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Provenía de familia de origen belga, pero eran de las familias católicas que no quisieron quedarse en los países Bajos, por ello vino al mundo en la Isla de León en el año de 1790, por estar sus padres ya residenciados en ella.


Elevó solicitud y se le concedió la Carta Orden, para sentar plaza de Guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz, en el año de 1802.


En el año de 1804 como a tal guardiamarina se le ordenó embarcarse, siendo destinado a uno de los navíos que a las órdenes del general don Federico Gravina en combinación con la escuadra francesa del almirante Villeneuve, participó en la campaña de Martinica, así recibió su bautismo de fuego, tanto en la toma de la isla como en el ataque a la fortaleza de Diamante.
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Al regresar la escuadra combinada, por ser conocedores de que la escuadra británica al mando del almirante Nelson se encontraba en las Antillas, puso rumbo al Ferrol, participando de nuevo en el combate naval del cabo de Finisterre.


Al arribar la escuadra a Ferrol, se había recibido una Real Orden, para en cuanto llegara Halen se presentara en la Corte, así lo hizo, entrevistándose con el generalísimo don Manuel Godoy, quien lo eligió como ayudante para el Almirantazgo, permaneciendo en este puesto hasta ser invadida la Península por los ejércitos franceses.


El día dos de mayo de 1808, participó muy activamente en el levantamiento del pueblo de Madrid, quien le siguió por ser un oficial y comenzado a contribuir, al hacer frente a algunas unidades del ejército invasor, pero estos mucho mejor organizados y armados acabaron con la revuelta, pero él pudo esconderse y poco tiempo después presentarse en Ferrol.


Se encontraba en la defensa de esta plaza, cuando fue conquistada por los franceses, pero enterado don José de Mazarredo de ello, lo pusieron en libertad con la condición de que se trasladase a Madrid, aquí fue convencido por el general y pasó a jurar al nuevo rey José I.
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En este momento pasó a formar parte del Ejército, en que muy pronto alcanzó el grado de Mariscal de Campo. Estando a las órdenes del mariscal Souchet, informó a los españoles de las intenciones de éste, por esta razón sin conocimiento de su jefe entregó a los españoles las plazas de Lérida, Mequinenza y Monzón.


Al regreso del ‹ Deseado › don Fernando VII, se le acusó de conspirador contra su persona, por lo que fue encarcelado, pero poco tiempo después se le dio la libertar y se le ascendió a teniente coronel, por ser reconocidas sus actuaciones de doble argumento, pero que nunca lo fue en contra de su Rey y de España.


Pero como era por naturaleza un aventurero, muy pronto hubo un alzamiento en Torrijos, que en parte era su culpa, por esta razón fue juzgado y vuelto a encarcelar, pero se fugó y ya nos lo encontramos prestando servicio en el ejército Ruso.


Al enterarse del levantamiento en Cabezas de San Juan, por el general Riego, regresó de nuevo a España, prestando sus servicios hasta que se produjo la nueva invasión de los ‹ Cien mil hijos de San Luis › que le devolvieron el poder absoluto a don Fernando VII, por lo que de nuevo huyó, pero esta vez a los Estados Unidos.
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En el año de 1830 al estallar la revolución de los belgas, ya se encontraba en Bruselas, siendo elegido como jefe de las fuerzas revolucionarias por un tiempo, en éste combatió contra los holandeses al mando del príncipe Federico, quien fue vencido y expulsado su ejército de Bélgica y a quien le quitó su espada, que hoy se encuentra en el Museo Naval de Madrid, pasando posteriormente a ser el Gobernador del Brabante Meridional.


De nuevo en el año de 1836, se encuentra en España combatiendo en la guerra civil, contra el pretendiente don Carlos, por sus notables hechos se le nombró capitán general de Cataluña, permaneciendo entre los años de 1840 á 1842. Aquí permaneció fiel al general Espartero, reprimiendo con dureza las actuaciones contra el Regente, por lo que al caer éste en el año de 1843 le tuvo que acompañar en su salida de España con rumbo al Reino Unido.


Dejó pasar unos años y regresó a España en el año de 1850, se le nombró Senador Vitalicio por Real Decreto del día veinte de octubre del año de 1851 y posteriormente fue nombrado Presidente del Supremo de Guerra y Marina, hasta el año de 1856, en que se retiró.


