Roberto Cofresi y Ramirez de Arellano
Nacido el 17/6/1791 en Cabo Rojo, Puerto Rico, ejecutado el 29/3/1825.

Sobre sus origenes hay dos versiones: una que le da como padre a un aleman Franz von Kupferschein que cambio su nombre por el de Cofresi, y otra que le da por padre a Francisco Cofresi de Trieste en Italia.
Su madre era Germana Ramirez de Arellano, que fallecio al tener el joven Roberto 4 años, siendo Roberto el menor de 4 hermanos.
Crecio soñando con navegar, escuchando relatos de aventuras marinas, y navegando en su pequeño bote que llamaba el Mosquito.
Era de contitucion fuerte, agil y con facilidad de palabra y se sabia ganar al confianza de la gente
Se caso con Juana Creitoff de Curaçao, de la union nacerian dos hijos, muertos en corta edad, y una hija Maria Bernarda.

Cuando de hizo pirata, su barco con tripulacion de Cabo Rojo, atacaba principalmente a buques que no fueran españoles.
Segun las versiones una vez de joven, a bordo de un barco azucarero norteamericano, al que visitaba por curiosidad, cogio un terron de azucar, siendo castigado por ello por un miembro de la tripulacion ante los demas, causandole una fuerte impresion al joven Roberto.
Otra version da que navegando a bordo de su bote Mosquito, fue embestido por un barco norteamericano, que le partio el bote, cerca de la costa, no atentiendo a las llamadas de auxilio del joven que se salvo gracias a su fortaleza fisica que le permitio llegar a la playa nadando.
Otra version cuenta como sufrio una afrenta al subir a bordo de una barco estadounidense a vender pescado y frutas, siendo echado al agua por la tripulacion en medio de burlas. Sea cual sea la version, destaca que su odio a los extranjeros le viene de joven.

Usaba como escondite la isla de Mona, al oeste de Puerto Rico.
Gozo de la simpatia de los españoles, y parece que repartia parte de su botin entre la poblacion mas necesitada de la isla, un Robin Hood.

El gobernador de Puerto Rico, cerraba los ojos a sus actos de pirata, a pesar de las quejas de las naciones cuyos barcos eran atacados. En una ocasion ataco a 8 buques, la mayoria de bandera britanica y Norteamericana.
Estos habian destacado un barco para capturarlo, el Grampus.

En 1824 fue sorprendido en la costa de isla Mona y condenado a 6 años de carcel, de la cual logro huir tras una rocambolesca hazaña.

Poco despues en una operacion combinada entre españoles y Estadounidenses, logran cogerlo tras casi una hora de combate, en el cual resulto herido, intento escapar a tierra, donde fue capturado por fuerzas de infanteria y caballeria, siendo entregando a las autoridades españolas con 11 miembros de su tripulacion, fueron encerrados en el Castillo del Morro en San Juan, juzgados y condenados a muerte.
Roberto Cofresi fue fusilado el 29 de mayo de 1825 por un destacamento del regimiento de Granada, junto a sus complices, su cuerpo enterrado en el cementerio de San Juan.

Se cree que parte de su botin sigue escondido en las cuevas de Sabana Seca.
En Cabo Rojo, en la bahia de Boqueron se levanto una estatua en su memoria, una ciudad lleva su nombre, Cofresi, en la republica Dominicana, y se escribieron poemas y canciones en su memoria.

El padre de Roberto Cofresí o Kupferschtein huió de Trieste, entonces activo puerto franco del imperio Austro-hungaro, por un asunto de un asesinato. Esta información ha sido encontrada por historiadores de Trieste.

Interesantísima la biografía de este pirata legendario.
Con tantas anécdotas negativas relacionadas con naves estadounidenses parece que se intenta justificar su animadversión a los mercantes norteamericanos.
Por ello me parece que lo más curioso sería saber la fecha de publicación de la bilbiografía donde se mencionan estas anécdotas, pues si mucho no me equivoco son contemporáneas o ligeramente posteriores a la guerra hispanoestadounidense por la indepencia de Cuba.

Y si no, pues estoy seguro que se evocaron y hasta se invocaron en el tiempo de la contienda. ¿o no?

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De esta historia me queda una cosa clara. Si hubiese sido británico, hubiese llegado a Sir, felicitado por su monarca o, como mínimo, perdonado su vida, habiendo acabado sus días como un hombre rico en su lujosa hacienda.

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