'



Vino al mundo en Aoíz en el antiguo reino de Navarra, el día veintiuno de marzo del año de 1708. Provenía de familia muy noble.

.

'

Muy pronto se enroló en buques corriendo caravanas, lo que le sirvió para adquirir unos grandes conocimientos de la náutica, pasando posteriormente a servir en la Órden de San Juan de Jerusalén, alcanzando el grado de Caballero de Justicia.


Sentó plaza de guardiamarina en al Compañía del Departamento de Cádiz, pero al ser ya tan conocedor de todas las práctica marinas, aprobó los exámenes y con fecha del día treinta uno de agosto del año de 1733 se le otorgó el despacho de alférez de navío.


Se le ordenó viajar a Barcelona y en esta ciudad, se embarcó en la escuadra del mando del Conde de Clavijo, zarpando el día cuatro de diciembre transportando tropas a Sicilia y Nápoles.


Arribó el día seis de octubre de año de 1734 a la bahía de Cádiz en la división de don Gabriel Alderete, sucediendo que en la travesía se encontraron a un jabeque argelino del porte de 16 cañones, que después de corto combate fue rendido y marinado hasta la misma bahía.


Un tiempo después se le destinó a la Flota de Indias al mando de don Manuel López Pintado, con destino a Tierra Firme, realizando el cometido propio de estas flotas, arribando a la bahía de Cádiz los días veintisiete y veintiocho de agosto del año de 1737, al día siguiente de su arriba el día veintinueve se le ascendió al grado de teniente de fragata.
.

'

Con este grado se le destinó al Departamento del Ferrol, en el que permaneció cruzando las costas de Galicia y el mar Cantábrico, hasta que con fecha del día dieciocho de agosto del año de 1739 se le ascendió a teniente de navío, quedando en tierra hasta nueva orden.


En el año de 1740, se le destinó al Departamento de Cádiz, embarcando en el navío Hércules de la escuadra de don Juan José Navarro, con la que navegó por el mar Mediterráneo, por lo que el día veintidós de febrero del año de 1744, participó en el combate naval de cabo Sicié, contra la escuadra británica del mando del almirante Matews.


Por su buen comportamiento en este combate al arribar al puerto de Cartagena, se encontró con fecha del día siete de febrero del año de 1746 con el ascenso a capitán de fragata, quedando en el Arsenal en tierra.


Con fecha del día uno de diciembre del año de 1748, embarco como segundo comandante en el navío América, realizando con él varios cruceros que le llevaron a tierras de la península itálica y francesas.
.

'

Al poco tiempo fue comisionado el buque para realizar una visita a la Regencia de Argel, regresando de nuevo a Cartagena y desembarcando el día veinte de septiembre del año de 1749, volviéndose a quedar en el Arsenal.


El Comandante general del Departamento don Francisco Liaño, con fecha del día diecisiete de junio del año de 1750 lo nombró, por ser persona idónea para ello, como vocal de la Junta de Asistencia del Departamento.


Por los inmejorables frutos que obtuvo de su puesto, fue mencionado por el Comandante General a la Corte, desde donde fue llamado por Real Órden, se puso en camino el día uno de enero del año de 1751, llegando a la villa y Corte se presentó al Rey, manteniendo una corta entrevista, de la que emanó la resolución con fecha del día uno de marzo, nombrándole Mayor General interino de la Real Armada, para ocupar su puesto tuvo que viajar al Departamento de Cádiz.


Demandó y se le otorgó una licencia de cuatro meses, para arreglar asuntos particulares de su casa, reintegrándose a su puesto el día veinte de marzo del de 1754, en este mismo año y por antigüedad se le ascendió a capitán de navío.
.

'

En el año de 1755, se le dió el mando de la fragata Liebre, realizando con ella primero un viaje redondo al Río de la Plata, al arribar se le encargó hacer otro a las islas Canarias transportando tropas, y al regresar se le encomendó la misión de proteger la recalada de las Flotas de Indias, por lo que estuvo realizando los habituales cruceros entre los cabos de San Vicente, Santa María y las islas Terceras.


En el año de 1759, se le otorgó el mando del navío Dichoso, con el que formó parte de la escuadra que al mando del general don Juan José Navarro, viajó a Nápoles para embarcar al nuevo rey don Carlos III y su Real familia, desembarcando el monarca en la ciudad de Barcelona. Al terminar este Real Transporte, tuvo que dejar la escuadra y dirigirse a Cartagena, por que su navío necesitaba una pronta carena.