Permaneció en la capital de España donde le sobrevino el óbito el día veintisiete de octubre del año de 1858.


Entre otras condecoraciones estaba en posesión de: Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando, entonces llamada Nacional, con dos de tercera Clase; Cruz de la Marina de Diadema Real; Cruz de caballero de la Real y Muy Distinguida Orden de Carlos III; Placa y la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo; Cruz de Comendador de la Real Orden Americana de Isabel la Católica.


También tuvo tiempo de escribir, publicando un libro con sus vivencias en la cárcel, con el título: « Relación de su cautividad en los calabozos de la Inquisición, su evasión y emigración » Publicada en París en el año de 1827, siendo posteriormente traducida al francés.



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Estoy repasando la interesante aportación de ENSENADA sobre la vida de este oficial de marina cuya vida puede llenar varios libros.
Para mí lo más interesante es su comportamiento, a los 18 años, durante los hechos acaecidos el 2 de mayo de 1808 en Madrid.
Significa una aportación muy importante del personal de la Armada al levantamiento, lo que se comenta muy poco por los historiadores, pero además es un punto singular cuando analizamos el diferente compòrtamiento de los almirantes y de los oficiales jovenes ante los hechos que comentamos.

La cuestión que pongo sobre la mesa es lo siguiente:

¿Alguien puede aclararme como un joven oficial, alferez de fragata o navío, con 18 años y de origen extranjero, se encontraba de ayudante de un almirante en el Almirantazgo a petición expresa de Godoy?

Puede ser que para ello haya que analizar quien era el padre del joven y es de esperar que sus obligaciones en el Almirantazgo se limitaran a preparar el café de su jefe.

Un saludo
Gerardo

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Amigo Gerardo


Solo puedo añadir opiniones.


Sabemos que en ese época no se era oficial si no eras hijodalgo. Lo que indica que sus padres debían de estar en muy buena posición. Me imagino por el origen, que igual eran mercaderes, por lo tanto es posible que proporcionaran materiales para los tres cambios de uniformes de los Guardias de Corps, (esto medio en broma medio en serio)


A donde quiero llegar, es que está claro que no era un desconocido para Godoy, y muy posiblemente favorecido en alguna ocasión por la familia Halen, de ahí que lo nombrar para el puesto.


Son elucubraciones, pero es que sobre él no hay nada en la obra de Pavía, por eso y de casualidad la encontré en la Espasa, donde se cuentan más cosas de él que en la Biblia de Enciclopedia del Mar, por eso al final salió algo, pero no no hay más de lo escrito.


O quizás fuera también un buen mozo y . . . En fin, muchas de esas cosas que pasan en muchos ámbitos de la vida y por lo tanto de la Historia.


Un abrazo.
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Amigo ENSENADA:
DEspues de escribir lo anterior he encontrado algo mas en el Servicio Histórico de la Armada.
Desde luego Godoy no parece que fuera del tercer sexo por lo que podemos rechazar esta insinuante posición. Puede que el padre de nuestro heroe fuera "albañil" y de ahí la influencia.
Pero la historia tal como me parece sería lo siguiente:

"El padre era Antonio van Halen Morphi, nacido en Cádiz en octubre de 1760, ingresó en la Armada en diciembre de 1775 al parecer en el Cuerpo de Ministerios. Se casó con una cartagenera, Francisca Sarti, con la que tuvo dos hijos Antonio y Juan Manuel. Esto aclara las dudas sobre la existencia de otro hermano con el que se confunden algunos historiadores. Estos datos proceden del Archivo General de Simancas.

Entonces lo de extranjero habrá que reconsiderarlo. Nació en Cádiz y era hijo de gaditanos.

Al pasar Grandallana a mandar la escuadra de Ferrol en febrero de 1805, por desavenencias con Murat, se encarga del Despacho de Marina Francisco Gil de Lemos. El nuevo Secretario encarga a van Halen de los siguientes asuntos: 1º.Arsenales y su personal. 2º. Vagos y Presidiarios.3º. Pilotos. 4º.- Colegios de San Telmo y colegios nauuticos. Algo increible a tan joven edad. Dos años después al crearse el Almirantazgo con los almirantes Álava, Escaño y Salcedo, el joven van Halen fue nombrado Ayudante, no se si de Álava o de Escaño, de Salcedo estoy seguro que no lo fue pues este nombró a un cuñado suyo que debía ser un buen pajaro de cuenta pues posteriormente hizo cosas muy raras en Sevilla con el Ejercito de los Mariscales Soult y Victor.
Bueno eso es todo lo que se al respecto.
Sigo rogando aclaraciones pues sería interesante conocer los sistemas de ascenso en nuestra Armada.

