de sargento 1º graduado de teniente, previo expediente especial.
Se retira, pasada la edad de sesenta años, e invalido, a Badajoz, en donde fallece al parecer a finales de 1833.
La guarnición de la plaza le rinde homenaje y coloca en su tumba una placa con esta inscripción: R.I.P. Aquí descansan los restos mortales del ilustre marino Don Tomas Pio Pérez de los Ríos. Asistió a la defensa de Oran después del terremoto y a la batalla de Trafalgar, donde sobresalió entre los más valientes y estuvo en la rendición de la escuadra del Almirante Rosily. Dos veces dio la vuelta al mundo, asistió a 33 batallas navales e hizo 29 viajes a América y tres a Oceanía. Q.E.P.D.. El capitán general gobernador militar, Jefes y Oficiales de esta plaza, le dedican esta memoria. 1834.
La Real Orden de 4 de julio de 1892 dispone que “desde Badajoz sean trasladados sus restos mortales al Panteón de Marinos Ilustres, debiendo sufragar los gastos que se originen la familia del interesado que solicita la traslación”; su única familia, por entonces, era Don Nicolás Díaz y Pérez de los Ríos, que, pobre y sin recursos, no pudo dar cumplimiento a dicha Real Orden.
Sus restos mortales continuaron, pues, en Badajoz
Una gran injusticia que me duele como ex miembro del Glorioso y como español, un gran héroe que no puede descansar donde le corresponde, en el Panteón de Marinos Ilustres. Me está rondando por la cabeza hacer una petición a la Armada para que por fin este glorioso héroe descanse donde se merece. Os avisare si tiro para adelante con la idea.
Por lo demás espero que os haya gustado tanto como a mí su vida.
Un saludo

La verdad es que una vida como la narrada daría no para una película sino para varias.

La idea que has tenido te honra atietam y ojalá pudiera llevarse a cabo, con este caso y con otros que a buen seguro existirán.

Un saludo

Antonio

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Amigo atietam.


Pues uno más de los muchos que no están en el Panteón, ya que los recursos del Estado al parecer para estos menesteres siempre han sido "muy cortos".


Pero como es un infante de marina y glorioso, no debe de estar aquí, mezclado con los hechos de la guerra de la Independencia, así que con tu permiso, lo paso al lugar en el que están todos los de esta época, bien sean Capitanes Generales o marineros, para obtener la Gloria, no hace falta llevar entorchados.


Así que este Ágora, lo pondrá donde le corresponde, entre todos sin más miras que ser igual que los demás y quizás con más méritos que algunos.


Un abrazo.
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¿Se sabe la ubicación exacta de su tumba?
¿Puede ser en el cementerio de San Juan?
Conozco un poco la ciudad de Badajoz y estuve investigando algunas cosillas sobre sus cementerios pero no advertí la presencia de la tumba de tan insigne marino. No quiero ni pensar que haya sido derruida.

De todas formas, el ayuntamiento de Badajoz hace años que está automatizando los cementerios un servicio informático por el que en un ordenador de libre acceso al público, a la entrada del camposanto, puede localizar la ubicación de los enterramientos. Puede ser fácil localizarlo.

A vuestra disposición y muchas gracias compañero "Atietam" por tan conmovedora biografía.

Pues la verdad Cch es que si localizas su tumba seria un gran paso compañero,no solo por la simple curiosidad,que es la que nos mueve,sino tambien por si se puede iniciar alguna accion oficial.
Gracias a todos por vuestro apoyo.
Un saludo

Con mucho gusto recurriré a mis amigos en Badajoz.
Pero sería de gran ayuda saber, si lo conoces, en qué cementerio fue enterrado Tomás Pio.
Por la fecha y condición económica del difunto, creo que pudo ser el de San Juan ¿lo puedes comprobar en tus datos?

Cuenta con ello Cch,lo que pasa es que va a ser un poco dificil,mejor me acercare a los archibos generales de la Armada a ver si me pueden ayudar ya que lo que tengo es lo que he compartido con vosotos.
En cuanto tenga algo de Tomas te lo digo.
Gracias
Un saludo

Amigo "Atietam". No creas que me olvidé de mi promesa de localizar la tumba de Tomás Pío.
Lo que pasa es que mis amigos de Badajoz, se hallan ausentes de la capital pacense.

No obstante paso a relatarte a ti y al resto de compañeros del foro. Los datos relevantes que he hallado al respecto.

De hecho, encontré una crónica del entierro de “Tomás Pío Pérez de los Ríos” que creo complementan el vuelco biográfico del compañero "Atietam" y que por su interés histórico, reproduzco más abajo.

Y a continuación un informe sobre la historia de los cementerios de Badajoz, que demuestra que el llamado “cementerio del Castillo” es el mismo que el actualmente denominado “Cementerio de San Juan” (conocido popularmente como cementerio viejo) y donde con casi toda probabilidad ha de estar enterrado el insigne marino. A vuestra consideración someto los datos.

Crónica del Entierro de Tomás Pío Pérez de los Ríos.


