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1780 Varios combates en el Estrecho

El 18 de agosto de 1780 la fragata Santa Lucía entró en la bahía de Cádiz con la presa del bergantín británico Racehorse, apresado el 9 de agosto en el Océano cuando se dirigía a Gibraltar con víveres.


La fragata Santa Bárbara en conserva con la Nuestra Señora de la Asunción se encontraba patrullando la boca del Estrecho hacia el Oeste a finales de septiembre. Capturaron una fragata y una urca británicas que salieron de Gibraltar la noche del 26 de septiembre, fueron marinadas al puerto de Algeciras donde entraron el 2 de octubre.


En los primeros días de octubre, patrullando el estrecho con los buques del jefe de escuadra don Antonio Barceló, descubre el comandante don Pedro Winthuyssen a bordo de la fragata Santa Bárbara, una balandra armada de 16 cañones con rumbo a Gibraltar en la madrugada del 3 de octubre, emprendiendo su caza, no pudiendo alcanzarla en todo el día. Con cañonazos avisó a los buques apostados en el estrecho, zarpando de Punta Carnero don Federico Gravina con los jabeques San Blas y Carmen, más el jabeque San Luis de su mando, capturando esa misma noche al abordaje a la balandra, pasando a la Real Armada con el nombre de Fox.


En noviembre seguido se encontraba la balandra Fox patrullando el estrecho de Gibraltar con los buques al mando de don Antonio Barceló. El 14 seguido al mando del teniente de fragata don Pablo Estapar, cortó el paso de una tartana británica, huyendo sus tripulantes a la plaza en una lancha. El teniente Estapar, bajo los fuegos de los cañones británicos logró acercarse a la tartana y llevarla presa a Estepona.
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Al amanecer del 21 de diciembre, se encontraba en Ceuta la balandra Fox, al mando del teniente de fragata don Pablo Estapar, descubrió una vela sospechosa y se hizo a la vela. Tras dos horas de caza la alcanzó con la ayuda de los remos de la lancha, por la calma existente en el estrecho, destacada al mando del alférez de fragata don Diego de Fuentes, segundo en el mando de la balandra. El buque alcanzado era una balandra de guerra británica, armada con 16 cañones de á 8 libras, otros 2 a proa y dos guardatimones.


Unos días más tarde a pesar de su menor tamaño y armamento, con sólo 10 cañones de á 2 libras, y tripulación de 35 hombres y 80 el buque británico, Estapar decide atacarlo y abordarlo, pero es rechazado por la artillería enemiga, separándose la balandra española a reparar los daños en la arboladura. Aprovechando unas ráfagas de viento, intentó de nuevo el abordaje que resultó encarnizado y sangriento. En la tripulación española murieron el piloto, el práctico y el patrón del bote, 10 heridos graves y otros 8 heridos de menor consideración. Las averías en el buque español eran muy graves, perdido el palo mayor y varios balazos en el casco, algunos a flor de agua. A pesar de todo ello la balandra británica huyó, perseguida hasta la misma plaza de Gibraltar.


Mientras ocurría el combate, los jabeques españoles no salieron de Algeciras por falta de viento y las lanchas cañoneras comenzaron a disparar cuando el buque enemigo tenía Gibraltar a la vista y era materialmente imposible capturarlo.



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