Saludos
Gerardo

Una pequeña aportacion, este oficial en 1808 se encontraba desempeñando el puesto de oficial de la Secretaria de Estado y del Despacho Universal de Marina de España e Indias, compartiendo este cargo con los siguientes oficiales:

D. Mariano Lobera
D. Diego de Mesa
D. Josef Vazquez Figueroa
D Josef Romero
D Francisco Roldan
D Fernando de Govantes
D Francisco Escudero
El Conde de la Estrada, este ultimo era el archivero de la Secretaria de Estado

yo creo que estoy confundido. El oficial que trabajaba en la Secretaria de Marina con Francisco Lemos y que ocupaba los cargos importantes debía ser el van Halen padre. De aquí su posible acceso a Godoy, no descarto la via mandil, y que Godoy se trajera al niño para el Almirantazgo ebn donde lo colocó de ayudante de uno de los tres tenientes generales, Alava Escaño y Salcedo. El puesto no podia ser muy importante en cuanto a la responsabilidad por el cargo ya que Salcedo colocó, asus órdenes, en un puesto paralelo, a su cuñado Lucas Zuluaga que le acompañó desde que ascendió a Jefe de Escuadra en todos los cargos que ejerció Salcedo. Vamos una especie de garrapata.

Si sus mercedes tienen a bien admitir esta solución creo que quedaría claro el porqué de van Halen en Madrid el 2 de mayo de 1808.

Sobre la vida azarosa de este oficial que alcanzó muy importantes puestos nuestro maestro y amigo ENSENADA nos lo ha aclarado con detalle en aportaciones anteriores. Solo añado que tengo confirmación de su pertenencia a la Masonería.

Saludos
Gerardo

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Amigo Gerardo


Gracias por tus palabras, pero solo soy un aprendiz.


En cuanto Halen, si era masón, me parece que cualquier solución al problema esta muy clara.


Si para algo sirve esa ¿? es para proteger a los suyos y que lleguen muy alto. Esto lo se de muy cerca. Tan cerca que casi me toca. Bueno, en más de una ocasión me ha tocado. Logia del rito escoces antiguo, Luis Vives nº 5 perteneciente al Gran Oriente Español. Más datos no, que esto lo leen los robots.


Un abrazo.
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Seria interesante poder llegar mas lejos, descubriendo como el joven oficial aparece en Madrid el 2 de mayo de 1808.

Su padre, es quien figura en la Secretaria de Estado como oficial de ella. Intentando localizar como llego a Madrid, he querido buscar otra posibilidad a la aportada por Gerardo. La cual podria ser la de amistad del padre con alguno de los tenientes generales, pues la fecha de ingreso en la armada de todos ellos como guardiamarinas es de cuatro años de diferencia, pudiendo venir la amistad de haber compartido barco en algun momento en los primeros escalafones.

Pudiendo dar por cierto este hecho, me he encontrado, que en documentos donde figura el asiento como guardiamarina del hijo, el padre aparece como capitan de fragata. Buscando en los distintos Estados Militares de varios años, no he encontrado referencia al padre en el escalafon donde pudiese localizar la relacion en él con los otros personajes.

Por lo que dejo abierta esta posibilidad y que alguien pueda aportar algun dato que resuelva el misterio.

Para finalizar, el estado militar de 1808 no aporta informacion hacia los ayudantes del Consejo Supremo del Almirantazgo, del que formaban parte Alava, Salcedo y Escaño, por lo que oficialmente no se puede decir que fuese ayudante de alguno de ellos.

