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1771 Manila combates y otros

Bajo el mando del teniente de fragata don Gabriel de Aristizábal se fueron construyendo puertos de apoyo para las fuerzas sutiles, únicos buques que en aquellas aguas se disponía, demandó le fuera enviada alguna unidad de mayor porte para contrarrestar la piratería, un tiempo después arribaron las fragatas San Carlos y San José, con las cuales comenzó una autentica presencia naval en el archipiélago, poco después realizó por primera vez un viaje a Nueva España embarcando entre ambas dos millones de pesos fuertes.


Al regresar de su viaje anterior con las dos fragatas en 1772, se le comunica que los piratas de Mindoro, habían estado a sus anchas haciendo su trabajo, se puso manos a la obra y en poco tiempo alistó tres galeras y dos paquebotes, más treinta y un buque de las fuerzas sutiles, embarcó en ellos tropas del ejército y se dirigió a la isla, los moros tenían su base a cuatro leguas tierra adentro, desembarcaron las tropas y se pusieron en camino, llegando a ellos y comenzando diferentes combates, en los que iba ganando terrero, pero muy lentamente, por ello decidió tomar un descanso para sus hombres y un día que le pareció propicio se lanzó a la conquista de la fortaleza, la cual después de doce horas de duro combate logró penetrar en ella, los moros como siempre salieron huyendo a las montañas y bosques, pero apresó diez buques enemigos, diferentes y cuantiosos valores a su vez robados fueron recuperados, añadiendo a ello que no pudieron llevarse en su rápida fuga un cofre conteniendo cuarenta mil pesos fuertes, valor de lo vendido de su rapiña por ello fue embarcado y depositado en la Real Hacienda en Manila, como recompensa y sin contar con estas victorias, no fue ascendido como le correspondía en la promoción general de 1773.


Queda al lector su libre opinión al respecto, de cómo España o sus gobernantes cuidan desde siempre a los que se juegan la vida por defenderla.



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