Reparado el buque, volvió a zarpar el día nueve de febrero del año de 1760 con rumbo a Ferrol, transportando 300 quintales de pólvora y 240 pipas de vino para las dotaciones de éste Arsenal; fue comisionado para realizar un viaje a la base naval francesa de Brest, y al regresar, de nuevo se le envío al canal de la Mancha, para regresar y zarpar con rumbo a su base de Cartagena el día diecisiete de diciembre del año de 1762.


Permaneció un año y poco más en el éste Arsenal, realizando cruceros por el Mediterráneo, hasta que con fecha del día siete de febrero del año de 1764, por Real Órden se le nombraba en propiedad como Mayor General de la Real Armada, cargo que había desempeñado interinamente y ahora regresaba al Arsenal de La Carraca.
.

'

El día diez de enero del año de 1766, se le confió el mando del navío Dragón, siéndole encargo un viaje especial, para transportar al nuevo virrey de Nueva España, el marqués de Croix y al nuevo Arzobispo de la ciudad de Méjico, zarpando de la bahía de Cádiz el día tres de mayo, realizando el viaje sin problemas y una vez allí, se le ordenó viajar a los puertos de Costa Firme, así como al de Veracruz y la Habana, de donde zarpó con rumbo a la bahía de Cádiz, transportando caudales y frutos de alto valor en la Península.


Por Real Órden del día veintinueve de junio del año de 1769, se le ascendió al grado de Jefe de Escuadra.


Con fecha del día dos de diciembre del año de 1771, se le nombra Virrey, Gobernador y Capitán General del Nuevo Reino de Granda, con residencia en la ciudad y Audiencia de Santa Fé, por lo que fue transportado hasta su nuevo cargo.


En el cargo sucedió a don Pedro Mesia de la Cerda, el cual no pudo controlar mucho la situación, pero a la llegada de Guirior, comenzó una nueva etapa.


Consiguió llevar la paz, sometiendo a las tribus hasta entonces rebeldes, pero con fórmulas humanitarias, protegió muy esmeradamente los adelantos científicos, fundó la primera biblioteca pública para dotar de conocimiento a los indígenas, restableció la Universidad pública, reformó con mucho acierto los nuevos planes de estudios, se preocupó de restaurar las fortificaciones de la zona y por último, después de doscientos treinta y seis años de estar fundada la ciudad de Bogotá, acompañado del Alférez Real don Miguel Rivas y de todos los miembros de la Real Audiencia, inauguró las sesiones del primer Concilio provincial del Nuevo Reino de Granada, hecho que tuvo lugar en el año de 1774.
.

'

Por todos estos hechos que consiguió sin pérdida para el erario público, S. M. lo tuvo por tan bueno, que por Real Órden de fecha del día veinte de diciembre del año de 1774 se le otorga el ascenso a teniente general.


Permaneció en este cargo hasta el día veinticuatro de agosto del año de 1775, en que se le nombra Virrey, Gobernado y Capitán General del reino del Perú, con residencia en la ciudad y Audiencia de Lima.


En este virreinato, a parte de las medidas ya mencionadas en su anterior cargo, realizó las pertinentes a esta nueva situación, reforzó el fuerte Real Felipe de El Callao, estableció la matricula de Marina para el mejor control de la embarcaciones menores, fundó en Bellavista la Escuela de Pilotos y a su vez el Reglamento de estos para los Mares del Sur.


Demandó del Rey su sustitución pues ya era muy mayor y le fue concedida, regresando a la Península en el año de 1781, donde le esperaba como a todos los virreyes, el Juicio de Residencia para dar los números de sus cargos como a tal, del que salió con todos los beneplácitos, tantos que el mismo Rey no sabiendo ya como agradecerle tantos sacrificios y tan ejemplares hechos, le extendió y entregó el título de Marqués de Guirior, para él y sus descendientes o sucesores legítimos, libre de lanzas y media annata en el año de 1786.


Había sentado residencia en la capital, Madrid, donde el día veinticinco de noviembre del año de 1788, le sobrevino el óbito, contando con ochenta años, ocho meses y cuatro días de edad.



.