Puedo añadir y/o rectificar los datos referentes al teniente de fragata Juan van Halen después de un detenido estudio en la biblioteca del Museo Naval.
Van Halen fue reclamado a su llegada al Ferrol por el Ingeniero General Tomás Muñoz para que prestara servicios en la Dirección de Ingeniería de Madrid. Era el único oficial no ingeniero que prestaba servicio en el Departamento por lo que podemos considerar que actuaba de simple ayudante secretario del director.
Van Halen consiguió su galón en 1806 según figura en el E.G.A. de 1808, página 42. Se desconoce los méritos considerados pero entre ellos puede contarse el sr hijo de un alto oficial, capitán de fragata, que prestaba servicios en la Secretaría de Marina encargado, entre otras cosas, del personal de los arsenales.
Juan van Halen era amigo de un joven guardiamarina en tramite de ascenso a alférez de fragata que se encontraba de permiso en Madrid y vivía con van Halen al que acompañó el día 2 de mayo cuando aquel se dirigió al cuartel de Monteleón. Nos referimos a Josef Ezeta y cuya participación en los hechos fue la de acompañar a su amigo van Halen
Otro joven alférez de fragata Francisco Esquivel, se encontraba de guardia en su unidad, Granaderos de Cartagena, una unidad de Infantería de Marina que Godoy trajo a Madrid para la guardia de su palacio. La unidad de Esquivel carecía de munición por lo que su comportamiento fue exclusivamente testimonial.
Referente a la posibilidad de que van Halen prestara servicios en el Almirantazgo queda totalmente desechada. Los ayudantes de los almirantes según el E.G.A. de 1808 eran:
- A las órdenes del tte. general Alava: El capitán de navío José Caro y el tte de navío José Primo de Ribera
- A las órdenes del tte general Escaño; el tte de fragata Manuel del Castillo
- A las órdenes del tte. general Salcedo: el tte. de navío Lucas Zuluaga, que era su cuñado y protegido.
Espero que que todo claro.
Saludos
Gerardo



Nota: para los no iniciados E.G.A. significa “Estado General de la Armada” más conocido por “el escalafoncillo”

En este enlace he encontrado el siguiente texto, que aclara mucho sobre los otros marinos (además de don Juan Van Halen Sarti) que estuvieron en el cuartel de Monteleón el 2 de mayo de 1808: don Josef de Hezeta Zenea, y don Manuel Esquivel Castañeda.

Enlace: https://www.belt.es/articulos/HOME2_articulo.asp?id=5773

Texto:

"La gesta del Parque de Monteleón, un edificio que no reunía las mínimas condiciones deseables de defensa, en el que fuera palacio del Duque de Monteleón, centró para la Historia el levantamiento popular del Dos de Mayo y consagró el merecido protagonismo del Cuerpo de Artillería en aquella fecha gloriosa con el sacrificio de los capitanes artilleros Daoíz y Velarde que, junto al teniente de Infantería Ruiz, convirtieron en baluarte y santuario aquellos muros. La única narración de un testigo presencial de aquella entrega desigual a los ideales del pueblo, que no eran entonces sino respuesta a las provocaciones del Ejército de ocupación francés, se debe al teniente de Artillería Rafael Arango, ayudante del Parque, que estaba a las órdenes del comandante de la instalación Navarro Falcón. Arango publicó sus recuerdos años después, en edición sin fecha aparecida en Madrid.

En aquel relato, por tantos motivos estremecedor, Rafael Arango cita cómo el alférez de fragata José de Hezeta Zenea (destinado en la Secretaría de Marina, hijo del teniente general Bruno de Hezeta), fue de los primeros en llegar al Parque a la cabeza de un grupo de paisanos, instando al artillero para que entregase armas al pueblo y desarmara al contingente francés que allí se encontraba de retén. Arango se resistía, por no contravenir las estrictas órdenes de no intervención para todas las fuerzas españolas recibidas del capitán general Francisco Xavier Negrete, y mandó al jovencísimo alférez de fragata (que él supone alférez de navío) a casa del comandante Navarro Falcón, que estaba próxima, para conocer su opinión. En ese momento llegó su amigo, el también alférez de fragata Juan Van Halen Sarti, (destinado a las órdenes del Ingeniero General de Marina, hijo del capitán de fragata Antonio Van Halen Morphy), que se había puesto a la cabeza de un grupo de paisanos de Lavapiés y de camino ya habían tenido enfrentamientos con los franceses.

