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Biografía de don Juan Mirambell.



Capitán de la Marina mercante, que realizó un hecho que le granjeo mucha popularidad.



De él sólo conocemos el hecho sin más datos.



<<Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible, los políticos por hacer lo posible, imposible>>.

Russell (Lord), Bertrand (1872-1970) filosofo y matemático británico.



He puesto este axioma, porque él refleja sin ningún lugar a dudas, de lo que es posible realizar por un solo hombre, sin la intervención de los políticos.



Pero vallamos al hecho en si:



El día diez de enero del año de 1835, al mando de la polacra goleta Constancia, (el nombre no podía ser más acertado), Mirambell arribaba al puerto de Montevideo.



Como las relaciones diplomáticas con la antigua colonia no habían sido establecidas, Mirambell iba despachado para Río Grande do Sul en el Brasil, y tras hacer escala en Pernambuco, se plantó en la capital uruguaya arbolando bandera brasileña.



Pero el ardid fue descubierto, pasando Mirambell a la cárcel, donde estuvo cinco días, en calidad de prisionero de guerra.



Cuando las cosas presentaban el peor cariz se le llevó a presencia del propio presidente de la República, confesando Mirambell, que sus propósitos no eran otros que entablar buenas relaciones comerciales.



Su sincera dialéctica conmovió al general Ribera, quien, llevado de un generoso impulso que honra a él y a su estirpe, declaró que desde aquel momento cesaban todas las diferencias con la Madre Patria, pudiendo izar libremente el pabellón español.



Un gesto de sinceridad, compensado por otro de generosidad, por lo que a partir de ese instante se normalizaron las relaciones diplomáticas, sin políticos por el medio.



Es una biografía muy corta, pero de tanto ejemplo humano por ambas partes, que he querido que se supiera.