“Era a la sazón capitán general, de aquel distrito militar (Badajoz), el Excmo Sr. Don Pedro Sarsfield que, apenas tuvo noticia del fallecimiento del veterano marino, invitó a todos los jefes y oficiales de la plaza para que unidos a él costeasen el entierro, funeral y sepultura. Todos se apresuraron a satisfacer tan justos deseos. La caja fúnebre fue transportada al cementerio por seis sargentos primeros; las cintas las llevaban seis capitanes; presidía el capitán general, y precedían al cadáver 24 cabos primeros con hachones, y una compañía de infantería con bandera y música cerraba la comitiva. Así la guarnición de la plaza le rinde homenaje al infante de marina, ilustre marino, teniente don Tomás Pío Pérez de los Ríos.( Q.e.p.d.).

Su cuerpo fue sepultado en el cementerio del castillo de Badajoz en un nicho propio, cerrado por mármoles negros, sobre los cuales se grabó, en letras doradas, el siguiente epitafio:

[“R.I.P. Aquí descansan los restos mortales del ilustre marino don Tomás Pío Pérez de los Ríos . Asistió a la defensa de Orán, después del terremoto, a la batalla de Trafalgar, donde sobresalió entre los más valientes, y estuvo en la rendición de la escuadra del almirante Rosily . Dos veces dio la vuelta al mundo, asistió a 33 batallas navales e hizo 29 viajes a América y tres a Oceanía. Q.E.P.D. El Capitán General Gobernador militar, Jefes y Oficiales de esta plaza, le dedican esta memoria. 1834.”

La R O de 4 de Julio de 1892, firmada por el ilustre Beranguer, patentiza el sentimiento de la Armada. En R.O de esta fecha digo al Capitán general de Cádiz lo siguiente :

“Excmo Sr : Deseando S.M. la Reina Regente (q. D. g) dar una prueba de aprecio a la marina y honrar a los individuos de ella que han contribuido a realzar su gloria derramando su sangre en aras de la patria, en nombre de su augusto hijo el Rey Don Alfonso XIII se ha servido disponer que los restos mortales del finado Teniente de Infantería de Marina, D. Tomás Pío de los Ríos, que denodadamente se batió en la defensa de Orán, batalla naval de Trafalgar y rendición de la escuadra francesa del General Roselly, y que hoy yacen en Badajoz, sean trasladados al Panteón de Marinos Ilustres de la población de San Carlos, lamentando que el estado de penuria del Tesoro impida dedicar a esto cantidad alguna, debiendo sufragar los gastos que se originen la familia del interesado que solicita la traslación. Lo que de igual Real orden traslado a V. para su conocimiento y satisfacción.- Dios guarde a V. muchos años. – Madrid 4 de Julio de 1892.- José M. de Beranger.- A D. Nicolás Díaz y Pérez de los Ríos".

Fernando Castón Durán, historiador, presbítero y primer archivero de la, por entonces, recién creada diócesis de Badajoz, informó a su obispo de la historia de los camposantos locales con un informe por el que sabemos que:


“El cementerio con carácter de permanente se estableció en 15 de Septiembre de 1821 en el Castillo, hacia el Noroeste, cerca de la llamada Puerta de Carros, donde existían las ermitas del Rosario de los Morenos, que se reservó para capilla, y de la Consolación, que cedió todo su recinto, portal, coro alto y bajo, patio y huerto para la fábrica de nichos y sepulturas. (...)

En 1833, con motivo del cólera que azotó esta ciudad (Badajoz), se dejó de enterrar en el Castillo, trasladándolo al cerro de la Luneta, situado al Norte del fuerte de San Cristóbal, al que sirvió de reducto artillado en los sitios de la plaza por los franceses. En el mismo altozano, pseudo San Marcial y pseudo San Miguel, como se le ha llamado erróneamente estos días. Cuando la verdad es que el monte de San Miguel se halla al lado de acá del Guadiana, junto al Calamón, entre el cerro del Viento y el de la Mayas.

Hasta el año 1838 se estuvo utilizando este cementerio, en cuya fecha se volvió al del Castillo, puesto que -presentaba un objeto de horror, tristeza y desolación, conmoviéndose el corazón a la sola idea de que las personas de un más tierno amor y cariño, yacen en un lugar de olvido y abandono, expuestas a que los lobos, perros y fieras, hagan de desaparecer sus últimos restos-.

A las dos de la tarde del día 8 de Diciembre de 1839, con asistencia corporativa de la ciudad, se bendijo el camposanto actual en el descenso del Cerro del Viento.

No quedaron abandonados los huesos de los sepultados en los viejos cementerios de la ciudad. En Abril de 1845 se exhuman y trasladan. Leamos el oficio del Ayuntamiento al Cabildo: -Deseando que no se vuelvan a repetir la profanación que más de una vez se ha hecho en el antiguo cementerio del Castillo, y queriendo también que los que ya existen en el de la Luneta se recojan y unidos se coloquen en el camposanto del Cerro del Viento…-"

Este cementerio del Cerro del Viento o del Castillo, es el que actualmente se llama de San Juan (popularmente conocido como cementerio viejo). En 1985 se clausuró definitivamente por no quedar nichos libres.

Así que no cabe duda de que es en el Cementerio de San Juan, donde se halla enterrado Tomás Pío. Localizar la tumba del insigne marino es fácil, gracias el sistema informático PIM (base de datos de enterramientos) ubicado a la entrada del cementerio . El único problema es que hay que ir hasta allí físicamente.

Muchisimas gracias por tu trabajo compañero,eres hombre de palabra,me ha encantado tu investigacion.
Queda archivada en la carpeta de Tomas.
Un saludo