Cuando Hezeta iba a iniciar su marcha, ya con el ambiente muy tenso y viéndose de lejos a los primeros contingentes imperiales, llegó el capitán Daoíz, que ya se había entrevistado con su comandante, y con voz serena preguntó a Arango «¿Qué tenemos por aquí?». Una vez instruido de la situación decidió contravenir la orden escrita que llevaba encima «de que no hiciese movimiento alguno con sus artilleros, ni saliesen del cuartel hasta no recibir nuevas disposiciones». Entregó armas a los paisanos, aprestó algún cañón, y al grito de «¡A morir! ¡A vengar a España!» se dispuso a convertir el Parque en fortaleza, mientras dio nuevos ánimos la llegada del capitán Velarde con una compañía del Regimiento de Voluntarios de Estado, que mandaba el capitán Goicoechea, única fuerza que había consentido enviar en refuerzo del Parque el coronel del Regimiento, el veterano soldado marqués de Palacio.

La decisión y protagonismo de los artilleros el Dos de Mayo ha hecho que pasase, lógicamente, a un segundo plano la actuación de oficiales de otros Cuerpos, y singularmente los marinos. En las crónicas de aquellos sucesos se cuentan tres oficiales de la Armada, los ya citados José de Hezeta y Juan Van Halen, y el también alférez de fragata Manuel Esquivel Castañeda, por cierto pariente de Van Halen, que estaba destinado en la fuerza de Granaderos de Marina que Godoy había ordenado trasladar a Madrid desde Cartagena, y que aquella mañana estaba de guardia en el Gobierno Militar situado en la Casa de Correos de la Puerta del Sol. Esquivel, al ser relevado de su guardia, y comprobando que el relevo llegaba también sin cartuchos, optó por acudir a su cuartel, en el Palacio del Buen Retiro, y en el camino mantuvo enfrentamientos con los franceses, reconocido como jefe por una partida de paisanos. Aunque algunos historiadores le suponen herido de gravedad en aquella jornada, él mismo lo desmintió en un informe de la época, que recoge José María Alía en «Dos días de mayo de 1808 en Madrid»: «teniendo la fortuna de que ni siquiera me hirieran un hombre...». Esquivel logró escapar a Cádiz.

El que resultó herido de alguna gravedad en la puerta del Parque, en el sangriento encuentro con los franceses, fue Van Halen, que se retiró a casa de sus padres. Cuando su estado se lo permitió abandonó Madrid camino de Galicia, alcanzando a intervenir en la batalla de Rioseco. En El Ferrol se le dio el mando del cañonero «Estrago» hasta la rendición de aquellas plazas. Muchos de los oficiales y paisanos que ingresaron heridos en los hospitales de Madrid fueron detenidos y fusilados por los franceses que, además, asesinaron a varios cirujanos que se resistieron a aquella salvajada. Hezeta huyó a Cádiz y fue de los primeros que allí predicaron la insurrección, y allí se encontraba cuando la rendición de la escuadra francesa en la bahía gaditana el 11 de julio.

Hezeta y Van Halen pasaron al Ejército de Tierra, el primero llegó a alcanzar el grado de brigadier y el segundo el de mariscal de campo. Los dos tuvieron una vida aventurera en España, Europa y América y fueron liberales exaltados. Hezeta trató a Bolívar en Caracas y Van Halen a San Martín en Bruselas. Los dos intervinieron en conspiraciones liberales, defendiendo la Constitución de 1812. Van Halen es, para el historiador José Luis Comellas «el conspirador más típico de la época». Y los dos cayeron en la tentación de la política: José de Hezeta fue jefe político de Granada y de Sevilla, y en sus andanzas por esos mundos, subsecretario del Gobernador General británico de la India, lord William Bentinck. Juan Van Halen fue ministro de la Guerra «avant la lettre» en Bélgica, según el historiador y senador belga Francis Delpérée, como jefe militar de la revolución que dio la independencia a aquel país en 1830, además de mayor general en el Cáucaso, en la Caballería del zar Alejandro I.

Aquellos marinos escribían las primeras páginas de sus azarosas vidas en aquel sangriento Dos de Mayo. Como Esquivel, del que no he seguido el rastro. Eran alféreces de fragata, porque sus superiores, los oficiales de mayor graduación, optaron por la prudencia, mientras ellos apostaron por el riesgo, por la exaltación de la sangre de sus pocos años. Los Granaderos de Marina mandados por el alférez de fragata Esquivel tuvieron una participación heroica. Uno de ellos yace muerto al pie del lienzo de Goya que refleja la lucha contra los mamelucos. Pudiera ser Esteban Casales Riera, la primera víctima mortal de la Armada en la Guerra de la Independencia, aun no declarada. La Armada francesa también intervino en el Dos de Mayo. El dato es poco conocido, pero los soldados franceses que componen el pelotón del lienzo «Los fusilamientos del 3 de mayo» son marinos de la Guardia Imperial. La Armada Española, la mayoría de las veces pie a tierra, tuvo una activa participación a lo largo de la Guerra de la Independencia, pero también intervino con valor y decisión en la primera jornada de aquella insurrección el Dos de Mayo en Madrid.

