Jamaica, finales de 1744 o principios de 1745.

El capitan Springgs dueño de un bello bergantín y falto de tripulación decide contratar mano de obra barata para su vuelta a las colonias de norteamerica. Y encuentra una ganga, tres fornidos y curtidos corsarios prisioneros hispano-franceses. Sin un agente de recursos humanos para aconsejarle los contrata ... ¿Que puede salir mal?

El bergantín zarpa de Jamaica y cuando cruza el paso de las islas de Barlovento los tres corsarios dan matarile al capitan metiendole un palmo de acero entre pecho y espalda. Tras lanzar su cadaver por la borda advierten al resto de tripulación que ha habido un cambio de administración.

Como obediente corderito el bergantín es llevado a la Española.