Decisiva, en el terreno político y de repercusión histórica, fue la participación del auditor del Consejo Supremo del Almirantazgo, Juan Pérez Villamil, que poseía una finca en Móstoles, conocida durante muchos años como «La huerta del Fiscal». Pérez Villamil, al conocer las noticias de Madrid, incitó a los dos alcaldes de Móstoles, Torrejón y Hernández (uno por el estado noble y otro por el estado llano) a firmar un bando que se hiciese llegar a todo el Reino. El propio Pérez Villamil redactó el oficio que entusiasmados de patriotismo firmaron los alcaldes.

La Armada estuvo presente junto al pueblo, gracias al entusiasmo de jóvenes oficiales e infantes de marina, en aquel Dos de Mayo, que sería el inicio del reconocimiento de la soberanía del pueblo, entre la cobardía, enmascarada comúnmente de prudencia, de tantos poderosos.

Fuente: https://www.abc.es. Hemeroteca, fecha: 03/05/08, pag 75"

Mi querido amigo AMENOFIS:
Tu aportación se corresponde a tu categoría de almirante. Es un resumen perfecto. Yo solo me atrevería a introducir un dato que, seguro que tú conoces, es el que cuando llegó Doaiz al cuartel de Monteleón los oficiales de marina, de menor graduación, ya habian desarmado a la compañia francesa que estaba en el cuartel y tenian en los calabozos a todos sus componentes.

Para mi está cada vez más claro que la historia de España la han escrito una serie de personajillos que se han basado en lo que en cada momento se ha considerado politicamente correcto, incluyendo entre estos personajes hasta Menendez Pelayo (y que Dios me perdone). Sinceramente considero que la historia se escribe copiando, en lo que interesa, lo ya publicado sin saber la veracidad de lo relatado.

Me interesa Van Halen porque en aquellos días estaba en el Cuerpo de Ingenieros de la Armada, al que pertenecí hace muchos años como teniente de navío de la Milicia Naval Universitaria. Creo que nustros camaradas de aquellos días merecen un recuerdo más vivo.

Algo estoy preparando al respecto

Saludos a todos y a tí querido AMENOFIS, en primera posición de saludo, un: a las ordenes de su Excelencia señor Almirante

Gerardo

Efectivamente, conocía el dato del desarme de los setenta y tantos franceses, y que se les recluyó en un calabozo junto con doce soldados españoles -también desarmados- que estaban con ellos en el cuartel, y que a estos se les ordenó que bajo ningún concepto intervinieran en los combates, y así lo hicieron: mientras sus compañeros morían heroicamente, ellos se mantuvieron junto a los franceses, cumpliendo las órdenes recibidas, y la palabra que habían dado.

Esta conducta resulta extraña hoy día, pero debía ser habitual hace dos siglos.

En cuanto a la historia escrita, qué vamos a decir. La historia es siempre de quien la escribe. Y esto no sólo ocurre en la historia. Lo es en todos los aspectos de la vida, tanto privada como profesional. Por eso mismo, cuando hay que redactar actas de reuniones con terceras partes, prefiero redactarlas yo (aunque suponga un gran esfuerzo), porque así resalto lo que quiero, y lo redacto en el tono que más me convenga. Y "scripto, scriptum est".

Por eso, el daño que puede hacer esta "Memoria histórica" que ha impuesto media España a la otra media (y, lo que es peor, a la Verdad) puede ser tan irreparable como una plaga.

¡Qué gran verdad la de aquél gran artífice de la mentira: Lenin, cuando dice que una mentira repetida mil veces, termina por ser verdad!

Y si nos centramos en nuestra España, individualista y cainita, qué duda cabe que habría celos profesionales entre los artilleros (arma a la que pertenecí en la IPS), los marinos, los infantes, etc... Incluso en aquellos momentos críticos, estoy seguro que había españoles que aún discutirían si sus contrarios eran galgos o podencos.